LOS OLIVARES Y LAS "MALAS HIERBAS"
Gabinete de Comunicación de la UJA
Investigadores de la UJA consideran esencial el manejo extensivo de las cubiertas vegetales de olivar y la presencia de áreas naturales para incrementar la diversidad de especies y sus funciones
El investigador Rubén Tarifa, realizando trabajos de campo. |
Un trabajo de investigación liderado por Rubén Tarifa,
doctorando de la UJA en el Departamento de Biología Animal, Biología
Vegetal y Ecología, considera esencial el mantenimiento de las cubiertas
vegetales de olivar y la presencia de áreas naturales para incrementar
la diversidad de especies y de las funciones que estas desempeñan en el
cultivo. Así, los esquemas agroambientales en estos agrosistemas
deberían promover prácticas de manejo que favorezcan la diversidad y
funcionalidad de las cubiertas vegetales, especialmente en aquellos
olivares donde los parches de áreas naturales sean más escasos e incluso
inexistentes.
Así se desprende del artículo ‘La
intensificación agrícola erosiona la diversidad taxonómica y funcional
en los olivares mediterráneos al filtrar especies raras’ ("Agricultural
intensification erodes taxonomic and functional diversity in
Mediterranean olive groves by filtering out rare species"), publicado en la revista Journal of Applied Ecology, elaborado por Rubén Tarifa junto a los investigadores Carlos Martínez-Núñez, Teresa Salido y el catedrático Pedro J. Rey, de la UJA; Juan P. González-Varo, de la Universidad de Cádiz y Francisco Valera, de la Estación Experimental de Zonas Áridas-CSIC.
Este trabajo señala cómo
las plantas arvenses -vulgarmente "malas hierbas"- que componen las cubiertas vegetales del olivar
son esenciales para sustentar su biodiversidad, ya que de todas ellas se
alimentan multitud de organismos, principalmente aves e insectos
(muchos de ellos controladores de plagas). Sin embargo, esta diversidad
se ve comprometida por la intensificación agrícola. Por un lado, los
paisajes agrarios cada vez están más simplificados y son más homogéneos,
y por otro, el uso indiscriminado de herbicidas ejerce fuertes
presiones sobre las comunidades de plantas, que acaban por reducir su
diversidad de especies.
“No
solo es drástica la pérdida de especies, sino también la pérdida de
funcionalidad. Además, hasta ahora, se desconocía si las prácticas
agrícolas intensivas podrían estar afectando a las especies más raras,
taxonómica y funcionalmente, o por el contrario a aquellas más comunes o
dominantes. Se sabe que, en ciertas comunidades, las plantas raras
desempeñan un rol muy importante dentro de la comunidad, sustentando
funciones irremplazables dentro del ecosistema. Por todo ello planteamos
este trabajo”, señala Rubén Tarifa.
El
olivar en Andalucía ocupa cerca de 1,5 millones de hectáreas. Se trata
de un cultivo que presenta cubiertas vegetales de especies arvenses
nativas que crecen de forma espontánea bajo la copa de los olivos. En el
olivar, las cubiertas vegetales se manejan de forma intensiva, usando
herbicidas y labranzas recurrentes, o de forma extensiva, desbrozando
mecánicamente con ganadería y sin usar herbicidas. Además, a lo largo de
la cuenca del Guadalquivir se encuentran tanto olivares rodeados por un paisaje excesivamente simplificado, como aquellos donde aún son frecuentes los reductos de vegetación arbórea y arbustiva natural, según se recoge en el trabajo.
Para
el desarrollo de esta investigación, realizada a lo largo de la
primavera de 2016 en el marco del proyecto LIFE Olivares Vivos, los
autores muestrea
o
la diversidad de plantas de las cubiertas vegetales de cuarenta
olivares distribuidos por las provincias de Jaén, Córdoba, Málaga,
Granada, Sevilla y Cádiz. Todos se disponían en un gradiente de
“complejidad del paisaje”, desde olivares donde apenas quedaban parches
de vegetación natural, hasta otros donde aún persisten los parches de
matorral o bosque mediterráneo. La mitad de las fincas presentaban
manejo de las cubiertas vegetales intensivo mientras que las otras
veinte, un manejo extensivo. En cada una de ellas se registraron todas
las especies arvenses que se ubicaban en una serie de cuadrados de 1x1
metros, distribuidos dentro de cada olivar.
De
esta manera, se detectaron 319 especies de plantas, un 7% de toda la
flora de Andalucía. Incluso una nueva especie para la ciencia, la Linaria qartobensis,
en un olivar que respeta las cubiertas vegetales desde hace más de 100
años. Posteriormente, se caracterizó la comunidad de plantas de cada una
de estas fincas en base a las funciones que desempeñan en el olivar: si
son o no polinizadas por los insectos, el peso de sus semillas, su
altura… Así, los investigadores pudieron definir las funciones que
desempeñan el conjunto de plantas de cada olivar.
“En
nuestro estudio encontramos que la diversidad de especies y las
funciones que estas desempeñan en el olivar se vieron negativamente
afectadas por la simplificación del paisaje de olivar y el manejo
intensivo de las cubiertas vegetales. Las especies raras fueron las más
afectadas en este proceso. Además, detectamos un umbral próximo a las 85
especies por olivar, a partir del cual incrementa la diversidad de
funciones desempeñadas por las plantas que componen las cubiertas
vegetales. Este umbral solo se alcanzó en olivares que además de
mantener las cubiertas vegetales respetaron la presencia de parches de
vegetación natural. Nuestros resultados evidencian la necesidad de
conservar zonas “no productivas” dentro del olivar para tener cubiertas
vegetales más diversas y multifuncionales, esenciales para hacer del
olivar un cultivo más respetuoso con la biodiversidad“, explica Rubén
Tarifa.
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