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11/08/2022

Guía para distinguir los olmos

Proyecto Life+ Olmos Vivos
El género Ulmus


Este género reúne entre 20 y 45 especies según se considere a los diferentes autores que lo han tratado. Se distribuyen por Eurasia y América de Norte. En España se encuentran 3 especies autóctonas y una exótica, Ulmus pumila, con un moderado grado de asilvestramiento. Los olmos comparten algunas características que se describen a continuación:
     Son árboles caducifolios que alcanzan entre los 15 y 20 de altura y que, según especies o individuos, pueden llegar a los 2 metros de diámetro.
     Las ramillas son finas (~2-3 mm) y pubescentes. Desde finales del verano se pueden observar las yemas, que son muy pequeñas (< 3-4 mm), pardas, ovoides, con varias escamas imbricadas y más o menos tomentosas.

Figura 1. Ejemplos de hojas de las especies de olmos.
     Sus hojas son alternas, orientadas formando un plano (dísticas); simples, con un peciolo generalmente corto (de hasta 12 mm) y unas estípulas caducas. El limbo es uno de sus elementos más característicos: es alargado, de forma más o menos ovada, con abundantes nervios secundarios que se distribuyen de forma espaciada y de aspecto más o menos rectos. El margen es doblemente aserrado y su base asimétrica, mostrando un lado más desarrollado que el otro y un ápice alargado. Por su aspecto no es infrecuente que se los confunda con el avellano (Corylus avellana) e incluso, en ocasiones, con el tilo (Tilia sp.)
Figura 2. Ejemplos de flores de las especies de olmos.
     Las flores se encuentran formado fascículos globosos y se desarrollan a finales del invierno, antes de que broten de las hojas. Son muy pequeñas y poco vistosas, bisexuales y ocasionalmente unisexuales por aborto generalmente de la parte femenina. Presentan un cáliz con cierta forma cónica, terminado en un conjunto de lóbulos. En su interior se encuentran unos estambres (el androceo) con unas anteras que sobresalen del cáliz y un diminuto pistilo (el gineceo) que tiene dos apéndices alargados, generalmente de aspecto plumoso (Figura 2). 
Figura 3. Fases en la maduración de la flor. Izquierda, estambres maduros y pistilo inmaduro. Derecha, estambres pasados y pistilo maduro.
     La maduración de las partes masculina y femenina se realiza de forma desfasada; generalmente los estambres se anticipan al pistilo (Figura 3).
     Sus frutos presentan otro de los caracteres más identificativos del género. Son pequeños, secos en la madurez, de aspecto papiráceo y forma más o menos circular u ovoidea (Figura 4), con una semilla muy comprimida, rodeada de un ala (sámara) que presenta una escotadura en el extremo superior, en forma de ojal.
Figura 4. Ejemplos de frutos de las especies de olmos.
      La semilla carece de tejidos de reserva externos y todo el espacio está ocupado por el embrión. Su tamaño, forma y otros detalles son variables según las especies.
 
Lo hemos tomado de... Proyecto Life+ Olmos Vivos
En esta página, publicada en 2017, también nos lo muestran
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1/19/2022

In memoriam... Diario de Sevilla

LUIS SÁNCHEZ-MOLINÍ, en "diario de Sevilla"
Los olmos de Reina Mercedes

La sentencia ya se está ejecutando: un total de 36 olmos del campus de Reina Mercedes pasarán a mejor vida debido a que su estado puede suponer un peligro para los viandantes. No tenemos nada que objetar a la decisión de los técnicos de la Universidad de Sevilla. Ellos sabrán. Pero eso no debe impedir que entonemos aquí nuestra particular endecha en memoria de un árbol, el olmo, que durante un tiempo fue un símbolo de la vieja Europa y que debido a la grafiosis y a la urbanización indiscriminada ha pasado a ser casi un proscrito en nuestros campos y ciudades. Bajo no pocos olmos o negrillos (como se le llamaba popularmente) se sentaron muchos de los concejos de las aldeas y lugares de España a tratar sus asuntos, y el hecho de que el antiguo y ya desaparecido edificio del gobierno municipal de Sevilla (ubicado en la actual plaza Virgen de los Reyes) se llamase el Corral de los Olmos nos indica hasta qué punto el ulmus romano fue un príncipe en la arboleda ibérica. En alguna otra ocasión ya hemos mostrado nuestra intención de fundar una cofradía para dar culto a la Virgen de los Olmos (quizás con la jubilación), anónima imagen medieval que actualmente se encuentra en la capilla de San Antonio de la Catedral y cuya réplica, realizada por Juan Luis Coto en el último tramo del siglo XX, adorna una hornacina de la Giralda. Entre pocos devotos podríamos proveer las ceras, aceites y latines necesarios para honrar esta imagen de tan bello nombre, factura y significado, patrona y abogada de los bosquetes sevillanos.
     Los niños de la Transición hemos visto crecer poco a poco el campus de Reina Mercedes. Lo vimos pasar de su condición de descampado polvoriento, con cines de verano (Los bingueros, Se acabó el petróleo, etcétera) y algunos edificios aislados (pero de buena calidad arquitectónica, como las escuelas de Ingenieros y Arquitectura), al muy digno campus de carreras científicas y técnicas actual, aunque algo apelmazado y con muchos menos metros cuadrados verdes de los que hubieran sido deseables. Ahora nos enteramos del patíbulo que han levantado a estos 36 olmos, cuya sombra buena y fresca será sustituida por la que proporcionarán otras especies mejor adaptadas a los nuevos tiempos: sóforas japónicas, catalpas y árboles del amor. Son especies hermosas y con floraciones muy vistosas, pero nunca podrán sustituir la compostura del olmo, el árbol que don Antonio Machado eligió para cantar en un conocido poema la dignidad de la vejez.


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4/07/2020

El olmo se la calle Dexter, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA 
El olmo de la calle Dexter, en Malden (Massachusetts)
 
(...) El árbol era un olmo que estaba situado en la Calle Dexter, en Malden, una pequeña ciudad cerca de Boston, en el estado de Massachusetts (costa este de los EEUU, más al norte de Nueva York). La calle recibe su nombre de la antigua familia propietaria de la zona, los Dexter, que llegaron en 1663. Tres años más tarde, plantaron una doble hilera de olmos en el camino de acceso a la granja, siendo este el último de los originales. Se trataba de olmos europeos, aunque se desconoce la especie exacta. Datos sin conformar apuntan a que en la época previa a la guerra de la Independencia de los EEUU con Inglaterra, en la propiedad estuvieron escondidos unos cañones. Así mismo, se dice que en 1775, George Washington pasó una tarde allí y ató su caballo a este árbol, que desde entonces fue conocido como "el olmo de Washington", si bien existió otro olmo con el mismo nombre, bajo el cual según la leyenda, Washington tomó el mando de las tropas. Este otro olmo estaba situado en el parque público de Cambridge (también en Massachusetts) y murió en 1923. Las fotos, con pequeñas variaciones en la posición de los hombres y la distancia del fotógrafo, son sin duda del mismo momento (aunque no está claro el año, y según las fuentes varía entre 1894 y 1896). La primera de ellas, rotulada como “Plate XXXVI”, se conserva en la Biblioteca del Congreso de los EEUU y puede ser consultada en la dirección siguiente: https://www.loc.gov/pictures/item/2002715046/
     Los hombres están tratando de librar al árbol de una plaga de de una polilla, la europea polilla gitana "Lymantria dispar dispar". Esta polilla fue llevada a Massachusetts en 1852 y desde Francia, por Étienne Léopold Trouvelot que quería ser entomólogo. Los insectos escaparon y causaron una plaga imposible de controlar. En la actualidad se dice que causan daños por valor de más de 860 millones de dólares anuales. Después del episodio con sus polillas, Trouvelot perdió interés en ellas y decidió recurrir a su experiencia anterior como astrónomo y artista a tiempo parcial. Sus ilustraciones lo llevaron a trabajar en el observatorio de Harvard, y más tarde, una temporada, en el Observatorio Naval de los Estados Unidos, donde se le permitió el acceso a los telescopios de refracción de última generación. Trouvelot se sintió especialmente atraído por el sol, sus protuberancias y las manchas solares "veladas" que descubrió en 1875. Hoy su nombre está vinculado a cráteres tanto en la Luna como en Marte.
     A principios de 1891 se hizo un primer intento de eliminar las polillas del árbol. Un grupo de cuatro hombres, que habían tenido alguna experiencia previa, se pusieron a trabajar para destruir los huevos de la polilla. Después de trabajar durante varios días en el árbol, informaron que estaba despejado. Otro nuevo grupo se puso a trabajar en el árbol, y descubrieron seiscientos grupos de huevos adicionales. A pesar de esto, las orugas reaparecieron en la primavera y se procedió a rociarlo a fondo, utilizando una escalera de extensión de veinte metros de largo, junto con varias escaleras adicionales colocadas en varias partes del árbol. Avanzada la temporada, todo estaba revisado y los pocos racimos de huevos encontrados fueron tratados con aceite de creosota. En 1892, el árbol fue anillado con papel alquitranado, que se mantuvo constantemente húmedo con una mezcla de tinta, alquitrán y aceite. Sin embargo, se encontraron algunas orugas en el árbol, que probablemente eclosionaron debido a los huevos dispersos que habían quedado aún en las grietas de la corteza. En 1893 no aparecieron orugas, y no se encontró ninguna forma de la polilla desde 1892 en el árbol. En las inspecciones del árbol tuvieron mucho cuidado en revisarlo a fondo, desde sus ramas más altas hasta la base del tronco. Se eliminaron las extremidades muertas y se cubrieron  los agujeros, pero no fue necesario ningún otro trabajo en las inspecciones periódicas.
     El olmo Dexter, tenía según las mediciones de la época las siguientes dimensiones: circunferencia en la base, 8,85 metros; circunferencia a 1,80 m del suelo, 6,4 metros, altura, 33 metros; la copa en el eje de nordeste a sudoeste, 32 metros y algunas de las ramas hasta 90 cm de diámetro. Con casi 250 años, el árbol ya muy enfermo, murió en 1915, después de una gran sequía en el año anterior y atacado por otra plaga, esta vez se cita a la "polilla leopardo" (Hypercompe scribonia), una polilla nocturna de la zona, cuyos machos miden unos 5 cm y las hembras 3 cm. Finalmente, los restos del árbol se deterioraron rápidamente, en un clima que le era ajeno, hasta que finalmente el tocón, ya de tan solo 3,4 metros de diámetro y ocho toneladas de peso, fue arrancado y cambiado de lugar con pompa y boato. Allí terminó de pudrirse. En la actualidad es la parte trasera de una pizzería “Dipietro´s”. En el lugar del emplazamiento original, se construyeron posteriormente casas y también la casa de los Dexter fue demolida en 1945, para construir otras en su lugar.
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2/19/2019


  • El Olmo de Navajas participa en el concurso Árbol Europeo del Año y necesita toda nuestra ayuda para alzarse con la victoria. Podéis apoyarle con vuestra votación entrando en la página de https://www.treeoftheyear.org/ del 1 al 28 de febrero de 2019, donde al votar tendréis que seleccionar siempre dos árboles (no os olvidéis de seleccionar el Olmo de Navajas).
  • Los resultados del certamen europeo se anunciarán en la ceremonia de entrega de premios en Bruselas el próximo 19 de marzo de 2019.
     El pasado mes de noviembre de 2018, el Olmo de Navajas resultó elegido como el mejor árbol de España tras proclamarse campeón en la fase nacional del premio “Árbol del año en España 2019”, un certamen en el que participaron un total de 10 árboles históricos de nuestro país, tal y como puede verse en las votaciones, donde el longevo árbol obtuvo 95.130 votos, muy por encima del segundo clasificado, el Palmera Imperial de Elche con 77.182 votos.
     No fue, sin embargo, hasta el pasado 1 de febrero de 2019 cuando los vecinos de Navajas realizaron una jornada festiva con motivo de la entrega del título acreditativo de dicho reconocimiento como “Árbol del Año en 2019 en España”, un premio que les sirve para poder competir por el título de “Árbol Europeo del Año 2019”, un certamen que cumple nueve ediciones este año y que entregará sus premios el 19 de marzo de 2019.
     Y os preguntaréis, ¿por qué esta publicación si ya obtuvo el premio este árbol castellonense? Pues porque el árbol de Navajas participa en el concurso Árbol Europeo del Año y necesita toda nuestra ayuda para alzarse con la victoria europea. Podéis apoyarle con vuestra votación en https://www.treeoftheyear.org/ del 1 al 28 de febrero de  2019, donde al votar tendréis que seleccionar siempre dos árboles (no os olvidéis de seleccionar el Olmo de Navajas).
     En la última semana (del 22 al 28 de febrero) la votación será secreta y en la página web no se encontrará el número de votos real, por lo que animamos a que compartáis este artículo y pidáis a familiares, amigos y conocidos que voten al árbol castellonense que representa a España. Los resultados se anunciarán en la ceremonia de entrega de premios en Bruselas, el 19 de marzo, donde se entregará a los ganadores (esperemos que el árbol de nuestra Comunitat Valenciana sea el agraciado) el título que obtengan. 
     Volviendo al tema del premio nacional, decir que BOSQUES SIN FRONTERAS, en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, son los encargados cada año de otorgar el premio ÁRBOL DEL AÑO, un reconocimiento que persigue destacar los árboles monumentales como un importante patrimonio natural y cultural a apreciar y proteger, como un medio de fomentar la conservación de la Naturaleza y el desarrollo rural.
     En el Árbol del Año, a diferencia de otros concursos, no es importante la belleza, el tamaño o la edad sino la historia y la relación con las personas, ya que se buscan árboles que sean una parte integrante de la comunidad humana junto a la que viven. Como ocurre en esta ocasión con el Olmo de Navajas, el ganador del concurso español es el representante en el certamen europeo EUROPEAN TREE OF THE YEAR.

Sobre el Olmo de Navajas:
     El Olmo de Navajas, plantado en el siglo XVII, en concreto por Roque Pastor en 1636, es uno de los orgullos históricos de la población de Navajas, Castellón.
     Con 383 años a sus espaldas, el ejemplar que pertenece a la especie Ulmus minor Mill ha contemplado el paso de generaciones en el lugar que se encuentra, en la hoy llamada Plaza del Olmo sobre una tarima circular elevada sobre el nivel de la calle, una tarima que cuenta con unas medidas de unos 7 metros de diámetro y una altura media de 1’40 metros que fue modificada, para aumentar su volumen, en el año 1938. El olmo, que tiene una fuente en uno de sus laterales, se encuentra catalogado como árbol monumental de la Comunidad Valenciana por la Consellería de Medio Ambiente.
     Presenta una altura 13’87 metros, un perímetro de tronco de 6’30 metros, y ocupa una superficie de unos 227 metros cuadrados. Así mismo, tiene un tronco corto que se divide a una altura de 3’50 metrps en dos cimales que forman una copa oval-redondeada, tendente a la forma esférica. El tronco se encuentra en la actualidad completamente hueco como consecuencia de los distintos agentes xilófagos (hongos, insectos, etc.). El árbol se presenta en un estado de desarrollo 9 en una escala que va del 1 (germinación de la semilla) al 10 (muerte del árbol).
     Algunas de sus curiosidades son que forma parte del escudo de la población según Decreto 562/1961 del
6 de abril, o que en 1986 se conmemoró su 350 aniversario con actividades culturales y la creación de la Asociación 350 aniversario del Olmo, fecha en la que también se estrenó “El Himno al Olmo” con música de D. Salvador Chuliá Hernández, director en aquel momento de la banda UAM de Navajas, y letra de Plácido Benet Muñoz, presidente de la Asociación 350 Aniversario del Olmo.
Así mismo, también cabe destacar que Correos emitió un SELLO de la Colección dedicado al “Olmo Centenario de Navajas” -fue el el primer sello de la serie de “Árboles” emitido exclusivamente en la moneda europea- y que emitió
en 2002 dos matasellos, uno de rodillo y otro de ventanilla diseñados por Manolo Rodríguez Vázquez, dedicados al Olmo.
     Otra curiosidad fue que, en 2011, la ONCE emitió un cupón con la imagen del Olmo para conmemorar su 375 aniversario, estrenándose en

ese momento “El Himno dedicado a Roque Pastor”, persona que plantó el Olmo. El himno fue compuesto por Manolo Aucejo Morales e interpretado por la coral A Capella y la banda UAM de Navajas, dirigidas ambas por D. Fernando Sánchez Manzaneque.

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6/02/2018

MIGUEL TORGA (Portugal, 1907-1995)
A um negrilho

Na terra onde nasci há um só poeta.
Os meus versos são folhas dos seus ramos.
Quando chego de longe e conversamos,
É ele que me revela o mundo visitado.
Desce a noite do céu, ergue-se a madrugada,
E a luz do sol aceso ou apagado
É nos seus olhos que se vê pousada.

Esse poeta és tu, mestre da inquietação
Serena!
Tu, imortal avena
Que harmonizas o vento e adormeces o imenso
Redil de estrelas ao luar maninho.
Tu, gigante a sonhar, bosque suspenso
Onde os pássaros e o tempo fazem ninho!

Negrilho (Ulmus minor), árvore muito vulgar antigamente em Trás-os-Montes, tem vindo a desaparecer progressivamente, dizimado pela "Grafiose do Ulmeiro", restando alguns troncos que, apesar de secos, ainda têm valor ecológico, servindo de suporte de ninhos de cegonhas.
Foi uma destas árvores que inspirou Miguel Torga, no seu poema “A um negrilho”, o velho negrilho que existia no Largo do Eiró, em S. Martinho de Anta onde nasceu.

Desse negrilho resta, apenas, o tronco morto e, junto dele, a poesia que o imortalizou e o busto do poeta e escritor transmontano.


Fotos de Manuela D.L.Ramos 2010
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12/15/2017

Para distinguir los olmos

OLMOS: APRENDE A DISTINGUIRLOS
De "Olmos Vivos"

     No es infrecuente confundir a los olmos con otras especies de porte arbóreo y arbustivo con las que comparte el hábitat. Primero, por tanto, hay que saber si la planta es o no un olmo para luego distinguir, entre ellos, si se trata del olmo común (Ulmus minor), el ciliado (Ulmus laevis), el de montaña (Ulmus glabra) o el siberiano (Ulmus pumila).

¿ES UN OLMO?

     Las hojas son el carácter más robusto para distinguir a los olmos de otras especies. No obstante, la gran variedad de formas que presentan requiere a veces analizar alguna otra característica para afirmar con seguridad que se trata de un olmo. Las especies con las que es más frecuente confundirlas son el avellano, el tilo, el almez, el carpe y, en ocasiones, el chopo o incluso los Prunus.
     El carácter que mejor diferencia al olmo entre todas ellas es la asimetría en la base del limbo (un lado más desarrollado que otro), aunque sea pequeña pues solo lo comparte con el almez del que es fácil diferenciarlo por la forma de la hoja, mucho más alargada.
     Además, mientras que el limbo del olmo se aprecia un único nervio principal del que salen, a ambos lados, nervios secundarios más o menos paralelos (hoja pinnada o forma de peine); si de la base del limbo salen tres nervios principales sería un almez.
     También el tilo presenta hojas asimétricas pero tiene el peciolo más largo.
     Si aún existen dudas, pues no siempre es clara la asimetría de su hoja, o la simetría de alguno de los otros géneros, estos son algunos de los caracteres que permitirán confirmar que se trata de un olmo:
  1. Las hojas se disponen alternas. Es decir, que en el lugar de unión a la rama sólo se encuentra una hoja, no en parejas (opuestas) o en mayor número (verticiladas).
  2. El peciolo es muy corto. El rabillo que une la hoja a la es de longitud muy reducida en relación con la longitud del limbo.
  3.  El borde del limbo es irregularmente aserrado. Los bordes externos tienen que estar recorridos por una línea poligonal que forma generalmente una sucesión de dientes grandes y pequeños.
  4. Los nervios secundarios numerosos, más o menos rectos y prolongados hasta el borde.
     No obstante, dada la precoz floración del olmo, no es infrecuente encontrar olmos sin hojas pero con flores, carácter que también los diferencia. Las flores del olmo son muy pequeñas (menores de 5 mm) y poco vistosas, de color variable, pero siempre agrupadas en glomérulos que, a su vez, están dispuestos de forma alterna en la ramilla. El rabillo que los une a la rama es de tamaño variable según la especie de olmo de que se trate.
     Finalmente, si te encuentras un olmo con hojas y frutos será muy fácil identificarlos. Los frutos son sámaras pequeñas, redondeadas u ovoideas. Son frutos secos cuando están maduros, pequeños (menos de 3 cm el eje mayor), de aspecto laminar y de forma redondeada u ovada, con un pequeño corte en el extremo superior.

¿QUÉ OLMO ES?  La época del año, así como las condiciones en las que vegetan los olmos, son los factores que determinan las características a las que recurrir para identificar la especie de olmo.

Cuando sólo tienen hojas

     No siempre es concluyente el tipo de hoja para diferenciarlos debido a su gran variabilidad morfológica dentro de la misma especie. En el cuadro adjunto se detallan algunos caracteres que mejor los distinguen:

CARÁCTER

Ulmus minor

Ulmus glabra

Ulmus laevis

  Ulmus pumila

Presencia de costillas en las ramillas frecuente no no no
Longitud del limbo < 8 cm < 18 cm < 8 cm < 7 cm
Base del limbo  claramente asimétrica claramente asimétrica claramente asimétrica poco o muy poco asimétrica
Desfase entre lados en la base del limbo generalmente menor que el peciolo menor que el peciolo generalmente mayor que el peciolo mucho menor que el peciolo
Dientes del margen pronunciados pronunciados muy pronunciados pronunciados
Nervios secundarios bifurcados algunos a lo largo del limbo algunos a lo largo del limbo algunos en la base del limbo algunos a lo largo del limbo

Superficie del haz

áspera o suave

áspera o suave

suave

áspera o suave

12/04/2017

JOSÉ MARÍA NAVAJAS PUERTA
Olmo, el árbol de los pueblos 

     Enrique Loriente Escallada (Santander, 1933-2000) dedicó buena parte de su vida a recorrer los paisajes de su tierra, Cantabria, pasando por ríos y bosques, valles y prados, desde la costa hasta las altas montañas, en lo que fue sin duda su gran pasión: la botánica.
Antiguo Olmo de Aras (Navarra), muerto por la grafiosis.
Antiguo Olmo de Aras (Navarra), muerto por la grafiosis
Olma de Polientes (1969)
Olma de Polientes (1969) 
      En uno de aquellos viajes, en los que catalogó los más extraordinarios árboles que habitaban la región, y a los que dedicó diversas obras como Guía de los árboles singulares de Cantabria (1990), Loriente se encontró con la magnífica Olma de Polientes, en Valderredible. Era esta vieja Olma el centro político y social del pueblo y del valle. Bajo su sombra se realizaba el mercado, se celebraban los acuerdos y contratos, y en la corteza de sus dos enormes troncos se publicaban las noticias nuevas y las ordenanzas. Y es que este emblemático árbol, hoy día casi extinto, solía presidir desde tiempos inmemoriales las plazas de las villas y pueblos, era testigo de la vida diaria de cada habitante desde el día de su nacimiento, de sus trabajos y negocios, de sus descansos y charlas, hasta el día de su muerte. "Hasta que me vea pasar La Olma", nos contaba Loriente que solían decir los paisanos del lugar.
      La ninfa Ptelea para los griegos, Ulmus para los romanos. En la tradición de los pueblos queda la memoria de este árbol ligado a su carácter onírico, de muerte y resurrección. Así lo sitúa Virgilio en el Inframundo al ser visitado por Eneas: "En el centro despliega sus añosas ramas un inmenso olmo, y es fama que allí habitan los vanos Sueños, adheridos a cada una de sus hojas". Pero junto a esta expresión mágica, el olmo atraviesa la historia de los pueblos desde el más rutinario y usual aspecto terrenal.
     Son muchas las menciones de autores clásicos sobre los usos del olmo: el abundante follaje se empleaba para alimentar al ganado, las ramas para fabricar las cercas de los campos; la madera de raíces y tronco era ideal para construir puertas y carretería según Teofrasto; Terencio Varrón lo considera el mejor árbol para delimitar los predios, pues a todos los usos antes mencionados añade el cultivo de la vid.
      En efecto, y a falta de otro emparrado, griegos y romanos empleaban los árboles como soporte para el crecimiento de las vides —seguramente por ello, entre las ocho ninfas griegas de los árboles, el escritor Ateneo de Náucratis coloca a Ampelos, la vid—. De entre todas las especies, el olmo aparece como una de las favoritas para los romanos. La descripción que hace Columela en el Libro de los árboles sobre el cultivo y maridaje olmo-vid, quizás sea la mejor que ha llegado hasta nuestros días: «En cuanto al olmo, el que los campesinos llaman 'atinio' es de muy buena casta, crece muy bien y trae mucha hoja".
Vid maridada con olmo, Italia, +/-1930
      Fue muy probablemente ese olmo 'atinio' el que exportaron los romanos por todo el Mediterráneo e introdujeron en la Península Ibérica. Y parece que esta tradición, tanto en el cultivo de la tierra como de las letras, sobrevivió durante siglos hasta el renacimiento de los clásicos:

¿Cuál es el cuello que, como en cadena,
de tus hermosos brazos anudaste?
No hay corazón que baste,
aunque fuese de piedra,
viendo mi amada hiedra,
de mí arrancada, en otro muro asida,
y mi parra en otro olmo entretejida,
que no se esté con llanto deshaciendo
hasta acabar la vida.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.


     Así nos recita Garcilaso de la Vega en la ‘Égloga I’ (vv.13-140), imitando al propio Virgilio:

¡Ah Coridón, Coridón! ¿Qué locura se ha apoderado de ti? Tienes la vid a medio podar en el olmo frondoso. ¿Por qué no te dispones mejor a entretejer al menos algo, de lo que hace falta, con mimbres y junco reblandecido? Encontrarás otro Alexis, si éste te desdeña.


     También Quevedo, en ‘El Escarmiento’, devuelve al olmo y su inseparable compañera la vid aquel originario carácter mortuorio.

Estos que han de beber, fresnos hojosos,
la roja sangre de la dura guerra;
estos olmos hermosos,
a quien esposa vid abraza y cierra
de la sed de los días,
guardan con sombras las corrientes frías;
y en esta dura sierra,
los agradecimientos de la tierra,
con mi labor cansada,
me entretienen la vida fatigada.

Christine Buisman, H. Heybroek, Wageningen
     No es de extrañar que a través lenguaje popular nos llegara, si bien de forma residual, esta práctica agrícola en la expresión "no le pidas peras al olmo". En efecto, aunque ya nadie se acuerde, al olmo se le piden uvas. Todavía en la década de los años 30 sobrevivía este tipo de cultivo, el maridaje de vid y olmo, en ciertas regiones italianas. Tal y como nos legó la botánica holandesa Christine Buisman (1900-1936) a través de las fotografías en su estudio sobre la grafiosis, enfermedad del árbol que ya comenzaba a afectar las regiones europeas.
     Sea con vid o sin ella, el olmo siguió siendo parte del paisaje, de la vida cotidiana y la economía rural, hasta hace apenas medio siglo. Su duro tronco y raíz pivotante lo hizo ideal para contener la tierra en construcciones viarias, diques y canales. Su resistencia a la humedad y podredumbre lo convirtió en materia prima para la industria naval, y las olmedas se extendieron en el siglo XVIII por la Península para surtir los astilleros de material de construcción de navíos. Fue viga de techos y pilar de puentes, banco y borriqueta de talleres, apero de labranza y yugo de bueyes. Y en las plazas de las villas su abundante sombra mitigó fatigas.
     A principios de siglo XX, Antonio Machado le dedicó unos versos a ese olmo seco y longevo, podrido por innumerables primaveras, sin llegar a imaginar el trágico fin que a tan noble especie le esperaba:

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.

Emblema de Alciato, por Plantin, Amberes (1589).
     Poco durarían estos jóvenes vástagos verdes que admiraba el poeta. Desde mediados de siglo XX, la epidemia de grafiosis comenzó a asolar los campos y montes peninsulares, durando hasta nuestros días. Fue una científica, la ya mencionada holandesa Christine Buisman, quien demostró en 1927 que tal dolencia era causada por un hongo, Ophiostoma ulmi.
      Esta grave enfermedad, que afecta con enorme virulencia a los olmos, se extiende a través de un pequeño insecto, una especie de escarabajos llamados escolitinos. Estos insectos portan en su cuerpo las esporas del hongo y, al alimentarse de la madera del árbol, las van diseminando por el interior del mismo. El hongo colapsa los vasos conductores de savia, por lo que el árbol comienza a marchitarse. En pocos meses las verdes copas se secan y el árbol muere.
      Prácticamente el noventa por ciento de los olmos desaparecieron en España en las últimas décadas, hasta convertirse hoy día en una especie en peligro de extinción. Las nuevas generaciones lo desconocen por completo, pues difícilmente pueden ya encontrarse olmos en el paisaje, ni siquiera rural, que nos den testigo del importante papel que tuvieron estos árboles en la vida cotidiana de nuestros antepasados.
      Desde los años 80 se intentó poner remedio a la enfermedad. Recientemente y tras largas investigaciones lideradas por la Universidad Politécnica de Madrid, se han logrado obtener algunos ejemplares de olmo resistente a la grafiosis. Diversos programas como el Proyecto Europeo Life + Olmos Vivos están en marcha para recuperar a la especie y devolver su hábitat, la olmeda, al paisaje ibérico.
      Quizás en un futuro cercano los olmos vuelvan a poblar las riberas, y sus frondosas copas cubran con agradable sombra las plazas y parques, como en su día hiciese la Olma de Polientes. Pues, como ya nos advirtió Enrique Loriente:
      «No debemos privar a las generaciones futuras de un paisaje, de un espectáculo como el que nuestros mayores y nosotros mismos hemos contemplado».
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3/01/2017

OLMOS RESISTENTES A LA GRAFIOSIS
Casa de Campo
Donados por la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente

     La Casa de Campo contará en breve con 50 nuevos ejemplares, dentro del Programa Nacional de Mejora y Conservación de los Recursos Genéticos de los Olmos Ibéricos.
     La grafiosis es una enfermedad causada por un hongo, que transporta y propaga un tipo de escarabajo (escolitidos) y que ha provocado la muerte de millones de olmos en Europa y Norteamérica en las últimas décadas, de la que los ejemplares madrileños no se han librado.
     La colaboración entre las dos administraciones ha hecho posible esta donación, que viene a paliar, de alguna manera, la gran cantidad de bajas de olmos (Ulmus minor) que se están produciendo en la Casa de Campo, a razón de 1.000 por año, y que hacen necesaria la toma de medidas urgentes de repoblación de especies resistentes a la enfermedad en este parque forestal.
     Los 50 olmos donados se plantarán en la zona del Bosque del Molinero, junto al lago, y en sus proximidades.

Más de 100.000 olmos en la ciudad
     En Madrid, existen aproximadamente unos 60.000 entre calles y parques menores. Además, hay plantados cerca de 13.000 en parques históricos y singulares.
     En la ciudad, el avance del hongo es más lento a causa de la dificultad que tienen los escarabajos para desplazarse de árbol a árbol, pero la enfermedad va matando poco a poco los ejemplares a los que llega (si bien muchas veces los olmos se eliminan antes, por su posible peligrosidad para la seguridad de las personas).
     A su vez, en la Casa de Campo existen 30.000 olmos entre los adultos existentes y los ejemplares jóvenes, que han nacido y rebrotado recientemente, por lo que se puede garantizar la especie durante los próximos 10 años. El problema es que los rebrotes podrían no llegar a adultos porque la enfermedad, que es implacable, actúa sólo cuando los árboles tienen suficiente grosor.
     En la actualidad hay unos 10.000 olmos adultos aún vivos, pero las bajas por la enfermedad son de aproximadamente 1.000 al año. Los tratamientos fitosanitarios que realiza el Ayuntamiento (5 al año) retrasan el posible contagio de la enfermedad, y han conseguido prolongar la vida de las olmedas del parque. Sin embargo, el riesgo para esta especie continúa siendo muy alto, por lo que es necesario ir sustituyendo los ejemplares actuales por otros resistentes a la grafiosis como los que ha donado el Ministerio.
     El futuro Plan Estratégico de Zonas Verdes, Arbolado y Biodiversidad del Ayuntamiento de Madrid, contemplará este tipo de actuaciones en las que se utilizan especies idóneas para cada uno de los ecosistemas urbanos, de modo que, por un lado se asegure la sostenibilidad del arbolado y por otro la viabilidad de la biodiversidad asociada al mismo.

Información

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7/18/2016

GIGANTES CON PIES DE BARRO
Proyecto Life+ Olmos Vivos
Restauración de los olmos ibéricos

Aquí puedes encontrar toda la información relativa al proyecto.

“Han colonizado pueblos y ciudades, países y continentes. Mucho antes de la llegada del hombre ya estaban aquí…” 
     Así empieza el documental que nos descubre a los olmos, su presencia en Asia, América y Europa desde hace millones de años y su vínculo con la historia de la humanidad. Conoce la historia de estos magníficos árboles y de la pandemia que actualmente los asola, así como las técnicas que en los últimos años se han desarrollado para combatirla de la mano de algunos de los principales investigadores de Holanda, Reino Unido, España, Canadá o Italia.
     El Programa Español para la Conservación de los Olmos ha obtenido como fruto de su trayectoria en este contexto de investigación, 7 clones de Ulmus minor tolerantes a la grafiosis. Este material genético servirá como base para la recuperación de la especie en sus hábitats naturales en la cuenca del río Tajo dentro del Proyecto Life Olmos Vivos, de carácter demostrativo e innovador, financiado parcialmente por la UE.
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5/07/2015

Miraflores de la Sierra
JAVIER LERALTA
de "Madrid, Cuentos, leyendas y anécdotas, Vol II"

 MIRAFLORES DE LA SIERRA. Vicente Aleixandre, la olma del poeta.

     A José Uceda y Manuel de Riaza les pareció interesante la idea de comprar un árbol. Claro que no era un árbol cualquiera, no, se trataba de un olmo especial, de una especie singular, histórica, símbolo de un pueblo y con el tiempo lugar de reunión de gentes y enamorados. En aquellas fechas -diciembre de 1834- el árbol en cuestión ya destacaba por sus poderosas ramas y tronco atlético y posiblemente fuera plantado el siglo anterior, en tiempos de Carlos III. El caso es que los dos vecinos de Miraflores decidieron invertir una parte de sus caudales en comprar “el primer olmo que hay en el Paseo de los Álamos, yendo del pueblo para el Calvario, frente de la casa de José Uceda...” Tuvieron que pagar 80 reales de vellón más 14 maravedís como derechos de inscripción en el Registro de la Propiedad de Colmenar Viejo, como era menester. La escritura de compra del árbol gordo, la popular olma de Miraflores, es de propiedad privada, aunque su uso y disfrute siempre ha sido comunal.
     En el contrato de venta se indicaba además “que dicho árbol u olmo no ha de poder ser cortado, bajo ningún pretexto ni motivo, ni por el D. José ni D. Manuel, ni por persona alguna, a no ser que se secase enteramente -como ocurrió por desgracia-, cuya leña, en tal caso, ha de venir a beneficio del común de vecinos de esta Villa, pero en ningún otro caso se ha de poder cortar, ni por ellos ni por sus herederos ni sucesores, ni ninguna otra apersona como dicho queda...”
     Pasaron los años y aquella olma -los biólogos siempre han proclamado su feminidad- o álamo negro, negrillo, se adueñó de la plaza del pueblo, y todos los lugareños se cobijaron bajo sus sombra y melena de hojas y ramas. Uno de esos amigos del árbol fue Don Vicente, vecino ocasional que pasaba los veranos en el pueblo acompañando a sus padres. Los que le conocieron le recuerdan con agrado y respeto. A partir de 1925 empezó a frecuentar el pueblo, quizá debido a su enfermedad, una nefritis tuberculosa que le obligaba a consumir los aires sanos del Guadarrama. Probablemente coincidió con Niceto Alcalá Zamora, por entonces presidente de la Segunda República, y con Santiago Ramón y Cajal, ilustres veraneantes de Miraflores.
     Don Vicente paseaba y escribía hasta que sus libros fueron conocidos y publicados. En 1977 recibió el Premio Nobel de Literatura y el consistorio le dedicó una calle, su calle, la de su casa Vistalegre: calle de Vicente Aleixandere decía la placa. Uno de sus últimos deseos consistió en pedir hojas del abuelo, su árbol gordo y favorito. Y a Madrid le llevaron una rama y una bolsa de semillas. Don Vicente, poeta, murió en 1984. Unos años más tarde, durante el invierno de 1989, la grafiosis terminó con la olma de Miraflores y entonces comenzó su leyenda....
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5/05/2015

VICENTE ALEIXANDRE (Sevilla, 1898-1984) 
El álamo

En el centro del pueblo
quedaba el árbol grande.
Era una plaza mínima,
pero el árbol viejísimo
la desbordaba entera.
Las casas bajas como animales tristes
a su sombra dormían. Creeríase
que a veces levantaban una cabeza, alzasen
una noble mirada y viesen aquel cielo de verdor
que hacía música o sueño.
Todo dormía, y vigilante alzaba
su grandeza el gran álamo.
Diez hombres no rodearían su tronco.
¡Con cuánto amor lo abrazarían midiéndolo!

 
Pero el árbol, si fue en su origen (¿quién lo sabría ya?)
una enorme ola de tierra que desde un fondo reventó, y quédose,
hoy es un árbol vivo. Abuelo siempre vivo del pueblo, augusto
por edad y presencia.
A su sombra yacen las casas, viven,
se despiertan, se abren: salen los hombres, luchan,
trabajan, vuelven, póstrense. Descansan.
A veces vuelven y allí cobijan su postrer aliento.
Bajo el árbol se acaban.
 
El pueblo está en la escarpa de una sierra.
Arriba Najara.
Abajo la llanura, como una sed enorme de perderse.
Despeñado, colgante, quedó el pueblo agrupado bajo el árbol.
Quizá contenido por él sobre el abismo.
Y sus hombres se asoman
en su materia pobre de siglos
y echan sus verdes ojos, sus miradas azules,
sus dorados reflejos, sus limpios ojos claros y oscurísimos,
ladera abajo, hasta rodar en la llanura insomne
y perderse a lo lejos, hasta el confín sin límites que brilla
y finge un mar, un puro mar sin bordes.
El árbol:
un álamo negro, un negrillo, como allí se nombra.
El álamo: "Vamos al álamo." "Estamos en el álamo" Todo es
álamo.
Y no hay ya más que álamo, que es el único cielo de estos
hombres.

Principios del siglo XX

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