
"Quién hubiera dicho que estos poemas de otros iban a ser míos, después de todo hay hombres que no fui y sin embargo quise ser, si no por una vida al menos por un rato..." Mario Benedetti. A los amantes de los árboles,... localización, poesía, cuentos/leyendas, etc.
3/04/2025
La sabina de Chirivel, del narrador de historias

2/02/2025
La Psila, del narrador de historias
La psila africana
La psila africana (Trioza erytreae) es un insecto hemíptero chupador (como los pulgones) ampliamente distribuido por África donde frecuentemente es portador de la enfermedad HLB, Huanglongbing o «enfermedad del dragón amarillo», una enfermedad provocada por bacterias que afecta a diversas especies de plantas del género Citrus. Esta enfermedad se conoce también por el nombre inglés de Greening o Ex-Greening. Produce, entre otros síntomas, deformación en los brotes, coloraciones variadas en los frutos, mal sabor..., al tiempo que reduce la producción, la inutiliza para el mercado y en casos avanzados puede llegar a matar a los árboles.
En Florida, EEUU, la producción pasó de 12 a 2 millones de toneladas. Una hoja descriptiva de este insecto puede descargarse en esta dirección: https://www.juntadeandalucia.es/.../56383ad7-224d-4742... Se detectó en Canarias en 2004 y en la península en Galicia y norte de Portugal en 2014. En un principio se decía que atacaba a los limoneros únicamente, luego se pasó al término, ya más amplio, de “cítricos” y en la actualidad se habla de la familia de las “Rutáceas”. En 2017 Galicia renunció a erradicar la plaga y ayer mismo saltaban alarmas desde un ayuntamiento de Santander, aunque me temo que, más pronto que tarde, acabará afectando a la producción del Levante.
Según optimistas informaciones de 2019 “en Canarias se desarrolló un programa de control biológico clásico, consistente en la importación desde Sudáfrica del parasitoide Tamarixia dryi , del que se hicieron ensayos de especificidad sobre otras especies de psílidos, y liberó el parasitoide en el archipiélago dando como resultado una disminución drástica de las poblaciones de psila africana prácticamente en todas las islas donde estaba presente y se ha visto que la psila no es capaz de desarrollar su ciclo en otras especies de rutáceas asociadas a la flora espontánea”. Hasta aquí la teoría, en la práctica, desde la entrada del insecto nadie ha conseguido pararlo, pese a las normativas, tanto europeas como nacionales, sobre inspección y control. Lo de que no es capaz de desarrollarse sobre otras rutáceas, mejor lo dejamos. La foto grande corresponde a una hoja atacada del incorrectamente llamado naranjo de México o azahar mexicano (Choisya ternata), una rutácea de jardín. Como sucede con el Covid-19, cualquier cosa puede empeorar.
1/03/2025
Palo de Brasil, del narrador de historias
TOMÁS CASAL PITA
El árbol que le dio nombre a un país
El Palo de Brasil (Caesalpinia echinata), es un árbol de la familia de las leguminosas que puede llegar hasta de 10 a 15 metros de altura, de crecimiento lento y corteza espinosa, cuya madera no flota en el agua. Este árbol, al que también se llama “Pernambuco” por su zona de origen, fue uno de los principales atractivos para los primeros europeos, que llegaron al territorio desde principios del siglo XVI.
Entre los siglos XV y XVI, un árbol parecido al Palo de Brasil (pero de origen asiático, muy escaso y difícil de conseguir), proveía a la industria textil europea de un tinte rojo que se usaba para la producción de textiles, en especial de terciopelo, de alto valor y muy demandado durante el Renacimiento. Cuando hacia 1500 los portugueses llegaron a Brasil y descubrieron la enorme abundancia del Pau Brasil a lo largo de sus costas, se interesaron rápidamente en su explotación, más que en formar asentamientos humanos y afincarse en un territorio al que llamaron “costa del pau brasil”, por lo que muchos historiadores afirman que fue éste árbol el que dio origen al nombre del país.
La palabra “brasil” se supone derivada de brasa, y se llamaba así al palo por el color rojizo tanto de su madera, como de la resina que de ella se obtiene, la cual contiene una tintura roja llamada brasilina y que oxida a brazileína. Desde que lo localizaron, los portugueses iniciaron una explotación intensiva del pau-brasil, porque el tinte obtenido de la especie americana era de mejor calidad y mayor duración que el que se obtenía de la asiática y a su vez, la madera de especial dureza y resistencia del árbol se empezó a usar para la fabricación de muebles de alto valor e incluso para arcos de violín.
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Fruto |
La creciente demanda y la corta masiva en tan sólo un siglo, produjo una enorme deforestación y llevó al palo de Brasil al borde de la extinción y no fue hasta el siglo XIX, bajo el gobierno del Emperador Pedro II (su hija Isabel abolió la esclavitud y convirtió las camelias en las flores de la libertad en Brasil) cuando empezó un largo proceso de recuperación. Poco a poco, los brasileños se concienciaron de lo conveniente de preservar sus especies autóctonas, y en 1978 el palo de Brasil fue designado como el árbol nacional. El 22 de noviembre de 2020, se ha localizado un enorme ejemplar, en el sur del estado de Bahía, cuya localización de momento se mantiene en secreto y al que se le calculan unos 600 años. Una joya brasileña recogida en esta foto.

12/04/2024
Los Tejos de La Haye-du-Routot, del narrador de historias
Los tejos de La Haye-du-Routot
11/04/2024
Thuja plicata, del narrador de historias
Thuja plicata El árbol que nosotros conocemos como Tuya (Thuja plicata) es comúnmente llamado en EEUU cedro rojo occidental, cedro rojo del Pacífico, cedro gigante, tejas, y a saber cuántas cosas más. Se trata de una conífera siempre verde, pariente de los cipreses y nativa del oeste de América del Norte, pero no tiene nada que ver con los auténticos Cedros (y hace unos días decía yo por aquí, que los nombres comerciales de la madera se las traen). En nuestro país su uso es decorativo y como cierre en verde para setos. Según la Wikipedia, el más alto de estos árboles en la actualidad mide 59 metros, así que la foto de 1906 (si lo que pone era verdad) debía ser un espectáculo. Traducido y pasado a metros dice:
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"Cedro gigante, 87 metros de altura y 4, 46 metros de diámetro, se le supone unos mil años de edad”. |
Por último ese recorte de prensa, publicado en The Mason County Journal, (Shelton, W.T.) el día 14/09/1894 en la página 3, dice más o menos lo siguiente: “G. A. Dyer de Tacoma tiene en exhibición el árbol más grande jamás mostrado en el estado. Es un cedro cortado cerca de Ocosta, Washington. Ocho hombres tardaron veinticuatro días en cortarlo y cargar los carros. La parte expuesta consta de unos 4,2 m de la base, junto con secciones de las raíces. La característica base hinchada. Después de talarlo, se dividió en secciones que podían manipularse y se quitó el centro. Ahora está configurado de modo que desde el exterior parece en su estado original, pero por dentro es hueco, y se entra a través de una puerta. El señor Dyer dice que el árbol tenía 124 m de altura y que mide 21,33 m de circunferencia (esto son 6,8 metros de diámetro). Esto incluye los "entresijos" de la base, mientras que a una altura de 10 m su diámetro era de 4,25 m. Había 18,25 metros hasta la primera rama, que se dice que tenía 2,1 m de diámetro. Los primeros 91,5 m tenían 4,5 m de diámetro, disminuyendo desde ahí hasta los 30 cm. en la parte superior. Este árbol se llevará al este para su exhibición cuando cierre la feria.- West Coast Lumberman.”
Naturalmente después de estos datos, y suponiendo que los americanos de la época no nos hayan tomado el pelo, queda claro que los grandes tuyas ya se extinguieron por obra del hombre y de la sierra y nunca se volverá a ver otra tuya en todo su esplendor y magnificencia.
10/05/2024
Clavel de aire, del narrador de historias
Clavel del aire
Es una planta de las llamadas epífitas; plantas que se desarrollan sobre un soporte sin que las raíces toquen el suelo y sin parasitar a su huésped. Lo mismo pueden vivir sobre un árbol que sobre un cable, porque lo único que necesitan es un apoyo, no que las alimente otro ser vivo.
Si la tenemos en una posición más o menos fija, sujeta para que no la mueva el viento, acabará por echar raíces, que sólo sirven como sujeción, sin función alimentaria. Una vez sujeta estas raíces se secan, formando solo el soporte de la planta. Normalmente se conocen como plantas o claveles del aire, su nombre científico es Tillandsia bergeri y procede del centro-este de Argentina, en la provincia de Buenos Aires. De crecimiento muy lento, una planta vieja está formada por cientos de rosetas muy apretadas unas contra otras. Cada una de estas rosetas, vistas de cerca, pueden recordarnos por su estructura una hierba pita en pequeño, pero sin espinas ni dientes o también las de los verdaderos claveles. Si miramos con una lupa las hojas de estas rosetas, vemos que están cubiertas de escamas plateadas (en realidad, son pelos transformados). Estas escamas son capaces de absorber el agua y las sales minerales que escurren por la planta cuando llueve o se moja (riego, heladas, nieblas, etc...) Viendo que come lo que pueden recoger sus hojas es fácil entender que crezcan muy lentamente. En los períodos de sequía estas mismas escamas también tienen una labor de protección contra la desecación, limitando la transpiración y reflejando parte de los rayos del sol.
Las flores nacen en forma de espiga terminal en las rosetas más viejas y tienen pétalos de color azul o violeta claro. Nunca tienen nada de rojo, lo que la diferencia de un pariente próximo, la Tillandia aeranthos. Se siente bien en zonas húmedas, donde tiene garantizada la humedad ambiental, pero también se da en otras zonas más secas, si están cerca del mar, donde pueden llegar a aguantar sin problemas hasta –10ºC. Si queremos reproducirla, nada mejor y más fácil que tomar unas rosetas de una de las plantas viejas y ponerlas a crecer en una zona alta. ¡Cuidado con ponerlas en tierra!, acaban por pudrirse si las dejamos allí mucho tiempo. A veces podemos querer que crezcan deprisa e intentar fertilizarlas. No es necesario, y menos abono del empleado en huertas y jardines. En todo caso una ligerísima proporción de fertilizante foliar muy diluido. Más bien sería una poca de agua “sucia”. Porque ¿para qué quiere fertilizarse una planta que vive del aire?. Disfrutad de ella.

9/08/2024
Historia de un rosal, del narrador de historias

Un rosal en el desierto de Arizona




8/05/2024
La Perona, del narrador de historias
La perona
En 1947, al terminar la 2ª guerra Mundial, en calidad de primera dama de Argentina, María Eva Duarte de Perón (Evita Perón), visita España. Era una visita eminentemente política, de interés por ambas partes, pero cuyas circunstancias (en 2013 se estrenó una película, “Carta a Eva”, que trata sobre este hecho) son ajenas a esta página.
Este viaje le permitió a Evita visitar Madrid y, viajar a Galicia, Andalucía y Cataluña. El día 19 de junio, en los Jardines de la Alameda de Santiago de Compostela, en un círculo de la rosaleda y mirando hacia el campus universitario, fue invitada a plantar un árbol.
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Foto de la plantación: Herederos de Ramón S. Estalote |
Las autoridades de la época quisieron dar al acto el mayor de los renombres, y para ello se trajo tierra de la Casa de la Matanza (Padrón), donde vivió un tiempo y murió la insigne poetisa gallega Rosalía de Castro. Posiblemente tal plantación no fue del agrado de todos, puesto que el árbol fue arrancado en varias ocasiones y replantado de nuevo, según se dice sin sufrir mayores daños en el proceso, hasta que finalmente los ataques cesaron y el árbol consiguió enraizar y crecer, recibiendo desde el primer momento el sobrenombre de “La Perona”.
A día de hoy, sin el equipo adecuado no es fácil medir el árbol, así que tomaremos las dos últimas referencias conocidas de este joven setentón. Una publicación de 2003 le otorgaba una altura de 18,5 metros (aunque no dice la fecha de la medición). Otra publicación de 2008, ya le otorgaba 22 metros. Respecto al perímetro normal del tronco, las referencias según los años son estas: 1,20 (2003) y 1,57 (2008).
Según parece, La Perona goza de buena salud, continúa creciendo y desde el año 2007 forma parte del catálogo de “Árbores Senlleiras” de Galicia. Intencionadamente, he dejado para el final citar la especie botánica de la que hablamos. Se trata de un abeto del Cáucaso (Abies nordmanniana). Nadie ha conseguido saber porqué se plantó una especie tan ajena tanto a España como a Argentina. Es posible que, como decía el sabio Quino, a través de su personaje de Mafalda, “lo urgente no dejó tiempo a lo importante”.
7/06/2024
Chapel Rock, del narrador de historias
TOMÁS CASAL PITA
El pino blanco de Chapel Rock
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Foto de 1900 |
Originalmente, el área fue nombrada por los primeros exploradores franceses y se encuentra en los primeros mapas como “La Chappelle”, debido a su curiosa forma. Luego los ingleses y sus descendientes norteamericanos tradujeron el nombre y pasaron a denominarla “Chapel Rock”. La Roca de la Capilla, está en el extremo de una playa, en una zona conocida como Pictured Rocks National Lakeshore. Para llegar hasta allí, partiendo de la población más cercana, con unos 2.300 habitantes, hay que recorrer unos 24 km por la única carretera estatal de la zona, luego desviarse 8 km. hasta el aparcamiento más próximo y continuar a pie otros 4 kilómetros más por senderos de bosque bien marcados. Normalmente los visitantes no vienen sólo por un día, puesto que es un área de campamentos y mochileros, pero aquellos que si lo hacen, suelen caminar mucho más. La mayoría se desplazan también a ver alguna de las muchas cataratas que hay por la zona con lo que al final, entre ida y vuelta, nadie hace menos de 10 km por los bosques.
La Roca de la Capilla, está formada por roca arenisca del período Cámbrico, que une a su curiosa forma, la no menos curiosa presencia de un pino blanco americano (Pinus strombus) que se encuentra cerca del límite norte de su área de distribución natural. Al pino, que tiene su base sobre la roca pero se alimenta desde tierra firme, se le calculan unos 250 años. Parecen muchos para su pequeño tamaño, pero las suyas son también unas circunstancias muy poco corrientes. Cerca hay un cartel interpretativo en el que está escrita una nota tomada del diario de Charles Penny, un miembro de una expedición de 1840 dirigida por Douglass Houghton, el geólogo que exploró la costa sur del lago Superior y que murió ahogado en el propio lago. El texto dice así: “Desayunamos en La Chapelle (Chapel Rock) esta mañana de Pictured Rocks. La Chapelle es una parte de estas rocas; cuyas partes más blandas se han desgastado, dejándolo en forma de costoso templo. … Este techo tiene alrededor de seis pies de espesor y no tiene goteras. Hay algo de tierra en el techo, y en el centro crece un gran pino recto a modo de aguja. Pero creo que todavía no hay ninguna campana que crezca allí". De modo que hace ya 180 años el pino crecía allí, y su tamaño le permitía hacerse notar lo suficiente para que el explorador tomase nota de él.


6/07/2024
Los árboles canoa (y2), del narrador de historias
TOMÁS CASAL PITA
Los árboles canoa (y 2)
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Foto 1 |
(...) Para profundizar algo más sobre los árboles canoa, solicité permisos para poder mostrar fotos que ilustrasen algo más aquello de lo que hablaba. (...) Los árboles de canoa son una parte de los llamados “árboles con cicatrices”, aquellos a los que los aborígenes australianos han quitado la corteza para usarla en otras cosas (las canoas serían el uso de mayor tamaño, pero no el único) y además existen los árboles tallados, creados como una forma de expresión artística y espiritual por algunos pueblos aborígenes, para marcar sitios de importancia como los lugares de enterramiento y lugares sagrados. (En la foto 1 un árbol tallado cerca de Dubbo, en Nueva Gales del Sur, fotografiado por Henry King) En el siglo XIX, muchos de ellos fueron cortados para llevar a museos, pero en la actualidad están protegidos por ley y algunos han sido devueltos a sus antiguos emplazamientos.
Al hablar de los arboles de canoa, decía que también se sacaban de ellos “coolamons”, pero no dije lo que eran. La mejor definición es la de “recipiente multifunción de lados curvos”, que varían en longitud de 30 a 70 cm, y de forma similar a una canoa. Los coolamons fueron utilizados tradicionalmente por las mujeres aborígenes para llevar agua, frutas, y cualquier otra cosa, así como para acunar a los bebés y se transportaban en la cabeza cuando se viajaba, o debajo del brazo si se usaba como cuna.
He pedido permiso a Karlangu Aboriginal Art Centre (https://karlangu.com/) para poder mostrar las imágenes de los coolamons llenos de frutos y en su función de cuna, y ver así realmente lo que son estos recipientes y el uso que se les daba. Pero sin duda, hablar de canoas hechas con corteza de eucalipto, sin ver una de estas, dejaba mi publicación original absolutamente coja y con poco sentido, por ello me puse en contacto con el Museo Marítimo Nacional de Australia (https://www.sea.museum/) que en una de sus páginas muestra el proceso de corta, extracción limpieza, plegado y atado para formar unas canoas de corteza del estilo de extremo atado o “estilo Gippsland”.
No era el único tipo, puesto que este variaba con las zonas, y puede que con los diferentes grupos indígenas. Había canoas construidas para durar y otras casi de emergencia, canoas individuales y de diversa capacidad, de hasta una docena de personas. Llegaron a desarrollar sistemas para tener fuego y cocinar dentro de ellas, necesario en las noches de pesca o durante largos viajes. Pero no sólo la fabricación era importante.
La capacidad de conducir y navegar canoas, comprender los ríos y las corrientes, y la confianza en el agua, eran habilidades valiosas en el siglo XIX. Aunque en ocasiones pensemos en Australia como un semidesierto (realmente hay de todo en un territorio tan grande), el sistema fluvial formado por los ríos Darling y Murray (el primero y segundo en longitud, que se unen antes de llegar al mar) tiene una longitud de 3.672 km, y baña diversas zonas de los estados de Victoria, de Nueva Gales del Sur y del sur de Queensland. Estos ríos con frecuencia, en época de lluvias se desbordan e inundan enormes extensiones, porque muchas de ellas son absolutamente llanas (el río Murray, a 274 km del mar tiene una altura sobre él de tan sólo 3,6 metros). En estas condiciones saber construir una barca y manejarla, era sin duda la diferencia entre la vida y la muerte.