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3/01/2025

FERNÁN SILVA VALDÉS (Uruguay, 1887-1975)
Bajo un árbol


Yo quisiera acostarme bajo un árbol,
bien envuelto en mi poncho,
sobre los yuyos verdes y fragantes;
y con los ojos a medio cerrar
ver nacer y agrandarse los astros
de una noche americana.

Yo quisiera acostarme holgadamente
y dormir, y dormir,
con el sueño tranquilo que antes tuve,
mareado por el aire puro y agrio del campo,
y arrullado como un niño
por la voz afónica del silencio.

Yo quisiera dormirme bajo un árbol
con un sueño de niño,
y luego despertarme fresco y ágil
entre los pliegues de mi poncho,
a la hora en que el alba en el oriente
está como un relámpago que se ha quedado inmóvil. 

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11/01/2024

 FERNÁN SILVA VALDÉS (Uruguay, 1887-1975)
Árbol dorado

En mi tierra hay un árbol de oro y espinas,
-oro y espinas, todo un símbolo de América-;
oro de buen olor, yo me enriquezco de él
como un moderno conquistador.


Dando mezquina sombra vive años y años,
sin leyendas que lo hagan ni mejor ni peor;
el invierno lo deja desnudo
y el buen tiempo lo viste con borlitas de sol.

Bien florecido alumbra; yo me encandilo en él;
parece un candelabro de mil luces doradas
que se ilumina solo, como de adentro afuera,
para la velada de la primavera.

Es tan maravilloso que al verlo amanecer
así encendido, pienso que la noche anterior
los bichitos de luz han estado de fiesta,
durmiéndose olvidados de apagar su farol

Raro destino el suyo, ser bello y luego útil;
muerto para el paisaje, nacer para el fogón,
y arder en brasas toda una faz de la luna...
¡envidiable destino, ser cada vez mejor!

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9/05/2024

FERNÁN SILVA VALDÉS (Uruguay, 1887-1975)
El sauce

El sauce es el afiche de la melancolía;
sella sus actitudes un luto espiritual;
vive ensayando un gesto cansado de apatía
y verano e invierno le resultan igual.

El sauce me parece el bohemio de la flora;
con su melena rítmica él barre su solar;
a mediodía sueña, a medianoche llora,
y lo demás del tiempo lo emplea en meditar.

El viento lo despeina en desiguales blondas.
La laguna es el paño de sus lágrimas hondas.
En su historia hay dos hechos de amor y de emoción

que son dos sensaciones en su vida sin ruido:
un pájaro, que hizo entre sus ramas nido,
y un hombre, que en el tronco le grabó un corazón.

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8/02/2024

FERNÁN SILVA VALDÉS (Uruguay, 1887-1975)
El alma del ombú


Yo soy un árbol sin flores. 

Mis flores, al parecer,
son tan insignificantes
que casi no se me ven.

Y así, soy árbol sin galas,
mi madera no es madera ;
sirvo mucho para sombra,
mas no sirvo para leña.
Sin embargo, soy el árbol
más hermoso de estas tierras.

En mi copa redonda,
donde anidan las estrellas,
se refugiaron un día
unas cuantas canciones,
todas de la tierra nuestra,
arrojadas y corridas
por costumbres forasteras.

Y al ser un árbol sin galas,
sin galas y sin madera
-como lo dije al principio-
tengo las flores más bellas,
las de más vivos colores,
las que perfuman la selva,
estos cantos y estas danzas
que en mi savia ponen fiesta.

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2/01/2024

FERNÁN SILVA VALDÉS (Uruguay, 1887-1975)
El ombú

Arbol americano
que tienes mala sombra, según una leyenda;
que tienes sombra buena según la realidad.
Copudo, sombrío, verde, y casi siempre solo;
arriba, anidan los pájaros;
abajo, anidan los hombres.

Tú le das una rama para su nido;
tú le das un reparo para su rancho;
y ellos en cambio alegran tu tristeza
haciendo nacer en ti la madrugada;
la madrugada;
¡botón rosado de la flor del día!

Sobre tus raíces grandes y atormentadas
-el sombrero en la nuca y el barbijo en el labio-
se sentaron los rudos guitarreros
de manos varoniles y musicales
que hacían girar la rueda blanca y celeste
de los pericones nacionales.

Ombú,
padre de la poesía rioplatense,
el redondel de tu sombra
esta alfombrado de versos mayores;
el redondel de tu sombra
fue la "Tabla redonda" de los payadores.

De" Poemas nativos" 1925

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6/03/2023

IDEA VILARIÑO (Uruguay, 1920-2009)
Entonces soy los pinos


Entonces soy los pinos
soy la arena caliente
soy una brisa suave
un pájaro liviano delirando en el aire
o soy la mar golpeando de noche
soy la noche.
Entonces no soy nadie.
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5/01/2023

JULES SUPERVIELLE (Uruguay, 1884-1960)
En el bosque

En el bosque sin horas
Un gran árbol derriban.
Un vacío vertical
Tiembla en forma de fuste
Cerca del tronco tendido.

Buscad, pájaros, buscad
El lugar de vuestros nidos
En ese algo recuerdo
Mientras aún susurra.

De "Vivir y quehacer del poeta"

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8/21/2022

Sólo visible desde el aire, en Uruguay

Un misterioso cáliz en el Depto. de Florida, Uruguay (publicado en "EL PAÍS Viajes")

¿Y ahora cómo explicamos este dibujo con árboles de 25.000 metros cuadrados?

Lo que ustedes ven es un una plantación de árboles en el departamento de Florida. Cualquiera diría que es una serie de arbustos en una formación bastante singular, a los que se les sacó una foto desde arriba, a corta distancia. Déjenme decirles que mide 488 metros de largo por 235 de ancho !Si, leyeron bien! y esta en la mitad de campo.
     En un artículo anterior titulado «Grandes misterios de Google Earth», verán que en Córdoba, Argentina, mencionamos otra plantación con forma de guitarra y de proporciones superlativas. Sabemos lo que llevó al cordobés a crearlo hace mas de 50 años, pero no al uruguayo en el departamento de Florida, que a juzgar por el tamaño de la arboleda, parece tener la misma antigüedad. Ahora, si nos atenemos al área de implantación, así como a la cantidad de árboles utilizados para satisfacer este capricho, nos deja impresionados. Resulta insólito que por algo similar, aunque bastante mas grande, los diarios de la «vecina orilla» lo publicaron por todos lados y nosotros con algo parecido, pero mucho mas enigmático y posiblemente con mayor cantidad de árboles implantados (si no se equivoco el informe argentino), no le dedicamos espacio ni siquiera en los diarios de la zona, según dice nuestro lector.
     ¿Sabrán de su existencia? ¿quien lo creó? ¿Tendrá alguna connotación esotérica?, porque otro lector habla de un parecido con el Santo Grial.
     Por eso vamos a relevar datos y se los expondremos para que usted juzgue y tal vez entre todos sepamos su historia.

Ubicacion en el Departamento de Florida

     Posición geodesica 34°12’40.03″S 56° 9’4.85″W
     Distancia de Montevideo 85 Km por la R5. 6.7 Km antes de llegar al cruce con la R.12 sale un camino a la derecha que conduce a un lindo casco de estancia, a 4.800 m, el que posiblemente sea el propietario de esas tierras, debido la proximidad de este bosque alegórico.
     Distancia de Florida 12 km. hacia el SE de la ruta 5, 5,7 km. de la 12 hacia el NO, 5,3 km y del pueblo de Mendoza Chico (sobre la R5) hasta el cruce antes mencionado.

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12/01/2021

CRISTINA PERI ROSSI (Montevideo, 1942)
Ser tu planta, tu árbol

  Galardonada con el Premio Miguel de Cervantes, 2021

Dicen los hombres de ciencia
que los árboles tienen quince sentidos
diez más que nosotros, los humanos.
Como los árboles, quisiera hablarte
también por mis raíces, que las mías buscaran las tuyas
y les hicieran confidencias,
que me tocaras con el extremo de tu tallo
y yo con la corteza de mi tronco,
que nuestras hojas húmedas se transmitieran saberes
sobre la noche y el día
sobre los amaneceres y los atardeceres
que mis hojas cantaran melodías y tú las contestaras
que la cofia de nuestras raíces entonaran una dulce balada
y las ramificaciones, bajo tierra, se encontraran.
Que tus hojas olieran la tormenta y me enviaran un aviso
Me gustaría protegerte cuando un gusano devora tus hojas
y espantar con la vibración de mis nervaduras
al insecto que osa poseerte.
De lejos escucharíamos el rumor de las tormentas
y las vibraciones de los océanos
Y cuando una mariposa vuela de Río de Janeiro
a Barcelona,
supieras transmitirme con tus nervios
Todo lo que vio
Todo lo que transformó
Todo lo que comió y olió.
Dicen los hombres de ciencia
que los árboles y las plantas
tienen quince sentidos.
Yo solo tengo cinco
y te amaría con los que me faltan para ser tu planta, tu árbol. 

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8/30/2021

FERNÁN SILVA VALDÉS (Uruguay, 1887-1975)
Leyenda de la flor de ceibo

Me lo dijo un indio viejo y medio brujo,
que se santiguaba y adoraba al sol:
los ceibos del tiempo en que yo era niño
no lucían flores rojas, como hoy.

Pero una mañana sucedió el milagro
-es algo tan bello que cuesta creer -
con la aurora vimos al ceibal de grana,
cual si por dos lados fuera a amanecer; 

y era que la moza más linda del pago,
esperando al novio, toda la velada,
por entretenerse se había pasado
la hoja de un ceibo por entre los labios.

Entonces los ceibas, como por encanto,
se fueron tiñendo de rojo color ...

Tal lo que me dijo aquel indio viejo
que se santiguaba y adoraba al sol

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10/30/2017

EDUARDO GALEANO (Uruguay, 1940-2015)
Árbol que recuerda


Siete mujeres se sentaron en círculo.
Desde muy lejos, desde su pueblo de Monostenango,
Humberto Ak’abal les había traído unas hojas secas, recogidas al pie de un cedro.
Cada una de las mujeres quebró una hoja, suavemente, contra el oído. 
Y así se abrió la memoria del árbol:
Una sintió el viento soplándole la oreja.
Otra, la fronda que suavecito se hamacaba.
Otra, un batir de alas de pájaros.
Otra dijo que en su oreja llovía.
Otra escuchó algún bichito que corría.
Otra, un eco de voces.
Y otra, un lento rumor de pasos.
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9/12/2012

JUAN ZORRILLA DE SAN MARTÍN (Uruguay, 1855-1931)
Himno al árbol

(En el Parque Nacional del Café, Montenegro, Quindío, Colombia) 

Plantemos nuestros árboles,
la tierra nos convida.
Juan Zorrilla de San Martín
Plantando cantaremos
los himnos de la vida.
Los cánticos que entonan
las ramas y los nidos,
los ritmos escondidos
del alma universal.

Plantar es dar vida
al generoso amigo
que purifica el aire,
que nos ofrece abrigo;
él crece con el niño,
él guarda su memoria,
en el laurel es gloria,
en el olivo es paz.

El árbol tiene un alma
que ríe entre sus flores,
que piensa en sus perfumes;
que alienta en sus rumores;
él besa con la sombra
de su frondosa rama,
él a los hombres ama,
él les reclama amor.

La tierra sin un árbol
está desnuda y muerta,
callado el horizonte,
la soledad desierta;
plantemos para darle
palabras y armonías,
latidos y alegrías,
sonrisas y calor.

El árbol pide al cielo
la lluvia que nos vierte;
absorve en nuestros aires
el germen de la muerte;
por él sube a las flores
la sangre de la tierra,
y en el perfume encierra
y eleva su oración.

Proteja Dios al árbol
que plante nuestra mano,
los pájaros aniden
en su ramaje anciano;
y canten y celebren
la tierra bendecida
que les influye vida,
que les prodiga amor.



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7/09/2012

JUANA DE IBARBOUROU (Uruguay 1892-1979)
Carne inmortal


Yo le tengo horror a la muerte.
Mas a veces cuando pienso
que bajo de la tierra he de volverme
abono de raíces,
savia que subirá por tallos frescos,
árbol alto que acaso centuplique
mi mermada estatura,
me digo: -Cuerpo mío,
tú eres inmortal.
Y con fruición me toco
los muslos y los senos,
el cabello y la espalda,
pensando: ¿Palpo acaso
el ramaje de un cedro,
las pajuelas de un nido,
la tierra de algún surco
tibio como de carne femenina?
Y extasiada murmuro:
-Cuerpo mío: ¡estás hecho
de sustancia inmortal!
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10/04/2011

JUANA DE IBARBOUROU (Uruguay, 1892-1979)
La cuna

Si yo supiera de qué selva vino
el árbol vigoroso que dio el cedro
para tornear la cuna de mi hijo...
Quisiera bendecir su nombre exótico.
Quisiera adivinar bajo qué cielo,
bajo qué brisas fue creciendo lento
el árbol que nació con el destino
de ser tan puro y diminuto lecho.

Yo elegí esta cunita
una mañana cálida de enero.
Mi compañero la quería de mimbre,
blanca y pequeña como un lindo cesto.
Pero hubo un cedro que nació hace años,
con el sino de ser para mi hijo,
y preferí la de madera rica
con adornos de bronce. ¡Estaba escrito!

A veces, mientras duerme el pequeñuelo,
yo me doy a forjar bellas historias:
tal vez bajo su copa una cobriza
madre venía a amamantar su niño
todas las tardecitas, a la hora
en qué este cedro amparador de niños,
se llenaba de pájaros con sueño,
de música de arrullos y de píos.

¡Debió de ser tan alto y tan erguido,
tan fuerte contra el cierzo y la borrasca,
que jamás el granizo le hizo le hizo mella
ni nunca el viento doblegó sus ramas!

Él, en la primavera retoñaba
primero que ninguno. ¡Era tan sano!
Tenía el aspecto de un gigante bueno
con su gran tronco y su ramaje amplio.

Árbol inmenso que te hiciste humilde
para acunar a un niño entre tus gajos:
¡Has de mecer los hijos de mis hijos!
¡Toda mi raza dormirá en tus brazos!
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8/17/2011

MARIO BENEDETTI (Uruguay, 1920-2009)
De árbol a árbol


                                A Ambrosio y Silvia

Los árboles
¿serán acaso solidarios?
¿digamos el castaño de los campos elíseos
con el quebrancho de entre ríos
o los olivos de jaén
con los sauces de tacuarembó?

¿le avisará la encina de westfalia
al flaco alerce de tirol
que administre mejor su trementina?

y el caucho de pará
o el baobab en las márgenes del cuanza
¿provocarán al fin la verde angustia
de aquel ciprés de la mission dolores
que cabeceaba en frisco
california?

¿se sentirá el ombú en su pampa de rocío
casi un hermano de la ceiba antillana?

los de este parque o aquella floresta
¿se dirán de copa a copa que el muérdago
otrora tan sagrado entre los galos
ahora es apenas un parásito
con chupadores corticales?

¿sabrán los cedros del líbano
y los caobos de corinto
que sus voraces enemigos
no son la palma de camagüey
ni el eucalipto de tasmania
sino el hacha tenaz del leñador
la sierra de las grandes madereras
el rayo como látigo en la noche?

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3/02/2011

JUANA DE IBARBOUROU (Uruguay, 1892-1979)
La enredadera


Por el molino del huerto

asciende una enredadera.

El esqueleto de hierro
va a tener un chal de seda

ahora verde, azul más tarde
cuando llegue el mes de Enero

y se abran las campanillas
como puñados de cielo.

Alma mía: ¡quién pudiera

vestirte de enredadera!

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4/30/2009

JULES SUPERVIELLE - Le premier arbre

JULES SUPERVIELLE (Uruguay, 1884-1960)
Le premier arbre

C'était lors de mon premier arbre,
J'avais beau le sentir en moi
Il me surprit par tant de branches,
Il était arbre mille fois.
Moi qui suis tout ce que je forme
Je ne me savais pas feuillu,
Voilà que je donnais de l'ombre
Et j'avais des oiseaux dessus.
Je cachais ma sève divine
Dans ce fût qui montant au ciel
Mais j'étais pris par la racine
Comme à un piège naturel.
C'était lors de mon premier arbre,
L'homme s'assit sous le feuillage
Si tendre d'être si nouveau.
Etait-ce un chêne ou bien un orme
C'est loin et je ne sais pas trop
Mais je sais bien qu'il plut à l'homme
Qui s'endormit les yeux en joie
Pour y rêver d'un petit bois.
Alors au sortir de son somme
D'un coup je fis une forêt
De grands arbres nés centenaires
Et trois cents cerfs la parcouraient
Avec leurs biches déjà mères.
Ils croyaient depuis très longtemps
L'habiter et la reconnaître
Les six-cors et leurs bramements
Non loin de faons encore à naître.
Ils avaient, à peine jaillis,
Plus qu'il ne fallait d'espérance
Ils étaient lourds de souvenirs
Qui dans les miens prenaient naissance.
D'un coup je fis chênes, sapins,
Beaucoup d'écureuils pour les cimes,
L'enfant qui cherche son chemin
Et le bûcheron qui l'indique,
Je cachai de mon mieux le ciel
Pour ses distances malaisées
Mais je le redonnai pour tel
Dans les oiseaux et la rosée.
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12/17/2008

MARIO BENEDETTI - Como árboles

MARIO BENEDETTI (Uruguay 1920-2009)
Como árboles

Quién hubiera dicho
que estos poemas de otros
iban a ser
míos
después de todo hay hombres que no fui
y sin embargo quise ser
si no por una vida al menos por un rato
o por un parpadeo
en cambio hay hombres que fui
y ya no soy ni puedo ser
y esto no siempre es un avance
a veces es una tristeza
hay deseos profundos y nonatos
que prolongué como coordenadas
hay fantasías que me prometí
y desgraciadamente no he cumplido
y otras que me cumplí sin prometérmelas
hay rostros de verdad
que alumbraron mis fábulas
rostros que no vi más pero siguieron
vigilándome desde
la letra en que los puse
hay fantasmas de carne otros de hueso
también los hay de lumbre y corazón
o sea cuerpos en pena almas en júbilo
que vi o toqué o simplemente puse
a secar
a vivir
a gozar
a morirse
pero además está lo que advertí de lejos
yo también escuché una paloma
que era de otros diluvios
yo también destrocé un paraíso
que era de otras infancias
yo también gemí un sueño
que era de otros amores
así pues
desde este misterioso confín de la existencia
los otros me ampararon como árboles
con nidos o sin nidos
poco importa
no me dieron envidia sino frutos
esos otros están
aquí
sus poemas
son mentiras de a puño
son verdades piadosas
están aquí
rodeándome
juzgándome
con las pobres palabras que les di
hombres que miran tierra y cielo
a través de la niebla
o sin sus anteojos
también a mí me miran
con la pobre mirada que les di
son otros que están fuera de mi reino
claro
pero además
estoy en ellos
a veces tienen lo que nunca tuve
a veces aman lo que quise amar
a veces odian lo que estoy odiando
de pronto me parecen lejanos
tan remotos
que me dan vértigo y melancolía
y los veo minados por un duelo sin llanto
y otras veces en cambio
los presiento tan cerca
que miro por sus ojos
y toco por sus manos
y cuando odian me alegro de su rencor
y cuando aman me arrimo a su alegría
quién hubiera dicho
que estos poemas míos
iban a ser
de otros.
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