Mostrando entradas con la etiqueta Encinas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Encinas. Mostrar todas las entradas

11/28/2021

PABLO DE LLANO, en "El País"
La carrasca de Lecina: vida e historia del Árbol Europeo del Año

¿Cuál es el valor de un árbol singular? ¿Puede unir voluntades, despertar orgullo, dar esperanza a una tierra despoblada? Así fue la humilde gesta de una encina vetusta preservada por una familia durante siglos. Doce horas de la vida de la encina en un plano fijo.

Vista del amanecer a través de las ramas de la Carrasca de Lecina, Huesca. FOTOS: JUAN MILLÁS

El 17 de marzo de 2021, la carrasca milenaria de Lecina (Huesca) ganó el concurso de Árbol Europeo del Año con la mayor cifra de votos en sus 11 ediciones: 104.264. Segundo quedó el magnífico plátano de Curinga (Italia), con 78.210 votos, y tercero el sicomoro de la república rusa de Daguestán, cuyos notables méritos naturales quedaron ensombrecidos porque la organización del certamen, la Environmental Partnership Association, descubrió que su candidatura estaba siendo respaldada por un ejército de bots; finalmente, se acreditó que había recibido 66.026 votos legales y más de 30.000 fraudulentos. El día del triunfo de la antiquísima carrasca (así la llaman en Aragón a las encinas), el puñado de vecinos que viven en Lecina, la mayoría entrados en años, lo celebraron en la plaza ante una pantalla gigante descorchando botellas de vino achampanado del Somontano y saboreando buñuelos, rosquillas y crespillos.

     Unas horas después de conocerse la victoria, la Casa Real felicitó por Twitter a los de Lecina.

     Esta es la historia de un logro colectivo en el que participaron dueños, vecinos, administraciones y amigos de la causa, y es la historia de un empeño individual. Entre la algarabía de la plaza del pueblo faltaba quien más hizo por cuidar la carrasca en las últimas décadas de su matusalénica existencia. Nicolás Arasanz, nacido en Lecina en la casa Carruesco (nombre de familia) y fallecido en 2015 a los 96 años. Las herederas del árbol son sus hijas, María Jesús, Felisa y Silvia. De niñas tenían prohibido subirse a él, pese a que ellas eran unas plumas y la carrasca un desmesurado Quercus ilex de 16 metros de altura y 28 metros de diámetro de copa. No era cosa de cuánto pesaban ellas y cuánto podía soportar la carrasca. Era cosa, dice María Jesús Arasanz, de que para su padre el árbol era un patrimonio “sagrado”. 


     La carrasca fue registrada como árbol singular por el Gobierno de Aragón en 1995. Su propiedad siguió siendo de la familia Arasanz, pero la responsabilidad de su conservación pasó a la Administración. Esto puso a Nicolás en una situación de cierto desasosiego. Ya no podía, por ejemplo, podar las ramas del árbol, y le angustiaba que cada vez llegasen más turistas a mirarlo. En 1997, el periodista César Palacios lo visitó para incluir su carrasca en una serie de El País Semanal titulada ‘Árboles con historia’. Palacios se encontró a un hombre de “fino sentido del humor” y harto de que la gente se encaramase al árbol para hacerse fotos porque le iban arrancando corteza. Protestó al reportero: “Unté todo el tronco de manteca de cerdo pensando que así no treparían, pero aunque se manchen suben igual”. Todavía se aprecia con claridad en la portentosa base troncal de la carrasca un ancho surco de superficie pelada, pese a que ya nadie hace eso, entre otras cosas porque al día siguiente de que se publicase el artículo de Palacios las autoridades enviaron operarios a cercarla con una valla de madera, que sigue ahí. En tiempos de aquel reportaje, ya se hablaba de esta encina como de la gran superviviente del proceso de explotación de los encinares de la zona. “Es un milagro que se conserve. Había otras igual de grandes pero desaparecieron”, concuerdan en un corrillo de vecinos cuando visitamos el pueblo a inicios de octubre. En la posguerra muchos tuvieron que vender sus carrascas más nobles a los negociantes que querían aquella leña de combustión lenta y alto poder calorífico. Más tarde, Nicolás Arasanz también recibiría una oferta, según relató Palacios: “Un carbonero fanfarrón le aseguró que si mientras él la cortaba se ponía debajo a comerse un pollo, antes de terminarlo tendría que salir corriendo para que no le cayera la encina encima. ‘¿Un pollo?’, se pregunta el propietario. ‘Mecagüen la leche, me daba tiempo para el pollo, la siesta, hacer noche y volver al día siguiente’. Pero por si acaso, no quiso hacer la prueba y se negó a venderla”. Para cumplir con su baladronada, el carbonero hubiera tenido que seccionar en minutos un tronco de unos siete metros de perímetro.
     La edad de la llamada carrasca milenaria es incierta. De hecho, si bien las encinas pueden superar los 1.000 años, es muy probable que se quede por debajo. Un técnico del Gobierno de Aragón explica que, según las consultas que han hecho con científicos, podría tener entre cuatro y siete siglos. Para precisar habría que recurrir a una técnica de perforación del tronco. No se lo plantean. Consideran que sería peligroso para el árbol.

     Dos semanas antes del anuncio del Árbol Europeo del Año, falleció a los 95 años Isabel Peñart, esposa de Nicolás. Ella también fue una defensora de la carrasca. En sus últimos años de vida, sus hijas la llevaban a verla a su sitio, pegada a una era a la entrada del pueblo, y ella, nonagenaria y achacosa, la miraba y decía: “La castañera está muerta”. “No, mamá, no está muerta”. Ella la miraba y repetía: “La castañera está muerta”.
     En la familia y en el pueblo no la llaman la carrasca sino la castañera —la castañera de Carruesco— porque daba unas bellotas grandes y dulces que parecían castañas. Con ellas se alimentaba al ganado. A veces la gente las comía asadas, sobre todo los críos. María Jesús y Felisa Arasanz aseguran que sus bellotas han empequeñecido. En general, dicen que la carrasca ya no es lo que era. “Antes te ponías debajo y de tanta hoja que tenía mirabas para arriba y no podías ver el cielo”, recuerda Felisa. Las hermanas la ven más seca, menos frondosa, con el verde apagado. Les preocupa que el turismo le esté afectando y reclaman de las autoridades un control de visitas organizado, además de un cuidado de su entorno sostenido, no puntual.
     Uno de los riesgos a los que se enfrenta es la compactación del suelo por acumulación de pisadas. Después de ganar el premio, la carrasca estuvo recibiendo en primavera y verano una media de 150 visitas diarias, según Carmen Lalueza, alcaldesa de Bárcabo, el municipio donde está Lecina. Unas semanas antes de ser elegida Árbol Europeo se tomó la precaución de demarcarla con un segundo perímetro, con una cuerda sostenida por postes, para ampliar el espacio de protección de su órbita radicular. La alcaldesa y las propietarias dicen que los visitantes suelen ser respetuosos, aunque de vez en cuando siguen apareciendo papeles o incluso colillas. Da que pensar. Una persona que se acerca a un fabuloso árbol milenario, lo observa mientras fuma y al terminar de fumar tira el pitillo al suelo y, si acaso, pisa la colilla.
     Eso es: tirar al suelo un pitillo y, si acaso, pisar la colilla ante un ser vivo —callado, pero vivo— que quizá esté ahí desde el medievo, que quizá estuvo en su juventud durante la peste negra de 1348, que quizá siendo un árbol ya sólido estuvo cuando Fernando II de Aragón fraguó con Isabel I de Castilla su poderosa corona, que sin duda estaba durante la guerra de la Independencia mientras tenían lugar las correrías antifrancesas de El Cantarero, El Pesoduro o El Malcarau, guerrilleros populares por entonces en el Alto Aragón, la región donde se encuentra la carrasca; que estaba aquí cuando llegó el ferrocarril Barcelona-Zaragoza y cuando la Guerra Civil y cuando en 1995 Nayim marcó in extremis desde 40 metros el gol que le dio al Zaragoza la Recopa contra el Arsenal, Aragón entero retumbando de alegría, y ahí, segundo a segundo, minuto a minuto, hora tras hora, año tras año, década tras década, nieve tras nieve, siglo tras siglo, estuvo la carrasca sin inmutarse, haciendo algo tan simple y tan ontológicamente perfecto como permanecer. Eso es: entonces llegas tú y arrojas una colilla a sus pies.

     Se conoce como árboles singulares a aquellos que son excepcionales por su edad, tamaño, forma u otras características biológicas o culturales. En España cada comunidad autónoma cataloga los suyos. Actualmente son unos 4.100. Existen normativas que los protegen, de tipo local y autonómico, pero en general la atención que reciben suele ser escasa, según Susana Domínguez Lerena, presidenta de Bosques Sin Fronteras y destacada promotora de una política integral de conservación de estas maravillas biológicas y de aprovechamiento sostenible de su potencial educativo-turístico. “Son monumentos”, afirma, “y deberíamos tratarlos igual que tratamos a una capilla románica”. A su juicio, España padece de cierto “analfabetismo arbóreo” y urge que se empiece a cultivar la sensibilidad al respecto.
     Ya a finales del siglo XIX, el aragonés Joaquín Costa hacía una defensa del valor político de los árboles. En un artículo en Ayer. Revista de Historia Contemporánea, escribe Alberto Sabio, catedrático de la Universidad de Zaragoza, que él propugnaba un “patriotismo arbóreo” en el que “el respeto al árbol sería un condimento más de la regeneración nacional española”. En los mítines de la Cámara Agrícola del Alto Aragón, cuenta el historiador, Costa clamaba: “¡Fueron adineradas las encinas en forma de leña y carbón!”. 

      Hoy los peligros para los árboles singulares son otros. “El cambio climático, porque cuanto mayores son los ejemplares, más les cuesta adaptarse a variaciones fuertes e imprevistas, y la desatención social y administrativa”, analiza Domínguez Lerena.
    
La victoria de la carrasca, primer árbol español que gana el concurso europeo, es una muestra de que es posible que estos árboles atraigan interés e involucren a los ciudadanos y a organismos oficiales. En este caso fue una eurodiputada aragonesa, Isabel García, la que dio la idea de buscar un árbol singular para ir al certamen; luego juntaron fuerzas las comarcas limítrofes de Somontano y Sobrarbe (la de la carrasca) y el Ayuntamiento de Bárcabo; y TuHuesca, una entidad turística pública, financió con 36.000 euros la campaña. Aliados con las hermanas Arasanz, en el meollo estuvieron Enrique Pueyo, alcalde de un pueblo de Sobrarbe, Aínsa, y Clara Bosch, gerente de la Ruta del Vino del Somontano, nativos de la zona. En presencia de la encina, explican que entendieron que encumbrarla serviría para fortalecer un corredor turístico intercomarcal con dos joyas medievales como Aínsa y el pueblo de Alquézar, y una sierra, la de Guara, donde hay entre otras cosas pinturas rupestres y unos cañones óptimos para el barranquismo.
     Bosch y Pueyo recuerdan el entusiasmo que sintieron el día que obtuvieron el premio europeo. También guardan cariño al momento en que ganaron, meses antes, el de Árbol del Año en España, organizado por Bosques Sin Fronteras. Aquel día aún no se había desatado el aragonesismo arbóreo que vino luego, pero ellos ya tramaban su estrategia. Al conocer la noticia, fueron donde el árbol a planificar los pasos siguientes. Contentos y en soledad, se comieron un bocadillo de longaniza bajo la sombra de la carrasca de Nicolás Arasanz.

-----

5/12/2020

Las encinas de la Torre Guinigi

LAS ENCINAS DE LA TORRE GUINIGI 
Lucca, Toscana, Italia

     La Torre Guinigi es una torre de 44,25 m de altura ubicada en la ciudad de Lucca. Su acceso se produce por la Via Sant'Andrea 45.
     Es una de las torres más importantes y uno de los monumentos más representativos de la ciudad de Lucca. Además es de las pocas torres -hubo unas 130- que se mantienen en pie. La característica principal, y por lo que es más conocida, es la presencia de un jardín con siete encinas en su parte superior. A su lado se encuentra el palacio del mismo nombre que perteneció a Michele, Francesco y Nicolao Guinigi.
     Hacia el siglo XIV, dentro del perímetro de las murallas de la ciudad de Lucca existían gran cantidad de torres y campanarios. La familia Guinigi (quienes eran dueños de buena parte de la ciudad y constituyeron una de las familias más famosas de Lucca) quisieron embellecer la torre con un jardín arbolado, convirtiéndose éste en uno de los símbolos del renacimiento, estando presente incluso en el escudo familiar. La torre ha sido donada por la última heredera de la familia Guinigi a la ciudad de Lucca.
     Existen diversas teorías sobre por qué se plantaron los árboles en la torre. Algunas hipótesis se refieren a que con ello se quería superar la altura la Torre delle Ore, que era la más alta de la ciudad (con 50 metros), y otras sostienen que simplemente era un signo de distinción que pudiera hacer reconocible el edificio en la distancia entre las diferentes torres urbanas.


Información y fotos de Wikipedia
-----

1/27/2020

Encinas de Serón, Almería

GUILLERMO MIRÓN (24 enero, 2020)
En "La voz de Almería"  
La nieve acaba con una de las encinas milenarias de Serón, Almería.
La encina del Marchal, destrozada tras la nevada caída estos días.
La provincia de Almería cuenta desde este martes con un joya histórica y representativa de su naturaleza menos. Tras alrededor de 1.000 años de historia, la encina milenaria de Serón ubicada en el paraje del Marchal del Abogado y que formaba parte de un sendero que recorría parte del municipio a través de sus árboles más longevos e imponentes, ha desaparecido.
     Desde esta semana, ese trazado de las ‘Encina milenarias’ cuenta con un atractivo menos y, lo que es más importante, del patrimonio de los vecinos de Serón y de la provincia ha desaparecido de la noche a la mañana un árbol que fue declarado oficialmente como ‘Monumento Natural’ e incluido en el ‘Inventario de árboles y arboledas singulares de Andalucía’.
     La rotura del tronco de la milenaria encina tuvo lugar tras las grandes nevadas de este temporal, aunque tanto los vecinos del lugar como el Ayuntamiento de Serón aseguran que el árbol estaba enfermo de forma previa. Concretamente padecía la ‘seca del encinar’, un pseudohongo capaz de acabar con miles de especies vegetales distintas. Pese que, al menos visiblemente, la encina padecía ‘la seca’ tan sólo en una parte de la misma, esta enfermedad ha podido ser clave para poner fin a su vida tras un milenio como testigo del tiempo en la Sierra de los Filabres.
     “Desgraciadamente después de casi 1.000 años nos ha tocado decirle adiós a este árbol”, ha lamentado en declaraciones a este periódico el alcalde de Serón, Juan Antonio Lorenzo. Es una verdadera desgracia y una pena ver un ser vivo milenario en el suelo”, ha añadido el regidor.
     Por el momento, la encina milenaria no ha desaparecido del todo, ya que su tronco tiene tal envergadura que por el momento no ha sido posible quitarlo de forma segura del camino de acceso a la barriada del Marchal del Abogado por lo que, al menos hasta última hora de la tarde de ayer, los vecinos no podían “entrar a la barriada” mediante este acceso según el Ayuntamiento. Una vez que se cuente con la maquinaria adecuada para retirar el tronco, la intención del Gobierno municipal es la de dejar el tronco de forma “testimonial”.
     Vecinos de la barriada han mostrado su desolación por este hecho, ya que la encina milenaria era todo un símbolo del lugar y han lamentado que nadie haya atajado antes la enfermedad que sufría y a la que culpan, junto a la nieve caída, del fatal desenlace del árbol.
     En cuanto a las otras dos encinas que forman el sendero, ambas se mantienen con “buena salud” según el Ayuntamiento. Entre ellas se encuentra la encina milenaria de mayor envergadura de Andalucía conocida como ‘La Peana’, con una base de 15 metros de diámetro aproximadamente. El tercer gran árbol, ‘La Trébedes’, padece también ‘la seca’ aunque mantiene estable según el Consistorio. De todos modos, el alcalde ya ha puesto en conocimiento de Medio Ambiente porque a la larga “si no actuamos puede tener las mismas consecuencias” que la encina del Marchal del Abogado.
     Desde hace un tiempo, la web de turismo de la Junta de Andalucía muestra un error cuando se intenta acceder a la información del árbol ya caído. Una premonición o una muestra de cómo, a veces, las instituciones y la sociedad no prestan la atención necesaria a un patrimonio que, tal y como ha ocurrido en Serón, cualquier día puede dejar de estar presente. Las futuras generaciones, después de mil años, ya no conocerán como un árbol vivo a la encina del ‘Marchal del Abogado’.
-----
http://www.turismoseron.es/senderos/sendero-de-las-encinas-milenarias 
Sendero de las Encinas Milenarias PR-A 319
Recorrido: Circular
Longitud: 10.8 kilómetros
Tiempo Estimado: 4 horas.
Época recomendada: Todo el año
Desnivel: 343 m.
Grado de dificultad: Medio.
Tipo de terreno: Muy homogéneo, senda tierra y pedregoso.
-----

8/18/2019

FEDERICO GARCÍA LORCA (1898 - 18-ag.-1936)
Encina
 


1919

Bajo tu casta sombra, encina vieja,
quiero sondar la fuente de mi vida
y sacar de los fangos de mi sombra
las esmeraldas líricas.

Echo mis redes sobre el agua turbia
y las saco vacías.
¡Más abajo del cieno tenebroso
están mis pedrerías!

¡Hunde en mi pecho tus ramajes santos!
¡oh solitaria encina,
y deja en mi sub-alma
tus secretos y tu pasión tranquila!

Esta tristeza juvenil se pasa,
¡ya lo sé! La alegría
otra vez dejará sus guirnaldas
sobre mi frente herida,
aunque nunca mis redes pescarán
la oculta pedrería
de tristeza inconsciente que reluce
al fondo de mi vida.

Pero mi gran dolor trascendental
es tu dolor, encina.
Es el mismo dolor de las estrellas
y de la flor marchita.

Mis lágrimas resbalan a la tierra
y, como tus resinas,
corren sobre las aguas del gran cauce
que va a la noche fría.
Y nosotros también resbalaremos,
yo con mis pedrerías,
y tú plenas las ramas de invisibles
bellotas metafísicas.
No me abandones nunca en mis pesares,
esquelética amiga.
Cántame con tu boca vieja y casta
una canción antigua,
con palabras de tierra entrelazadas
en la azul melodía.

Vuelvo otra vez a echar las redes sobre
la fuente de mi vida,
redes hechas con hilos de esperanza,
nudos de poesía,
y saco piedras falsas entre un cieno
de pasiones dormidas.

Con el sol del otoño toda el agua
de mi fontana vibra,
y noto que sacando sus raíces
huye de mí la encina.

-----

12/28/2018

Y. SÁNCHEZ
El hombre que se enfrentó a la Seca, 2010
Este artículo tiene unos años pero no han cambiado demasiado las circustancias de los problemas de la dehesa.
     Francisco Volante tiene sus fincas de El Alcornocal y Alcornosilla como un vergel. Son 50 hectáreas de encinas y alcornoques en el término municipal de El Cerro de Andévalo que parecen haber creado una burbuja que frena la voraz Seca, esta plaga lleva décadas asolando la dehesa onubense y la del resto de la península.
     Las dehesas del Andévalo están en uno de los focos más castigados por la Seca, que también ha causado estragos en la Sierra, el Condado y Doñana. Una plaga que ha afectado a 216.000 de las 240.000 hectáreas de la provincia y que viene destruyendo en la península una media de 1.500 hectáreas al año.
     Este hombre, de campo, confiesa que se le caían las lágrimas cuando veía las encinas ennegrecerse y caer al suelo de un año para otro o, incluso, en unos meses. Más que ponerse a buscar soluciones a lo que creía irremediable, se marcó el firme propósito de recuperar la vida que, desde niño, conoció en los campos familiares. Aves e insectos habían desaparecido o quedaban de forma testimonial, "en el campo había silencio y eso significa muerte", explica.
     Su propósito le ha llevado a encontrar una forma de ayudar a los árboles afectados por la Seca a recuperarse. El proceso comienza por colocar nidos de pájaros para atraer a las aves insectívoras que, normalmente, han poblado las dehesas de su pueblo. Empezó con dos cajas de nidos, que el primer año no tuvieron inquilinos. Lejos de desanimarse, insistió y el segundo año logró que anidaran dos parejas de herrerillos, con 7 crías entre ambas. Quince años después sigue colocando nidos fabricados por él mismo y ayuda a sus vecinos a hacer lo mismo, "sólo cobro lo que cuestan las pajareras", señala.
     Francisco Volante explica que la solución contra la Seca pasa por devolver al ecosistema del bosque mediterráneo su hábitat natural. Este se ha ido perdiendo con el paso de los años. A su juicio, una combinación adecuada de pájaros insectívoros, abejas, avispas y murciélagos ayuda a mantener el equilibrio natural que desde siempre ha existido en las dehesas de su pueblo.
     Este argumento, simple sobre el papel, no lo es tanto en la práctica. Volante ha pasado años observando y haciendo un seguimiento concienzudo de los nidos y colmenas de su fincas, hasta sacar conclusiones claras. En un cuaderno de media cuartilla anota cualquier incidencia, la especie que habita, las crías... "Tampoco hay que pasarse todos los días, pero un par de veces cada dos o tres meses, es conveniente", dice. Es por eso que Volante sale siempre con una vara de casi tres metros en la mano para bajar y subir los nidos de las encinas.
     Estima que para empezar a recuperar cualquier finca se tienen que colocar 1 o 2 nidos por hectárea. Esto es suficiente para empezar a facilitar el anidamiento de pájaros y murciélagos, además, hay que tener colmenas y favorecer la aparición de avispas y arañas. "Todo depende de la masa foliar de los árboles" porque la naturaleza no es matemática pura, apunta Volante.
     En su finca tiene claros ejemplos del trabajo que ha desarrollado durante los últimos 15 años. Muestra zonas donde apenas asoman media docena de tocones de árboles que se perdieron con la Seca, "los corté todo lo que pude porque me ponía malo al verlos. En esta zona los árboles estaban tan juntos que en verano todo era una sombra". No es la única zona donde se instaló la Seca, afectó a más partes de la finca. Volante quemó los troncos que quedaron devastados por los agentes que causan la enfermedad y conservó todo árbol que consideró que no estaba completamente perdido. En la finca quedan algunos troncos ennegrecidos con tallos verdes que empiezan a tener bellotas gordas y hermosas. Todavía se pueden ver los surcos que traza el gusano del cerambyx welensii, uno de los insectos que los científicos han identificado como causante de la Seca junto al hongo phytophthora cinnamomi.
     Francisco Volante conoce a estos dos protagonistas, "han estado aquí toda la vida". Incluso tiene disecado un ejemplar adulto de cerambyx, un escarabajo. "Creo que los árboles más débiles son víctimas fáciles de ambos, cuando el resto de las especies que los controlaban, sus depredadores naturales, han desaparecido. Yo, lo único que he hecho ha sido tratar de recuperar el equilibrio entre especies, la naturaleza por sí misma hace el resto", apunta. "La naturaleza está deseando que le echemos una mano", añade.
     Según su experiencia, el equilibrio está en contar con un 80% de distintas aves insectívoras como el herrerillo común, capuchino, el trepador azul, el carbonero común, el agateador común o el gorrión molinero; entre un 5 y un 10% de murciélagos, que son los depredadores nocturnos; y en una proporción similar las abejas y avispas. Estas especies junto a la localización diseminada de puntos limpios de agua y una gestión ganadera adecuada de las dehesas, hacen el resto.
     Sobre las podas, Francisco Volante señala que "muy pocas veces he visto a mis mayores podar las encinas, siempre se ha dicho que el árbol es capaz de hacer una poda natural". E insiste en que para estos bosques mediterráneos es importante contar con una buena masa foliar, "espesa y abundante, que caiga hacia el suelo para que sea el mismo árbol el que cree su propia protección para evitar el estrés hídrico durante las temporadas Secas".
     Francisco Volante, que forma parte de los productores ganaderos del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE), ha mantenido entrevistas con los científicos que estudian la Seca. Probablemente sus puntos de vista estén en la misma línea, aunque a Volante le apremia el tiempo. La Seca es una carrera de fondo y él no se quedará sentado a esperar una actuación reglada porque "éste es mi medio de vida", concluye.

-----
     Este modelo de respeto a la biodiversidad tuvo su respuesta por parte de las administraciones por medio del programa Life bioDEHESA que tuvo su dotación económica desde 2012 a 2017, creando una red de 40 dehesas piloto. Contaba con un presupuesto de 7,9 millones de euros, de los cuales la Unión Europea financiaba con 3,9 y el resto estaba a cargo del gobierno andaluz. Además de la Junta de Andalucía, la iniciativa contaba con otros socios colaboradores, entre los que se encuentra el Foro para la Defensa y Conservación de la Dehesa Encinal, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), entre otras.
     Paco Volante abandera un movimiento en favor de la biodiversidad pero lo que no han resuelto las administraciones es el tema de los intermediarios. La bajada de los precios de la carne al ganadero -no al consumidor- obliga a los ganaderos a incrementar el número de animales, lo que conlleva una mayor presión sobre la tierra y su desgaste.
     Paco, el inventor de estos nidos ha dado con una tecla, ahora debe ser Europa y entidades públicas y privadas las que se impliquen en el proceso de recuperación de los precios en la dehesa, pues es prioritario conservarlas y llevar a cabo prácticas que conduzcan a la conservación de este ecosistema.

FUENTE: HUELVA INFORMACIÓN
WEB INTERESANTE: http://www.biodehesa.es/
-----

7/12/2016

JAVIER CONDE 
La "seca" de las dehesas

     Su presencia no es nueva en las dehesas de la Península. Se remonta a décadas atrás y sigue siendo un problema de salud forestal de primer orden. Capaz de devorar hectáreas enteras de bosque mediterráneo.
      La ‘seca’ provoca la muerte de encinas y alcornoques. En realidad la seca es solo el síntoma de una enfermedad que tiene varios agentes. El elemento protagonista por encima del resto es un hongo microscópico llamado fitóftora (Phytophthora). Su presencia provoca la pudrición de las raíces e impide la absorción del agua y de sales minerales del suelo. 
      Explica  Celestina Pérez, ingeniera técnica agrícola del Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal de Extremadura que la fitóftora es un verdadero cáncer para los montes y dehesas de la región. Un patógeno que debilita la raíz hasta la asfixia, que al mismo tiempo favorece que ataque otras enfermedades.
Se ven afectados especialmente encinas y alcornoques, aunque también otras especies como el castaño. A día de hoy siguen sin encontrar un elemento capaz de curar este cáncer más allá de las medidas de precaución. El hongo coloniza diferentes focos de la región, aunque también está con fuerza en Andalucía, Castilla-La Mancha o Portugal.


     Frente a este problema ambiental de primer orden científicos de varias universidades y centros de investigación han unido sus fuerzas para encontrar el antídoto capaz de frenar sus efectos. Un proyecto de investigación con la participación de los centros de investigación agraria de Extremadura y Andalucía: CICYTEX e IFAPA, junto con las Universidades de Extremadura y Córdoba y la empresa Tragsa.
      El grupo de trabajo se pone como meta el control de la enfermedad de la seca y se desarrollará en los próximos tres años, bajo un presupuesto de 496.000 euros financiados por INIA (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria).
Viene de países tropicales
      La fitóftora es originaria de países tropicales y subtropicales, aunque las condiciones más idóneas para su crecimiento se producen con temperaturas entre los 20° y 32°, lo que determina su expansión en el clima mediterráneo según detalla CICYTEX.
     En Extremadura ha encontrado las condiciones idóneas hasta hacerse fuerte en dehesas del Cruce de las Herrerías, en el entorno de Alcuéscar en la provincia cacereña, o la zona de Manchita en Badajoz.
     Uno de los objetivos que se marcan los técnicos es el de hacer un censo real que permita determinar científicamente los focos y su afección mediante medios aéreos. Resulta complejo definir qué porcentaje de la seca afecta a la dehesa, teniendo en cuenta que en Extremadura la superficie alcanza el 31% del territorio regional. Mientras que en Andalucía, también muy afectada por la seca, representa el 16 por ciento.
     También es fundamental en su proyecto la selección de especies que permita repoblar zonas con material genéticamente mejorado, y otras estrategias de control y prácticas culturales, que puedan ser aplicadas por gestores, propietarios de dehesas y técnicos y trabajadores forestales relacionados con este sector, algo que se marca el proyecto de científicos.

Imágenes captadas en el laboratorio de IPROCOR en las que se analiza el comportamiento de la Fitóftora (Phytophthora cinnamomi) / http://iprocor.gobex.es/
      
Un problema que viene de antaño
      La seca es un fenómeno del que hay constancia ya desde finales del siglo XIX, aunque ha tenido una mayor virulencia desde los años 70, cuando ya hay informes que hablan del problema --en esos momentos aún no se había detectado el motivo que podía estar detrás--.
      Es fundamental evitar su propagación porque no existe un antídoto que pare el hongo. Y se da la paradoja de que el agente principal es el ser humano, que puede propagarlo mediante la ganadería, los vehículos, los aperos de laboreo o incluso el propio calzado. Es por ello que  el centro de investigación agrario de Extremadura aconseja a los propietarios una batería de medidas para evitar que sus efectos avancen.
     Uno de los factores que favorece la expansión del hongo es la humedad, siendo un elemento clave para el avance del patógeno. Ante ello se aconseja no realizar trabajos con abundante humedad primaveral.
     Se refiere además la técnico Celestina Pérez a la reducción de la carga ganadera sobre las zonas afectadas, y evitar los movimientos de tierra como el arado en los terrenos afectados. El motivo es que el patógeno está en el suelo y al mover la tierra se puede propagar.
     Otra de las prácticas que puede llegar a ser una verdadera “metralla” es cortar el árbol y arrastrarlo para retirarlo. Un gran error según traslada teniendo en cuenta que así no se llega a retirar la raíz por completo, y también porque al arrastrarlo sobre la tierra se está propagando el hongo. La recomendación es la de no cortar el árbol.
     Del mismo modo hay que tener en cuenta que en ocasiones la planta viene infectada directamente desde el vivero, lo que significa que ya nace herida de muerte. Ya existen dípticos con información y medidas para los viveros, pero lo más importante es que para hacer reforestaciones se tomn precauciones y se haga con viveros de confianza, con garantías.

Las precauciones como modo de propagación

     Ante la ausencia de antídoto son los propios afectados los que tienen que tomar las precauciones. Algo que no siempre ocurre y hace que los síntomas no mejoren. Es como si se le pide a un enfermo de cáncer que tome precauciones y no lo hace, lo que lógicamente se traduce en que la enfermedad empeora. La toma las precauciones implica lógicamente en muchos casos suponen dejar de ganar dinero, pero a la larga puede ser un elemento determinante para parar la seca de la encina según apunta el centro agrario CYCITEX.

INFORMACIÓN 
-----

1/09/2015

GUILLLERMO NARVÁEZ FDEZ. (Badajoz)
Campos de encinas

Sobre la piel recia y parda, sin riegos,
brotan los mantos de verde esmeralda;
las viejas encinas bordan, clavadas,
el bosque extremeño, en calma y sosiego.
Flores menudas, alfombras vivientes,
que en manchas rosas, amarillas, blancas ...
lejos se esparcen; vaivenes les marcan
soplos de vientos, con besos calientes.

Fino plumaje, dorado, que esconde
coro de grillos con trinos de flauta;
ecos punzantes, cercanos, que engañan;
pasos sin rumbo, en ramajes de bronce.

Campos de aroma a tomillo y romero,
bajo sus cielos con soles en llamas;
fríos, lloviznas, tormentas y escarchas;
noches de duendes, plegarias y rezos.
Venas de hierro en la encina extremeña;
brazos retuertos, que portando savia
de raíz en garras, por resecas ramas,
nutren copones de hojas verdinegras.

Graba recuerdos el campo extremeño
entre sus palios de encinas salteadas.
Llora un misterio, con dulce balada,
cuando, al ocaso, se muere el sol...  lejos.

-----

1/03/2015

JOAN MANUEL SERRAT (Barcelona, 1943)
A una encina verde

...Y de haber nacido en la tierra baja
pudo ser timón y volverse al mar.
Pudo ser rueda y ver mundo,
ser mango, cuna o altar.

Pudo ser ceniza y humo
o pudo, simplemente, no haber nacido
donde manda el roble, pero ahí nació
desafiando las reglas,
consentida por el sol.
Más cerca de las estrellas.

De abrazarse al suelo,
a pelear la tierra
con los aguaceros,
de rellenar grietas
con bojes, tomillos y enebros,
de andar huyéndole al hacha
que el amo blande ligero...,
nudos amargos duelen en tus maderas,
encina verde.

Que tus contornos te quieran,
que te respete la muerte.
Que es bueno que cuando el haya enrojece
y los caminos mudan de color,
entre esqueletos de robles,
salpiques con tu verdor
las palideces del bosque.


-----

12/20/2013

JACINT VERDAGUER (1845-1902)
L’alzina del Passeig de Gràcia 
 
Publicat per primera vegada el 10 de juny de 1903 al diari La Veu de Catalunya

1908, Ciutadans posen davant l'alzina del Passeig de Gràcia després d'haver estat tirada a terra
    Filla de les muntanyes, ¿qui t’ha plantada ací a la vora d’un passeig i enmig l’eixamplament de la ciutat? Ben segur que ningú. Ets un record de les antigues boscúries que baixaven del Tibidabo, una borla del seu mantell de setí verd que arribava fins prop de la mar.
     La Providència t’ha deixada enmig de la nova Barcelona per recordar-li que fou un prat, com els empresaires de les vies fèrrees deixen un montorull de terra de cada desmont, com a testimoni de la feinada feta que diu als viatgers: “mirau on érem i on som”.
    Mes, no t’anyores aquí tota sola? ¿No trobes a faltar les teves germanes que estan lluny d’ací a l’altra banda de Collserola o del Montseny, renyides amb aqueixa civilització que et migra, t’escanyoleix i et deshonra?
     ¿No enyores aquelles immenses ramades d’ovelles que davallaven mandrosament de la collada, com una congesta que esquitlladissa rossola i camina envers la plana? Elles cercarien la teva ombra emparadora i el teu patriarcal redós i amb sos bels planyívols et donarien “grans mercès”.
     ¿No enyores aquells pastors que semblaven fets de la teva fusta, amb els esclops ferrats als peus, amb la barretina al cap i coberts amb la samarra feta de la pell de bestiar de llana que pastura? Allà tu series la seva amiga i confident; tu els faries de casa, tu series la seva llar. En les llargues i adormidores pluges de l’hivern tu els faries de sopluig; i en els temperis de l’estiu els serviries de parallamps i de cabanya...
     Pobra filla de l’afrau, com t’avindràs tu a la titànica moda ciutadana? Aquí tots els arbres, inclinant el cap una vegada a l’any al llenyataire, com les ovelles a la tisora del tonedor, es deixen tondre i esporgar dels brots sobrers o no sobrers, per la destral cruel. Aquí no es permet que els arbres tinguen grops o berrugues, ni que prenguen males jeies impròpies d’arbres civilitzats de jardí.
     I tu, bosquerola com ets, sabràs seguir, punt per punt, totes aqueixes molestoses etiquetes? I si les sabesses seguir, ¿ja podria amb la teva embardissada cabellera la podadora, que és la pinta de l’esporgador?
     Arbre muntanyenc, ¿ja sabràs formar entre els arbres de viver? Almogàver indòmit, ¿ja sabràs posar-te de filera amb aqueixa tropa de plàtans, novella, polida, endiumenjada i fatxendera?
     Tots aqueixos atletes de parada han estat i són encara criats amb biberó; cap d’ells no beu, com tu, la llet i la força de la mamella de la mare terra; ¿ i tu et resignaràs a abeurar-te, com ells, amb l’aigua d’una manguera?La manguera que t’hauria de regar a tu és la dels núvols, és la del temporal que trona, udola i llampegueja baixant dels Pirineus.
    ¿Quina sava trobaràs tu en aquest passeig empedreït i arenívol? Ton camp és un altre; ton camp és una vessant de muntanya on pugues enfonsar les arrels fins a les entranyes de la terra.
    El reguer que hauries de veure als teus peus és un xaragall cobert d’espessa bardissa; els seients que hi hauries de tenir són els marges herbosos; els teus veïns haurien d’ésser els esqueis i les cingleres.
     A tu no et convenen pas els aires pestilents de la ciutat: respiraries millor l’aire lliure de l’obaga. Allí te’n farien d’afalacs els tramuntanals de tres dies; te’n dirien de coses les llevantades de vuit dies i vuit nits. Allí la tempesta escabellada et bressaria entre sos negres braços i el rúfol torb et cantaria la non-non com una mare a un noiet de quatre mesos per què s’adormi.
  
La nova alzina
   Aquí sempre seràs una forastera, una estranya, un arbre de res, mirat de reüll per tots els partidaris de la simetria i de l’uniformisme. Aqueix costum que tens de guardar les fulles d’un any per l’altre aquí no és seguit per gairebé ningú. Si vols que t’ho diga clar, això fa pobre. Aquí els arbres menys luxosos, fins els més estalviadors, estrenen un vestit de fulla verda i flamanta cada primavera, i ells mateixos faran córrer que tu no tens sinó un trajo per presentar-te al públic.
     Això d’ésser jove a cent anys, això de no envellir mai, aquí tampoc no s’estila entre els arbres. Els del Passeig fan com els homes que van amunt i avall a la teva ombra: viuen depressa i corrents, i a vint-i-cinc anys ja són vells i a trenta són decrèpits.
     Tu arribes a la vida ara tot just, i ¿quantes vegades els veieres canviar en aqueixa via? ¿Quantes els veuràs canviar encara si et deixen envellir?
     Mes, si creixes gaire, si eixamples gaire la teva copa, no et deixaran pas morir de velluria… et faran la corretgeta.

-----
Barcelona rindió homenaje a Verdaguer en el paseo de Gràcia con una inscripción con parte de la anterior prosa y unas baldosas que simulan la sombra de aquel recuerdo. La encina en que se fijó Verdaguer era un ejemplo más de la poca vegetación de bosque que todavía subsistía en años del poeta. Alrededor de 1890 vivía arraigada delante del palacete de la familia Robert, donde actualmente está situado el Palau Robert.
Estaba rodeada de una hilera de plataneros, que le llamó la atención por ser el último reducto del bosque que unía Gràcia con Barcelona. Se preguntaba Verdaguer, en una especie de paralelismo entre él mismo y el árbol, ya que Verdaguer era hijo de montaña y se sintió forastero en la gran ciudad. "Verdaguer tenía este conflicto romántico que enfrenta la naturaleza y la ciudad", explica Narcís Garolera, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra y experto en la obra de Verdaguer.

"Vídeo Alzina"


3/24/2013

GABRIELA MISTRAL (Chile, 1889-1957)
La encina

                                                                 A la maestra señorita Brígida Walker
                               I

Esta alma de mujer, viril y delicada,
dulce en la gravedad, severa en el amor,
es una encina espléndida de sombra perfumada,
por cuyos brazos rudos trepara un mirto en flor.

Pasta de nardos suaves, pasta de robles fuertes,
le amasaron la carne rosa del corazón,
y aunque es altiva y recia, si miras bien adviertes
un temblor en sus hojas que es temblor de emoción.

Dos millares de alondras el gorjeo aprendieron
en ella, y hacia todos los vientos se esparcieron
para poblar los cielos de gloria. ¡Noble encina,

déjame que te bese en el tronco llagado,
que con la diestra en alto, tu macizo sagrado
largamente bendiga, como hechura divina!


                                  II

El peso de los nidos ¡fuerte! no te ha agobiado.
Nunca la dulce carga pensaste sacudir.
No ha agitado tu fronda sensible otro cuidado
que el ser ancha y espesa para saber cubrir.

La vida (un viento) pasa por tu vasto follaje
como un encantamiento, sin violencia, sin voz;
la vida tumultuosa golpea en tu cordaje
con el sereno ritmo que es el ritmo de Dios.

De tanto albergar nido, de tanto albergar canto,
de tanto hacer tu seno aromosa tibieza,
de tanto dar servicio, y tanto dar amor,

todo tu leño heroico se ha vuelto, encina, santo.
Se te ha hecho en la fronda inmortal la belleza,
¡y pasará el otoño sin tocar tu verdor!


                                  III

¡Encina, noble encina, yo te digo mi canto!
Que nunca de tu tronco mane amargor de llanto,
que delante de ti prosterne el leñador
de la maldad humana, sus hachas; y que cuando
el rayo de Dios hiérate, para ti se haga blando
y ancho como tu seno, el seno del Señor!

-----

7/14/2012

JOACHIM DU BELLAY (France 1522-1560)
Les antiquités de Rome

Qui a vu quelquefois un grand chêne asséché,
Qui pour son ornement quelque trophée porte,
Lever encore au ciel sa vieille tête morte,
Dont le pied fermement n'est en terre fiché, 


Mais qui dessus le champ plus qu'à demi penché
Montre ses bras tout nus et sa racine torte,
Et sans feuille ombrageux, de son poids se supporte
Sur un tronc nouailleux en cent lieux ébranché :


Et bien qu'au premier vent il doive sa ruine,
Et maint jeune à l'entour ait ferme la racine,
Du dévot populaire être seul révéré :


Qui ta chêne a pu voir, qu'il imagine encore
Comme entre les cités, qui plus florissent ore,
Ce vieil honneur poudreux est le plus honoré.

-----

1/14/2012

ALPHONSE DE LAMARTINE (Francia, 1790-1869)
Le chêne 

Voilà ce chêne solitaire
Dont le rocher s’est couronné,
Parlez à ce tronc séculaire,
Demandez comment il est né.
Un gland tombe de l’arbre et roule sur la terre,
L’aigle à la serre vide, en quittant les vallons,
S’en saisit en jouant et l’emporte à son aire
Pour aiguiser le bec de ses jeunes aiglons ;
Bientôt du nid désert qu’emporte, la tempête
Il roule confondu dans les débris mouvants,
Et sur la roche nue un grain de sable arrête
Celui qui doit un jour rompre l’aile des vents ;
L’été vient, l’Aquilon soulève
La poudre des sillons, qui pour lui n’est qu’un jeu,
Et sur le germe éteint où couve encor la sève
En laisse retomber un peu !
Le printemps de sa tiède ondée
L’arrose comme avec la main ;
Cette poussière est fécondée
Et la vie y circule enfin !
La vie ! à ce seul mot tout œil, toute pensée,
S’inclinent confondus et n’osent pénétrer ;
Au seuil de l’Infini c’est la borne placée ;
Où la sage ignorance et l’audace insensée
Se rencontrent pour adorer !
Il vit, ce géant des collines !
Mais avant de paraître au jour,
Il se creuse avec ses racines
Des fondements comme une tour.
Il sait quelle lutte s’apprête,
Et qu’il doit contre la tempête
Chercher sous la terre un appui ;
Il sait que l’ouragan sonore
L’attend au jour !.., ou, s’il l’ignore,
Quelqu’un du moins le sait pour lui !
Ainsi quand le jeune navire
Où s’élancent les matelots,
Avant d’affronter son empire,
Veut s’apprivoiser sur les flots,
Laissant filer son vaste câble,
Son ancre va chercher le sable
Jusqu’au fond des vallons mouvants,
Et sur ce fondement mobile
Il balance son mât fragile
Et dort au vain roulis des vents !
Il vit ! Le colosse superbe
Qui couvre un arpent tout entier
Dépasse à peine le brin d’herbe
Que le moucheron fait plier !
Mais sa feuille boit la rosée,
Sa racine fertilisée
Grossit comme une eau dans son cours,
Et dans son coeur qu’il fortifie
Circule un sang ivre de vie
Pour qui les siècles sont des jours !
-----


10/30/2011

SOSTENIBILIDAD - Teruel

SOSTENIBILIDAD
La trufa de Sarrión (Teruel)

Teruel, su naturaleza agreste y su gente siempre me han atraído como un imán. Es ímprobo el empeño de sus gentes por conseguir el sustento. De ahí el éxodo que está sufriendo el campo, con el mismo esfuerzo, en otros lugares consiguen una mayor compensación, pero... un gran cambio se está produciendo en Teruel, Soria, Guadalajara, ... 
Plantaciones en diferente etapa de crecimiento
      Los antiguos encinares fueron transformados en campos de cereal, dando unas exiguas espigas. Ahora se están transformando en ordenados encinares. Esta nueva cubierta forestal de encina inoculada con micorriza Tuber melanosporum (trufa negra) está dando esperanza y una renta adecuada a las gentes que allí habitan. Están fijando la población rural.
El año pasado contacté con Jose Rozalén, uno de los pioneros del cultivo de la trufa negra. Me ha permitido hacerle unas preguntas que, espero, nos aclaren el proceso.
      Estamos en sus viveros, “más limpios que una patena”, en el pueblo de Sarrión. Este hombre de 60 años, es un cimarrón que se ha hecho a sí mismo. Me explica, con la preciosa visión de sus 30.000 plantones, que nunca ha trabajado en otra ocupación que en la trufa, bien recogiéndola en régimen de alquiler en encinares silvestres, bien trabajando en Francia en viveros y encinares (siempre con los ojos bien abiertos), o en sus propios campos de encina trufera y viveros.
      Se le saltan las lágrimas al contarme el gran placer que siente cuando regresan sus dos hijas y junto al hijo que trabaja con él, van al campo y se reparten el trabajo. Es un duro trabajo porque no olvidemos que nos encontramos a 1000 metros de altitud, es pleno invierno y hay que recorrer los campos en busca de ese oro negro, con la inestimable ayuda de sus queridos perros.
      Sólo quedan quince días para el inicio de la campaña de recogida de trufas. Me adelanta que, probablemente, será un año escaso por la adversa climatología, pero confía en que los riegos programados den su fruto. Las gentes del campo no dejan de mirar el cielo.
Lucero (fotos de José)
                                  -----
Estos son los datos técnicos que me facilita para que comprendamos la dimensión del proceso, datos orientativos, ya que la agricultura no es una ciencia exacta y en ella influyen infinidad de factores.

La tierra: Debe tener un ph en torno al 7,5-8, calcárea, máximo de 40% de arcilla, escasa materia orgánica (2-10%), bien drenada, debe evitarse la orientación norte y la pendiente máxima no debe exceder el 15%. El terreno con pendientes más pronunciadas siempre facilitará el paso de fauna salvaje, ya que los campos cultivados estarán vallados.

Tratamiento de la parcela: La parcela, previamente, tiene que estar cultivada con cereales o leguminosas. Si la parcela ha estado cubierta de árboles o matas, han de arrancarse las raíces y cultivarla con cereal o leguminosa para destruir posibles hongos que compitan o destruyan nuestro cultivo. Después se tiene que realizar una labor profunda, una labor superficial y un allanamiento.

Los huéspedes asociados: Los huéspedes que forman micorrizas con Tuber melanosporum son encina (Quercus ilex sp. Ilex, Q. ilex sp. ballota), robles (Q. faginea, Q. pubescens), coscoja (Q. coccifera), avellano (Corylus avellana), cistos y jaras (Cistus albidus, C. incanus, C. laurifolius, C. salvifolius) y algunas especies de los géneros Pinus, Larix, Cedrus, Betula, Carpinus, Tilia, Ostrya, Populus, Fagus, Castanea, Salix y Fumana. El huesped dependerá del terreno.

¿En qué consiste la simbiosis?: El árbol se ve favorecido en una mayor capacidad de captación de agua y nutrientes del suelo ya que el hongo amplía la superficie de terreno ocupada por la raíz del vegetal, también el hongo ejerce un papel protector sobre la raíz frente a invasiones patógenas, etc. El hongo aprovecha para su crecimiento y desarrollo azúcares y diferentes elaborados fotosintéticos que el árbol produce a través de la clorofila verde con la energía del sol (función fotosintética). Los hongos no poseen partes verdes y no pueden realizar la fotosíntesis.

Las bellotas: Se recogen, se seleccionan y se “preparan”, sembrándose en bandejas. En ése se preparan entiendo que hay una germinación controlada.

La micorrización: Se realiza en el vivero con esporas propias. El proceso es una cuestión particular. Cuando los pequeños árboles tienen entre uno y dos meses se repican, se les inocula el hongo y se plantan en bolsas individuales.

Los plantones: Hay que comprar plantones en viveros que garanticen al menos el 20% de inoculación. Siempre se busca el más alto grado de inoculación pero es normal que los plantones al pasarlos a la tierra superen el % de su inoculación inicial. El alcanzar más del 70% de inoculación es muy difícil. 
La Administración realiza controles a los plantones cuando éstos tienen entre 1 y 2 años.

Edad de los plantones para plantarlos: Se plantan con dos años y con altura de entre 20 a 40 cm. Los plantones con más edad también pueden plantarse pero requieren más cuidados porque la adaptación al terreno es peor.

Modo y época de plantación: Se plantan de noviembre a marzo, según la climatología del lugar.
Se marcan sobre el terreno (con cañas o listones de madera) los puntos donde se va a localizar cada planta. El suelo debe estar mullido de modo que basten pocos golpes de azada para abrir un hoyo suficiente (30x30x30cm) para la colocación de la planta. Se deja que se airee unos días. La planta se extrae del contenedor con cuidado para que no se deshaga el cepellón, se coloca en el hoyo y se rellena con tierra. Se realiza una presión (con los pies) alrededor de la planta para evitar bolsas de aire, se realiza un alcorque de 50 cm de diámetro alrededor de la planta para poder incorporar agua y se coloca un protector. Finalmente se regará la planta, incluso aunque haya sazón en el terreno, con unos 5-8 litros de agua por planta, para que la tierra haga cuerpo con la planta.
Unas piedras en el alcorque retendrán por más tiempo la humedad y evitarán una insolación excesiva.

Densidad de cultivo: La distancia se establece en 5x5m ó 6x6m, dejando más margen en los extremos para facilitar la maniobrabilidad de los tractores. Por término medio se calculan 400 plantones por hectárea.

Vallado: La valla llegará a 1,5m de alto, con hueco de 10-15.

Abonos: NINGUNO, diferentes experiencias atestiguan la muerte del hongo al disponer el árbol de nutrición más fácil como son abonos orgánicos o químicos. (Ver podas)

Asociación con otros cultivos: NINGUNA. Al tener que realizar una espera de 15 años hasta que los encinas estén en plena producción, siempre se tiene la tentación de realizar cultivos asociados.

Riegos: Se tiene que ayudar a los plantones los primeros años, proporcionando de 10 a 20 litros/m2 cada 20 días, en temporadas de sequía. Los riegos siempre estarán en función de la época y del régimen de lluvias. Conviene medir y llevar un control pluviométrico del terreno, así la intuición estará ayudada por la estadística, sobre todo si se tienen parcelas muy distantes entre sí.

Labores: Ha de evitarse la competencia con otras hierbas, escardando cerca de los plantones o pasando el cultivador a 15cm de profundidad de 2 a 4 veces al año. Si pasamos el cultivador cuando la tierra está con tempero ayudaremos a que la tierra NO se reseque por capilaridad, facilitando la retención de la humedad. En tiempo de recogida de los hongos -de noviembre a marzo- no se realiza ninguna labor mecánica.
Un dicho: “Más vale una entrecabada que una regada”

Poda: Ha de realizarse la menor intervención posible, porque hay una relación directa entre el desarrollo de las ramas y el de las raíces. La poda debe encaminarse hacia una forma de cono invertido para favorecer la aireación del árbol, la insolación de suelo y el paso de los aperos. Cuando se realicen podas se realizarán en periodo invernal. Algunos agricultores trituran los despojos de poda y los distribuyen por el campo.

Tiempo de espera y producción: Siempre que las labores estén bien realizadas se recogen las primeras trufas a los cinco o seis años, llegando a la plena producción a los 15 años. 
Los árboles se calcula que producen a pleno rendimiento durante 35 años.

¿Qué es el efecto quemado alrededor de las plantas?
Al cabo de los 4 o 5 años se puede ver la formación del quemado que será un magnífico indicador, pero aún con incertidumbre, puesto que la trufa no es el único hongo capaz de formar quemados. Es un indicador de que ya habremos salido del túnel (éste tiempo de espera también es conocido como travesía del desierto).

Tiempo de paso por cada árbol: Una vez por semana, máximo 10 días.

Depredadores: Principalmente los jabalíes, zorros y tejones, por eso se vallan.

Ayudas: Desde 1994 hasta el 2009 la ayuda institucional se había encaminado a la implantación de los encinares. Este año la Administración ha pagado la perforación de tres pozos y queda pendiente el tendido de los tubos de distribución.
-----
Datos del pueblo de Sarrión (Valores elásticos)
Más información en el vídeo del "Escarabajo Verde" de TVE

Sarrión (foto del Escarabajo Verde)
Población de Sarrión: 1.100 personas, la mitad que en 1910.
Hectáreas del municipio: 15.000 hectáreas
Hectáreas dedicadas a la trufa: 1.750 hectáreas, el 11,5% del total
Familias que viven por completo de este cultivo: De 25 a 30 familias
Familias que recogen trufas a tiempo parcial: Unas 100 familias
Hectáreas por familia: Para una renta digna se aconsejan unas 20 hectáreas por familia.
Cantidad de kg que se recogen por hectárea al mes: Depende de muchos factores (clima, estado de la tierra, años de la planta, cuidados, agua… etc.)
Total de Kg negociados por semana en España: Depende de la lluvias del año.
Recolección: En la comarca de Sarrión se ha establecido la fecha de recolección del 15 de Noviembre al 15 de Marzo.
Destino de la trufa: Se exporta de 50 al 80% a Francia e Italia, perdiéndose en este proceso el valor añadido de nuestro producto. ¿Quién tomará la responsabilidad de hacer un nombre, una conservera, una postproducción?
¿Y el futuro?: Es de esperar que debido a la difusión y aprecio de la trufa los precios se sostengan, previendo un futuro muy esperanzador.











 
Feria de la trufa en Sarrión: Normalmente es el segundo fin de semana de diciembre.

Recetas con trufa: 

-----