Mostrando entradas con la etiqueta 170 Oceanía y el árbol. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 170 Oceanía y el árbol. Mostrar todas las entradas

12/25/2024

En Te Araroa, el pohutukawa más grande, New Zeland

EL POHUKUTAWA “TE WAHA”

Estructura tipica del Pohutukawa, Emily Place, Aukland

     El ábol Pohutukawa (Metrosideros excelsa) más grande y viejo del mundo se dice que es el llamado Te Waha o Rerekohu, Te Araroa 4087, 20 Moana Parade, New Zeland, North Island. Este monumental árbol, como todos los de su especie, tiene una base compuesta por numerosos troncos (casi nunca rectos), cuya base tiene 18 m de circunferencia, alcanza los 20.3m de altura y un diámetro de copa de 40.3m.
      Esta especie suele crecer hasta los 20 m de altura, con una copa extensa en forma de domo. Su habitat natural son las regiones costeras de la Isla del Norte de Nueva Zelanda, al norte de una línea que se extiende desde New Plymouth (39° S) a Gisborne (39° S).
     
Para los maoríes es un árbol sagrado, ya que crece en los acantilados de «Te Rerenga Wairua o Te Reinga», que significa «lugar de despegue de los espíritus» o donde los espíritus de los muertos abandonan esta tierra. La leyenda nos cuenta que el rojo de las flores proviene de la sangre del héroe mítico Tawhaki, que cayó del cielo para vengar la muerte de su padre y murió. En este cabo se dice que existe un árbol de 800 años de edad que se aferra a los acantilados y que protege la entrada a una cueva sagrada a través de la cual los espíritus pasan en su camino hacia el otro mundo. A partir de este punto los espíritus saltan y bajan por las raíces del árbol, descendiendo a los infiernos en su viaje de regreso.
      Los maoríes hacían algún uso de la madera de pohutukawa, principalmente para pequeños implementos, remos y mazos, ya que el desarrollo del árbol no permite grandes secciones rectilíneas. El pohutukawa florece de noviembre a enero con un pico en el medio del final de diciembre (el verano del hemisferio sur), con brillantes flores carmesí cubriendo el árbol, por lo que tiene el sobrenombre de árbol de Navidad de Nueva Zelanda.

Foto de 1965, Te Waha o Rerekohu, en Te Araroa

     Cuando los europeos llegaron por primera vez a Nueva Zelanda, encontraron que el pohutukawa se extendía desde el cabo Reinga hacia el sur hasta Poverty Bay y Urenui y en las orillas de los lagos de Rotorua. Actualmente se ha plantado en la mayor parte de Nueva Zelanda, principalmente en zonas cercanas al mar.
     Los primeros europeos utilizaron ampliamente el
pohutukawa para los segmentos curvos de las estructuras de los barcos, que hizo que se talaran las áreas adyacentes a los astilleros. La madera es difícil de trabajar en seco, por lo que se trabajaba en verde, lo que generaba problemas cuando se secaba (Clifton). Cuando se pudieron obtener longitudes rectas, se utilizó para pilotes, largueros, tablones de puentes, muelles y vigas de minería.
     Hoy en día es en la tradición y la nostalgia donde el pohutukawa desempeña el papel más importante en las vidas de los neozelandeses, ya que las imágenes del árbol aparecen en en fotografías, pinturas y tarjetas navideñas, obras de teatro, poemas e, incluso, en los títulos de las novelas de Mills & Boon (Project Crimson).  

     Burstall y Sale (1984) contienen registros de los pohutukawa mas grandes. Algunos de ellos se enumeran a continuación: (Diámetro del tronco - Altura - Diámetro de la copa)
  • Mangonui 3.24 - 18 - 36.5
  • Tiritiri Matangi 3.20 - 25 - 52
  • Isla Mayor 3,22 - 17,4 - 36,5
  • Te Araroa 6.46 - 20.3 - 40.3
  • Lower Hutt 2,40 - 14,6 - 15 [plantado ca. 1860]
  • New Plymouth 2,27 - 20,2 - 19,1 [plantado en 1874]
     La madera es de un intenso color marrón rojizo, pesada, compacta y de gran resistencia. Tiene fama de ser duradera y resistente al gusano marino teredo. Como ya se indicó es más fácil trabajar cuando está verde, aunque a menudo se encoge más tarde. (Clifton)
     El principal problema de la madera es que el hábito de crecimiento del árbol hace casi imposible obtener piezas largas y rectas. Si bien no parece haber datos publicados sobre las propiedades madereras de pohutukawa, sí existen detalles sobre "el rata del norte
" (Metrosideros robusta), que serían similares al pohutukawa.
 foto cenital de Te Waha
  • Densidad: 880 kg/m³ (500 kg/m³)
  • Contenido de humedad: 70% (130%)
  • Contracción tangencial de verde a 12% mc 6,9% (4,7%)
  • Contracción radial 3,8% (2,2%)
  • Módulo de ruptura 114 MPa (90Mpa))
  • Módulo de elasticidad 21,2 GPa (9 Gpa)
     Debido a sus propiedades de resistencia, densidad y supuesta durabilidad, existen buenas razones para considerar el cultivo del pohutukawa como árbol maderable. El inconveniente, por supuesto, es su aparente incapacidad para crecer como un árbol recto de un solo tronco. La evidencia anecdótica sugiere que existen pohutukawa rectos y de tallo único, aunque pueden ser híbridos con rata del norte (Metrosideros robusta). Hay indicios de que puede ser posible seleccionar árboles padre con las características requeridas de rectitud y crecimiento erguido y cultivar plántulas a partir de ellos, espaciados lo suficientemente cercanos como para estimular el crecimiento erguido.
Te Waha
Referencias:
Burstal SW y Sale EV 1984. Grandes árboles de Nueva Zelanda
Clifton NC 1990. Maderas de Nueva Zelanda
Pardy GF, Bergin DO y Kimberley MO 1992. Estudio de plantaciones de árboles nativos. VIE Boletín 175
Proyecto Crimson 1999 La biblioteca viviente. http://www.projectcrimson.org.nz/living_library.html
https://luzbel524.wordpress.com/2019/12/26/pohutukawa-el-arbol-sagrado-de-nueva-zelanda/
https://www.tanestrees.org.nz/site/assets/files/1067/newsletter_37.pdf
https://www.youtube.com/watch?v=IB4NVZaBRpI
-----

12/22/2024

En los jardines Fitzroy de Melbourne, Australia (The fairy tree)

OLA COHN (1892-1964)
El árbol de las hadas

Diversas criaturas que representan hadas, enanos, gnomos, burros y una variedad de animales y aves australianos, trepan por el tronco de un antiguo Red Gum, un árbol que deleita a nuestro niño interior. Parece que se hubieran escapado de las páginas de un libro de cuentos y hubieran aterrizado sobre la corteza áspera y nudosa un viejo y seco tronco. Este caprichoso tronco del árbol es obra de Ola Cohn, escultora y autora de libros para niños.
     Ola Cohn nació en Bendigo en 1892 y estudió en el Swinburne Technical College de Melbourne, antes de ganar una beca para estudiar con el escultor Henry Moore en el Royal College of Art de Londres. Cohn expuso ampliamente en Europa, especialmente en Inglaterra, antes de regresar a Australia en 1930, donde estableció su estudio en Collins Street en Melbourne.
     Inspirándose en el Elfin Oak de Ivor Innes, ubicado en Kensington Gardens, Londres, de 1931 de 1934 talló
su colección de criaturas en el tocón de un árbol seco del Jardín Fitzroy, para celebrar el centenario del Estado de Victoria. Sufrió y superó las incomodidades de las condiciones climáticas, las picaduras de mosquitos y abejas –el viejo árbol era su hogar– y repetidos actos de vandalismo en la obra. Una vez terminada, en mayo de 1934, el árbol fue regalado a los niños de la ciudad. Cohn dijo que talló el árbol "principalmente para las hadas y para aquellos que creen en ellas. Porque entenderán lo necesario que es tener un santuario de hadas, un lugar que sea sagrado y seguro como debe ser un hogar para todas las criaturas vivientes". 


     Posteriormente este trabajo sobre el árbol le inspiró su libro The Fairies' Tree. Para realizar el "Árbol de las Hadas", Cohn se inspiró en The Elfin Oak de Ivor Innes, ubicado en Kensington Gardens, Londres.
     En 1977 el tronco fue extraído de la tierra para realizarle un tratamiento químico, eliminarle la madera podrida y asentarlo sobre una base de hormigón. Cerca del árbol puedes ver el pueblo Tudor en miniatura y visitar el Captain Cook's Cottage. Hoy en día el tronco sigue recibiendo periódicos tratamientos de conservación.
     El talento y las habilidades de Cohn fueron reconocidos con un OBE (Excelentísima Orden del Imperio Británico), que le fue otorgado en 1965 por "servicios prestados al servicio del arte", especialmente escultura.

Información:
Aquí podéis ver infinidad de fotos del tronco y su hadas...
https://citycollection.melbourne.vic.gov.au/fairies-tree/
https://www.london-walking-tours.co.uk/secret-london/elfin-oak.htm
Fotos del autor del blog

                                                         -----

6/03/2024

Árboles canoa (1), del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
Los árboles de canoa (1de2)

Foto 1 - 1890

Foto 2 - 1988
Con esta extraordinaria serie de tres fotos (cuyo uso me ha autorizado el señor Trevor Thomas y al cual agradezco su generosidad) se puede ver y entender lo que en Australia es un “árbol de canoa”. Se trata de árboles a los que los aborígenes australianos quitaron en su momento pedazos de corteza para la creación de canoas, refugios, escudos, coolamons* y algunos otros usos.  
     La corteza, en tramos lisos y libres de ramas, se cortaba con hachas de piedra, llegando hasta la albura y luego se despegaba con cuidado. Se empleaban para ello, como no, los árboles propios de Australia como son los eucaliptos, especialmente el llamado allí “chicle rojo” (Eucaliptus camadulensis), que pueden pasar perfectamente de los 20 metros de altura y cuya corteza llega a ser de 3 cm de grosor. Después de cortada la corteza debía ser preparada y curada, siguiendo para ello los métodos y costumbres nativas. Las canoas duraban, en el mejor de los casos, unos cuatro años, y las más grandes solían ser para dos personas, para uso en ríos, lagos y mar en calma. Con la llegada de los europeos esto cambió y la llegada de nuevas técnicas apartó las canoas de corteza del uso tradicional.
      Volviendo a las fotos, la foto 2 en color fue tomada en 1988 a la orilla del río Murray, cerca de Blanchetown (una población llamada así en honor de Lady Blanche Macdonell, esposa de un gobernador de Australia de sur en el siglo XIX), a unos 130 km de Adelaida. La foto 3 corresponde a 2017, cuando el señor Trevor Thomas volvió al mismo lugar y fotografió de nuevo el árbol, sin embargo lo más interesante es tener la foto 1 de ese mismo árbol, tomada en 1890 y que fue incluida en el libro “Bark Canoes of the Murray Valley” de Robert Edwards, publicado en 1972. 
     Nadie sabe cuándo se quitó la corteza de este árbol, pero el señor Thomas estima que hace entre 250 y 300 años, siendo la edad actual de este eucalipto entre 500 y 600 años. Se estima que, con anterioridad a la llegada de hombres blancos, el territorio estaba ocupado por el pueblo Ngarrindjeri, el pueblo aborigen australiano de la parte baja del río Murray, pero ni siquiera en esto hay acuerdo, algunos opinan que eran un grupo de hasta 18 clanes territoriales, con parentesco cultural, pero sin unidad política. Fuesen Ngarrindjeri o no, lo cierto es que fueron los nativos locales quienes hicieron una canoa a partir de este árbol.

Recipiente multifunción de lados curvos

Foto 3 - 2017

-----

8/07/2022

Herbig Family Tree, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
El árbol de los Herbig
 
En 1828, en Grünberg, un pueblo que hoy pertenece a Polonia, nació Friedrich Herbig, un sastre que con 27 años, en 1855, emigró a Australia. Era uno de los 110 pasajeros que navegaban en un barco que realizaba su segundo viaje a la colonia de Australia del Sur, a donde llegaron en el mes de octubre. Semanas después empezó a trabajar en una lechería, en la zona de Adelaide y, para ahorrar el poco dinero que tenía, se instaló a vivir en la gran base ahuecada de un nudoso eucalipto rojo (Eucalyptus camaldulensis) que hoy mide 6 metros en su parte más ancha y tiene 21 metros de altura y al que se le estiman de 300 a 500 años. Lo creyó conveniente porque la abertura a la oquedad miraba en la dirección opuesta a la dirección de la lluvia,  estaba a orillas de un arroyo y a 1,5 km de la lechería donde trabajaba. Consiguió arrendar 32 hectáreas de terreno en la zona donde estaba el árbol y sembró trigo, mientras continuaba con su trabajo en la lechería. Después de once años conseguió comprar ese terreno.  
     Al año siguiente de la llegada de Friedrich, y también desde Alemania, llegó al puerto de Adelaide Caroline Rattey de 16 años, acompañando a sus tíos. Todos eran analfabetos y durante un tiempo se establecieron en un área donde había otros colonos alemanes. Al año siguiente, los tíos se marcharon a vivir a otra zona, pero Caroline se quedó porque había encontrado trabajo como empleada doméstica cuidando a unos niños. Estando en la casa, fue víctima de un intento de robo y de asesinato (por asfixia y ahorcamiento) por parte de un desconocido que nunca pudo ser apresado. Caroline sobrevivió milagrosamente a tan truculento episodio y después se marchó a vivir con sus tíos a la zona llamada Black Springs, donde conoció a Friedrich Herbig y donde se casaron el 27 de julio de 1858. El pastor que les casó, fue uno de los primeros graduados del primer seminario luterano en el hemisferio sur para la formación de pastores (el "seminario" donde estudiaban era una cabaña, que aún hoy se conserva en el museo de la iglesia).  
     Caroline y Friedrich comenzaron a vivir juntos en la casa del árbol. En septiembre de 1860, después del nacimiento de su segundo hijo, decidieron que necesitaban más espacio, por lo que se mudaron a una cabaña de pino y arcilla de dos habitaciones, con techo de paja, que Friedrich construyó a unos 370 metros río arriba del árbol y, cuando la familia siguió creciendo, construyó una cabaña de piedra. En diciembre de 1864 se les unió la madre de Friedrich y en 1867, este hizo su último pago por su tierra, en la que había trabajado durante tanto tiempo, y de la que ahora podía decir que era suya. Él y Caroline ahora tenían una nueva casa, seis hijos y desde que comenzó como comerciante de paja, la familia Herbig había crecido aún más, en tamaño y activos. Friedrich aprendió inglés por sí mismo con la ayuda de un diccionario alemán-inglés. Compraron más tierra, y finalmente llegaron a poseer más de 400 hectáreas, plantaron más cultivos, incluidas vides, y también siguieron teniendo hijos. Para cuando los Herbig celebraron su vigésimo quinto aniversario de bodas, tenían catorce hijos y esperaban el número quince. La última hija, que hacía el número dieciséis, nació el 3 de julio de 1885. 
     En 1859, se formó en la zona una congregación luterana llamada Friedensberg ("Colina de la paz") en la que los servicios religiosos se hacían en casas particulares hasta que se construyó la iglesia en 1861. Friedrich Herbig se convirtió en anciano de iglesia, lector laico y presidente de la congregación. En 1886, cuando tenía 58 años, se cayó de su carro al cruzar un arroyo y sufrió una conmoción cerebral de la que murió. En ese momento, su hija mayor, August, tenía 27 años y la menor, Clara, tenía 15 meses. Caroline murió en 1927 con 87 años, le sobrevivían 9 de sus hijos (4 hijos y 5 hijas), 44 nietos y 35 bisnietos. Desde que la familia dejó de usarlo como casa, el árbol genealógico Herbig (como es conocido en la zona) ha sido ocupado en varias ocasiones por otras personas y durante la década de 1920 se utilizó para servir almuerzos en los días de mucha actividad en los corrales cercanos. Incluso hoy en día, el árbol nos recuerda la tenacidad y la resistencia, no solo de Friedrich y Caroline, sino también de todos los demás pioneros, y la contribución que hicieron al desarrollo de Australia del Sur. 
     En 1968, para garantizar la protección del árbol y en reconocimiento de su condición de pionero, los descendientes de la familia Herbig formaron un fideicomiso conmemorativo y compraron la tierra que contenía el árbol, que ahora figura en el Registro de Árboles Significativos del National Trust, por su importancia histórica y ocupación colonial. Las reuniones familiares de la familia Herbig se llevan a cabo en la zona del árbol, generalmente cada cinco años. En 1979 uno de los descendientes, de igual nombre que su antepasado publicó un libro sobre la historia familiar con el título que en castellano sería: “Erase una vez un eucalipto muy viejo” (1979). Friedrich Herbig. Sur de Australia.”

   

-----

3/08/2021

Gloucester Tree, escalera al cielo, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
Gloucester Tree, West-South Aussie

Foto 1
      El territorio que actualmente forma el Parque Nacional Gloucester (al sur del territorio de Australia Occidental) tiene entre sus árboles notables un grupo denominado “los cuatro ases” formado por cuatro Eucaliptus diversicolor, especie esta a la que se llama en zona “Karri” y a la que se considera la más noble de las más de 600 especies de eucaliptos existentes. (Foto 1) Se dice que tienen unos 400 años y una altura de 75 metros. El parque (y un determinado árbol) recibió el nombre por una visita real de 1947. Ese año el entonces Gobernador General de Australia, Su Alteza Real el Duque de Gloucester, visitó la zona que desde entonces lleva su nombre. Entre los años 1937 y 1952 se seleccionaron allí ocho árboles para usarlos como puestos de vigilancia de incendios. Coincidiendo con la visita del gobernador y para mostrarle en qué consistía tal selección, se le llevó a ver la preparación de uno de esos árboles, el que ahora lleva su nombre. Antes, y para comprobar si era válido como mirador, el silvicultor Jack Watson lo escaló ayudado por unas botas y un cinturón, lo que le llevó seis largas horas entre subir, comprobar si era válido y regresar. Los peldaños que sirven de escalera para la subida (acero corrugado como el de la construcción), se clavaron en la madera después de barrenarla con un berbiquí. El duque mostró su interés por las herramientas y el método y decidió hacerlo el mismo. Estuvo un poco dándole al berbiquí y dijo que no parecía muy difícil, a lo que le manifestaron que ni siquiera había traspasado la albura del árbol. 
     Hoy el árbol (Gloucester Tree), ya no es una torre de vigilancia, pero sigue siendo una atracción turística. Ya en 1963 se estimaba que más de 3000 personas habían subido allí. En 1973, la cabaña de madera original fue reemplazada por otra de aluminio y acero con galería, que está situada a unos 53 metros de altura, diez por debajo del punto más alto del árbol. Durante un tiempo se daba un recuerdo a los turistas que subían a la cabaña de observación, pero luego se suprimió. 
     Thomas Pakenham en su libro “Árboles Excepcionales del Mundo”, publicado en 2003, dice que un guardabosques le había mencionado tres muertes desde que él trabajaba allí. Los tres por problemas de corazón, uno hombre había fallecido al llegar a la cabaña, otro bajando y cayó al suelo y un tercero ya en el autobús. 
     El vídeo está grabado con un dron y nos da una idea de cómo es la subida al árbol de Gloucester. Finalmente debo decir que no hay turnos para subir o bajar y puede ser fácil que te encuentres a alguien a media escalera…

Foto 2
Lista de Eucalyptus con nombre propio
-----

2/12/2021

Tasmania, la angustia del bosque


STEVE PEARCE, The Tree Projects 
Fotos desde el campo: capturando la grandeza y la angustia de los árboles gigantes de Tasmania
Los bosques nativos de Tasmania albergan algunos de los árboles más altos y hermosos del mundo. Proporcionan un hábitat para muchas especies, desde cacatúas negras y búhos enmascarados hasta el loro vencejo en peligro crítico de extinción.
      Pero estos árboles viejos y gigantes se están talando a un ritmo alarmante, a pesar de su enorme valor ecológico y patrimonial (y su potencial turístico sin explotar). Muchos también fueron destruidos en los incendios de principios de 2019 de Tasmania.
      El exlíder de los Verdes Bob Brown lanzó recientemente un desafío legal a la tala de bosques nativos de Tasmania. Y este año, Forestry Watch, un pequeño grupo de científicos, encontró cinco árboles gigantes que miden más de cinco metros de diámetro dentro de cupés madereros . Los “cupés” son áreas de bosque taladas.
      Estos árboles son demasiado importantes para ser destruidos en nombre de la industria forestal. Es por eso que mi esposo Steve Pearce y yo escalamos, exploramos y fotografiamos estos árboles: para crear conciencia y fomentar el aprecio por los bosques y sus magníficos gigantes.


Trepar árboles no es solo para los jóvenes, sino para los jóvenes de corazón. Kevin tiene 70 años y nos ayuda a medir árboles gigantes.

¿Qué hace que estos árboles sean tan especiales?

      El Eucalyptus regnans, más conocido como Mountain Ash o Swamp Gum, puede crecer hasta 100 metros de altura y vivir más de 500 años. Durante mucho tiempo, esta especie mantuvo el récord como el árbol en flor más alto. Pero el año pasado, una Meranti amarilla (Shorea faguetiana) de 100,8 m de altura en Borneo, reclamó el título, superando a nuestro eucalipto más alto, llamado Centrioun, por apenas 30 centímetros.
      Centrioun todavía tiene el récord como el árbol más alto del hemisferio sur. Pero cinco especies de eucalipto también crecen por encima de los 85 m de altura, y muchas se encuentran entre los árboles más altos del mundo.
      No es solo su altura lo que hace que estos árboles sean especiales, también son los bosques más densos en carbono del mundo, con una sola hectárea que almacena más de 1.867 toneladas de carbono .
      Nuestros árboles gigantes y bosques primarios brindan una gran variedad de servicios ecológicos, como suministro de agua, minimizan el cambio climático y son el hábitat para especies amenazadas. Un estudio de 2017 de los bosques de las tierras altas centrales en Victoria ha demostrado que tienen un valor de 310 millones de dólares australianos para el suministro de agua, 260 millones de dólares australianos para el turismo y 49 millones de dólares australianos para el almacenamiento de carbono. Esto eclipsa significativamente la comparativa con los 12 millones de dólares australianos para la producción de madera de bosques nativos en la región.
Talar viejos árboles no tiene sentido económico
Registro de árboles grandes de Tasmania

      La política de árboles gigantes de la organización maderera Sustainable Timber Tasmania reconoce la importancia nacional e internacional de los árboles gigantes. Para calificar la protección, los árboles deben tener al menos 85 m de altura o un volumen estimado de 280 metros cúbicos en el tallo.
      Si bien es un buen punto para comenzar, esta política no tiene en cuenta la próxima generación de árboles grandes o verdaderamente excepcionales que no alcanzan estas alturas elevadas.
      Es por eso que hemos creado el Big Tree Register de Tasmania, un registro público de código abierto de la ubicación y las medidas de más de 200 árboles para ayudar a los aventureros y admiradores de los árboles a localizar y experimentar estos gigantes por sí mismos. Y esperamos protegerlos.
     Ultimamente se agregaron al registro tres árboles gigantes de más de 5 m de diámetro. Pero estos árboles recién descubiertos están ubicados en el cupé TN034G, que está programado para ser talado este año.
      La tala es un uso económico muy pobre para nuestros bosques. La tala de bosques nativos en Tasmania ha tenido dificultades para obtener ganancias debido a la disminución de la demanda de madera no certificada por el Forest Stewardship Council, que Sustainable Timber Tasmania falló recientemente. De hecho, Sustainable Timber Tasmania sufrió una enorme pérdida de efectivo de 454 millones
A$ durante 20 años, entre 1997 y 2017.
      Las siguientes fotos pueden ayudar a mostrar por qué estos árboles son una de las grandes maravillas del mundo, deben ser adoptados como una parte importante de nuestro patrimonio ambiental y no convertidos en astillas de madera.

     No es frecuente ver la totalidad de un árbol en una sola foto. Este árbol de arriba se llama Bastón de Gandalf y es un Eucalyptus regnans, que mide 84 m de altura.
     Mientras que Mountain Ash es la especie más alta, otras en los bosques de Tasmania también son asombrosamente enormes, como la goma azul de Tasmania (Eucalyptus globulus) de 92 m, la goma de maná (Eucalyptus viminalis) de 91 m, la ceniza alpina (Eucalyptus delegatensis) de 88 m y el Messmate Stringybark (Eucalyptus obliqua) de 86 m.

      Este árbol gigante, en la foto de arriba, era un Messmate Stringybark que fue talado, pero se quedó atrás por razones desconocidas. Su diámetro es de 4,4 metros. Otros árboles gigantes como este fueron talados en esta corta, muchos de los cuales proporcionaban un excelente hábitat de anidación para el loro veloz en peligro crítico de extinción.
  El grupo de ciencia ciudadana Forestry Watch ayuda a buscar y medir árboles gigantes en Tasmania
     Los bosques primarios dominados por árboles gigantes son excelentes para almacenar grandes cantidades de carbono. Los árboles grandes continúan creciendo a lo largo de su vida y absorben más carbono que los árboles más jóvenes.

      El árbol de la foto de arriba se llama Obolus, de la mitología griega, con un diámetro de 5,1 m. Los nombres generalmente los da la persona que los registra por primera vez, y generalmente reflejan las características del árbol o se relacionan con ciertos temas.
     Por ejemplo, varios árboles en un valle llevan el nombre de personajes de "El señor de los anillos", como el Bastón de Gandalf (en la foto de arriba), Fangorn y Morannon.

         Los árboles gigantes se asocian típicamente con las secoyas de California o las secuoyas gigantes en los EE.UU., donde el turismo de árboles altos es una gran industria. Los ingresos estimados en 2012 de solo cuatro reservas de Coastal Redwood son 58 millones de dólares A$ por año, proporcionando más de 500 puestos de trabajo a las comunidades locales.
      Pocos australianos conocen nuestros propios árboles impresionantes. Fácilmente podríamos impulsar el turismo de las comunidades regionales de Tasmania si el dinero se invirtiera en infraestructura para conocerlos los grandes árboles.

-----

2/27/2020

Wellemi pine, ¡salvados!

LAUREL WAMSLEY
Los bomberos australianos salvan las únicas arboledas de los
prehistóricos pinos Wollemi
El fuego arrasó el Parque Nacional Wollemi de Australia, pero los bomberos pudieron salvar las raras arboledas de pinos Wollemi prehistóricos. Servicio de Parques Nacionales y Vida Silvestre de Nueva Gales del Sur. Reuters
     Fue una misión salvadora tan dramática como cualquiera en la batalla que duró de meses contra los incendios forestales que arrasaron el bosque australiano. Pero en lugar de una carrera para salvar humanos o animales, un equipo especializado de bomberos australianos se empeñó en salvar las valiosas plantas: las arboledas ocultas del pino Wollemi, una especie de árbol prehistórico que sobrevivió a los dinosaurios. La especie Wollemia nobilis alcanzó su máxima extensión entre los 34 y 65 millones de años, antes de su progresiva disminución. Hoy en día, solo existen 200 árboles en su entorno natural, todos dentro de los cañones del Parque Nacional Wollemi, a sólo 160 kilómetros al oeste de Sydney. Los árboles son tan raros que se creían extintos hasta 1994. Ese es el año en que David Noble, un oficial del Servicio de Parques Nacionales y Vida Silvestre de Nueva Gales del Sur, hizo rappel en un cañón estrecho y se encontró con un bosque de grandes árboles que no reconoció. Noble se llevó algunas ramitas y se las mostró a biólogos y botánicos que se quedaron igualmente perplejos.
Wollemia nobilis está cubierta de nódulos esponjosos de color marrón oscuro. Solo 200 de los árboles crecen en su hábitat natural. Gobierno de Nueva Gales del Sur
     Un mes después, Noble regresó al bosque con científicos. Fue entonces cuando se dieron cuenta de lo que habían encontrado: "un árbol fuera de cualquier género existente, de la antigua familia de coníferas Araucarias", explica un científico estadounidense.
      Los árboles son altos y pueden alcanzar en la naturaleza 45m de altura. Tienen una corteza delgada y frágil, cubierta de nódulos de color marrón oscuro que les dan una especie de apariencia "burbujeante". Tienen conos que aparecen al final de sus ramas, y los árboles son monoicos, lo que significa que cada planta tiene conos masculinos y femeninos. Entonces, cuando los incendios forestales de Australia comenzaron a ir hacia el Parque Nacional Wollemi en las últimas semanas, los bomberos del servicio de parques y vida silvestre y el Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur pusieron en marcha una operación cuidadosamente planificada. "Este es un activo clave, no solo para los parques nacionales, sino para todo nuestro país", dijo Matt Kean, ministro de medio ambiente de Nueva Gales del Sur, en una entrevista con la Australian Broadcasting Corporation. Grandes camiones cisterna echaron retardantes de fuego alrededor de los pinos. Los bomberos establecieron un sistema de riego alrededor de los árboles para mantenerlos húmedos. Los equipos especializados rapelaron desde los helicópteros hasta el suelo del bosque para asegurarse de que permaneciera mojado. "Si el fuego llegaba, queríamos que fuera una quemadura fría en lugar de una quemadura caliente para darles la mejor oportunidad de supervivencia", dijo Kean.
Los bomberos se abrieron paso desde los helicópteros hasta el suelo del bosque. La ubicación exacta de los bosques es un secreto cuidadosamente guardado. Gobierno de Nueva Gales del Sur
      El fuego arrasó los cañones y los bosques donde estos árboles han sobrevivido de alguna manera durante millones de años. Durante unos días, el humo era tan espeso que no estaba claro si el plan había funcionado. "Todos esperamos con la respiración contenida", dijo Kean. Por fin el humo disminuyó. Algunas llamas habían carbonizado algunos árboles, y dos murieron. Pero los esfuerzos habían valido la pena. "Finalmente", dijo Kean, "pudimos entrar allí y ver que, gracias a Dios, los árboles se salvaron". Dice que sabían que tenían que hacer todo lo posible para salvar los bosques de Wollemi. "Estos son los únicos pinos Wollemi vivos que se encuentran en cualquier parte del planeta en su entorno natural. Estos pinos cubrieron toda Australia. Ahora solo se encuentran en un lugar muy pequeño y secreto en Nueva Gales del Sur". Así es: la ubicación exacta de los árboles es un secreto. El gobierno dice que la supervivencia a largo plazo de los árboles depende de mantener su ubicación confidencial y de la cooperación del público para no intentar visitarlos. Los visitantes pueden introducir enfermedades y pisotear las plantas en regeneración.
El humo espeso tardó días en desaparecer y revelarnos si los árboles se habían salvado. Gobierno de Nueva Gales del Sur
     Kean agradeció a los bomberos por sus esfuerzos y reconoció que si bien la temporada de incendios no es nueva, está empeorando. "Siempre tendremos incendios forestales en este país. No hay duda de eso. Pero no hay duda también de que la gravedad de los incendios forestales de este año nunca lo habíamos visto. Y eso se debe al cambio climático", dijo Kean. "Hay una gran oportunidad para que nosotros lideremos el camino en términos de abordar el cambio climático y ayudar al resto del mundo a descarbonizarse. No hay un país mejor en el planeta y mejor ubicado para hacerlo que Australia". Las autoridades estudiarán la respuesta a los incendios para dar forma a la estratégica respuesta en el futuro, un futuro en el que el fuego continuará amenazando los ecosistemas frágiles.
-----

8/10/2019

Instituto Politécnico RENSSELAER
Daños a la capa de ozono y al ciclo de retroalimentación que forma el cambio climático.
(24 de junio de 2019)

     El aumento de la radiación solar que penetra a través de la dañada capa de ozono está interactuando con el clima cambiante, y las consecuencias se están propagando a través de los sistemas naturales de la Tierra, afectando a todo, desde el clima hasta la salud y la abundancia de mamíferos marinos, como focas y pingüinos. Estos hallazgos se detallaron en un artículo publicado en Nature Sustainability por miembros del Plantel de Evaluación de los Efectos Ambientales del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que informa a las partes del Protocolo de Montreal.
     "Lo que estamos viendo es que los cambios en el ozono han cambiado los patrones de temperatura y precipitación en el hemisferio sur, y eso está alterando las condiciones donde están las algas en el océano, lo que altera las condiciones de los peces, las morsas y las focas, por lo que "Estamos viendo muchos cambios en la red alimenticia", dijo Kevin Rose, investigador del Instituto Politécnico Rensselaer que trabaja en el  y es coautor del artículo.
     El Protocolo de Montreal de 1987 sobre sustancias que dañan la capa de ozono, el primer acuerdo ambiental multilateral ratificado por todas las naciones miembros de las Naciones Unidas, fue diseñado para proteger el filtro principal de la Tierra contra la radiación ultravioleta solar al eliminar la producción de sustancias nocivas hechas por el hombre, como la clase de refrigerantes clorofluorocarbonos. El tratado se ha considerado en gran parte como un éxito, ya que se prevee que la media global de la capa de ozono se recuperará a niveles anteriores a 1980 para mediados del siglo XXI.
      Sin embargo, a principios de este año, los investigadores informaron haber detectado nuevas emisiones de sustancias que dañan la capa de ozono provenientes del este de Asia, lo que podría amenazar la recuperación de la capa de ozono.
      Desde hace tiempo se sabe que el dañar la capa de ozono aumenta la radiación UV dañina en la superficie de la Tierra, su efecto sobre el clima se ha hecho evidente recientemente. El informe apunta al hemisferio sur, donde un agujero en la capa de ozono sobre la Antártida ha empujado la Oscilación Antártica, el movimiento de norte a sur de un cinturón de viento que rodea el hemisferio sur, más al sur de lo que ha estado en aproximadamente mil años. El movimiento de la Oscilación Antártica, a su vez, contribuye directamente en el cambio climático en el hemisferio sur.
     A medida que las zonas climáticas se han desplazado hacia el sur, los patrones de lluvia, las temperaturas de la superficie del mar y las corrientes oceánicas en grandes áreas del hemisferio sur también han cambiado, afectando a los ecosistemas terrestres y acuáticos. Los efectos se pueden ver en Australia, Nueva Zelanda, la Antártida, América del Sur, África y el Océano Austral.
En los océanos, por ejemplo, algunas áreas se han vuelto más frías y productivas, mientras que otras áreas se han vuelto más cálidas y menos productivas. Los océanos más cálidos están vinculados a la disminución en los lechos de algas marinas de Tasmania y los arrecifes de coral de Brasil, y los ecosistemas que dependen de ellos. Las aguas más frías han beneficiado a algunas poblaciones de pingüinos, aves marinas y focas, que se benefician de mayores poblaciones de krill y peces.
Un estudio informó que las albatros femeninas pueden haberse vuelto un kilogramo más pesadas en ciertas áreas debido a las aguas más frías más productivas relacionadas con el agotamiento de la capa de ozono.
      Rose también señaló los bucles de retroalimentación más sutiles entre el clima y la radiación UV descritos en el informe. Por ejemplo, las concentraciones más altas de dióxido de carbono han llevado a océanos más ácidos, lo que reduce el grosor de las conchas calcificadas, lo que hace que los mariscos sean más vulnerables a la radiación UV. Incluso los humanos, dijo, es probable que usen ropa más liviana en una atmósfera más cálida, haciéndose más susceptibles al daño de los rayos UV.
      El informe encontró que el cambio climático también puede estar afectando la capa de ozono y la rapidez con la que la capa de ozono se está recuperando. 
      "Las emisiones de gases de efecto invernadero atrapan más calor en la atmósfera inferior, lo que conduce a un enfriamiento de la atmósfera superior. Las temperaturas más frías en la atmósfera superior están desacelerando la recuperación de la capa de ozono", dijo Rose.
      Como uno de los tres planteles de científicos que apoyan el Protocolo de Montreal, el Plantel de Evaluación de los Efectos Ambientales se centró en particular en los efectos de la radiación UV, el cambio climático y el agotamiento de la capa de ozono. Treinta y nueve investigadores contribuyeron al artículo, titulado "Agotamiento del ozono, radiación ultravioleta, cambio climático y perspectivas de un futuro sostenible". Rose, una ecóloga acuática, forma parte del grupo de trabajo sobre ecosistemas acuáticos, que es uno de los siete grupos de trabajo que forman parte del plantel.
      "Esta colaboración internacional centrada en un problema acuciante de importancia mundial ejemplifica la visión de investigación de The New Polytechnic en Rensselaer", dijo Curt Breneman, decano de la Escuela de Ciencias de Rensselaer ".

Versión original
-----

3/13/2018

EL ÁRBOL DEL JURÁSICO
Sierra de Guadarrama
Aquí la entrada que le dediqué en 2013 al Wollemi Pine (Wollemia nobilis)
Detalle del pino Wollemi adquirido por la UDIMA (Fotografía: Ana Rodrigo).
Un ejemplar del también conocido como ‘árbol de los dinosaurios’, ha sido plantado en los jardines de la UDIMA  en Collado Villalba

     La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) se suma al Programa de Conservación del Pino Wollemi, impulsado por el Royal Botanic Gardens & Domain Trust, con la adquisición de un ejemplar de esta conífera, considerada un ‘fósil viviente’, que ha sido trasplantado en un espacio de los jardines del Campus Universitario, en Collado Villalba, en la Sierra de Guadarrama.
     “La presencia de este árbol”, explica Juan José Moreno García, doctor en Ciencias Físicas y profesor de la UDIMA, “es un pequeño experimento que estamos realizando en la Universidad. De momento hemos descubierto que ha podido sobrevivir al cálido verano de Castilla, pese al escaso riego”. “Esperemos que supere los inviernos de la Sierra de Guadarrama, para así poder disfrutarlo durante muchos años”, concluye.
      Este pino, de la familia Araucariaceae, fue descubierta en 1994 en Wollemi National Park en Nueva Gales del Sur, a 150 kilómetros al noroeste de Sídney (Australia). Hasta ese momento se consideraba una especie extinguida durante el periodo Jurásico. El también conocido como ‘árbol de los dinosaurios’ supone uno de los mayores descubrimientos botánicos contemporáneos.
-----

3/27/2015

¿SALVADOS LOS GIGANTES DEL DESTINO DE PAPEL?


Hace seis años un artículo en la revista Natura nº 26 en el artículo “Gigantes para hacer papel” denunciaba la flagrante mentira del gobierno de Australia sobre su supuesta apuesta ecologista, concretamente en su tratamiento de los bosques de Tasmania, que estaban siendo talados para pulpa de papel... Es ese artículo se mencionaba que apenas quedaba un 15% del bosque antiguo austral.

Fragmento...
...Javier emigró de Madrid a Tasmania hace algo más de una década y media. Ahora, a sus 28 años, trata de salvar los últimos reductos de bosque templado antiguo de las cadenas de las motosierras y de las bombas de 'napalm'. Los bosques 'tolkieniescos' sedujeron a este biólogo, y junto a una treintena de jóvenes de todas las nacionalidades, se cuelga de los árboles para que no los talen. A pesar de que la espesura y el verdor recuerdan a la selva del Amazonas, nos encontramos en un bosque húmedo templado. En invierno es raro el día que la temperatura sube de los 0 Cº. Un metro de nieve cubre a estos gigantes prehistóricos.
Desde hace 30 años empresas madereras como 'Timber Workers For Forest' (curioso nombre: Trabajadores de la Madera Para los Bosques) o la todopoderosa Gunns Ltd., subvencionadas por el Estado, están acabando indiscriminadamente con estos recuerdos vivos. Talan una superficie similar a 44 campos de fútbol diarios, unas 7.000 hectáreas anuales...”

... y hace unos meses pudimos ver un atisvo de esperanza leyendo en Salva la Selva

Tasmania: salvados los árboles gigantes

Los árboles más altos del mundo continúan bajo protección
¡Lo logramos! Los árboles de Tasmania se salvaron. El gobierno australiano quería retirar el estatus de Patrimonio de la Humanidad a 74.000 hectáreas de naturaleza. Tras las múltiples protestas, la UNESCO detuvo el plan.
El comité de Patrimonio Mundial reunido en Doha los pasados días necesitó apenas unos minutos tiempo para evitar la agresión de la Zona de naturaleza salvaje de Tasmania. La justificación del gobierno australiano era “deplorable”. La aseveración de que se trata de naturaleza intervenida no se sostiene.
Con anterioridad, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza UICN, órgano consultor para la UNESCO, ya se había pronunciado de manera contraria a la intervención del bosque de Tasmania. Las áreas aludidas quedaron bajo protección recién en 2013 –a petición de Australia.
“No podemos observar impasibles cómo un gobierno se propone destruir un bosque ancestral para explotar comercialmente la madera a gran escala. En un caso como este en que un patrimonio mundial se ve amenazado nos sentimos obligados a protestar internacionalmente, dice Guadalupe Rodríguez de Salva la Selva.
Elevamos nuestras voces junto con ambientalistas australianos y pedimos la conservación de este patrimonio mundial. En una petición urgente pudimos recoger 132.602 firmas de apoyo para los árboles de Tasmania para llamar la atención de la UNESCO. Una vez más queda de manifiesto que ¡resistir da frutos! Aún podemos conseguir mucho más.
-----

3/06/2014

Slope Point, los árboles bandera

SLOPE POINT - Nueva Zelanda (Isla Sur)
Árboles bandera

Slope Point es el punto más meridional de la Isla Sur (Nueva Zelanda). Las corrientes de frío aire del océano Antártico recorren 2.000 kilómetros sin encontrar tierra hasta llegar a este lugar.
     La fuerza extrema y constante de estos vientos ha conseguido modelar en mágicas formas a los árboles, en formación "bandera".
     Slope Point es un lugar casi deshabitado (en un radio de 8 kilómetros viven 58 personas). Los pastores, para intentar proteger a sus animales del persistente viento, plantaron árboles. Al crecer las ramas se orientaron al norte por la fuerza de los vientos del Polo Sur. 
En estas fotografías se puede apreciar la singular belleza de este lugar; creado por la Naturaleza y por el hombre.


-----

10/30/2013

Wollemia en El Retiro, Madrid

 WOLLEMI PINE (Wollemia nobilis)
Nueva Gales del Sur - Australia

Foto del Botánico de Sidney en 2006, árbol plantado en 1996
     Este fósil viviente fue descubierto en 1994 por David Noble, guardabosques en Wollemi National Park, New South Wales, a 150 km al sur de Sidney (Australia), en un cañón aislado en los húmedos bosques templados. Pertenece a la familia de las Araucariáceas y es el único representante del género Wollemia. Después del descubrimiento se estableció un programa de propagación, y posterior distribución de ejemplares en jardines botánicos de todo el globo. Se comercializó en 2006. 
     En noviembre de 2005, algunos árboles en Wollemi Park -el lugar exacto todavía no se ha comunicado al público- se encontraron infectados por Phytophthora cinnamomi. Este es un moho de los más virulentos, atacando primero las raíces absorventes y posteriormente las estructurales. Los guardaparques de Nueva Gales del Sur creen que el virulento moho de agua fue introducido por visitantes no autorizados.
     
     Los responsables de los Jardines del Retiro de Madrid adquirieron varios ejemplares vía Italia. Se plantaron tres y sobreviven dos -de dos metros de altura- plantados junto al Florida Park. En el huerto hay tres de hermoso porte, dos en maceta y otro, el mejor, en suelo, de tres metros de altura. Otro mas se llevó al Jardín El Capricho. 
En el vivero del Retiro, y contrariamente a diversas creencias, este árbol SÍ está ramificado
En el Retiro, junto a Florida Park, 2013
(Me dicen los jardineros que desde que los riegan con agua del Canal han mejorado muchísimo)
En el Jardín Botánico desde 2007,  foto de 2013
     El Jardín Botánico plantó un ejemplar entre las coníferas. No tiene buena presencia, ¿quizás la falta de luz y/o la calidad del agua?
     Ha demostrado ser un árbol valioso para el ornamento, plantándolo a cielo abierto. Es más resistente al frío de lo que su distribución subtropical sugeriría, tolerando temperaturas entre -5 °C y 45 °C, con informes de que puede sobrevivir hasta los -12 °C. Como muchos otros árboles australianos, Wollemi es susceptible al ataque del hongo patógeno Phytophthora cinnamomi, así que éste puede limitar su potencial como árbol productor de madera.

Cuando las plantitas de Florida Park eran tres, de 60cm
Plantación en el Jardín Botánico en 2007 
-----