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3/14/2024

Baobabs en Madagascar (2)

Visita a los Adansonia suarezensis de Cap Diego-Antsiranana, Madagascar

Baobabs en la Montaña de los Franceses,  cerca de Antsiranana

Estaba en Antsiranana-Diego Suárez, en el norte de Madagascar y quería visitar, ver... casi tocar, los baobabs de la zona de Cap Diego. La información que tenía era casi nula y las diferentes lenguas tampoco facilitaban las cosas. Si a eso añadimos el tiempo que tiene el turista para conocer un país... casi entra uno en desánimo. 

Había estado visitando la Montaña de los Franceses y la península de Oronjia. La guía que me acompañó era verdaderamente conocedora del entorno. Ella misma me presentó a un compañero-guía que decía conocer bien la zona de Cap Diego donde prosperaban abundantes Adansonia suarezensis. Mirando los mapas por tierra era imposible llegar por la distancia y que todo son caminos. Por mar no dependes de ti mismo, has de ir acompañado de otras personas. Todo se ve con más claridad una vez que has tenido la experiencia. Pues bien, si alguien que me lea quiere ver la zona con sus innumerables baobabs que siga mi consejo. Contrata un guía porque facilita la comunicación y después eliges una de las opciones.

1.- En transporte público: Te levantas temprano, vas puerto antes de las siete y  esperas al bote que atraviesa la bahía. Irás con un montón de gente pero no hay problema. Una vez en el otro lado, tomas rumbo suroeste siguiendo la costa e irás viendo los espléndidos baobabs. Lleva agua y víveres. Por la tarde algún bote saldrá del poblado y podrás regresar a Diego Suárez. Distancia a pie: 3km + 3km

 2.- Transporte privado: Ir al puerto el día anterior y contratas un bote para que te dejen en la zona del gran baobab. Quedas a una hora determinada en el poblado y que vayan a recogerte. Esta es la opción que yo tomaría (ahora). Distancia a pie: 3km

 3.- Pagas a un guía: El se encargará de alquilar un bote y te pasas unas horas recorriendo la costa viendo los baobabs, alguna escala se puede hacer pero, para mi, es incómodo llevar a tres personas dependiendo de ti. Esta ruta es la que yo hice por desconocimiento, no me gustó y prefiero la libertad que ofrecen las opciones 1ª y 2ª.

Este tipo de baobab está en peligro de extinción. Solamente crece al norte, en los alrededores de Antsiranana (Diego Suárez), de Madagascar. En este enlace podéis localizarlo, aunque la precisión del mapa no es buena. Hay seis localizaciones conocidas de esta especie. La catalogación más reciente se realizó en 2007 en Andavakoera, en la provincia de Antsiranana (Catálogo Madagascar 2016), comprobándose la disminución de ejemplares maduros y en extensión de su distribución. Las causas de su retroceso son variadas: Construcciones nuevas en esos hábitats, invasión de especies foráneas, el fuego, la ganadería, etc.

He aquí alguna de las maravillas que se pueden ver

Información de los Adansonia suarezensis

Distribución y hábitat
Crece en el oeste y al sur de Madagascar, en terrenos arenosos o arcillosos. Es el más pequeño de los baobabs de Madagascar, alcanza de 4 a 5 m de altura, aunque pueden encontrarse ejemplares de hasta 20 metros de altura. Son gruesos y se estrechan antes de las ramas, dándoles una forma de botella muy especial. La corteza es marrón rojiza. Las hojas son serradas. Es una importante fuente de alimentación para los lémures.

Taxonomía
Adansonia suarezensis fue descrita por Joseph Marie Henry Alfred Perrier de la Bâthie y publicado en Notulae Systematicae. Herbier du Museum de Paris 14: 302–303. 1952.​

Etimología
Adansonia: nombre científico que honra al sabio francés de origen escocés que describió por primera vez a éste árbol, Michel Adanson (1737-1806), y deriva directamente de su apellido.
suarezensis: epíteto geográfico que alude a su localización en Diego Suárez.
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2/19/2024

Pino/sabina

LA SABINA-PINERA DE FORMICHE ALTO, TERUEL

A la salida del segundo estrecho de la Hoz, en "el Prado del Buey", y en la ribera izquierda del río Mijares, se encuentra la sabina pinera de Formiche Alto, un dúo curioso formado por una sabina en cuyo tronco nació y crece un esbelto pino.
     Para llegar a este prado yo elegí salir en coche desde Formiche Alto hacia Castellar, pasamos junto a la entrada del camping "Casa de Fausto" y continuamos hasta el k4. Allí seguiremos por un camino a la izda. Una pista que va subiendo hasta el alto de una gran campa de la que salen tres caminos. Dejamos el coche y continuamos por el de la izda. en ligera subida. Una amplia panorámica podemos contemplar de esos montes. Al llegar a la parte superior seguimos por el camino hasta una señal que indica que continuemos por el barranco a nuestra derecha. Desembocaremos en el río Mijares por el que andamos aguas arriba hasta la zona de Los Estrechos, unos 200m. La Sabina Pinera queda a nuestra derecha.
Abremos recorrido dos km desde la campa. El grado de unión es tal que parecen un solo árbol, en un paraje abrupto y lleno de encanto... Creo que el acceso no es difícil aunque hay que contar con el caudal del río. Seguramente contactando con Casa Fausto nos proporcionen información.
     La explicación que hemos leído es que se debió a que un piñón cayó en el alto del tronco de la sabina, en el receptáculo que suelen formar sus ramas principales, que germinó y desarrollo sus raíces por el corazón del tronco de la misma, muchas veces hueco, hasta llegar a la tierra. La sabina ha perdido su rama central, espacio que ha aprovechado el pino.

La sabina tiene una edad estimada de 230 años y el pino alrededor de 60.


La leyenda de la Sabina Pinera contada en la página de Casa Fausto

"Erase un pino en lo alto del estrecho que se enamoró de la sabina que había en la ribera del río. El pino intentó que sus raíces crecieran mucho para poder llegar a acariciarla, pero la distancia y las impenetrables rocas del escarpado monte se lo impidieron.
     Sin desanimarse, el pino comenzó a desarrollar largas ramas para que el viento al rozarlas creara melodías para seducir a su amada.
     Al cabo de los años lo consiguió y la sabina al escucharlas también se enamoró del pino.  Una vez al día el sol proyectaba la sombra

 del pino sobre la sabina, y parecía que se se acariciaban.
     Pero no podían tener descendencia común, algo que ambos deseaban, así que la sabina con sus ramas centrales formó un receptáculo para intentar que quedara atrapado en las mismas algún piñón del pino.
     Al cabo de los años su deseo se cumplió al caer un pequeño y alado piñón, que germinó y la sabina cuidó y sigue cuidando maternalmente.
     El pino creció y, sobresaliendo entre las hojas de la sabina, logró ver al pino padre, el cual murió un crudo invierno al ser derribado por el peso de la nieve posada en las largas ramas que un día desarrolló para enamorar a la sabina."

Lo hemos leído aquí

  https://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=151444840 

 
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2/21/2023

Baobabs de Madagascar (1)

Gran baobab en la península de Oronjia, 
norte de Madagascar

Adansonia madagascariensis
Distribución de esta especie

Esta vez los senderos nos llevan muy lejos, a la isla mítica de los baobabs, Madagascar. Partimos de Diego Suárez (Antsiranana), la capital del norte, en "taxi-brousse" hacia la popular playa de Ramena, en la península de Oronjia. Le decimos al chófer que nos pare en el camino que conduce a las playas Sakalava, el paraíso de kitesurf. Parte de esta península está protegida, pero de aquí se extrae la arena que la capital utiliza para la construcción, (curioso modo de protección). En un principio un dédalo de caminos inducen a la confusión, pero no hay problema, la zona está habitada y, si tienes dudas, los lugareños te indicarán la dirección correcta. También haremos caso de los letreros de kitesurfing que conducen hasta las playas del viento. Son apenas 4 km hasta el gran baobab pero tardamos una hora porque lo tomamos con calma y el piso es de arena.

Es un Adansonia madagascariensisque parece estar fuera de su ubicación natural ya que es el único que vemos en la zona.  De todas formas, a lo largo del viaje, estamos viendo que los baobabs crecen muy dispersos, como evitando la competencia. Adansonia es el nombre científico con el que Linneo honró al sabio francés que describió por primera al baobab visto en Cabo Verde, Michel Adanson (1737-1806).

Esta especie de baobab también tiene otro nombre, Adansonia bernieri Baill. en honor de Alphonse C. J. Bernier (1802-1858) que visitó el extremo norte de Madagascar y recolectó gran número de plantas, incluido este especimen de baobab. Pero fue Henri E. Baillon quien lo catalogó en 1874. Tiene la corteza gris y puede llegar a los 20 m de altura. Es el único baobab cuyas flores tienen los pétalos de color rojo oscuro. Florece de febrero a abril. Se distribuye por el tercio superior de la costa oeste de la gran isla (mapa superior). El mapa de la distribución de la especie se ha sacado de: especies en peligro de extinción.

De las ocho especies de baobabs existentes en el mundo, siete están presentes en Madagascar y seis de ellas son endémicas. En Australia se encuentra la octava especie. 

En nuestro caso son las 10 de la mañana cuando visitamos al baobab. Comienza a hacer calor pero tenemos víveres para afrontar la vuelta completa a la península. Desde el baobab se puede continuar por el camino que se indica en el mapa, pero también se puede ir por las playas hasta la "Baie des Pigeons", donde hay que continuar por el interior hacia Ramena. Los lugareños estarán encantados de que aceptemos comida y bebida en alguno de sus puestos. Después de un refrigerio en la playa de Pigeons continuamos para alcanzar las playas de Ramena. Es una pequeña vuelta a esta encantadora península de playas vírgenes. Llegamos a Ramena a las 14 horas, una hora excelente para encargar la comida y tomar un baño. 

Por desgracia desconozco la botánica de la zona constituida por lo que llaman bosque seco espinoso. Estamos en noviembre, en puertas de la llegada de la lluvia. El impenetrable bosque parece triste pero encierra el espíritu del sueño de la lluvia. Sí distinguimos los omnipresentes y espectaculares Pachypodium lamerei, los rastros flamboyán (Delonix regia) expulsando las semillas, aún sin su espectacular floración... Madagascar es el sueño de cualquiera al que le interese la botánica. Aunque seas un profano aquí verás formas de vida absolutamente diferente al resto que hayas visto en tu lugar de origen.

En la playa des Pigeons he descubierto, a través de la documentación que me traje del viaje, un baobab del tipo Adansonia za (punto naranja)

 Pachypodium lamerei



 
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10/24/2022

Senda por Los Monegros, Pino Otal y Sabina de Castejón de Monegros

EL PINO DE OTAL Y LA SABINA DE CASTEJÓN, LOS MONEGROS - ARAGÓN

"Los Monegros son un ecosistema singular, maduro, único en Europa, cuya riqueza biológica ha demostrado ser excepcionalmente importante en términos cuantitativos y cualitativos. La biocenosis documentada de los Monegros sobrepasa las 5.400 especies biológicas, cifra superior a la conocida de cualquier otro hábitat nacional o europeo, presentando el mayor índice de novedades taxonómicas (nuevas especies para la ciencia) de toda Europa en lo que va de siglo, con un alto grado de endemismos y citas únicas para el continente y con numerosos ejemplos de distribuciones biogeográficas y adaptaciones ecológicas novedosas de enorme interés científico. No existe, con datos objetivos y contrastados, ninguna otra zona o espacio físico en nuestro territorio nacional, y tal vez en toda Europa, que pueda siquiera compararse a las singularidades, novedades, rareza y riqueza biológicas que hoy están documentadas científicamente de los Monegros".
Manifiesto científico por los Monegros


     Esta comarca, en sus partes más elevadas, es un gran sabinar. Se ha escrito y se comenta que el declive de este entorno se inicia con la "Aramda Invencible". Este artículo lo desmiente: "La deforestación de esta comarca fue un proceso gradual cuyos principales motores fueron la transformación del terreno para cultivo de cereal, el pastoreo y el aprovechamiento de la leña". El sabinar ha conocido tiempos mejores pero según algunos datos está recuperándose.
     No es fácil la orientación por estos terrenos para un foráneo, pero, con las indicaciones de las gentes de Castejón de Monegros, me voy a contemplar dos árboles únicos. Como es pleno verano y son las cuatro de la tarde, el riesgo de perderse es alto y opto por llevar el coche. El trak que se ha subido a wikiloc así lo indica. Es una comarca a la que volveré porque merece la pena la contemplación del paisaje desde, por ejemplo, el Plano de la Cruz bajo el cual paso. Las indicaciones me sirvieron para hallar los dos árboles pero tuve mucha suerte.
     El pino de Otal es un expléndido carrasco que lleva el apellido de su ex-dueño que murió durante la pandemia. También se le conoce como "Del Ordinario", apodo del anterior dueño que en 1900 tenía un servicio de diligencias hasta Zaragoza a la que llamó La Ordinaria. Datos: Perímetro 3,40m Altura: 13m.
     La sabina también es magnífica. Está situada a 200 m del pino hacia el este, en un ribazo entre bancales, en un plano inferior. Se le conoce como sabina del Romeiral o de Castejón. No tiene ninguna señal de fuego. Sus cuatro cimales la hacen única. Datos: Perímetro 3,90m Altura: 19m
     Y como la suerte de haber encontrado a estos dos expléndidos árboles no puede ser completa, se me "pierden" un montón de fotos y vídeos, un motivo más para volver.
     La ruta que planteo en Wikiloc tiene 25 km, muy recomendada para bicis. Es una ruta circular donde la primera parte es de subida con 200 m de desnivel.


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8/13/2022

JAVIER TEZANOS DÍAZ, en EL DIARIO MONTAÑÉS
Los robles milenarios de Valderredible, Cantabria
Ruta a los robles milenarios de Valderredible
      Bustillo del Monte se asienta en una ladera frente al Monte Costisanti, también conocido como Monte de Bustillo, que posee más de 60 robles albares (Quercus petraea), de más de 500 años de antigüedad. En esta ruta, además, se pueden visitar tres ejemplares monumentales y «milenarios», según la datación popular. 'La Piruta', un Quercus robur, que crece junto al pueblo de Loma Somera, y los robles albares 'El Abuelo' y 'El Joven' que se encuentran en pleno bosque de Costisanti.
      'El abuelo' se encuentra en muy mal estado. Ya hace años que empezó su decadencia, principalmente debido a los rayos que ha recibido al ser el más prominente del bosque. Además, ha sufrido recientemente dos incendios. Uno, a principios de este milenio, cuando comenzó a arder por casusas desconocidas. Los vecinos de Bustillo corrieron al monte y con ramas consiguieron sofocar el fuego. El roble se salvó, aunque la mitad de su tronco se encuentra muerto. El otro incendio se produjo en el monte Costisanti hace unos pocos años, también afectó a este espectacular ejemplar. De hecho, de su imponente tronco, ya sólo queda la zona externa del tercio norte, de la que aún salen varias ramas vivas. Sin embargo, este otrora majestuoso ejemplar está sentenciado a pena de muerte, aunque esta agonía se alargará durante muchos años.
      En esta marcha, además de visitar estos preciosos árboles, subiremos al monte Bigüenzo, que es un mirador excepcional de todo Valderredible y los principales montes circundantes. Antes era imposible llegar al pie de la ruta en un autobús normal, ya que en Bárcena de Ebro hay dos puntos que son imposibles de pasar, por lo que para llegar sólo se podía hacer en microbús o en coche. Afortunadamente, los autobuses de hoy en día tienen una gran maniobrabilidad y sí pueden pasar por Bárcena de Ebro.
 
Datos de la marcha
Subida acumulada: 801 m.
Bajada acumulada: 801 m.
Distancia estimada: 17,8 km, con las siguientes distancias parciales (Bustillo del Monte a Loma Somera, 4,5 km; al Bigüenzo, 3,0 km; a la Casa de la Serrana, 2,3 km; a El Abuelo, 3,7 km; a la Pedraja de la Llana, 2,4 km; a El Joven, 0,5 km; Bustillo del Monte 1,4 km.).
Duración previsible: 6 horas.
Dificultad: Mediana, debido al desnivel acumulado que hay que salvar. El recorrido en el sentido opuesto es más dificultoso, aunque al final salga el mismo desnivel, ya que la pendiente de la ladera SE del Bigüenzo tiene es mucho mayor que la NO, que es por la que se sube en el recorrido descrito. 
 

El recorrido

La marcha comienza en la entrada a Bustillo del Monte, junto a la parada del microbús (945 metros). Se sube hacia el centro del pueblo, pasando por un callejo entre casas. Después se toma la calle que sube a la izquierda, para seguir por la siguiente a la derecha y pasar junto a la Iglesia de San Martín. En la siguiente bifurcación, hay que tomar la dirección de la derecha, por encima de una hilera de casas. A continuación, después de obviar dos calles a la derecha, el camino sale del pueblo, subiendo por la ladera SE de El Cotero (1.073 m.), un monte que se encuentra a la izquierda, en el que hay una antena. Después de pasar junto a la Fuente del Puerco, el camino da una cerrada curva a la izquierda y pasa junto al depósito de aguas. Seguidamente, hay que seguir de frente en dos cruces (por el ramal de la izquierda del segundo se sube a El Cotero), alcanzando un collado (1.039 m.).
El Monte Bigüenzo desde el camino a Loma Somera.
El Monte Bigüenzo desde el camino a Loma Somera. / Fotos: Avelino Molina, Ana Rosa Sainz Ruiz y Javier Tezanos.
     Comienza una suave bajada por la ladera SO de Peña Somera (1.109 m.), que en realidad es una loma de la vertiente SO del Bigüenzo, que se ve desde algún punto del camino. Enseguida se alcanzan unas tierras de labor, e inmediatamente después un cruce. Conviene bajar unos trescientos metros por el ramal de la izquierda, que desciende a la carretera de Bárcena de Ebro a Loma Somera, para tomar un pequeño camino a la izquierda por el que inmediatamente se llega a la Ermita de la Virgen de Somera, que se encuentra en un encantador paraje rodeado de robles. Su construcción es del románico tardío con posteriores reformas de época barroca. En esta frondosa área se encuentran (treinta metros más al sur) vestigios del antiguo 'Despoblado de Somera', donde existió una necrópolis altomedieval, de la que se pueden ver dos tumbas antropomorfas.
      De vuelta al camino principal se continúa por éste y, un poco más adelante, el camino da una amplia curva a la izquierda para rodear la cabecera del arroyo Lomano. En este trayecto se encuentran bosques de robles, entre los que hay algún ejemplar de buena envergadura. Nada más dejar atrás una nave ganadera (derecha), se pasará junto al humilladero de las ánimas (izquierda) y enseguida se alcanza la carretera. Justo en este punto, a la derecha se encuentra una finca llena de dujos (colmenas primitivas). Enseguida se entra en Loma Somera (965 metros, en su parte alta) y en una de sus primeras edificaciones, a la derecha, se puede ver un antiguo potro de herrar y, dos casas más allá, el nuevo potro.

      El casco de Loma Somera consta de una calle principal y dos plazas, cada una de ellas con su bella fuente-abrevadero: la central y la de la ermita de San Miguel. Esta pequeña ermita de mediados del siglo XVI conserva en su interior una sobresaliente estela medieval y posiblemente se construyese utilizando sillares de un pequeño monasterio medieval preexistente, que se habría ubicado a unos cientos de metros al oeste del pueblo, en la zona conocida como Pago de San Miguel y Fuente de las Monjas. La arquitectura tradicional se muestra, en definitiva, espléndida, conservando nítida la tipología de la casa propia de Campoo-Los Valles, con sus balconadas o solanas características. La antigua escuela del pueblo se conserva en muy buen estado y se utiliza actualmente como centro social.
      La iglesia parroquial de San Vicente Mártir se encuentra muy cerca del núcleo en dirección SO y tiene origen románico, apreciable en elementos como los canecillos, aunque la mayor parte del edificio actual data del siglo XVI. Otros elementos patrimoniales de interés son las casetas de era (al norte del pueblo) que antaño guardaban los aperos para trillar las mieses
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Roble milenario 'La Piruta'.
Roble milenario 'La Piruta'. / A. Molina, A. R. S. Ruiz y J. Tezanos
     Después de visitar este precioso pueblo y bajar hasta su iglesia, volveremos a subir hasta la parte alta del pueblo (a la entrada), para tomar la calle que sale a la izquierda (a la derecha según se entra en Loma Somera) y 165 metros después llegaremos a la altura del primer roble milenario, 'La Piruta', que se encuentra a la derecha, un poco más alto que el camino. Este gigantesco ejemplar, cajiga (Quercus robur, número 210 del catálogo de árboles monumentales de Cantabria) presenta un excelente porte, con 17 metros de altura, 10,2 metros de perímetro en la base y 6,5 metros a 1,3 metros de altura. A los 4 metros se ramifica en 10 vigorosas ramas principales.
      Continuando la marcha, inmediatamente se encuentra una bifurcación, que tomaremos por la derecha, por el camino de los Riconchos. Enseguida se entra en el monte 'El Cabrero', un magnífico robledal, sito en la ladera SO del Bigüenzo, por el que el camino sube suavemente. Aún en el bosque encontraremos otra bifurcación, donde elegiremos el ramal de la derecha. Salimos del arbolado (1090 metros) y poco después dejaremos la pista para tomar un camino hecho por los todoterreno, que sube por la campiza de La Cárcaba.
      Este camino aboca finalmente en el cortafuegos que separa la zona de un pinar por donde se camina, por lo continuaremos por él. Al llegar a la parte alta del cortafuegos, iremos hacia la izquierda, para alcanzar enseguida la cima del Bigüenzo (1289 m), que está ocupada por una garita para la observación de incendios y un vértice geodésico. En la antecima han instalado dos cabinas de telefonía con sus correspondientes antenas. Desde este monte se contemplan perfectamente todos los valles de Valderredible, así como los montes de Campoo.
      La ruta continúa por el cortafuegos que baja con fuerte pendiente la ladera opuesta a la subida (SE). A la altitud de 1.060 metros, cruzamos el camino de los Sotillos, que sale de Bustillo del Monte y llega a Campo Florido. Bajamos otros 60 metros y llegaremos a otra pista, por la que seguiremos a la izquierda. Entramos así en otro robledal y cruzamos el arroyo Ronero en una cerrada curva. Ahora, la pista sube suavemente por la ladera opuesta, dejando a la izquierda la finca de la Casa de la Serrana.
      Después de esto, la pista da otra cerrada curva, para cruzar un regato, que vierte sus aguas al arroyo Ronero. Cambiamos de rumbo gracias a otra curva cerrada y subimos suavemente hacia el SO. Pronto llegamos al cercado de la finca de El Soto, cuya esquina oeste tocaremos para rodearla hasta alcanzar el camino de entrada a la misma. En este momento, dejaremos la pista, para tomar un sendero hecho por los todoterreno, que hacia el S-SE cruza la campiza prácticamente llaneando.

Roble milenario de 'El Abuelo', en su lado sur y norte.
Roble milenario de 'El Abuelo', en su lado sur y norte. / A. Molina, A. R. S. Ruiz y J. Tezanos
     Pronto cruzaremos otro cortafuegos. El sendero se convierte en pista y se introduce en un incipiente robledal, que es el inicio del monte Costisanti. Algo más adelante, salimos a un descampado (a la derecha, ya que a la izquierda siguen los robles), donde cruzamos otro cortafuegos, que sale hacia la izquierda. Continuamos por la pista, que se vuelve a meter en el Monte Costisanti, para alcanzar otro cortafuegos que sale también hacia la izquierda. En ese momento se dejaremos la pista-cortafuegos para bajar en dirección NO (derecha) 350 metros (66 metros de desnivel) para visitar el roble más anciano de este bosque, 'El Abuelo'. Se trata de un roble albar que medía 18 m de altura, con un perímetro de 9 metros a 1,30 metros del suelo. Es «milenario», pero los incendios (algunos de ellos intencionados contra este otrora magnífico ejemplar) le han menguado tanto que ha desaparecido todo el tronco de la zona S, quedando viva la cuarta parte de la zona periférica del lado N, de la que salen varias ramas.
      Contiuamos la ruta. Subimos otra vez hasta la pista que habíamos dejado, para seguir a la derecha (SO) hasta alcanzar el cortafuegos por el que discurre el gaseoducto. En este cruce, tendremos unas magníficas vistas de la sierra de Peña Labra, con el Cuchillón y Pico Tres Mares, como picos señeros. Seguiremos bajando (NO) por el cortafuegos del gaseoducto, llamado Cuesta del Gas, que parte en dos el Monte Costisanti.
      Bajamos 120 metros para dejar la Cuesta del Gas y meternos en el bosque (izquierda) por un camino que desciende con dirección predominante al E. Al cabo de 330 metros llegamos a un magnífico ejemplar de roble centenario (izquierda) y otros 120 metros más adelante encontramos un conjunto de cuatro magníficos ejemplares (derecha), uno de los cuales recibe el nombre de 'Barrigón' por la forma de tonel de su tronco. Otros 90 metros más adelante dejaremos un hoyo circular (derecha) donde estuvo situada una de las numerosas carboneras que había en este monte para la producción de carbón vegetal con destino a las ferrerías.

'El Barrigón', a la derecha, por su forma de tonel.
'El Barrigón', a la derecha, por su forma de tonel. / A. Molina, A. R. S. Ruiz y J. Tezanos
     Enseguida, el camino vira bruscamente a la derecha, quedando el rumbo al N. En este punto, se puede ver otro bello ejemplar centenario. Otros 50 metros más adelante se pasa junto a un recinto rectangular, cerrado con un muro. Se trata de un antiguo cercado concejil para el ganado, que popularmente es conocido como el 'Huerto de los Chones' y 'Huerto de los Jatos'.
      Un poco más adelante pasaremos junto a un particular roble con una rama en arco sobre el camino y, enseguida, alcanzaremos 'La Pedraja de la Llana', un canchal de grandes piedras donde se pueden contemplar un buen número de ejemplares de roble albar (quercus petraea) realmente singulares. Justo al borde de este roquedo, se encuentra el roble centenario 'Los Gemelos', que está formado por dos impresionantes troncos que salen de la misma raíz.
      Es necesario dejar el camino para asomarse a este descampado pétreo y contemplar los magníficos árboles. Aunque es difícil caminar por estas piedras, es recomendable meterse en el canchal observar los ejemplares de cerca.

'Huerto de los Chones'.
'Huerto de los Chones'. / A. Molina, A. R. S. Ruiz y J. Tezanos
     De vuelta al camino, seguimos (NO) rodeando este primer canchal y volvemos por él por la parte inferior, para contemplar otra serie de magníficos robles centenarios. Se continúa por el camino que se traía, ahora hacia el N, para desviarse a la derecha y asomarse al segundo canchal, La Pedraja, alrededor del cual hay varios robles centenarios. Continuamos bajando y enseguida llegamos al tercer árbol milenario del recorrido, 'El Joven'. La majestuosidad de este roble albar (quercus petraea) hace que se reconozca fácilmente, con sus 25 metros de altura y un perímetro de 13 metros en el suelo. Además, tiene una reconocible rama de gran tamaño en forma de escuadra. Por otra parte, este árbol está muy bien conservado.
      Una vez contemplado este impecable ejemplar, seguimos bajando por el camino recalando enseguida en una pista, por la que continuaremos descendiendo (derecha) hasta alcanzar de nuevo el cortafuegos, justo a la orilla del arroyo Ronero, en la zona de El Linar. Cruzaremos por el puente de cemento de 'La Heria Honda'. Adyacente a éste, un poco a la izquierda, se pueden ver los restos del antiguo puente de madera 'El Puentón Viejo'. Continuaremos por la izquierda por el camino que da a la pista, en la que seguiremos 40 metros de frente, para dejarla y tomar un camino (derecha, NO) que sube directamente a Bustillo del Monte, en cuya entrada se encuentra el lavadero.

'El Joven', rodeado por un grupo de senderistas.
'El Joven', rodeado por un grupo de senderistas. / A. Molina, A. R. S. Ruiz y J. Tezanos
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cantabria-campoo-valderredible-circular-bustillo-del-monte-pies-singulares-27191223
 
     El topónimo de Bustillo del Monte proviene de la actividad agropecuaria. La voz busta (frecuente en Cantabria, en especial en la zona pasiega) habría que relacionarla con el latín bos (buey) y su significado sería el de espacio pratense, acotado o no, destinado al ganado vacuno. Una segunda posibilidad etimológica relaciona «bustum» con el verbo latino burere (quemar), en el sentido de pastizales ganados al monte bajo a través de prácticas milenarias de quemas y desbroces. En suma, el nombre significaría «el lugar de los pequeños pastos en el monte». Aparece recogido como Bostiel del Monte en el Becerro de las Behetrías (1352).
      La historia del lugar es sin duda muy dilatada, como prueban distintos restos arqueológicos, aunque su documentación es imprecisa y desigual. De época neolítica (4.000 a 3.000 A.C.) es un hacha pulimentada que se conserva en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Santander). Ya de los siglos X y XI y en el citado museo se conservan dos estelas funerarias medievales labradas en arenisca en forma de cruces latinas y griegas con cazoletas. Las estelas se encontraban en el entorno de la Iglesia de San Martín, templo que constituye un bonito ejemplo del barroco rural (s XVII) y contiene una talla gótica sedente de la virgen con el niño.
      El propio núcleo de Bustillo conserva espléndidos ejemplos de arquitectura tradicional, entre los que destaca un edificio muy notable situado en el centro del pueblo con triple arcada en su fachada. En origen fue posiblemente monacato o casa señorial, aunque ha tenido un uso educativo primero como Colegio Mayor y ya posteriormente, entre 1954 y 1968, como escuela del pueblo. Actualmente alberga la Asociación Cultural 'Bustillo El Chigri' y en su planta baja, aunque no es propiamente un teleclub, dispone de bar o sala recreativa vecinal.

Centro Cultural 'El Chigri'.
Centro Cultural 'El Chigri'. / A. Molina, A. R. S. Ruiz y J. Tezanos

Recorridos alternativos

      Con el fin de disminuir la dificultad de este recorrido, se pueden hacer dos itinerarios alternativos, que tienen en común la parte correspondiente al recorrido de menor exigencia. En estos casos, la dirección sería la opuesta a la de la marcha principal, partiendo desde Bustillo del Monte, visitando primero el roble 'El Joven', 'Las Pedrajas' hasta llegar al cortafuegos, momento en el que se bajaría por él hasta Bustillo. Con esto se completaría la marcha de menor recorrido.
      La marcha de dureza intermedia continuaría hasta Loma Somera, visitando por el camino la ermita de la Virgen de Somera y la necrópolis altomedieval, para llegar hasta el roble milenario de 'La Piruta' y volver a Bustillo del Monte por el mismo camino. 
 

Datos de la marcha de Los Robles Milenarios y Loma Somera

Desniveles de subida y bajada acumuladas: 542 metros.
Distancia: 13,1 kilómetros.
Duración: 4 horas.
Dificultad: fácil.

Datos de la marcha de Los Robles Milenarios

Desniveles de subida y bajada acumuladas: 277 metros.
Distancia: 4,7 kilómetros.
Duración: 2 horas.
Dificultad: Muy fácil. 
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7/12/2020

Jomon sugi

JOMON SUGI, Yakushima, Japón

      Estaba preparando esta entrada cuando la página www.nippon.com cayó en mis manos. Contenía diversos artículos, entre ellos, algunos dedicados a los árboles más emblemáticos de Japón. Inicié con el gran sugi las entradas de Japón y quise dar mi impresión ante el gran sugi de Yakushima (no le llamaremos cedro -como se ha extendido- porque no lo es). 


      Jōmon Sugi se encuentra en la cara norte de Miyanoura-dake, el pico más alto de Yakushima, a una altura de 1.334 m. El escubrimiento del árbol en 1968 provocó movimientos para proteger los bosques de Yakushima y dio origen a la industria turística de la isla, que hoy representa más de la mitad de la economía de la isla. El nombre de Jōmon deriva del periodo prehistórico de la historia japonesa -del 12000 aJC al siglo III a.JC-.
      Desde Kagoshima, al sur, es fácil acceder por barco a la isla. Mi propósito era el de visitar alguno de los grandes sugis... el Emperador, el Viejo, el Jomon Sugi...  pero mi guía de bolsillo no contenía demasiadas claves de cómo realizar la ruta. Por ventura me alojé en un hotel cuya amable dueña me dio buenos consejos. "Si dispones de tiempo, me dijo, tómatelo con calma, la ruta es de cinco horas de ida y otras tantas de vuelta, el paisaje merece su tiempo y sobre todo disfruta porque será, probablemente, la única vez que visites este lugar".
      La ruta de senderismo Kusugawa es muy popular, hay un servicio de autobuses que, desde Miyanoura, te lleva al inicio de la ruta, a Arakawa. Su gran aparcamiento estaba repleto de autobuses, ¡y yo que pensaba estar solo!. Por fortuna todos los caminantes estaban ya en la ruta y pude hacer el camino en solitario. Contaba con una baza a mi favor, no pensaba volver al punto de partida, iba a realizar una ruta circular de dos días con el propósito de poder tomarme tiempo y no estar pendiente de horarios ni de gentes.
      Gran parte del trayecto se realiza por una senda que todavía conserva vestigios del pequeño tren que transportaba la madera extraída del centro de la isla. En la ruta se ven grandes tocones de sugis y algunos cedros curiosos. El final de la ruta es la subida a una plataforma para observar el gran sugi. No sé si sería el esfuerzo físico para llegar al pie del árbol, pero cuando accedí a la plataforma, algo recorrió mi espina dorsal que me dijo "has hecho cumbre". La visión es muy satisfactoria y desearías acercarte un poco más, pero entiendes que su vida es tan importante como la tuya y merece un respeto. Al gran sugi no puedes acercarte, está protegido. Después de la designación de Yakushima como Patrimonio de la Humanidad en 1993, los funcionarios locales restringieron el acceso al árbol y construyeron una plataforma de observación a 15 m del árbol.
      Curioseando por los alrededores busqué dónde pasar la noche a cubierto. No fue difícil, había estructuras que podían protegerme de la lluvia y la presencia de algunos jovénes mochileros en el lugar me dio confianza. Así que saqué las rigurosas fotos de recuerdo, di unos paseos, un poco de lectura, apuntes, bocetos, la frugal cena y a dormir entre los grandes sugis.
      Al día siguiente sin madrugar nueva visita al gran sugi y a continuar la vuelta. No era el único que realizaba la ruta. Las fuentes de agua no faltaban pero unos carteles en japonés tampoco explicitaban la calidad del agua. No quería tomar agua clorada así que esperé la llegada de algún caminante. Por fortuna llegó el caminante que conocería con el nombre de Nioko, un personaje que conocía las grandes montañas del mundo pero que los años habían obligado a recorrer rutas más sencillas. Con él anduve el resto de la ruta. Él me guió a un "onsen" (lugar de aguas termales). Cuando visitéis Japón no dejéis de visitarlos, es un placer para el cuerpo y el alma.
      Una petición a las autoridades japonesas... -jejejeje- "pongan algún cartel en alguna lengua europea"

Taxonomía del Sugi
Reino:Plantae     
División:Pinophyta
Clase:Pinopsida
Orden:Pinales
Familia:Cupressaceae
Género:Cryptomeria
Especie:Cryptomeria japonica

     El árbol tiene una altura de 25,3 m y una circunferencia del tronco de 16,4 m. Tiene un volumen de aproximadamente 300 m3, por lo que es la conífera más grande de Japón, aunque no el árbol más grande. La datación de los anillos de los árboles realizada por científicos japoneses en las ramas del árbol indicaba que Jōmon Sugi tenía al menos 2.000 años. En Remarkable Trees of the World (2002), el arborista Thomas Pakenham describe a Jōmon Sugi como "un titán sombrío, que se levanta del suelo esponjoso más como una roca que madera, con sus enormes y musculosos brazos extendidos sobre la maraña de cedros jóvenes y árboles de alcanfor". En abril de 2009, Jōmon Sugi se asoció con Tāne Mahuta en el bosque de Waipoua en Nueva Zelanda.


  Jōmon Sugi: Número 031
 
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7/02/2020

Itinerario de los "matusalenes"

1958, meses antes de morir
EDMUND SCHULMAN (1908-1958), descubridor del “ITINERARIO DE LOS MATUSALENES


"... los pinos más viejos llevan en cierto modo muriéndose dos mil años o incluso más. En la actualidad poseen tan sólo una estrecha porción de la corteza de los tejidos vitales que antaño los recubrieron por completo. En realidad, el proceso de muerte de estos ejemplares se va volviendo cada vez más lento y es probable que algunos de ellos mantengan un buen aspecto durante al menos otros cinco siglos. Pero dudo que puedan vivir mucho más..."

     Hace setenta años quién podía imaginar con que los árboles pudieran vivir durante más de 1000 años y, mucho menos, 4.000, además como seres atormentados y retorcidos en lo alto de las áridas montañas del desierto. Todo eso cambió en 1953, cuando el dendrocronólogo de la UA Edmund Schulman decidió seguir un consejo que había recibido de un ranger del Inyo National Forest, en White Mountains, California. Después de una temporada de campo en Idaho, Schulman fue a explorar algunos árboles en las White Mountains. 
     Había pasado los 20 años anteriores recorriendo las montañas occidentales en busca de árboles antiguos. Continuando el trabajo de A.E. ​​Douglass, quien fundó el Laboratorio de Investigación de Anillos de Árbol de la U. Arizona, Schulman estaba buscando árboles marcadores del clima, estaciones meteorológicas biológicas que habrían estado acumulando datos climáticos en silencio durante siglos. Douglass, que fue el mentor de Schulman, descubrió la dendrocronología (literalmente, "el clima registrado en el árbol") como una forma de descubrir los misterios de los climas antiguos.
El Patriarca, en Inyo Nat. Forest, el ser más grande, no el más viejo
      Entonces, en 1953, Schulman subió a más de 2.500 m en las White Mountains y registró los anillos de crecimiento del pino de bristlecone más grande del mundo: el Árbol del Patriarca. Contó sus anillos y vio que tenía unos 1.500 años. Varios de los vecinos del Patriarca también estaban en este rango. Para deleite adicional, Schulman descubrió que estos supervivientes doblados y maltratados eran mejores para registrar datos climáticos que los flexibles pinos que había estado estudiando en Idaho.
      Al año siguiente cuando la nieve se derritió en las montañas y comenzó la temporada trabajo de campo de 1954 y posterior 1955, Schulman volvió a buscar árboles aún más antiguos. "Para 1956, sabíamos con certeza que teníamos árboles, aunque pareciera increíble, de más de 4.000 años,", escribió Schulman en 1957, un año crucial en su vida.
     En el verano de 1957, Schulman y su asistente, "Spade" Cooley, descubrieron Pine Alpha y otros 16 bristlecones que databan de, al menos, 4.000 años. Nueve de estos crecen en un área que llamaron Paseo de Matusalén, que incluye el árbol vivo más antiguo conocido del mundo de 5,000 años que llamaron Matusalén.
      Schulman tenía planes para un estudio más exhaustivo de los árboles vivos y de la madera de los muertos, aún de mayor tamaño, que esperaba estudiarlos en la temporada de 1958. Pero a principios de 1958, a los 49 años, Schulman murió de un ataque cardíaco. En marzo de 1958, la revista National Geographic publicó el artículo póstumo que había escrito sobre su sorprendente descubrimiento.
      "La historia preservada en los anillos anuales de crecimiento eventualmente debería darnos un registro único de los cambios climáticos pasados", escribió Schulman. Mucho más importante, agregó, es "la capacidad de estos árboles para vivir tanto tiempo, pueden servir como guía... para comprender la longevidad en general". El Servicio Forestal de los Estados Unidos reconoció las contribuciones científicas de Schulman cuando llamó en 1958 el Ancient Bristlecone Pine Forest de 11.000 Ha como "Schulman Memorial Grove".
     En Inyo Nat. Forest hay tres sendas que puedes recorrer, una recorrre la formación boscosa más antigua pero no señalan el árbol más viejo para protejerlo.
     En Great Basin hay cinco agrupaciones boscosas del Pinus longaeva

(Fotos propias, información de la Red e Inyo Nat. Forest)
Conos masculinos
Conos femeninos

¿Alguien podría haber concebido algo tan dramático?


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