1958, meses antes de morir |
"... los pinos más viejos llevan en cierto modo muriéndose dos mil años o incluso más. En la actualidad poseen tan sólo una estrecha porción de la corteza de los tejidos vitales que antaño los recubrieron por completo. En realidad, el proceso de muerte de estos ejemplares se va volviendo cada vez más lento y es probable que algunos de ellos mantengan un buen aspecto durante al menos otros cinco siglos. Pero dudo que puedan vivir mucho más..."
Hace setenta años quién podía imaginar con que los árboles pudieran vivir durante más de 1000 años y, mucho menos, 4.000, además como seres atormentados y retorcidos en lo alto de las áridas montañas del desierto.
Todo eso cambió en 1953, cuando el dendrocronólogo de la UA Edmund
Schulman decidió seguir un consejo que había recibido de un ranger del Inyo
National Forest, en White Mountains, California. Después de una temporada de campo en Idaho, Schulman fue a explorar algunos árboles en las White Mountains.
Había pasado los 20 años anteriores recorriendo las montañas occidentales en busca de árboles antiguos. Continuando el trabajo de A.E. Douglass, quien fundó el Laboratorio de Investigación de Anillos de Árbol de la U. Arizona, Schulman estaba buscando árboles marcadores del clima, estaciones meteorológicas biológicas que habrían estado acumulando datos climáticos en silencio durante siglos. Douglass, que fue el mentor de Schulman, descubrió la dendrocronología (literalmente, "el clima registrado en el árbol") como una forma de descubrir los misterios de los climas antiguos.
Había pasado los 20 años anteriores recorriendo las montañas occidentales en busca de árboles antiguos. Continuando el trabajo de A.E. Douglass, quien fundó el Laboratorio de Investigación de Anillos de Árbol de la U. Arizona, Schulman estaba buscando árboles marcadores del clima, estaciones meteorológicas biológicas que habrían estado acumulando datos climáticos en silencio durante siglos. Douglass, que fue el mentor de Schulman, descubrió la dendrocronología (literalmente, "el clima registrado en el árbol") como una forma de descubrir los misterios de los climas antiguos.
El Patriarca, en Inyo Nat. Forest, el ser más grande, no el más viejo |
En el verano de 1957, Schulman y su asistente, "Spade" Cooley, descubrieron Pine Alpha y otros 16 bristlecones que databan de, al menos, 4.000 años. Nueve de estos crecen en un área que llamaron Paseo de Matusalén, que incluye el árbol vivo más antiguo conocido del mundo de 5,000 años que llamaron Matusalén.
"La historia preservada en los anillos anuales de crecimiento eventualmente debería darnos un registro único de los cambios climáticos pasados", escribió Schulman. Mucho más importante, agregó, es "la capacidad de estos árboles para vivir tanto tiempo, pueden servir como guía... para comprender la longevidad en general". El Servicio Forestal de los Estados Unidos reconoció las contribuciones científicas de Schulman cuando llamó en 1958 el Ancient Bristlecone Pine Forest de 11.000 Ha como "Schulman Memorial Grove".
En Inyo Nat. Forest hay tres sendas que puedes recorrer, una recorrre la formación boscosa más antigua pero no señalan el árbol más viejo para protejerlo.
En Great Basin hay cinco agrupaciones boscosas del Pinus longaeva
(Fotos propias, información de la Red e Inyo Nat. Forest)
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