lunes, 29 de junio de 2020

El castaño de Istán necesita ayuda

PLATAFORMA SIERRA BERMEJA PARQUE NACIONAL
El castaño de Istán necesita ayuda
      El pasado 31 de octubre de 2017, la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía aprobaba la propuesta del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida LV-CA para que el Castaño Santo de Istán fuese declarado Monumento Natural de Andalucía. Esta declaración de urgencia tenía su especial importancia dado que el más longevo árbol del traspais montañoso de la Costa del Sol requería una intervención diligente para su saneamiento, vallado perimetral y el tratamiento de su afección por la avispilla del castaño, ante el grave estado en que se encontraba. Catorce meses después de este acuerdo político andaluz, la situación de desprotección del castaño sigue igual y sus afecciones han empeorado aún más.
      Si bien el árbol está afectado por la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), la pérdida de tierra en su entorno durante décadas con la consiguiente exposición al aire de sus raices, la falta de un mantenimiento necesario acorde a su edad (algunas fuentes lo datan en 800 años de antigüedad) y las afecciones por las numerosas visitas que recibe que no dudan en subir a las ramas para sacar la fotografía que estiman de rigor, han tenido como consecuencia su decadente situación actual.
      Distintos colectivos sociales llevan un tiempo alertando sobre el mal estado del Castaño Santo. Existe en la Plataforma Change.org una iniciativa lanzada en agosto de 2017 que exige a la administración medidas de protección para este patrimonio natural, una campaña que lleva recogidas más de 11.000 firmas. Por otra parte, el grupo de Patrimonio Etnológico y Natural de la asociación vecinal Istán Ahora ha realizado en diciembre de 2018 una actividad de senderismo para llamar la atención sobre la pasividad de la administración andaluza en relación a los acuerdos aprobados por sus diputados en octubre de 2017.
      Desde la Plataforma Sierra Bermeja Parque Nacional nos sumamos a estas llamadas de atención a la administración andaluza, para que realice las medidas aprobadas por el Parlamento andaluz para la conservación de este popular árbol, tan arraigado en la cultura inmaterial costasoleña, por ser un importante testigo de nuestra Historia, porque moralmente es nuestra obligación conservarlo para las generaciones futuras y porque así fue aprobado por los representantes políticos en la pasada legislatura.
El Castaño Santo, la alquería de Arboto y Sierra Bermeja
      Este monumental ejemplar de castaño (Castanea sativa), cuyo tronco mide 14 metros de circunferencia y tiene una copa de más de 27 metros de diámetro, está situado en término municipal de Istán, en la vertiente este de la sierra de las Apretaderas, a 700 msnm. Crece sobre suelos de gnesises granitoides y micaesquistos de la cuenca del arroyo Hoyo del Bote, pero está integrado en las peridotitas del macizo ultramáfico de Sierra Bermeja, que lo enmarcan paisajísticamente. Su larga historia está asociada a la de la alquería de Arboto, uno de los poblados andalusíes situados más al norte de la Tierra de Marbella.
     La fundación de Arboto está relacionada con los banū buth, la gran división de los beréberes donde se incluían los nafza (Martínez Enamorado, 2009), de donde devienen tanto el topónimo Arboto como el hidrónimo Hoyo del Bote.
      Aunque existe muy poca información al respecto de esta alquería en época andalusí, las fuentes documentales de finales del siglo XV (Urbaneja Ortiz, 2013) refieren algunos datos que apuntan a una población que debió autoabastecerse con la agricultura (15 fanegas de huertas y el resto de secano), en tierras de labor diseminadas por los alrededores de la alquería, junto a la explotación del bosque de alcornoques, quejigos y castaños, y la práctica de la ganadería de cabras y vacas. De su producción de secano destaca el cultivo de cebada, cereal con el que probablemente elaboraban el pan, además de los viñedos. También elaboraban miel y cera para cubrir las necesidades del autoconsumo.


      Capitulación de las alquerías de Marbella, en 1482: 


«Don Fernando por la gracia de Dios rey de Castilla, de León, de Aragón, de Seçilia, de Toledo, de Valençia, de Galizia, de Mallorca, de Sevilla, de Çerdeña, de Córdova, de Córçega, de Murçia, de Jahén, de los Algarves, de Algezira, de Gibraltar. Conde de Barçelona; señor de Vizcaya e de Molina; duque de Atenas e de Neopatria, conde de Rusellón e de Çardania; marqués de Oristán e de Goçiano, señor de Ronda e de Marbela e de todas sus villas e serranías. Las cosas que con vos las aljamas, alcaides, alguaciles, viejos e buenos ombres de las villas de Montemayor e Cortix e Alfarican, e Cariad y Foxay, e Ysten e Daydín e Almachar e Arboto e Beniabes e Tramourix, tierra de la mi çibdad de Marbela, yo mando asentar a vuestra suplicaçión çiertos capítulos fechos en esta guisa:…» (Urbaneja Ortiz, 2011)

     La alquería de Arboto empezó a deshabitarse por el descontento generado ante las presiones que la Corona ejerció sobre los mudéjares, a finales del siglo XV y principios del siglo XVI. El censo de población en 1497 cita en Arboto a 25 vecinos, lo que permite estimar su población en unos 125 habitantes. La alquería fue despoblada entre 1501 y 1506, tras las revueltas mudéjares de Sierra Bermeja (Urbaneja Ortiz, 2013).
     El cronista Mármol Carvajal describe a finales del siglo XVI lo intrincado de este lugar andalusí del macizo de Sierra Bermeja y el episodio de la rebelión mudejar:

Luego que don Antonio de Luna partió de la ciudad de Ronda, como dijimos en el capítulo ni del noveno libro, los soldados que quedaron desmandados en compañía de la gente de la ciudad comenzaron a salir por la tierra a robar las alcarías y lugares; y los moros, por huir estos daños, indignados y persuadidos de los que iban huyendo de la Alpujarra, hallándose libres de todo embarazo, comenzaron a hacer la guerra descubierta. Recogieron las mujeres y hijos y los bastimentos que les habían quedado; y subiéndose a lo más áspero de la Sierra Bermeja, se fortificaron en el fuerte de Arbote cerca de Istán, tomando la mar a las espaldas para recebir el socorro que les viniese de Berbería
 

Croquis de Marbella. Indice de las relaciones geográficas enviadas a Tomás López para el Diccionario geográfico de España (1780)
     Parte de la leyenda asociada al Castaño Santo relaciona el sobrenombre de este árbol con un posible episodio histórico por el que «á su sombra se dijo una misa de campaña cuando fueron expulsados los moros de Sierra del Real» (Vázquez García, 1904), si bien el topónimo Sierra del Real sería posterior a este hecho histórico de la expulsión pues, de nuevo Mármol Carvajal en el siglo XVI, cita la montaña a finales de la Edad Media como la Sierra de Arboto, inicio por el este del macizo de Sierra Bermeja.

Este río [río Verde] baxa por unos valles muy hondos, y sale á las guertas de Ístan; y dexando el lugar á la mano izquierda, y la sierra de Arbóto, principio de Sierra bermeja, á la derecha, se mete en la mar, una legua á poniente de Marvella

 
Fuentes documentales:
Mármol Carvajal, L. Historia del rebelion y castigo de los Moriscos del reyno de Granada. (Imprenta de Sancha, segunda edición, 1797)
López, Tomás. Diccionario geográfico de España (1780). Biblioteca Nacional de España, MSS.Micro/14496

Referencias bibliográficas:
Martínez Enamorado, V. Cuando Marbella era una tierra de alquerías (2009). Ayto. de Marbella, Real Academia de San Telmo, Cajamar. 389 pp
Urbaneja Ortiz, C. «Marbelíes. Los últimos musulmanes de Marbela«. Revista Cilniana 24/25 (2011-2013), pp.31-46
Urbaneja Ortiz, C. Mudéjares y moriscos en Istán (2013). CEDMA, 291 pp

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viernes, 26 de junio de 2020

Manglares

MANGLARES
Día de los manglares, 26 de junio


     Ante los huracanes, los tsunamis y el aumento del nivel del mar, una valla verde defiende las costas de zonas tropicales y subtropicales: los manglares, ecosistemas excepcionales que, sin embargo, están gravemente amenazados en todo el mundo tras perderse la mitad de esa vegetación en solo cuarenta años a consecuencia, principalmente, de un reordenamiento territorial inadecuado.
     Los manglares son bosques de marisma propios de costas protegidas, y constituyen una barrera contra la erosión que causan el viento, las olas y las corrientes.
     Entre sus muchas bondades, los manglares regulan la calidad del agua en las costas, mantienen las zonas de pesca y, gracias a sus mecanismos naturales de almacenamiento de carbono atmosférico conocidos como “sumideros de carbono azul”, contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático en esas regiones.
     Pero los manglares han sido deforestados y su devastación ocasiona grandes perjuicios, por lo cual la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) conmemora cada 26 de julio, desde 2015, el Día Internacional de la Protección del Ecosistema de Manglar. El organismo internacional destaca la importancia de este ecosistema “único, especial y vulnerable que por su existencia, biomasa y productividad aporta importantes beneficios a los seres humanos, presta bienes y servicios a la silvicultura y la pesquería, contribuye a la protección del litoral y es particularmente importante para mitigar los efectos del cambio climático y la seguridad alimentaria.”

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martes, 23 de junio de 2020

Elogio de la planta

FRANCIS HALLÉ (Francia, 1938)
Eloge de la plante - Elogio de la planta
(traducido por Ignacio Abella)

      A decir verdad, predación y ayuda mutua no son mecanismos tan distintos como podría creerse: se precisa la mirada del/la biólog@ para diferenciarlos pues, para el animal todo es predación. Rinde a la planta servicios esenciales, pero todo sucede a espaldas del propio animal que se alimenta del néctar o de polen y al hacerlo poliniza la planta; o se nutre de un fruto azucarado y al hacerlo dispersa las semillas.
     El animal sabe lo que toma pero ignora lo que da, y la sutilidad de la planta se manifiesta en la posibilidad que tiene de manipular al animal, creando sustancias tóxicas, coloreadas o volátiles. Dejemos de lado nuestro sentimiento innato de condescendencia hacia nuestras verdes primas y observemos esta manipulación del animal por la planta.
     Defensas bioquímicas adaptadas, botones florales verdes que no se distinguen del follaje, les bastan para mantenerlos alejados cuando no se desea su presencia. Pero la planta sabe también atraerlos, cuando los necesita, mediante una corola brillantemente coloreada, a veces acompañada de un delicioso perfume, promesa de un banquete de néctar.
Ophrys insectifera
     Pero para dejar a las semillas tiempo para madurar, es preciso de nuevo apartar al animal suprimiendo aquello que lo atraía: la corola cae y tan solo quedan frutos verdes, inodoros, herméticamente cerrados y con frecuencia cubiertos de espinas e incluso tóxicos, en cuyo interior las semillas crecen tranquilamente.
     Pobre animal, su papel no ha terminado aún; se le va a necesitar de nuevo para dispersar las semillas y satisfacer así las ambiciones expansivas de la planta. Los frutos adquieren una apetitosa coloración, o bien se abren mostrando aspecto de pizza o de pastel de manzana, mientras que aromas aperitivos se extienden alrededor como el olor de un asador de pollos en una calle comercial. Y el animal, claro está, se precipita; se cree victorioso, no tiene ni idea de que se limita a hacer lo que se espera de él.
     La astucia es convertir al animal en asociado, incluso sin que se de cuenta. Se cree predador y actúa como tal, mientras en realidad se ha convertido en un ayudante, incluso en un criado, a veces un gigoló, como en el caso de las Ophrys* de las que hablaremos en otra ocasión.

* La polinización de las Ophrys tiene lugar por engaño sexual o pseudocopulación, ya que el labelo imita a las hembras de ciertos himenópteros, e inclusive a otros grupos de insectos.

Del libro original en francés "Eloge de la plante", de Francis Hallé. También disponible el libro completo traducido por Lander Renteria en la edición de http://www.librosdeljata.com/ "Elogio de la planta. Por una nueva biología".
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sábado, 20 de junio de 2020

La palmera que camina

RENÉ VILLANUEVA MALDONADO
La palmera que camina

     Su nombre cientídico es Socratea exorrhiza, y es una palma que literalmente no se queda en un solo lugar. Puede llegar a desplazarse hasta un metro por año, en busca de nuevas zonas donde haya mejor acceso a la luz o nutrientes. Aún se desconocen muchos aspectos de la biología y ecología de esta especie, lo que representa un enigma botánico que fascina a todos aquellos que la conocen. Existen múltiples teorías respecto a la función de este particular sistema radicular.
     La forma en la que camina esta palmera, se debe a que ella usa raíces zancudas y su tronco o estípite nunca entra en contacto con el suelo. Es entonces que si la palma recibe algún estímulo ambiental que altere o llegue a producir algún estrés, esta producirá nuevas raíces, del lado al que se moverá, mientras que las del lado opuesto, se secarán. De este modo, la palma logra recorrer distancias considerables, y más si se toma en cuenta que alcanza una altura de hasta 25 metros.     
     La palmera es polinizada por escarabajos, y varios organismos se alimentan de sus semillas. Esta especie tiene una fuerte asociación con plantas epífitas.
     Se distribuye en Panamá, Colombia, Venezuela y Ecuador, aunque tiene una amplia distribución geográfica como planta invasora, llegando a encontrarse en países como México.

Referencias:
http://naturacuriosa.blogspot.mx/…/la-palmera-que-camina-so…
http://www.livescience.com/33663-walking-tree-socratea-exor…
https://es.wikipedia.org/wiki/Socratea_exorrhiza


En la Wihipedia leemos...
 
     (...) Se han propuesto otras ventajas de las raíces aéreas en comparación con las demás. Swaine propuso en 1983 que permitiría a la palmera colonizar áreas con una gran acumulación de materia orgánica (por ejemplo, troncos muertos) al poder emerger de ellos usando sus raíces. Hartshorn sugirió en 1983 que las raíces aéreas permitirían a la palmera crecer hacia arriba para alcanzar la luz sin tener que aumentar el diámetro del tronco pues proveen soporte mecánico. 
     Las raíces hacen a la palmera más estable y por lo tanto le permite crecer más alto y rápido que si no las poseyera. También le permite usar menos biomasa en raíces subterráneas en comparación con otras palmeras sin raíces fúlcreas, dejando por lo tanto más energía en crecer por encima del suelo. También le conferiría una ventaja al crecer en una pendiente, aunque no se han encontrado pruebas en este caso (por ejemplo ver Avalos et al. 2005). Esta especie no se mueve hacia abajo en una pendiente, no es capaz de cruzar ríos, o trasladarse a través de grandes distancias durante su vida, a no ser que sufra un daño mecánico que haga caer el tronco y que favorezca la generación de otro cono de raíces adventicias en otra parte del tallo, las cuales vuelven a levantar al tronco. Esta respuesta es una simple estrategia de crecimiento que muestra la gran plasticidad de S. exorrhiza (Avalos 2004) pero no implica que la palma "camine" o se desplace decenas de metros, lo cual es, ante todo, un mito. 
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jueves, 18 de junio de 2020

Leñadores y Carreteros

SORIA
El Nodo: Leñadores y carreteros, estación de Pinar Grande
Canción: Grupo Carrascoy

En 1949 El NODO de la Filmoteca NacionalEspañola ofrecía el documental "En la Vieja Castilla" en el vemos como se cortaban y trataban los árboles en Pinar Grande y cómo los pinos eran transportados por los carreteros hasta la estación. 
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martes, 16 de junio de 2020

Los abuelos del bosque

JAVIER PRIETO GALLEGO
Los abuelos del bosque

Hoy he tomado la recomendación de Javier Gallego para seguir virtualmente un atractivo paseo por Soria... Ver el original

    (...) Pero a nosotros, uno de los que más nos gustan es el que nos lleva por las laderas de estos inmensos bosques de pino a perseguir el rastro de un grupo de árboles centenarios. Son los Abuelos del Bosque, la corte que hace honores a un pino más recto que una vela y tan longevo que hay quien le echa 450 años de edad. Los vecinos de Covaleda le conocen desde hace varias generaciones como el Pino Rey. Y, aunque no se haya movido del sitio en casi cinco siglos, seguro que si se pone a contar secretos dejaría en nada lo que les contaron a don Pío y a don Antonio.
     El camino que lleva hasta este secreto rincón de uno de los bosques de pino silvestre (Pinus sylvestris) más extensos de Europa es fácil y está señalizado, así que es difícil que defraude este paseo corto en kilómetros pero intenso en emociones. Sobre todo si uno es sensible al milagro que supone que la vida se prolongue en cualquiera de los seres vivos que pueblan la Tierra durante más de cien años. En este caso concreto, el milagro estriba en que tantos ejemplares, y en un espacio más bien reducido, hayan sobrevivido durante tantos años a las contingencias propias de su medio: principalmente enfermedades, talas e incendios,

El paseo
Inicio del paseo

      La forma de llegar al punto de inicio del paseo a pie es tomando la pista forestal que arranca nada más pasar el km 40 de la carretera CL-117 a la entrada de Covaleda. Está señalizada como “Picos de Urbión” y se cuela por un polígono industrial que enseguida desaparece para dar paso a las estribaciones más bajas del bosque.
     La pista asfaltada comienza entonces una larga ascensión que tras pasar ante el refugio de Becedo alcanza el refugio de Bocalprado, una zona recreativa con fuente y mesas. En ese punto hay que tomar el desvío que surge a la izquierda hacia Tejeros.  Cuatro kilómetro más adelante, en el conocido como Cruce de Tejeros, está el cartel informativo que señaliza el inicio del paseo. Los primeros 850 metros del recorrido discurren por la pista de tierra que sube hacia el Mirador de la Laguna Negra y el Pico de Urbión. Pero al alcanzar una ligera curva hacia la izquierda toca abandonarla por su costado derecho, justo en el punto en el que resultan evidentes las escaleras que trepan hasta una de las plataformas de caza instaladas en lo alto de un pino.
      A partir de aquí el paseo discurre sin mucha dificultad persiguiendo las balizas clavadas en el suelo. Bien es verdad que en estos primeros metros, en los que abundan las plataformas aéreas montadas para la caza, faltan las señales de dirección en un par de ellas… Aún así, con un poco de atención es fácil ir encontrando las siguientes balizas señalizadas. El Pino Rey -450 años de edad, 17 metros de altura y un perímetro de unos 5,50 m- se localiza, bien señalizado, casi al final del recorrido, muy cerca ya del punto de inicio y próximo a la pista forestal donde se dejó el coche.
      Viéndolo así, tan recto y tan alto, no extraña que estuviera entre las preferencias de los constructores de barcos que en el siglo XVI los cortaban para hacer de “machos” -el palo mayor- en los galeones españoles. Si bien los favoritos para estos menesteres eran los Pinus nigra, que llegaban a alcanzar los 40 metros de altura. De cualquier forma, estos bosques eran lugares habituales para los constructores de barcos, que encontraban madera en abundancia para hacer mástiles, vergas o cofas. El roble, por su dureza, era preferido para las quillas. En el uso de estos montes para la extracción de madera para muy diversas utilidades está también el origen y auge del oficio de la carretería. Una vez cortados, y teniendo en cuenta la extraordinaria envergadura y peso de estos árboles, no era tarea menor transportarlos a los más diversos puntos de la Península. En especial a los astilleros. Así se fue creando un oficio, el de carretero, que acabó convertido en seña de identidad de toda la comarca.
     Es en tiempos de los Reyes Católicos cuando se crea aquí la Hermandad de Carreteros Serranos, una organización con privilegios reales al modo del Honrado Concejo de la Mesta, cuya finalidad era la de constituir una gran empresa pública de transporte por cuenta de la Corona. Carreteros de estas sierras amasaron su fortuna en el duro oficio de recorrer, desde entonces y hasta entrado el siglo XIX, buena parte de los caminos de España. (...)

Vinuesa y la calzada romana
      (...) Desde Vinuesa, frente a su iglesia, arranca la pista forestal asfaltada y señalizada que lleva primero hasta la Casa del Espacio Natural Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión y después hasta la Laguna Negra, un paraje excepcional tan envuelto en leyendas truculentas como mil veces adornado por descripciones poéticas.
      Para los más andarines una recomendación: el tramo de calzada romana que discurre entre Vinuesa y Molinos de Duero. Es un apetecible camino al que se llega cruzando, desde Vinuesa, el puente que salta el embalse de la Cuerda del Pozo. En el otro extremo, por la derecha, hay que desviarse hasta la ermita de San Mateo y encarrilarse por la trocha que va acompañando las orillas del río Duero aguas arriba mientras deja ver en algunos tramos restos del enlosado puesto por los romanos en la calzada que unía la localidad Visontium (Vinuesa) con la ciudad de Uxama (Osma). Como a todo lo largo del Duero, desde su nacimiento hasta su desembocadura, las marcas del GR14 pespuntean de trecho en trecho el recorrido.
 

Ficha técnica

Señalización: Sí, con pequeñas balizas clavadas en el suelo.
Inicio: El paseo arranca del conocido como Cruce de Tejeros, en la pista forestal que comunica Covaleda con el refugio de Bocalprado y la Laguna Negra.
Longitud: 2 km.
Duración: 50 minutos.
Tipo de camino: Pistas y campo a través.
Desnivel: 81 m.
Dificultad: Fácil. Se puede hacer con niños.
Cómo llegar: Hasta Covaleda puede llegarse desde Soria por la N-234 hasta Abejar donde se toma CL-117.
Época recomendable: Los pinares serranos se muestran bellos en cualquier época del año. Con nieve puede ser muy difícil el acceso hasta la senda.
Observaciones: Puede haber alguna baliza arrancada. Todas ellas se encuentran próximas entre sí y se suele ver la baliza siguiente desde la baliza anterior. En algún punto hay que estar atento y prestar atención para localizarlas. En caso de despiste lo mejor es regresar hasta la última baliza por la que se pasó.
Más información: Casa del espacio de la Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión, tel. 975378031

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domingo, 14 de junio de 2020

15 razones para no podar un árbol


JEANNE MILLET, Ph. D. en "La cultura del Arbol"
Quince buenas razones para no podar un árbol (La Cultura del Árbol N.76, diciembre 2016) (Millet, 2016).pdf  (Original)


     "Los recientes conocimientos en arquitectura arbórea permiten entender mejor las reacciones de un árbol frente a una poda y por qué estas (reacciones) pueden ir en contra de los objetivos de mantenimiento esperados. Si hay motivos suficientes que justifiquen la poda de un árbol, a continuación se muestran 15 actuaciones a evitar que se traducen en razones de sobra para no podarlo."


1. - Cortar o pinzar la extremidad del tronco. Esto equivale a destruir el centro organizativo del árbol, incitándolo a crear horquillas y a acumular reservas de almidón en la base de las nuevas estructuras creadas. Estas reservas estimularán la emisión de rebrotes en esa misma zona, y con ello una nueva actuación, provocando una dependencia del árbol a las podas de mantenimiento.

2.- Eliminar demasiado pronto (pocos años) horquillas del tronco. Esto impide que el árbol optimice la captación de energía, desestabilizándolo. Estimulada por esta actuación, la emisión de rebrotes indeseados alrededor de la herida marca el inicio de una dependencia del árbol con la poda.

3.- Eliminar las ramas horizontales.Su orientación denota una jerarquía secundaria respecto al eje principal. Estas contribuyen al aumento en diámetro del tronco. El hecho de eliminarlas, anima al árbol a crear nuevas estructuras más verticales y más problemáticas, ya que son susceptibles de competir con el eje principal.

4.- Eliminar sistemáticamente los rebrotes (es decir, todo tipo de renuevo, incluyendo los chupones). Los rebrotes representan el futuro del árbol. Al eliminarlos, privamos al árbol de estructuras foliares necesarias para su captación de energía. El árbol intentará de nuevo restablecer estas estructuras a costa de sus reservas, debilitándose todavía más.

5.- Intervenir demasiado pronto sobre un árbol que acaba de emitir rebrotes. Se recomienda dejar el tiempo suficiente para que el árbol aproveche todos estos rebrotes para almacenar reservas y se creen relaciones de dominancia entre ellos.

6.- Podar un árbol en decaimiento. Si un árbol está en decaimiento significa que no es capaz de recuperarse. Una poda no hará otra cosa que precipitarlo hacia la muerte.

7. - Podar un árbol senescente. En este caso, se recomienda podar únicamente las ramas muertas. Podar cualquier estructura viva – tronco, rama, ramilla – tan solo acelerará su camino hacia la muerte.

8.- Eliminar ejes con elevada tasa de crecimiento. Estimulará la emisión de rebrotes recurrentes en la zona de corte.

9.- Podar el extremo inclinado de un tronco joven. En el caso de muchas especies, este tronco puede enderezarse por si mismo. Cortar la extremidad de un tronco joven, incluso inclinado, desorganiza el árbol. Se puede favorecer que un eje tome el relevo entutorándolo, sin necesidad de podar el extremo del tronco, el cual adoptará finalmente un papel de rama.

10.- Podar antiguos ejes principales que se han convertido en ramas. Una vez encontrado su relevo, el antiguo tronco convertido en rama no vuelve a enderezarse. Mantendrá un leve crecimiento hasta su muerte, pero contribuirá a alimentar al árbol.

11.- Refaldar exageradamente la copa de un árbol. Una poda severa a nivel de tronco y ramas es perjudicial para el crecimiento en diámetro del árbol. La estructura de sostén del individuo pierde solidez. Un déficit de ramas empuja al árbol a emitir rebrotes sobre su tronco.

12.- Podar un árbol que como respuesta a una poda severa ha emitido suplentes débiles. Esta débil tasa de emisión de suplentes advierte de que el árbol tiene dificultades a la hora de tirar de sus reservas. Podándolo todavía más, se corre el riesgo de precipitarlo hacia un decaimiento irreversible.

13.- Intervenir sobre un árbol desorganizado, identificable por la presencia de numerosos suplentes en su copa. Para producir estos suplentes, el árbol a tirado de sus reservas. Una poda suplementaria estimulará un nuevo esfuerzo de brotación, a costa de unas reservas ya diezmadas, aumentando así la probabilidad de decaimiento.

14.-Podar un árbol que presenta una tasa de crecimiento débil y poco vigor. Esto podría llevarlo a un estado de decaimiento.

15.-Podar en la parte superior de la copa. Como el árbol tiende a crecer en altura, podar ejes con fuerte crecimiento afecta más al funcionamiento global del árbol que podar ejes menos vigorosos situados en la parte baja de la copa. Cuando sea necesario intervenir, será preferible realizar actuaciones ligeras de carácter preventivo, como la reducción de ramas. Una alternativa a la poda: la reducción de ramas

La reducción de una rama permite ralentizar su desarrollo al mismo tiempo que se le deja volumen. De esta manera, la rama sigue manteniendo un follaje abundante y alimentando al tronco, ayudando a este último a seguir creciendo. La reducción de la rama previene la competencia de ésta con el tronco y la posible formación de una horquilla con éste. La reducción mantiene a su vez a la rama en un papel secundario con respecto al tronco. Durante este tiempo, el tronco continúa su desarrollo en altura y dispone otras ramas.

Con el tiempo, las ramas más bajas son menos esenciales para el árbol y como la velocidad de crecimiento de toda rama acaba por disminuir, podar una estructura vieja conlleva un riesgo menor de rebrote en la zona de corte. De hecho, el árbol ha desplazado a otro lugar – hacia arriba – su esfuerzo de crecimiento.

Concretamente, la reducción de una rama consiste en eliminar solamente algunos segmentos. Esto puede llevarse a cabo mediante un mero despuntado de ciertos ejes. La reducción se centra en los ejes más dominantes, es decir, la extremidad de la rama y algunos de sus ejes laterales más fuertes. Un seguimiento durante los siguientes años permitirá demostrar que la rama toma y mantiene un papel secundario con respecto al tronco.

La reducción responde a varias necesidades: ayuda a orientar el crecimiento del árbol evitando su desorganización; previene los problemas de orden estético provocados por la emisión de numerosos rebrotes; evita la aparición de brotaciones indeseables en zonas inadecuadas y la acumulación de reservas de almidón en su base. También evita que se desencadene una dependencia del árbol a la poda, caracterizada por ciclos de poda/rebrote en las zonas de recurrencia de heridas. En resumen, la reducción ayuda al árbol a adaptarse a las exigencias de su entorno. Se recomienda planificar muy bien las operaciones de poda de formación en función de los compromisos del lugar.

¿Dónde cortar cuando sea completamente necesario? Sería interesante recordar que ninguna poda va en beneficio del árbol. Las podas se realizan para responder a unas necesidades de mantenimiento. Sin embargo, en un contexto donde la poda esté completamente justificada, se recomendará:

1.-Eliminar las estructuras envejecidas antes que los ejes vigorosos y los rebrotes, ya que estos son los últimos esfuerzos que el árbol ha realizado para renovar su estructura (figura 1).

2.- En la parte alta de la copa, privilegiar una poda justo por encima de un punto de acumulación de reservas, en la base de las unidades jerarquizadas (figura 2), lo que favorecerá una reacción justo en la zona de la herida y evitará la formación de un tocón (acompañado de una eventual pudrición).

3.- Podar preferentemente ramas y ramillas de pequeño diámetro antes que eliminar grandes ramas.

4.- Antes de eliminar una rama, reducirla y esperar a que el tronco aumente en diámetro.

5.- Privilegiar una poda en la parte inferior de la copa del árbol antes que en la parte superior.


Figura 1.- Eliminación de estructuras envejecidas antes que actuar sobre ejes vigorosos, entre estos los chupones.

 Figura 2.- Elección de una poda (flechas) por encima de un punto de acumulación de reservas de almidón (en negro), en la base de las unidades jerarquizadas (no se observan ramas laterales a lo largo de los elementos que forman la horquilla porque estas se han podado de forma natura.
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viernes, 12 de junio de 2020

El plantador de bosques

MARA VERDEJO
El plantador de bosques
      Haber sido alumna de la Universidad de Almería y unos años después presentar a uno de mis referentes vitales y profesionales, al sociólogo Joaquín Araújo Ponciano, en los viernes científicos organizados por UAL, ha superado cualquiera de mis sueños de alumna universitaria.
      Así que sólo os puedo decir que no dejéis de soñar: los sueños, os aseguro, que se hacen realidad, y quiero dar las gracias por ello a Esther Giménez Luque, directora del Centro de Colecciones Científicas de la Universidad de Almería por hacerlo posible. Para esta mujer de la Ciencia no hay nada imposible.  Joaquín regresa a mi Ítaca, como un Ulises utópico de mirada limpia; “a uno de los mejores perdederos del país” como ha escrito sobre mi hogar, donde sé que él también se embosca y tiene el placer y el arte de contarlo.
      Naturalista y campesino, tiene un currículum de vértigo, pero imagino que si tuviera que elegir una cosa, elegiría ser árbol. Escribe Joaquín: “Y elijo la condición del árbol. / Porque come luz. / ¡Qué delicia desayunar transparencia, /almorzar lucidez/ cenar ocasos anaranjados!/ y con ellos construir el verdor/ y la sombra/y la rara nube que es toda copa/ donde se esconde el canto de/los pájaros. / Ahora no puedo, / pero cuando lo deje/ seré lo que he elegido.”
      El hombre árbol y emboscado fertiliza la tierra con sus palabras, garabatos y haikus,  y por supuesto con sus propias manos; lo mismo planta árboles que hace grafías de lugares lejanos. Su voz familiar y reconocida adquirió para mí forma humana en el XXXVII Congreso de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos,  en Mayo de 2010, en Alcorcón. Nos sumergió en los parques como espacios para la sociabilización. Los parques como punto para el encuentro y el compartir, donde estrechar lazos y crecer, donde transitar y contemplar, donde crecer y respirar, entre sus auténticos protagonistas: los árboles.
      Dijo en el Auditorio Municipal: “cada árbol en pie es un bastón para la sociedad lisiada”, y al final de la ponencia, se levantó, cogió un rotulador y con elegancia trazó tres líneas, y dijo que en japonés
  significaba árbol. A esa misma grafía le hizo un pequeño punto y dijo que significaba amor. No lo pude contener: lloré conmovida porque me hizo sentir, con este gesto poético, la importancia de los árboles y su inmenso amor por ellos; e iluminó todos bosques que llevamos dentro. “No hay que plantar un árbol. Hay que plantar un bosque y plantar luego un bosque de bosques”, insiste Joaquín. El hombre que planta árboles nos hace partícipes con su arte de contar historias de la emoción del paisaje, del esplendor de la austeridad, del aire dibujado, de la danza del universo, de la sonata del bosque, de las mañanas de estío, de las aguas cantarinas y las noches de luna mora. Y si tuviera que elegir lo tiene claro: elige la condición del árbol y un bosque de bosques, porque es la única forma de lograr una “Humanidad más humana”. 
      En el 25 Aniversario de la Universidad de Almería, “este conmovido con mayúsculas”, como dice María José Parejo Blanco, directora del programa de RNE “El Bosque Habitado” de Radio 3, vino a cultivar lo verde de nuestro conocimiento como cultiva su huerto o trabaja meticulosamente en su fascinante estudio sobre su mesa de madera- que respira- y su ventana luminosa, orientada a un inabarcable horizonte de bosque. Vino a atalantarnos a la comunidad universitaria almeriense como lo hace un bosque o un mar, mostrándonos el placer de contemplar la Naturaleza, con el compromiso moral de defenderla, porque nos estamos jugando la vida en la Tierra. ¡Felicidades Universidad de Almería! “Que la vida os atalante” dice siempre Joaquín Araújo.
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miércoles, 10 de junio de 2020

La s'Olivera de Cort

LA S'OLIVERA DE CORT, Palma de Mallorca

A la s’Olivera’ de Cort se le calculan entre 500 y 600 años, tiene una altura de 6 metros y destaca la forma de su tronco de 7 metros de perímetro.
Jaime Batle junto a su emblemático árbol
     El día 3 de mayo de 1989 se plantó la conocida olivera en la Plaça de Cort, frente al consistorio palmesano. Esta centenaria olivera, catalogada y protegida, no deja indiferente a quienes pasan por el lugar, convirtiéndose en un fetiche para turistas y residentes.

     Este singular árbol creció en la finca de Pedruixella Petit (Pollença), propiedad del empresario Jaime Batle Manresa, hotelero y expropietario de autocares Batle. El expropietario cuenta que su idea era trasladar el árbol a uno de sus hoteles en Alcúdia, el Río Mar, pero no se realizó. Un jardinero que conocía, junto al jefe de obras del Ajuntamento, fueron a verle con el fin de comprarle la olivera para ponerlo en la plaza, frente al Ajuntament de Palma. Fue entonces cuando decidió donar la olivera a la ciudad.
     Agradecidos por aquel gesto, le dijeron que le harían un reconocimiento poniendo una placa con su nombre. Pero pasaron los diversos alcaldes...  Ramón Aguiló Munar, Joan Fageda Aubert, Catalina Cirer Adrover, Aina Calvo Sastre, Mateo Isern,... y 40 años... "No te preocupes, yo te pondré la placa" fueron las palabras de diversos alcaldes a Jaime Batle. A mi me "hacen gracia" las expresiones
Acto de agradecimiento, 25 de Febr. de 2019
de algunos políticos que parecen apropiarse de los hechos que la ciudad agradece, encarga, paga e instala.
     Por fin con Antoni Noguera se hizo realidad la ilusión de Batle de tener la placa de agradecimiento. Ésta se instaló el día 25 de febreo de 2019 con la asistencia de Susanna Moll, regidora de Educación de Educación y Deportes, de Antonia Martín, la regidora de Sanidad y Consumo, junto al ex-regidor de Infraestructuras, Carlos Aguilar.


Trasplante de la olivera, 1989
Invasión de inconscientes
     Estos comportamientos incívicos, la compactación del suelo y la abrasión del calzado sobre la corteza del árbol, llevaron al consitorio a instalar una valla que especificase la prohibición de subirse a la olivera. 

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lunes, 8 de junio de 2020

Expolio de olivos

BERNABÉ MOYA
¿Acabará el expolio de nuestros olivos monumentales?
No vale lo mismo ni tiene la misma consideración social dañar el cuadro ‘El grito’ de Edvard Münch que a un ser vivo milenario”
      El expolio que han sufrido los olivos monumentales en Cataluña no es una novedad, es algo que ha venido sucediendo desde hace más de cuatro décadas. Y lo peor es que no es algo exclusivo de Cataluña, se produce en toda España: Extremadura, Murcia, Andalucía, Aragón, Castilla la Mancha… Es una consecuencia de la España vacía, y vaciada, pero sobre todo desarraigada y desmemoriada.
Olivo milenario conocido como La Farga de Arión, en Uldecona (Tarragona).
      En nuestro país las competencias para proteger los árboles monumentales están transferidas a las comunidades autónomas, y a tenor de los resultados no parece que haya sido especialmente efectiva. Y es que, aunque Cataluña dispone de un marco jurídico específico para proteger a los árboles monumentales, desde el año 1987, hasta ayer solo tres olivos formaban parte del Catálogo de Árboles Monumentales de Cataluña: Lo Parot (el padre de los olivos), y las Fargues de l’Arion I y II (farga es la denominación de una variedad local de olivo cultivada en la zona desde antiguo), ambos en la provincia de Tarragona. Pero lo que más llama la atención es el contenido de la ficha técnica oficial de Les Fargues, consultable a través de internet, «nada más en la comarca del Montsià se han registrado 1.668 ejemplares singulares milenarios». Lo sabíamos y hemos mirado a otra parte, durante cuatro décadas.

Olivo Lo Parot, situado en Horta de San Juan (Tarragona)
     Esta semana algo ha cambiado. El Parlamento Catalán ha aprobado la Ley de Protección de Olivos Monumentales. Pero llega tarde. Son decenas de miles los olivos monumentales que han sido expoliados durante los últimos años. Hay un puñado de pueblos en el norte de Castellón y en el Sur de Tarragona que aún conservan varios cientos de ejemplares; el problema es que casi todos tenían miles. Y como en todo expolio de obras de arte de alto nivel que se precie, los más valiosos son los que primero desaparecieron. No sabemos a quién hay que preguntar por ellos.
       En Cataluña han seguido casi al pie de la letra el guión establecido por la Ley de Patrimonio Arbóreo de la Comunidad Valenciana, aprobada por unanimidad en las Cortes Valencianas. Se agradece. No fue fácil, y muchos de los autoproclamados protectores de la naturaleza estaban en contra. En Cataluña no ha sido posible la unanimidad. Pero han aceptado algunas de las normas que allí se establecieron, como que todo olivo que tenga mas de 3,5 metros de perímetro de circunferencia, medido a la altura del pecho está protegido “sin necesidad de resolución singularizada”. Recuerdo la férrea oposición a este parámetro por parte de algunos altos funcionarios de la Generalidad Valenciana, que a pesar de haber transcurrido década y media desde su aprobación, aún continúan sin entenderlo y tratando de modificarlo unilateralmente.

Olivo Sinfo y localizado en Traiguera (Castellón), Mejor Olivo del 2020 del mediterráneo
“Como en todo expolio de obras de arte, los ejemplares más valiosos son los que primero desaparecieron. No sabemos a quién hay que preguntar por ellos”
      No debe extrañar pues, que sea la Comunidad Valenciana la que más olivos protegidos tiene y desde hace más tiempo, aunque al parecer no hay ninguna prisa en inventariarlos, catalogarlos y cuidarlos, ya han pasado 14 años, y no han llegado a catalogar ni a un tercio. Lo mejor de la Ley Valenciana fue su entrada en vigor, lo que permitió una rápida y efectiva intervención de los miembros del Seprona de la Guardia Civil, que acabaron con el expolio de estas obras de arte de la naturaleza en una semana.
      A veces, esto de defender los olivos puede parecer un mero capricho. Pero para hacernos una idea más exacta de la dimensión del problema es conveniente consultar la tesis doctoral Prospección, diversidad genética y conservación de ejemplares monumentales y poblaciones silvestres del olivo en Andalucía presentada en la Universidad de Córdoba en junio de 2008.

     En Andalucía, que cuenta con más de 200 millones de olivos en cultivo y una tradición olivarera de más de 2.000 años de antigüedad, únicamente se pudieron inventariar 35 olivos, 56 olivares, 18 acebuches y cinco acebuchales monumentales. Pero los resultados genéticos fueron aún más reveladores, ya que el 83 % de los genotipos estudiados correspondió a variedades de olivos desconocidas para la ciencia.
“Hay que considerar a los árboles monumentales como parte fundamental del Patrimonio Cultural”
     Uno de los mayores empeños a la hora de redactar la Ley Valenciana fue hacer entender a los políticos y a la sociedad que había que empezar, por dignidad y por ética, a considerar a los árboles monumentales como parte fundamental del Patrimonio Cultural. Lo que llama la atención es que ninguna de las leyes aprobadas para proteger el patrimonio cultural los haya considerado como piezas esenciales del patrimonio de los pueblos. Como tal aparece en el preámbulo de la Ley Valenciana, y en consecuencia en ese mismo orden de igualdad se establecieron las sanciones por violar la Ley.
      No vale lo mismo ni tiene la misma consideración social dañar el cuadro El grito de Edvard Münch que a un ser vivo milenario. Arrancar de cuajo un olivo monumental, hay quien se atreve eufemísticamente a llamarle “trasplante”, está consignado como infracción muy grave, en la Comunidad Valenciana cuesta de 100.001 a 500.000 euros, mientras en Cataluña sale por entre 24.001 y 48.000 euros.
      Durante la filmación de la película El Olivo, Icíar Bollaín rodó un espacio para dar a conocer la verdad del problema: El filme concluye con la protagonista Alma, echando en cara a la generación anterior su actuación: “A ver si la próxima vez lo hacemos mejor”. Está mejor, no lo dudo. Pero es insuficiente, ya que en España han desaparecido el 80 % de los árboles monumentales en el último siglo. Y la urgencia de abordar el cambio hacia una transición ecológica justa y sostenible del mundo rural es más imperiosa que nunca. 

Bernabé Moya
es botánico, experto en Árboles Monumentales, Bosques Maduros y Biodiversidad. Participó en la elaboración de la ley valenciana de protección de árboles singulares.

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sábado, 6 de junio de 2020

Detrás de una foto, del narrador de historias

‎TOMÁS CASAL PITA‎
Tras una foto...
 
     (...)  No tenía claro si la foto era real o no, así que intenté documentarme acerca de ella y del árbol de la misma. La foto original es de Alexandre Baron y fue subida a la red el 25 de enero de 2009 con el siguiente comentario: “Otro glorioso ejemplar endémico de Socotra es el árbol de incienso. Aquí profundamente arraigado en el borde de una roca. Muy buscado por su resina aromática, el incienso fue una fuente de gran riqueza para los reinos del sur de Arabia desde la antigüedad”
     Por lo que he podido localizar sólo existe una foto del árbol en cuestión. Es posible que en el momento de hacerla, Baron no sospechase la difusión posterior que tendría. Desde entonces parece que nadie ha vuelto a localizar el emplazamiento del árbol o este ya no existe. Respecto a la identidad del mismo, Baron no aclara mucho más allá de que es un árbol de incienso. El incienso, también conocido como olibanum, proviene mayoritariamente de los árboles del género Boswellia, particularmente B. sacra y B. carteri, que crecen en regiones africanas y árabes, como Yemen, Omán, Somalia y Etiopía (en el norte de Somalia también crece B. frereana). La savia blanca lechosa se extrae de la corteza del árbol, se deja endurecer durante varios días y luego se raspa en gotas en forma de lágrima. El incienso de la más alta calidad es claro y plateado, pero con un ligero tinte verde. Las variedades de color marrón amarillento son las más baratas y fácilmente disponibles. En Omán, el mejor incienso generalmente está reservado para el sultán y rara vez se envía fuera del país. En definitiva, la foto y el árbol sí, son reales.
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miércoles, 3 de junio de 2020

Árbol (animación)

YARON YANAI
El Árbol
Created by: Yaron Yanai, Daimon Lavensky and Anat Weiss
Un cortometraje de animación (8’26″) ralizado en 2006.
Alon es un niño solitario que juega con su amigo, un gran roble viejo. Un día, una niña aparece en el lugar y cambia su mundo

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