JAVIER PRIETO GALLEGO
Los abuelos del bosque
Hoy he tomado la recomendación de Javier Gallego para seguir virtualmente un atractivo paseo por Soria... Ver el original
Los abuelos del bosque
Hoy he tomado la recomendación de Javier Gallego para seguir virtualmente un atractivo paseo por Soria... Ver el original
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Pero a nosotros, uno de los que más nos gustan es el que nos lleva por las laderas de estos inmensos bosques de pino a perseguir el rastro de un grupo de árboles centenarios. Son los Abuelos del Bosque,
la corte que hace honores a un pino más recto que una vela y tan
longevo que hay quien le echa 450 años de edad. Los vecinos de Covaleda
le conocen desde hace varias generaciones como el Pino Rey.
Y, aunque no se haya movido del sitio en casi cinco siglos, seguro que
si se pone a contar secretos dejaría en nada lo que les contaron a don
Pío y a don Antonio.
El camino que lleva hasta este secreto rincón de uno de los bosques
de pino silvestre (Pinus sylvestris) más extensos de Europa es fácil y
está señalizado, así que es difícil que defraude este paseo corto en
kilómetros pero intenso en emociones. Sobre todo si uno es sensible
al milagro que supone que la vida se prolongue en cualquiera de los
seres vivos que pueblan la Tierra durante más de cien años. En
este caso concreto, el milagro estriba en que tantos ejemplares, y en un
espacio más bien reducido, hayan sobrevivido durante tantos años a las
contingencias propias de su medio: principalmente enfermedades, talas e
incendios,
El paseo
Inicio del paseo
La forma de llegar al punto de inicio del paseo a pie es tomando la
pista forestal que arranca nada más pasar el km 40 de la carretera
CL-117 a la entrada de Covaleda. Está señalizada como “Picos de Urbión” y
se cuela por un polígono industrial que enseguida desaparece para dar
paso a las estribaciones más bajas del bosque.La pista asfaltada comienza entonces una larga ascensión que tras pasar ante el refugio de Becedo alcanza el refugio de Bocalprado, una zona recreativa con fuente y mesas. En ese punto hay que tomar el desvío que surge a la izquierda hacia Tejeros. Cuatro kilómetro más adelante, en el conocido como Cruce de Tejeros, está el cartel informativo que señaliza el inicio del paseo. Los primeros 850 metros del recorrido discurren por la pista de tierra que sube hacia el Mirador de la Laguna Negra y el Pico de Urbión. Pero al alcanzar una ligera curva hacia la izquierda toca abandonarla por su costado derecho, justo en el punto en el que resultan evidentes las escaleras que trepan hasta una de las plataformas de caza instaladas en lo alto de un pino.
A partir de aquí el paseo discurre sin mucha dificultad persiguiendo las balizas clavadas en el suelo. Bien es verdad que en estos primeros metros, en los que abundan las plataformas aéreas montadas para la caza, faltan las señales de dirección en un par de ellas… Aún así, con un poco de atención es fácil ir encontrando las siguientes balizas señalizadas. El Pino Rey -450 años de edad, 17 metros de altura y un perímetro de unos 5,50 m- se localiza, bien señalizado, casi al final del recorrido, muy cerca ya del punto de inicio y próximo a la pista forestal donde se dejó el coche.
Viéndolo así, tan recto y tan alto, no extraña que estuviera entre las preferencias de los constructores de barcos que en el siglo XVI los cortaban para hacer de “machos” -el palo mayor- en los galeones españoles. Si bien los favoritos para estos menesteres eran los Pinus nigra, que llegaban a alcanzar los 40 metros de altura. De cualquier forma, estos bosques eran lugares habituales para los constructores de barcos, que encontraban madera en abundancia para hacer mástiles, vergas o cofas. El roble, por su dureza, era preferido para las quillas. En el uso de estos montes para la extracción de madera para muy diversas utilidades está también el origen y auge del oficio de la carretería. Una vez cortados, y teniendo en cuenta la extraordinaria envergadura y peso de estos árboles, no era tarea menor transportarlos a los más diversos puntos de la Península. En especial a los astilleros. Así se fue creando un oficio, el de carretero, que acabó convertido en seña de identidad de toda la comarca.
Es en tiempos de los Reyes Católicos cuando se crea aquí la Hermandad de Carreteros Serranos,
una organización con privilegios reales al modo del Honrado Concejo de
la Mesta, cuya finalidad era la de constituir una gran empresa pública
de transporte por cuenta de la Corona. Carreteros de estas sierras
amasaron su fortuna en el duro oficio de recorrer, desde entonces y
hasta entrado el siglo XIX, buena parte de los caminos de España. (...)
Vinuesa y la calzada romana
(...) Desde Vinuesa, frente a su iglesia, arranca la pista forestal asfaltada y señalizada que lleva primero hasta la Casa del Espacio Natural Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión y después hasta la Laguna Negra, un paraje excepcional tan envuelto en leyendas truculentas como mil veces adornado por descripciones poéticas.
Para los más andarines una recomendación: el tramo de calzada romana que discurre entre Vinuesa y Molinos de Duero. Es un apetecible camino al que se llega cruzando, desde Vinuesa, el puente que salta el embalse de la Cuerda del Pozo. En el otro extremo, por la derecha, hay que desviarse hasta la ermita de San Mateo y encarrilarse por la trocha que va acompañando las orillas del río Duero aguas arriba mientras deja ver en algunos tramos restos del enlosado puesto por los romanos en la calzada que unía la localidad Visontium (Vinuesa) con la ciudad de Uxama (Osma). Como a todo lo largo del Duero, desde su nacimiento hasta su desembocadura, las marcas del GR14 pespuntean de trecho en trecho el recorrido.
Ficha técnica
Señalización: Sí, con pequeñas balizas clavadas en el suelo.
Inicio: El paseo arranca del conocido como Cruce de Tejeros, en la pista forestal que comunica Covaleda con el refugio de Bocalprado y la Laguna Negra.
Longitud: 2 km.
Duración: 50 minutos.
Tipo de camino: Pistas y campo a través.
Desnivel: 81 m.
Dificultad: Fácil. Se puede hacer con niños.
Cómo llegar: Hasta Covaleda puede llegarse desde Soria por la N-234 hasta Abejar donde se toma CL-117.
Época recomendable: Los pinares serranos se muestran bellos en cualquier época del año. Con nieve puede ser muy difícil el acceso hasta la senda.
Observaciones: Puede haber alguna baliza arrancada. Todas ellas se encuentran próximas entre sí y se suele ver la baliza siguiente desde la baliza anterior. En algún punto hay que estar atento y prestar atención para localizarlas. En caso de despiste lo mejor es regresar hasta la última baliza por la que se pasó.
Más información: Casa del espacio de la Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión, tel. 975378031
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