Mostrando entradas con la etiqueta Pinus longaeva. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pinus longaeva. Mostrar todas las entradas

1/22/2021

Pinus longaeva

Edmund P. Schulman (1908–1958)
De ARYSE.ORG
Pinus longaeva: el árbol más antiguo del mundo
Aunque este tema ya lo he tratado anteriormente (aquí), este artículo da otra visión del Pinus longaeva...
 
El Pinus longaeva, o pino longevo, es una especie arbórea de la familia de las Pináceas y que como su nombre indica es una especie de larga vida. Se encuentra en las altas montañas del suroeste de los Estados Unidos.
     El Patriarca, uno es de los longaevas más grandes, tiene 10,9 m. de circunferencia y 14 de altura. Tan sólo tiene 1.500 años de edad. Localizado en el Inyo National Forest.
     El Pinus longaeva se distribuye por tres zonas principales de los Estados Unidos:  aparece en Utah, Nevada y el este de California. En California, se encuentra sólo en la cordillera de las White Mountains, los montes Inyo y la Sierra Panamint. En Nevada, se encuentra en la mayor parte de las sierras más altas del Basin and Range desde Spring Mountains cerca de Las Vegas hacia el norte hasta las Ruby Mountains, y en Utah, al nordeste de South Tent en la Cordillera Wasatch.


      El tamaño medio del árbol es de a 5 a 15 m de altura, con un diámetro de tronco entre 2,5 a 3,6 m. La corteza es de color naranja brillante de color amarillo, fina y escamosa en la base del tronco. Este se caracteriza por ser extremadamente retorcido, resultado de las condiciones extremas en las que vive: las descarnadas y blanquecinas laderas lunares situadas a 3.000 metros de altitud.
     Es en estas tierras donde se encuentra el conjunto de pinos que el doctor Schulman bautizó con el  nombre de "Itinerario de los Matusalenes", y en el que se halla Matusalem, El Anciano, que con sus cerca de 4.600 años es el ser vivo más antiguo del que se tiene constancia. Cuando el doctor Schulman aplicó sus conocimientos de dendrocronología al estudio de los ejemplares de Pinus longaeva, existía la creencia de que los árboles más grandes del mundo, las secuoyas gigantes, eran también los más viejos. Fueron miles de ejemplares de secuoyas gigantes las que talaron los leñadores y en la mayoría de los casos todavía se puede contar los anillos de los tocones con total claridad, lo que ha permitido datar a los más viejos de entre ellos con unos 3.000 años de antigüedad. (Panorámica)
     Schulman realizó su sorprendente descubrimiento a mediados de los años cincuenta. Con ayuda tan sólo de un perforador sueco de poco menos de un metro de longitud y el grosor de un lápiz, tomó muestras del corazón de los troncos de diversos pinos para más tarde, ya en el laboratorio, contar los anillos con un microscopio. Del total de ejemplares analizados, diecisiete resultaron tener cerca de 4.000 años de antigüedad, y lo cierto es que todavía siguen con vida.
     Por paradójico que pueda parecer, Schulman, no encontró ninguna relación entre las dimensiones de los árboles más viejos y su edad. Por el contrario, la longevidad de los mismos parece estar directamente relacionada con estrés sufrido a lo largo de sus vidas. (Ojalá se pudiera decir lo mismo a propósito de los seres humanos. Los estudios de Shulman fueron publicados en 1958 en la National Geographic, sin embargo, él nunca llegó a leer el reportaje. El agotamiento y un ataque cardíaco acabó con su vida a los 49 años edad, poco antes de que la revista saliese a la calle). Los ejemplares más viejos de Pinus longaeva han elegido el clima más estresante que uno pueda concebir, con tremendas tormentas de nieve y gélidos vientos cortantes en invierno y un sol inmisericorde en primavera y verano, sin más agua que la procedente del deshielo de la nieve acumulada y con tan sólo unas pocas semanas al año en las que se dan las circunstancias favorables para el desarrollo. Parece ser, pues, que el estrés ralentiza el reloj vital de los árboles hasta el mínimo imprescindible para que sigan con vida. En realidad, los ejemplares más viejos de Pinus longaeva viven en los mismísimos límites entre la vida y la muerte, hasta el punto de que el tronco principal muere varios miles de años antes de lo que hace la última de las ramas, cuya vida queda suspendida de una mera tira de corteza que la une con las raíces.
     En la actualidad la ubicación exacta del anciano Matusalén se mantiene en secreto. Para proteger este árbol venerable, del Servicio Forestal de los EE.UU. se niega a dar su ubicación o identidad dentro de la ruta Methuselah Grove (Ruta del bosque de Matusalenes), pues como veremos inmediatamente, de las investigaciones llevadas a cabo por Schumlan se desprendía otra consecuencia no menos desastrosa.

La ineptitud de la Ciencia o el sacrificio de Prometeo, el árbol más antiguo del mundo
     El descubrimiento en 1957 por Schulman de la longevidad de lo pinos longaeva en California atrajo la atención de grupos conservacionistas sobre la misma especie que crecía en su Estado, en la zona de Rueda, en Nevada. Un grupo local liderado por Darwin Lambert pensaba que los pinos de la zona del Pico Wheeler (3.981 metros de altitud), situado en la frontera oriental de Nevada con Utah, podían tener la misma edad,  por lo que comenzaron a estudiarlos y ponerles nombres de los miembros del grupo. Así que empezaron a llamarlos Buda, Sócrates, Prometeo… La asociación no pudo obtener financiación pública para su labor, por lo que sus investigaciones se fueron olvidando. Hasta que en 1964, Lambert se enteró por la prensa de una noticia increíble. Darwin Lambert, un estudiante de Geografía de la Universidad de Carolina del Norte, se propuso investigar en torno a los glaciares del Pico Wheeler. El estudio de los glaciares formaban parte de su trabajo de investigación para su doctorado. Junto a un amigo llegó a la zona de vegetación del Pinus longaeva y comenzaron a tomar muestras del interior de varios árboles,  descubriendo una muestra de más de 4.000 años. Se pusieron tan emocionados que rompieron su perforadora de extracción de muestras. Como se acercaba el final de la temporada de campo, pidieron un permiso al Servicio Forestal de los EE.UU. para cortar el árbol, que fue concedido (esto es lo inconcebible). Se trataba de “Prometeo“.
   Tocón de Prometeo, el mártir de los pinos longaeva
Después de cortar el tronco a más de dos metros por encima de la base original, se contaron 4.844 anillos. Darwin Lambert acababa de matar al organismo vivo más antiguo de la tierra, pasando así a engrosar la lista de los mayores ineptos del campo científico. Finalmente, el dendrocronólogo Don Graybill determinó la edad del árbol que pasó a tener 4.862 años. Hoy en día lo único que queda del árbol más antiguo del mundo, es un trozo del tronco, que se puede contemplar en el salón de un casino de Nevada.
     El Servicio Forestal de los EE.UU  tardó un par de años en  difundir la muerte de “Prometeo” en los EE.UU. Gracias a todas las protestas que tuvieron lugar, finalmente se interesaron por la seguridad de los pinos longeava o bristlecone. En 1986 se creó el Parque Nacional Great Basin y la asociación que inició el proceso, muchos años antes, por fin vió cumplido su objetivo.

Caracteristicas de la White Mountains y estrategias de supervivencia
     Las White Mountains (o Montañas Blancas) se localizan en el centro-este de California, justo al norte del
 
Valle de la Muerte, y en el borde occidental de la Gran Cuenca. Alcanzan la respetable altura de 4.342 m. Sin embargo, Sierra Nevada, situada a 16 kilómetros al oeste a través del valle de Owens, bloquea la llegada de las lluvias del Pacífico. Como las tormentas del Pacífico se mueven hacia el este, la Sierra retiene la mayoría de la humedad, dejando a las White Mountains fuertes vientos de aire seco. La precipitación anual es inferior a 30 cm, la mayor parte de la misma llega en forma de nieve en invierno.

      Debido a la variada topografía, la precipitaciónes son muy diferentes y en áreas localizadas. Los vientos que soplan continuamente en las partes más altas deposian nieve en algunas zonas, dejan poco espacio para la vida vegetal salvo la de los pinos longaeva, que sobreviven hasta los 3400 m. Las tormentas de truenos y relámpagos son frecuentes en las zonas altas. Los vientos son fuertes en las cimas, tanto en verano como en invierno. El clima seco y la altura hacen de esta región un lugar especialmente inóspito para la vida. La calidad del suelo también es pobre. Este factor combinado con una corta estación de crecimiento producen una flora escasa y delicada.
     Sin embargo, el Pinus longaeva ha logrado vivir donde prácticamente nadie más puede, con lo que ha evitado la competencia con otras especies por el agua y los nutrientes. Los árboles más viejos crecen en afloramientos de dolomita, un sustrato de piedra caliza con pocos nutrientes, pero con mayor contenido de humedad que la piedra arenisca que le rodea. La dolomita puede reflejar más luz solar que otras rocas, lo que contribuye a mantener las raíces frescas y conservar la humedad.
     La primavera llega en estas tierras a principios de mayo con la fusión de la nieve y el aumento de las temperaturas. Cada año, la circunferencia del árbol crece tan sólo 1/100 de pulgada (0,25 mm), y no siempre se forman nuevas ramas y piñas. En esta zona subalpina sólo hay tres meses de verano (muchas veces únicamente 6 semanas) para producir el crecimiento y las reservas para poder hibernar. Todo esto debe llevarse a cabo con 25,4 cm de precipitación. Durante los veranos frescos, los árboles sobreviven de la energía producida ese verano y crecen con las reservas almacenadas del año anterior. Para vivir tanto tiempo bajo estas condiciones, los pinos longaeva han establecido varias estrategias.

El Patriarca es de los más grandes
  • Las agujas del pino son de larga duración, pueden vivir veinte o treinta años, lo que implica que el nuevo follaje del árbol consume poca energía añade. Las agujas de larga duración proporcionan una capacidad fotosintética estable para mantener el árbol durante los años de fuerte estrés.
  • Otra estrategia de supervivencia es la muerte progresiva y gradual de la corteza y el tejido que conduce el agua (xilema) cuando el árbol queda dañado por un incendio, rayo, la sequía o tormentas dañinas. Esta reducción de tejido evita  suministrar nutrientes y compensa el efecto de cualquier daño sufrido. Por ejemplo, el “Pino Alfa” lllamado Matusalém que tiene más de 4000 años, abarca casi cuatro metros de diámetro, pero sólo tiene una tira de 25 cm de corteza viva donde apoyarse.
  • La mayoría de las plagas de bacterias, hongos o insectos que se alimentan de plantas son desconocidos para el Pinus longaeva debido a su madera muy densa y resinosa. Además, el aire seco típico de la región subalpina puede ocasionar la muerte por desecación, pero también ayuda a conservar los árboles y evitar que se pudran.
  • El Pinus longaeva puede permanecer en pie durante cientos de años después de su muerte. Caen porque las raíces de apoyo, finalmente,  se ven socavadas por la erosión.
  • Los pinos más antiguos  viven en los lugares más expuestos, con una cantidad considerable de espacio entre cada árbol. La longevidad de las agujas y la incapacidad de otras plantas que crecen en el suelo para crecer en la dolomita hace que haya una baja cobertura. Esta distancia entre ellos, combinada con la falta de cobertura del suelo, puede soportar la caída de un rayo o un incendio, e impide la propagación del fuego a los árboles circundantes.
  • Incluso los árboles más viejos tienen la capacidad de producir semillas viables.
-----

7/02/2020

Itinerario de los "matusalenes"

1958, meses antes de morir
EDMUND SCHULMAN (1908-1958), descubridor del “ITINERARIO DE LOS MATUSALENES


"... los pinos más viejos llevan en cierto modo muriéndose dos mil años o incluso más. En la actualidad poseen tan sólo una estrecha porción de la corteza de los tejidos vitales que antaño los recubrieron por completo. En realidad, el proceso de muerte de estos ejemplares se va volviendo cada vez más lento y es probable que algunos de ellos mantengan un buen aspecto durante al menos otros cinco siglos. Pero dudo que puedan vivir mucho más..."

     Hace setenta años quién podía imaginar con que los árboles pudieran vivir durante más de 1000 años y, mucho menos, 4.000, además como seres atormentados y retorcidos en lo alto de las áridas montañas del desierto. Todo eso cambió en 1953, cuando el dendrocronólogo de la UA Edmund Schulman decidió seguir un consejo que había recibido de un ranger del Inyo National Forest, en White Mountains, California. Después de una temporada de campo en Idaho, Schulman fue a explorar algunos árboles en las White Mountains. 
     Había pasado los 20 años anteriores recorriendo las montañas occidentales en busca de árboles antiguos. Continuando el trabajo de A.E. ​​Douglass, quien fundó el Laboratorio de Investigación de Anillos de Árbol de la U. Arizona, Schulman estaba buscando árboles marcadores del clima, estaciones meteorológicas biológicas que habrían estado acumulando datos climáticos en silencio durante siglos. Douglass, que fue el mentor de Schulman, descubrió la dendrocronología (literalmente, "el clima registrado en el árbol") como una forma de descubrir los misterios de los climas antiguos.
El Patriarca, en Inyo Nat. Forest, el ser más grande, no el más viejo
      Entonces, en 1953, Schulman subió a más de 2.500 m en las White Mountains y registró los anillos de crecimiento del pino de bristlecone más grande del mundo: el Árbol del Patriarca. Contó sus anillos y vio que tenía unos 1.500 años. Varios de los vecinos del Patriarca también estaban en este rango. Para deleite adicional, Schulman descubrió que estos supervivientes doblados y maltratados eran mejores para registrar datos climáticos que los flexibles pinos que había estado estudiando en Idaho.
      Al año siguiente cuando la nieve se derritió en las montañas y comenzó la temporada trabajo de campo de 1954 y posterior 1955, Schulman volvió a buscar árboles aún más antiguos. "Para 1956, sabíamos con certeza que teníamos árboles, aunque pareciera increíble, de más de 4.000 años,", escribió Schulman en 1957, un año crucial en su vida.
     En el verano de 1957, Schulman y su asistente, "Spade" Cooley, descubrieron Pine Alpha y otros 16 bristlecones que databan de, al menos, 4.000 años. Nueve de estos crecen en un área que llamaron Paseo de Matusalén, que incluye el árbol vivo más antiguo conocido del mundo de 5,000 años que llamaron Matusalén.
      Schulman tenía planes para un estudio más exhaustivo de los árboles vivos y de la madera de los muertos, aún de mayor tamaño, que esperaba estudiarlos en la temporada de 1958. Pero a principios de 1958, a los 49 años, Schulman murió de un ataque cardíaco. En marzo de 1958, la revista National Geographic publicó el artículo póstumo que había escrito sobre su sorprendente descubrimiento.
      "La historia preservada en los anillos anuales de crecimiento eventualmente debería darnos un registro único de los cambios climáticos pasados", escribió Schulman. Mucho más importante, agregó, es "la capacidad de estos árboles para vivir tanto tiempo, pueden servir como guía... para comprender la longevidad en general". El Servicio Forestal de los Estados Unidos reconoció las contribuciones científicas de Schulman cuando llamó en 1958 el Ancient Bristlecone Pine Forest de 11.000 Ha como "Schulman Memorial Grove".
     En Inyo Nat. Forest hay tres sendas que puedes recorrer, una recorrre la formación boscosa más antigua pero no señalan el árbol más viejo para protejerlo.
     En Great Basin hay cinco agrupaciones boscosas del Pinus longaeva

(Fotos propias, información de la Red e Inyo Nat. Forest)
Conos masculinos
Conos femeninos

¿Alguien podría haber concebido algo tan dramático?


-----

1/06/2015

HISTORIA DE UN ERROR
De cómo el árbol (WPN-114) más viejo del mundo fue talado 

     El Pino de Bristlecone (Pinus longaeva) fue identificado por primera vez como un árbol extremadamente longevo, por el doctor Edmund Schulman, que realizó una serie de exploraciones por las Montañas Blancas (White Mountains) de California en 1954. Crecen a una altura superior a  2.000 metros en diversas áreas de caliza de la Gran Cuenca (Great Basin) que cubre el estado de Nevada y partes del de Utah y California.
     Alguno de estos árboles parecen estar muertos, con apenas una parte del tronco cubierta por corteza viva y hojas. Esta estrategia de crecimiento es una respuesta a los daños infligidos por el clima y los rayos, y les permite sobrevivir con recursos muy limitados. Se cree que los pinos bristlecone del Pico Wheeler, en Nevada, son más antiguos que los que se encontraron en California.
Barrena de extracción de muestra del árbol
     En 1964, un estudiante de geología llamado Donald R. Currey
(1934 – 2004) llegó al Pico Wheeler para estudiar la edad del hielo glaciar, lo cual hizo parcialmente recopilando datos de los anillos de los árboles. Empleando herramientas de perforación para retirar material del centro del árbol, identificó especímenes de más de 4.000 años de edad.
     La decisión de su tala y la forma siguen siendo objeto de controversia muchos años después y existen diferentes versiones sobre los hechos. Según alguna versión, cuando su herramienta de extracción de muestras se atascó en el interior de un enorme árbol, el denominado WPN-114, solicitó permiso al Servicio Forestal de los Estados Unidos -y lo obtuvo- para cortar el árbol y dejar al aire un tajo horizontal para su estudio. Cuando hubo contado los anillos del tronco, descubrió que el árbol (también conocido como Prometeo) tenía más de 4.844 años de edad. Más tarde, el dendrocronólogo Don Graybill, obtuvo muestras más cercanas al suelo, y demostró que tenía 4.862 años de edad, el ser vivo más antiguo jamás descubierto. 
      El árbol vivo más antiguo de los restantes es un pino de bristlecone llamado “Matusalén” que crece en las Montañas Blancas de California. Algunos científicos sostienen que su edad es de 4.789 años. Por supuesto no se ha dado a conocer su localización.

     Hasta 1970, se creía que los pinos bristlecone eran una sola especie. Más tarde D.K. Bailey demostró que existían diferencias en la estructura de las agujas y piñas entre los bristlecone de California, Nevada y Utah, y los de Arizona, Colorado y Nuevo México. Estas diferencias eran lo bastante acusadas como para permitir la división en dos especies: Pinus longaeva y P. aristata.     
     El pino bristlecone no solo es un especialista en sobrevivir en climas áridos, sino que se las arregla en suelos dolomíticos que son alcalinos y pobres en nutrientes. Con solo tres meses de verano al año, y menos de 25 cm. de agua de lluvia, la circunferencia del tronco de estos pinos apenas aumenta un cuarto de 
milímetro cada año. 

-----

11/03/2013

LOREENA McKENNITT (Canadá, 1957)
Ancient Pines (Vocals and Synthetic Textures)


Casi todas las fotografías son de  Bristlecone pine   (Pinus longaeva)
-----