viernes, 30 de marzo de 2018

Socotra

REVISTA ESPORES - La veu del botànic de Velencia - Las plantas mágicas de la Isla de Socotra, Yemen

     Socotra es un pequeño archipiélago yemení de cuatro islas situado en el Océano Índico. La isla más grande, contiene alrededor del 95% de la masa terrestre del archipiélago, y el resto son como pequeñas salpicaduras en el océano que albergan algunas de las especies más curiosas del planeta.
     Socotra es la isla más extraterrestre del mundo. Se encuentra unos 240 kilómetros al este del Cuerno de África y 380 kilómetros al sur de la Península Arábiga. La isla está muy alejada, como perdida en la nada, como si hubiese aparecido ahí de repente. Nada de lo que conocemos en nuestro planeta se parece a Socotra. Es un lugar único cuya magia radica en su singularidad de especies, tanto vegetales como animales.
   Curiosamente, es precisamente el hecho de que se encuentre tan aislada lo que ha producido un proceso de especiación único, por el que un tercio de la vida vegetal de la isla sólo existe allí. Al igual que sucede en islas Galápagos, Socotra tiene 825 plantas endémicas, y por eso son muchos los que piensan, en forma de confabulación, que si Darwin hubiera visitado esta isla su Teoría sobre la Evolución de las Especies se hubiera matizado de forma todavía más clara. Sin embargo, y a diferencia de las Galápagos, Socotra está significativamente más habitada, y lo ha estado durante unos 2.000 años. Más de 50.000 personas viven en la isla principal del archipiélago. La pesca, la ganadería y el cultivo de dátiles son las principales ocupaciones de la población indígena.

Dragones, botellas y árboles con forma humana
     Una de las plantas más llamativas de Socotra es el árbol de sangre de dragón (Dracaena cinnabari), que tiene un aspecto extraño y cuya leyenda, como no puede ser de otra forma, está relacionada con la magia. Se trata de un árbol con forma de paraguas descrito por vez primera en 1882 por Isaac Bayley Balfour. (...) Los antiguos pensaban que su savia roja producida en el tronco del árbol era la sangre del dragón, buscada como medicina y medio de contraste, y en la actualidad utilizada como pintura y barniz. 
     Entre los tesoros vegetales de la Isla de Socotra encontramos el árbol del pepino Dendrosicyos socotranus, un monotípico género de las curcubitáceas, especie endémica de estas islas siendo esta variedad la única que crece en forma de árbol. Estos árboles, de cuerpo grueso y ramas pequeñas, que se asemejan en aspecto a una botella, son una reliquia en la isla, donde han crecido de forma inalterable desde hace cientos de años porque se adaptan perfectamente al clima árido y seco imperante en la zona. Las flores del árbol pepino son masculinas y femeninas al mismo tiempo y tienen un color cálido, entre el amarillo y el naranja. Sus pétalos largos y sus frutos ovales tienen primero un color verde que se transforma en rojo al madurar. Se reproducen únicamente a través de semillas y no cabe duda que estas especies son raras y diferentes y habrá que cuidarlas para que no desaparezcan.
     Otra de las plantas típicas de la isla es la Dorstenia gigas, una planta suculenta de familia de los baobabs que puede albergar en su interior cientos de litros de agua. Esta planta, conocida también como “la higuera de Socotra”, es una especie de la que quedan muy pocos ejemplares en el mundo. Es muy difícil que se reproduzca por esquejes, al igual que es complicado que sus semillas germinen dando paso a nuevos ejemplares adultos.
      El granado de Socotra (Punica protopunica) es otra de esas especies que alertan a biólogos y viajeros de hasta que punto la flora de la isla ha permanecido intacta desde hace miles de años. La Punica protopunica es una de las dos únicas especies del género Punica que hay en el mundo. A diferencia del granado común, este árbol endémico de Socotra da unos frutos rosas, cuyo sabor es menos dulce que la granada. Evidentemente, y al igual que la higuera de Socotra, este árbol es muy codiciado en la isla por sus frutos.
     Los antiguos habitantes de Socotra recurrían a la magia de los aloes para su uso medicinal y cosmético. El Aloe perryi (que recibe su nombre en honor de Wykeham Perry, recolector de plantas en Socotra a finales del siglo XIX) es una variedad de aloe que tiene como principal peculiaridad unos dientes de color marrón en sus hojas. Otra característica es que crece de forma individual, alcanzando un tamaño de 30 cm de largo. Cada ejemplar posee entre 12 y 30 hojas lanceoladas que forman densas rosetas. Las hojas son de color verde, teñido de rojizo de 35 centímetros de largo y 7,5 centímetros de ancho. La inflorescencia es por lo general de dos a tres ramas y alcanza una longitud de 50 a 60 centímetros.
     La Boswellia socotrana cierra el círculo de grandes especies endémicas de Socotra. En este caso, se trata de una rarísima variedad del género de las Boswelias, un reducido grupo de especies arbóreas muy populares por producir resinas aromáticas. Estas gomorresinas tienen diversos usos como son el farmacéutico (particularmente como anti inflamatorios), elaboración de sub-productos aromáticos y ya directamente como el popular incienso. De hecho, se documenta que el incienso bíblico fue probablemente un extracto de la resina de Boswellia sacra. El extracto de leche de la Boswellia socotrana es una de las actividades comerciales más importantes de la Isla de Socotra, pues los usos de esta savia blanca son variados en construcción de casas, barcos y utensilios para la pesca de la población local.
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