jueves, 19 de noviembre de 2020

El ailanto, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
El Ailanto

El ailanto (Ailanthus altissima) es un árbol de origen chino, incluido en el catálogo de plantas invasoras, que se reproduce por semillas (hasta 350.000 por árbol) y por vía asexual, con rebrotes de raíz y de tronco. Tolera prácticamente todas las condiciones ambientales, elimina por alelopatía la competencia vegetal, es muy resistente a los herbicidas y su madera es pésima. Lo que se dice toda una "joya", pese a lo cual aún hay gente que lo aprecia.
     No existe unanimidad acerca su llegada a Europa, de la que existen diversas versiones, una de las cuales achaca su llegada al botánico inglés Peter Collinson en 1751. En Italia se conoce, en palabras de Stella, al menos desde 1855 (posiblemente mucho antes). Según este autor, el 4 de noviembre de 1856, dos investigadores de la Academia de Agricultura de Turín (Griseri y Comba) recibieron del misionero piamontés Annibale Fantoni unos capullos del bombícido Samia cynthia, enviados desde la actual provincia de Shandong, en la costa china. Los bombícidos son insectos lepidópteros, generalmente nocturnos, cuyas larvas tejen capullos de seda de diferentes calidades. La especie más conocida es Bombyx mori, o gusano de seda, que se alimenta de morera. El bombícido Samia cynthia, produce la llamada "seda eri", a partir de las hojas del ailanto. Esta seda en el Japón feudal, anterior a la apertura a occidente (sobre 1867), estaba reservada exclusivamente a la familia imperial, y así mismo, tenía prohibida su exportación.
      En 1858, la segunda generación obtenida de aquellos capullos de Samia cynthia, estaba formada por miles de huevos, parte de los cuales Griseri envió a París a Guérin-Meneville, fundador y secretario de la Sociedad Imperial de Plantas y profesor de zoología aplicada. En 1860, éste consiguió convencer a Napoleón III para promover plantaciones de ailanto en Francia. Conseguir seda eri era casi un juego: el ailanto proliferaba, la mariposa no padecía las plagas de la otra, y casi se criaba sola, únicamente había que recoger los capullos y producir el hilo. Como contrapartida esta seda, del grupo de las llamadas "sedas salvajes", tenía una textura más áspera y era difícil de teñir. A finales del siglo XIX la seda europea comenzó su declive y la seda eri fue la primera en caer, junto a la producida por la Samia cynthia ricini, (una subespecie que se alimenta de ricino y que se criaba en Sicilia) y la de algunos satúrnidos asiáticos (Antheraea sp.) A principios del siglo XX, con el declive de la seda en marcha, aún se intentó en Barcelona la cría de Samia cynthia y la de Antheraea pernyi, que produce la seda "tussah". La experiencia terminó en fracaso, pero a resultas de esta iniciativa, aún se encontraron durante años ejemplares de Samia en los ailantos barceloneses (población que se da por desaparecida) y en la actualidad, al aparecer, sobrevive alguna Antheraea en Mallorca y Menorca. Cuando la Samia no dispone de su planta nutricia, se alimenta de aligustre, y también se le ha visto sobrer Prunus sp. y algunas otras plantas. Al salir del huevo, miden unos milímetros y llegan a tamaños de 7 u 8 cm (el adulto tiene una envergadura de alas de hasta 15 cm.), su temperatura ambiental óptima está entre los 20 y 25 ºC con una humedad ambiental de un 65 %. En estas condiciones pueden existir hasta cuatro generaciones al año. A la vista de la proliferación descontrolada del ailanto en muchas zonas del país, no es ninguna insensatez pensar en recuperar a esta mariposa que ya estuvo entre nosotros, tal vez no para conseguir seda, sino como plaga que controle el ailanto. Tal recuperación no puede ser una cuestión de la voluntad de algunos y, en caso de hacerse, deberá ser mediante un estudioso riguroso en las universidades oportunas.
     (...) No hay fecha conocida para la llegada del ailanto (Ailanthus altissima) a España, aunque a Europa parece ser que llegó a mediados del siglo XVIII. (...)  No estaba todavía en el listado de plantas invasoras, ni se concebía aún este concepto. 
     En esta foto de 1903, que me ha autorizado a compartir D. Juan Álvarez Mon desde la página Recuerdos de Madrid, vemos un grupo de hombres delante de unos ailantos y algunas plantas más indistinguibles. Como curiosidad decir que detrás de esos ailantos se hallaba la fuente de la Cibeles.
Samia cynthia
Antheraea pernyi
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