martes, 17 de noviembre de 2020

Takahashi en Saitama, el cronista de Japón (012)

TAKAHASHI HIROSHI (Yamagata, 1960)
El kominekaede del templo de Saizenji, en Saitama
Especie: Kominekaede (Acer micranthum Sieb. et Zucc., familia Aceraceae, género Acer) *Algunos lo consideran de la especie irohamomiji (Acer palmatum).
Dirección: Yokoze 598, Yokoze-machi, Chichibu-shi, Saitama-ken 368-0072
Perímetro del tronco: 3,8 m.     Altura: 7,2 m.       Edad: 600 años.
Designado Monumento Natural de la Prefectura de Saitama.
Tamaño: ★★★   Vigor: ★★★★   Porte: ★★★★★   Calidad del ramaje: ★★★★★
Majestuosidad: ★★★★
 
El Saizenji es un templo budista de larga historia (fue erigido en 1429) que está situado en una suave pendiente al pie del monte Bukō, en su ladera norte. Desde su emplazamiento se divisa toda la cuenca de Chichibu. Octava escala en la ruta de peregrinación de las 34 Kannon de Chichibu, el Saizenji es muy visitado, por lo que su ambiente suele ser de gran animación. La trinidad budista venerada en el pabellón principal del templo se ha ganado la fe de quienes aspiran a tener una larga vida, siendo conocida desde tiempo inmemorial por el sobrenombre de Bokefūji (“Libradora de la senilidad”). 
      Pero su fama, más que a su condición de templo que acredita con un sello oficial el paso de los peregrinos, se debe al árbol de la especie kominekaede (Acer micranthum Sieb. et Zucc.) que se alza en su recinto. Visible apenas atravesada la puerta principal del templo, extiende su ramaje a todo lo ancho del jardín delantero del hondō o edificio principal. La suya es una copa tan grande que cuesta creer que se trate de una de las variedades de arce japonés (momiji), que colorean de intenso rojo los bosques otoñales del país. Su ramaje tiene una envergadura de 18,9 m Norte-Sur y de 20,6 m Este-Oeste, con un perímetro de copa de 56,3 m, medidas que hacen de este ejemplar uno de los mayores de su especie en el país.
     Como si el propio diseño del templo se hubiera hecho pensando en el famoso árbol, desde la fachada del hondō se obtiene una vista frontal del mismo, con toda la riqueza de sus variaciones estacionales. Durante la temporada de lluvias que precede al verano cuando el árbol ofrece un espectáculo más original, pues el musgo que lo recubre por completo cobra un matiz verde especialmente intenso. Si visitan la zona, no dejen de ver el singular aspecto que adquiere el árbol bajo esta aterciopelada cubierta, que extendiéndose a sus pies como una alfombra, crea una atmósfera de misterio.
Número 012 del mapa

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