OLIVOS MILENARIOS
Mancomunidad Taula del Sénia
Publicado por Dacoliva (22 de septiembre de 2013)
Este es un territorio a caballo entre Castellón, Tarragona y Teruel que comprende 24 municipios de tres comunidades autónomas. El nombre proviene del río Sénia, frontera natural entre Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Mancomunidad Taula del Sénia
Publicado por Dacoliva (22 de septiembre de 2013)
Este es un territorio a caballo entre Castellón, Tarragona y Teruel que comprende 24 municipios de tres comunidades autónomas. El nombre proviene del río Sénia, frontera natural entre Cataluña y la Comunidad Valenciana.
En esas tierras bajas que miran al mar crece la mayor acumulación de olivos milenarios del mundo.
Desde 2009 un proyecto piloto, puesto en marcha por la mancomunidad, agentes sociales y económicos de la comarca y
apoyado con fondos Feader por el Ministerio de Medio Ambiente, del Medio
Rural y Marino, de la Fundación Biodiversidad y
comunidades autónomas, ha servido para catalogar y poner en valor todo
este rico patrimonio. Se han localizado y salvado miles de ejemplares y se ha empezado a comercializar su
aceite como un tesoro.
Unos 15 euros vale la botella de medio litro de un producto que hace apenas un lustro estaba amenazado de desaparición. La Asociación Territorio del Sénia han localizado y protegido más de 4.000 olivos que tienen más de 3,50 metros de perímetro a una altura de 1,30 metros, una dimensión que según los técnicos indica una edad de, al menos, cuatro siglos. Este es el tamaño mínimo, pero hay ejemplares que superan los 10 metros de perímetro.
La localización de olivos también incluyó la toma de todo tipo de medidas y la puesta en marcha de un sistema de certificación y trazabilidad para asegurar que la cosecha y el aceite provienen de los ejemplares numerados.
Como explica Jaume Antich, gerente de la mancomunidad y director del Proyecto Aceite y Olivos Milenarios del Territorio del Sénia, en la comarca se da la mayor acumulación del mundo de olivos milenarios. La mayoría son de la variedad farga, una tipología de olivo muy antigua, de recolección manual y producción alterna, que representa el 98,5% de los olivos catalogados.
Es difícil decir por qué en esa zona del Mediterráneo hay tal acumulación de viejos olivos, pero una clave es la propia variedad de planta que crece allí. La Asociación Territorio del Sénia organizó el pasado diciembre un congreso sobre olivos milenarios en el que los investigadores constataron que la ancestral variedad de farga es también una de las más longevas y voluminosas.
Lluís Porta, un joven agricultor, es,
seguramente, la persona del mundo con más olivos milenarios pues en su finca
de Ulldecona (Tarragona) tiene 150 catalogados. También administra uno
de los ocho molinos autorizados a prensar la oliva. Según Porta, la farga era un árbol poco productivo, especialmente los
viejos. Son árboles con mucha madera y poca hoja. La tónica en la
comarca era arrancarlos por variedades más productivas
porque no eran rentables. Desde hace al menos un siglo, la farga ha
estado en regresión en la comarca, pues los paisanos empezaron a apostar
por variedades más de moda.
En la última década y media, con la moda de los olivos grandes para jardines urbanos, llegaron los especuladores dispuestos a arrancar los monumentales olivos y venderlos por miles de euros a compradores caprichosos y poco conocedores del expolio natural en el que participaban. Como nos explican, los propietarios de grandes árboles monumentales no han estado recibiendo ni una mínima parte del dinero que se pagaba. A menudo, cuando el árbol monumental dejaba de producir tanto como se deseaba, se convertía en un estorbo para el agricultor, deseoso de poner una variedad más rentable. Que alguien viniera y se encargara de arrancarlo y llevárselo era ya una ayuda para el propietario, que, a veces, no recibía casi más pago que ese servicio.
Unos 15 euros vale la botella de medio litro de un producto que hace apenas un lustro estaba amenazado de desaparición. La Asociación Territorio del Sénia han localizado y protegido más de 4.000 olivos que tienen más de 3,50 metros de perímetro a una altura de 1,30 metros, una dimensión que según los técnicos indica una edad de, al menos, cuatro siglos. Este es el tamaño mínimo, pero hay ejemplares que superan los 10 metros de perímetro.
La localización de olivos también incluyó la toma de todo tipo de medidas y la puesta en marcha de un sistema de certificación y trazabilidad para asegurar que la cosecha y el aceite provienen de los ejemplares numerados.
Como explica Jaume Antich, gerente de la mancomunidad y director del Proyecto Aceite y Olivos Milenarios del Territorio del Sénia, en la comarca se da la mayor acumulación del mundo de olivos milenarios. La mayoría son de la variedad farga, una tipología de olivo muy antigua, de recolección manual y producción alterna, que representa el 98,5% de los olivos catalogados.
Es difícil decir por qué en esa zona del Mediterráneo hay tal acumulación de viejos olivos, pero una clave es la propia variedad de planta que crece allí. La Asociación Territorio del Sénia organizó el pasado diciembre un congreso sobre olivos milenarios en el que los investigadores constataron que la ancestral variedad de farga es también una de las más longevas y voluminosas.
No me gusta lo que hace con ellos el Ayto de La Nucía-Alicante |
En la última década y media, con la moda de los olivos grandes para jardines urbanos, llegaron los especuladores dispuestos a arrancar los monumentales olivos y venderlos por miles de euros a compradores caprichosos y poco conocedores del expolio natural en el que participaban. Como nos explican, los propietarios de grandes árboles monumentales no han estado recibiendo ni una mínima parte del dinero que se pagaba. A menudo, cuando el árbol monumental dejaba de producir tanto como se deseaba, se convertía en un estorbo para el agricultor, deseoso de poner una variedad más rentable. Que alguien viniera y se encargara de arrancarlo y llevárselo era ya una ayuda para el propietario, que, a veces, no recibía casi más pago que ese servicio.