lunes, 19 de abril de 2021

MARIANO SÁNCHEZ GARCÍA
Entrevista del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Agrícolas de España

"Podar el arbolado es una tradición que debe desaparecer como desapareció la del canibalismo”  

Este mes destacamos la labor de Mariano Sánchez García, Ingeniero Técnico Agrícola, jefe de la Unidad Técnica de Jardín y Arbolado del Real Jardín Botánico (RJB-CSIC), cuya trayectoria profesional le convierte en uno de los mayores expertos en arbolado con el que contamos en España. En su CV destacan numerosos proyectos, pero sin duda dos de los más famosos son el diseño del Jardín Tropical de Atocha y el del Palmetum del RJB-CSIC.
     Su conocimiento del arbolado en el ámbito urbano le lleva a ser muy crítico con la gestión que realizan los organismos públicos, tanto en la elección de las especies como en el mantenimiento, especialmente con la poda, que critica ferozmente.
     De colegiación tardía, reconoce el papel que tienen los Colegios Profesionales en la consecución de logros para la profesión. En la actualidad es colegiado del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Centro.

  • ¿Se echa muchas veces las manos a la cabeza cuando ve la elección y gestión del arbolado urbano por parte de los ayuntamientos?
     No siempre, aunque es frecuente ver que las especies empleadas en algunas calles de la ciudad o en determinadas zonas no son las adecuadas, o bien comprobar lo que en muchos municipios entienden por gestión del arbolado viario.
     La sensación que se siente es parecida a la del protagonista de ‘El día de la marmota’, Bill Murray. Ves que llega el otoño y salen las brigadas de poda con sus cestas como si no hubiese un mañana.
     ¿Qué libro de biología, de arboricultura o de vida vegetal dice que haya que mutilar las ramas de los árboles cada equis años? Si un detalle así estuviese escrito, pienso que inmediatamente después del título se daría una explicación biológica razonada o anatómica entendible del sentido de esa práctica, que por otra parte es sumamente absurda y perjudicial para el árbol y para nosotros. Mutilando al árbol perjudicamos nuestra salud, porque ese árbol durante unos años ni retiene contaminantes, ni aporta oxígeno, ni nos da sombra, pero sin embargo augura una buena podredumbre de la madera a la altura del corte de poda, generando posible riesgo de caída de ramas.
     El error principal de por qué se poda así viene de los alcorques cada 4 metros. Plantar cada 4 metros no vale para todas las especies. Hay especies de gran desarrollo que dejándolas crecer 2 metros a cada lado del tronco, es sumamente un espacio insuficiente.
     Para la ciudad y el ciudadano es mejor plantar árboles grandes que varios pequeños, porque ofrecen más beneficios. Pero claro, un plátano de paseo, de entre 28 o 30 metros de envergadura, no podemos meterlo con calzador cada 4 metros. Esto sería un error muy grave de diseño, y las consecuencia las paga el árbol, porque hay que podarlo para que encaje en esos alcorques y en el bolsillo municipal. En la actualidad se plantan más árboles de los que caben en las calles, porque se prima la cantidad frente a la calidad, y esta decisión conlleva que haya que pagar el coste de la poda, el del camión de la trituradora, cortar la calle, etc. Y a la vez, ese pseudomantenimiento, está generando mucho CO2. Necesitamos árboles bien seleccionados, que no precisen de podas ni de tratamientos.
     Otro problema frecuente originado por error en la elección del lugar de plantación, y del que Filomena ha tirado mucho, ha sido el de las plantaciones de pinos en praderas. Ese tremendo error es muy frecuente y las normativas municipales debieran prohibir realizar una plantación tan sumamente equivocada y de riesgo de cara al futuro.
  • ¿Qué aportan los Ingenieros Agrícolas en la gestión del arbolado urbano?
     Los Ingenieros Técnicos Agrícolas hemos estado siempre a pie de obra en la jardinería y, después, en la arboricultura urbana. Al conocer los criterios de jardinería les ha sido más fácil pasarlos a los de gestión de arbolado, de hecho, hemos sido una referencia.
     Sin embargo, echo de menos unas asignaturas claras acerca de arbolado urbano y gestión. Me gustaría colaborar en esa nueva asignatura donde se abordasen todos los criterios y conocimientos que deben tenerse, como, por ejemplo, que los marcos de plantación dependen de la especie. No debemos olvidar que el tema alcorques y sus distancias depende de Gerencia y Urbanismo, pero somos nosotros los que conocemos las especies.
     Los titulados debieran saber gestionar estas materias. Las calles tienen orientaciones al oeste y al norte, eso quiere decir que en una calle da el sol toda la tarde y la otra apenas ve el sol todo el día. Lo fundamental es conocer la especie y poner la que viene de zona de sombra en la calle umbría y la que viene del sol, a pleno sol. Si invitas en verano a tu casa a un noruego y a un habitante de Dubai, ¿cuál crees que te aguantaría mejor la habitación orientada al oeste?. Si nos equivocamos nos quedamos sin amigos y sin árboles.
  • Usted ha sido uno de los Ingenieros Agrícolas que ha participado en el análisis de situación del arbolado en Madrid tras el paso de Filomena y, además, ha sido muy crítico con la poda que hizo el Ayuntamiento de la capital tras el temporal ¿Cómo están los árboles que resultaron dañados y qué conclusiones es necesario extraer?

     No he participado directamente en el análisis, ese importante trabajo lo han realizado los estupendos técnicos municipales. He participado en la Mesa del Árbol convocada inmediatamente después, lo que honra a la concejalía.
     El 1 de febrero escribí un artículo para El País, “¿Es el hombre un Filomeno para el árbol?” donde el propio título lo dice todo.
     Si Filomena nos ha quitado un 5% de la masa foliar que es la que filtra la contaminación, aporta oxígeno y ofrece esa larga lista de beneficios ecosistémicos, lo que no puede ni debe hacer el mantenimiento posterior, o los pliegos de los concursos, es ordenar podar y quitarnos otro 5% de esa masa foliar, la situación que se crea en la ciudad puede ser respiratoriamente grave.
     Filomena, de manera natural, ha dañado a los árboles perennifolios. En Madrid el más perjudicado han sido los géneros Pinus y Quercus. Se ha tratado de una borrasca excepcional y como tal debe entenderse que miles de ramas se hayan roto por el peso de la nieve.
     A las ramas les ha faltado adaptación, es difícil que el árbol genere madera de reacción para soportar un peso si ese peso es repentino y raro. Con 3 nevadas parecidas al año y desde el árbol jovencito, la cosa hubiese sido menos grave, pero no estamos en la Taiga, es Madrid y lo ocurrido con esta tormenta ha sido lo normal.
     Muchos árboles han perdido el porte y el ayuntamiento debe establecer los criterios técnicos por los que deja o quita ese árbol, aunque dada la terrible poda realizada por Filomena, recomendaría retirar solo los árboles de riesgo y dejar los meramente antiestéticos, porque la pérdida total de masa foliar puede ser enorme.

  • ¿Esas críticas las han elevado al Ayuntamiento de Madrid? ¿Han obtenido respuesta?
     En la propia Mesa del Árbol comenté que la poda sistemática y periódica de las calles debe desaparecer de los pliegos y solo se debe actuar sobre los ejemplares que lo necesiten por riesgo. También comenté que solo se deben podar los árboles que Filomena a su paso haya dejado peligrosos, el resto dejarlos. En pleno siglo XXI eso de mutilar el arbolado es algo ancestral, una tradición que debe desaparecer, como desapareció la del canibalismo.
  • Durante 7 años tuvo el honor de presidir la Asociación Española de Arboricultura, ¿con qué se queda de ese periodo?
     He estado de presidente en dos etapas y realmente me quedo con ese trabajo que hemos hecho todos los socios por levantar una asociación, de cerca de 200 socios, en el I Congreso Fundacional de Barcelona, y haberla llevado entre todos a los 840 socios, convirtiéndola en referencia.
     Nuestro último congreso en el Palacio de Cibeles, con 340 asistentes, fue un éxito importante, pero me quedo también con todos nuestros otros congresos por las distintas ciudades españolas, y deseando que nos inviten a organizar el congreso en otras ciudades en las que aún no hemos estado.
  • El paisajismo es otra de sus pasiones y vertientes profesionales, ¿qué 3 retos puede destacar de dos de sus proyectos estrella, el diseño del Jardín Tropical de Atocha y el del Palmetum en el Real Jardín Botánico-CSIC?

     En el Jardín Tropical de Atocha el primer reto fue hacer un jardín en ese lugar tan emblemático que iban a ver millones de personas. El trabajo de diseño y elección de especies, junto con Arturo y Ernesto Fernández, fue muy duro porque teníamos que acoplar un jardín botánico tropical en una estación.
     El segundo reto fue la dirección de obra, ya que las plantaciones de flora tropical se hicieron en el mes de enero para inaugurar en abril de 1992. Veía llegar a Atocha los camiones con las Roystonea regia, la Palma real cubana, y con una nevada, sin llegar a ser Filomena, claro, e imaginaba las palmeras congeladas y con pudriciones. Pero al final las plantas suelen ser más resilientes y resistentes de lo que citan los datos de los libros.
     El tercer reto fue el de la paciencia, ver que el pliego de mantenimiento que tanto trabajo costó escribir, no se llevaba a cabo. Uno de los problemas del mantenimiento de palmeras en recintos cerrados es que al ser monocotiledóneas, tienen estomas también en el haz y eso hace que si no se limpian de vez en cuando las frondas, éstas se vayan llenando de polvo y suciedad, algo que las debilita. En la naturaleza la lluvia lava el haz de las palmeras, pero en un recinto cerrado, o se cumple el pliego y se echa agua desde una cesta, o la planta va debilitándose poco a poco.
     Con respecto al otro proyecto, el del Palmetum del RJB-CSIC, conté con la ayuda inestimable de otro Ingeniero Técnico Agrícola que estudió en Madrid aunque es nacido en Cartagena, Javier Segura, compañero de promoción y director del vivero Palmasur, uno de los mejores especialistas en palmeras de España.
     El primer reto fue, sin duda, querer establecer un palmeral en una ciudad donde solo se cultivaban de forma habitual dos únicas especies de palmera (Trachycarpus fortunei y Phoenix canariensis). En el RJB-CSIC se dedicó el espacio de la Escuela Botanica.13, íntegramente a la familia ARECACEA. Se han llegado a tener cultivadas hasta 46 especies distintas de palmeras de Europa, Asia, África, América y Oceanía.
     El segundo reto fue el de diseñar un sistema de riego como se establece en los oasis, por inundación, y la verdad es que el resultado ha sido espectacular.
     El tercer reto ha sido observar y padecer la actuación de Filomena. Porque lo peor para el RJB-CSIC no ha sido la nieve de Filomena, al fin y al cabo la borrasca ha afectado al 4,8% del arbolado del jardín. Lo peor para nosotros ha sido la helada posterior, ya que siendo un jardín botánico albergamos una colección de 5.600 taxones, muchos provenientes de clima templado.
     Y sin duda lo peor de la helada ha recaído sobre el Palmeral. Algunas especies morirán, pero no lo sabremos hasta el mes de mayo o junio. Las palmeras tienen solo una yema en el capitel y aunque la palmera esté helada, que esté muerta no lo sabremos, con seguridad, hasta dentro de unos meses. Otras presentan un aspecto terrible porque se han helado sus frondas, pero con toda seguridad puede ser que la yema siga viva, ya que tarda unos meses en emerger la nueva fronda.

  • Usted es colegiado del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Centro, ¿qué le diría a los indecisos con la colegiación?
     Si he de ser sincero, he estado muchos años sin colegiarme pero ahora que he vuelto me he dado cuenta que el Colegio tiene la fortaleza de abrir puertas y hacer presión, y por eso creo que la fuerza la da la unión y así se logran metas fundamentales. Una de esas metas sería conseguir que la profesión tenga visibilidad en los proyectos de jardinería y arbolado de las ciudades, junto con otras profesiones que estudian y trabajan solo el medio natural.
     Ahora se está tratando de organizar cursos profesionales para formar a nuestros colegiados en aspectos que Filomena ha dejado al aire: el arbolado, plantarlos adecuadamente y en lugar correcto, reconocer el riesgo para podar lo indispensable y necesario y sobre temas de jardinería para actualizar y reciclar a nuestra gente en sostenibilidad y biodiversidad, trabajando en equipo con otras profesiones.
  • ¿Qué le parece si nos despedimos yéndonos con la imaginación al Real Jardín Botánico de Madrid, donde usted desarrolla su día a día? ¿Qué veríamos ahora mismo (inicios de abril) si nos diésemos una vuelta por él?

     Sin duda este mes destaco los tulipanes, los 18.000 bulbos que hemos plantado en noviembre para que florezcan este mes en un mar de color espectacular que atrae a miles de aficionados.
     Este año la visita también tiene sus zonas grises porque todavía recogemos ramas de Filomena, estamos restaurando la verja, los fontines y el emparrado, y el aspecto del jardín parece estar en obras pero todo se hace por el beneficio futuro.
     Ya el año pasado en el confinamiento, al ver que esa belleza de los tulipanes y ese trabajo quedaba sin ser visto, regalamos unas 6.000 flores de tulipán, narciso, peonías, lirios, etc. a los hospitales y residencias de Madrid que lo solicitaron. Este mes estamos restaurando la rosaleda para darle un brillo especial que será visible el próximo año. La ventaja de trabajar en un jardín histórico es que la prisa no es el elemento que rige el jardín.

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