viernes, 27 de octubre de 2017

EL ÁRBOL CONFUNDIDO
     Había una vez en algún lugar que podría ser cualquier lugar y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín adornado de manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. 
     Todo era alegría en el jardín excepto para un árbol, que estaba profundamente triste.
     El pobre tenía un problema: "No sabía quién era"...
     -Lo que te faltaba es concentración, -le decía el manzano- Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosísimas manzanas. ¿Ves qué fácil es?
     -No lo escuches...-exigía el rosal-. Es más sencillo tener rosas... ¿Ves qué bellas son?
     Y el árbol, desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
     Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, le dijo: -No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: ¡No dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas. Sé tu mismo, conócete y, para lograrlo, escucha tu voz interior!
     Y dicho esto, el búho desapareció.
     -¿Mi voz interior?... ¿Ser yo mismo?... ¿Conocerme?... - Se preguntaba el árbol, desesperado,... 
    Cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón. ¡De pronto comprendió! una voz interior le decía: -Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera, porque no eres un rosal. ¡Eres un roble!. Tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Tienes una misión: ¡Cúmplela!.
     Y el árbol se sintió fuerte y seguro de si mismo, y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.
     Miro a mi alrededor y me pregunto: ¿Cuántos serán robles que no se permiten a si mismos crecer?.... ¿Cuántos serán rosales que, por miedo al reto, sólo dan espinas?.... ¿Cuántos los naranjos que no saben florecer?
     Vivamos nuestro destino, embellezcamos nuestro espacio. No permitamos que nada ni nadie nos impida conocer y compartir la maravillosa esencia de nuestro ser.

---Fin---

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