CARLOS COLÓN, en el "Diario de Sevilla"
El odio a los árboles
En esto el Ayuntamiento representa admirablemente a los sevillanos: a ambos les importan un pito los árboles
El odio a los árboles
En esto el Ayuntamiento representa admirablemente a los sevillanos: a ambos les importan un pito los árboles
Cuando
supe que se había caído una rama en la plaza de San Lorenzo di por
talado el árbol. Me equivoqué. Han talado tres. En Sevilla hay que
ponerse en lo peor cuando de patrimonio -histórico, cotidiano o verde-
se trata. No sé qué hace el Ayuntamiento en lo que se refiere al
arbolado de la ciudad. O sí lo sé: nada. Parece que siempre interviene
demasiado tarde. Contaba ayer el compañero Juan Parejo que los técnicos
de Parques y Jardines han talado los tres árboles "tras realizar una
minuciosa inspección". ¿Esta "minuciosa inspección" solo se realiza
cuando la caída de una rama alerta sobre el estado del árbol? ¿No se
revisan periódicamente para tomar las medidas que impidan el deterioro
que obliga a la tala? ¿Son médicos de los árboles o sus ejecutores?
El compañero Parejo también informaba que los señores
técnicos van a colocar mallas protectoras en los 13 árboles
supervivientes -que no están en "situación extrema" aunque si malitos-
para evitar que las odiosas palomas y las aún más odiosas cotorras
invasoras aniden en sus huecos, "ya que es éste uno de los motivos de la
mala conservación". ¿No lo sabían? Si cuantos frecuentan la plaza los
ven entrar y salir de dichos huecos debe deducirse que nunca se han
pasado por allí y que los árboles San Lorenzo, como los del resto de
Sevilla, están dejados de la mano del Ayuntamiento hasta que un
accidente obliga a talarlos. Digo yo que si se hubieran revisado
periódicamente, puesto las mallas y tomado otras medidas preventivas no
hubiera sido necesario cortarlos.
Reconozco que soy injusto con el Ayuntamiento. Si su
misión es representar a los sevillanos, en esta cuestión lo hace
admirablemente porque a la mayoría de nuestros conciudadanos los árboles
les importan un pito, si no es que directamente les molestan y los
odian porque ensucian, albergan pajaritos que se cagan en sus
queridísimos coches y "tapan" las hermosas vistas de la ciudad. ¿Qué se
hizo cuando se restauró el Hospital de las Cinco Llagas y San Telmo?
Cortar los árboles que "tapaban" sus arquitecturas. ¿Qué se hizo cuando
se peatonalizó la Avenida? Cortar los grandes árboles que iban de la
Puerta de Jerez a Santo Tomás, faena de Monteseirín rematada por Zoido
talando los de Almirante Lobo (la memoria técnica del proyecto decía que
el arbolado "impide las vistas de la Torre del Oro desde la Puerta de
Jerez"). Así de horteras y catetos somos.
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Mi opinión...
Odiamos los árboles desde siempre, no hay mas que darse una vuelta por la geografía hispana para comprobar la deforestación, la nula puesta en marcha de planes de plantaciones, el nulo caso en erradicar especies invasoras, la utilización extrema de especies con valor crematístico inmediato, los incendios y los pocos planes para prevenirlos, las podas impropias e inadecuadas, los poquísimos parques en pueblos y ciudades.... yo me deprimo.
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