miércoles, 21 de octubre de 2009

Michel, un amigo argentino, me manda este cuento, gracias...


Y DIOS REPARTIÓ SUS DONES A LOS ÁRBOLES ...
Apólogos y cuentos criollos


Dios repartía sus dones a los árboles y éstos se adelantaban a elegir tributos y belleza.
Yo quiero ser fuerte -dijo el Ñandubay- y más duro que la piedra, más resistente que el hierro.
-Mi ideal es ser saludable -dijo la Anacahuita, y lo consiguió.
Al Jacarandá se le concedió esa agilidad de verso temblante, lírica en la primavera cuando luce su penacho lila maravilloso.
Ombú en un parque de Buenos Aires
El Laurel reclamó hojas oscuras y lustrosas. El Espinillo se adornó con sus áureos pompones perfumados. La Pitanga y el Guabiyú, pidieron azucarados frutos. El Ceibo se decoró de hermosas flores rojas. El Tala quiso rudeza india de nudos y espinas. El Sauce llorón poesía...La Aruera un poder misterioso para castigar a los inciviles que no le rindieran homenaje... Y las Tacuaras, esbeltas y musicales, solicitaron ser útiles para las picanas de trabajo y para arrancar una sonrisa de júbilo a los niños como armazón de la luminosa cometa.

- ¿Qué te puedo ofrecer, pobre Ombú?
- Sombra para el descanso de los hombres.
- Todos la poseen.
- Corpulencia, para ser un índice en la vastedad de la llanura, para que el gaucho desde la lejanía sienta la emoción del hogar tibio que lo espera.... 
Ombús en Sant Just Desvern (Barcelona)
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