martes, 11 de noviembre de 2014

ÁNGEL MARÍA GARIBAY (México, 1892-1967)
La palmera


Es noche oscura (claro está, sin luna),
es un fantasma, una visión grotesca;
más bien que un árbol tropical, es una
sanguijuela monstruosa, gigantesca.
Su talle majestuoso y altanero
se adentra por las célicas negruras,
y su copa, dijérase el plumero
con que limpia San Pedro las alturas.
En las horas de sol esplendoroso
trepa en busca del dátil sustancioso
un negro con aspecto de cloaca,
y a su sombra movible y reducida,
una dama de faz oscurecida
se mece dulcemente en una hamaca.
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