martes, 29 de abril de 2014

IGNACIO ABELLA (Álava, 1961)
Rebollo de Bermiego

Fragmento de la ponencia en el Congreso de Áboles históricos de Sintra, porque este venerable ha caído. Abril 2014
(Tomado de "El Bosque Habitado")


Congreso de Sintra, árboles históricos, octubre de 2011

El 12 de julio de 2007, durante una visita a Bermiego, tuvimos ocasión de contemplar una vez más el maltrecho Rebollo. Salíamos ya del pueblo cuando nos detuvo por un momento la abuela Caridad, saludando afablemente. Con su vestido alegre y florido y un ramito de campánulas en la mano, parecía un hada madrina a punto de revelarnos un risueño secreto y en cierto modo así fue. Caminamos juntos un buen trecho y para nuestra sorpresa nos contó que en realidad, para los vecinos de Bermiego, el árbol más importante no era el famoso texu sino el viejo Rebollo de la plaza al que se tenía una especial estima porque a su alrededor se celebraron antiguamente el conceyu y la fiesta. Muchos paisanos de la aldea tuvieron que emigrar en otros tiempos a Buenos Aires y antes de marchar, se despedían abrazando con lágrimas en los ojos al viejo Rebollo y cuando escribían, preguntaban siempre en sus cartas por el árbol que sin duda representaba el alma palpitante, verde y viva del pueblo.
Este sentimiento y esta presencia se corresponden perfectamente con la verdadera cultura del roble extendida por toda Europa y que ha conocido mil manifestaciones diferentes, tanto en lo que se refiere a estos árboles centrales con funciones sociales y espirituales como árboles de junta o asamblea, juraderos, de justicia, etc.; como en los aspectos más mitológicos, utilitarios, ecológicos o paisajísticos.
Curiosamente el olvido o abandono de todas estas funciones y la desmemoria en lo que respecta al significado tradicional de estos árboles, han propiciado el fin de toda esta cultura y tienen un fiel reflejo en el estado de muchos de estos árboles que como el Rebollo de Bermiego agonizan lentamente y han pasado de presidir con su colosal presencia los pueblos y el paisaje circundante, a ofrecernos una imagen patética de decadencia.Justo al lado de la capilla de San Antonio y la pequeña plaza, en el centro mismo del pueblo, el Rebollo de Bermiego ha sufrido numerosas calamidades, entre otras las podas salvajes que lo han mutilado, el corte de raíces para construir una casa cercana (desde entonces entristeció, nos cuentan en el pueblo) y las quemaduras que algunos atribuyen a los rayos y otros al incendio de la casa de al lado que habría alcanzado al árbol. En cualquier caso es declarado monumento natural el 27 de abril de 1995, pero como sucede a menudo con las administraciones irresponsables con este patrimonio, podemos ver en el estado del árbol, los resultados de una gestión chapucera y obsoleta. Carteles y losetas de piedra colocados a los mismos pies del árbol, sellado de las heridas con betunes que hace demasiado tiempo se demostraron perjudiciales y un descuido total del entorno inmediato, son síntomas reveladores y constituyen todo un ejemplar compendio de lo que no debe hacerse en la gestión de estos árboles monumentales 
Periódico de Quirós
-----

No hay comentarios: