SIMÓN ACOSTA PADILLA (El Hierro, 1903-1964)
El Garoé
La hojas de tus ramas habrán sido
que dejaban caer en la vertiente
el jugo por tus brazos recogido.
Tú serías un ladrón muy bien querido
que inspiraba devoción siempre creciente,
y el tiempo veloz en su corriente,
no ha logrado sumirte en el olvido.
Si el terrible Huracán fue tu verdugo,
maldición se llevó al que le plugo
derribar para siempre el Árbol Santo.
Tú que llevas una página en la Historia,
une humildemente a tu memoria
esta loa de amor que yo te canto.
Panel de cobre junto a la Alberca de los Deseos, al pie del nuevo til plantado en 1948 en memoria de aquel otro monumental arrancado de la tierra por un huracán en el año 1610.
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me ha encantado esta poesía
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