GABRIEL MIRÓ (Alicante, 1879-1930)
Nuestro padre San Daniel
"... Un ciprés, un magnolio, una palmera, dos araucarias mellizas. Muros de hiedras, de mirtos; huertos anchos, calientes; frescor jugoso de limoneros, de parras, de higueras, eucaliptos estilizados sobre piedras doradas...
Bajo un almendro aserrado de cigarras se enjugó el pañuelo de gorguera, y otra vez quedóse mirando a la ciudad...
Se ama y apetece el fruto temprano y verdiñal por sí mismo. Las tapias con árboles, y árboles con el primer fruto, daban una tentación irresistible a los ojos, a la mano y a la boca. El olor del ramaje retoñado, el sabor de esa carne frutal, cruda y fresca, y el tacto de su piel, lisa o velludita, dejaban una delicia inmediata del árbol, una sensación de paisaje...
Nuestro padre San Daniel
"... Un ciprés, un magnolio, una palmera, dos araucarias mellizas. Muros de hiedras, de mirtos; huertos anchos, calientes; frescor jugoso de limoneros, de parras, de higueras, eucaliptos estilizados sobre piedras doradas...
Bajo un almendro aserrado de cigarras se enjugó el pañuelo de gorguera, y otra vez quedóse mirando a la ciudad...
Se ama y apetece el fruto temprano y verdiñal por sí mismo. Las tapias con árboles, y árboles con el primer fruto, daban una tentación irresistible a los ojos, a la mano y a la boca. El olor del ramaje retoñado, el sabor de esa carne frutal, cruda y fresca, y el tacto de su piel, lisa o velludita, dejaban una delicia inmediata del árbol, una sensación de paisaje...
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