MIKE SHANAHAN (BBC Earth)
La increíble historia del árbol que más ha influido en la historia de la humanidad
Hace más de 2.000 años le cortaron una rama a un árbol importante. La orden la dio Ashoka El Grande, emperador de India, y se dice que fue bajo este mismo árbol que Buda alcanzó la iluminación. Ashoka le otorgó estatus de realeza a la rama, y la plantó en un vaso de oro sólido.
Esta historia, basada en el poema épico el Maja-vansha ("El gran linaje"), gira en torno a una especie de higuera que los científicos llaman Ficus religiosa.Sin embargo, esta no es la única especie de ficus. Hay más de 750 tipos, y ninguna planta ha influido tanto en la imaginación en el transcurso de la historia.
Raíces aéreas
La mayoría de los ficus entierra sus raíces bajo la superficie, pero el higo estrangulador y sus similares presume de ellas mostrándolas al público.
Escudo de Barbados |
Escudo de Indonesia |
Y el otro es Barbados, que debe su nombre a la imagen que vio el explorador portugués Pedro a Campos, cuando su barco llegó a la isla en 1536. El marino encontró muchos higos estranguladores que crecían a lo largo de la costa, del tipo llamado Ficus citrifolia. Eran masas de raíces marrones y rojizas colgando de las ramas de los árboles, como mechones de pelo enmarañados. Por eso a Campos nombró la isla de Los Barbados ("los barbudos").
Testigo de la historia
Photo Darma CC 2.0 |
El mismo árbol aparece en los himnos de batalla cantados por el pueblo védico hace 3.500 años. Y, 1.500 años antes, apareció en los mitos y el arte de la civilización del Valle del Indo.
En algunos casos se presentan en historias de ficción, folclore y ritos de fertilidad.
El más notorio es el baniano indio (Ficus benghalensis), un árbol tan grande que de lejos puede parecer un pequeño bosque.
Se dice que un baniano en Uttar Pradesh es inmortal.
Al sur de ese país, en Andhra Pradesh, otro ejemplar surgió donde una mujer se arrojó a la hoguera funeraria de su esposo y murió. Ese árbol puede proveer refugio a 20.000 personas.
Alimento indispensable
Sus historias de este árbol pronto alcanzaron al filósofo griego Teofrasto, el fundador de la botánica moderna. Teofrasto había estado estudiando la higuera comestible, Ficus carica, y vio que insectos diminutos entraban o salían de los higos.
Comida todo el año
Hay más de 1.200 especies que comen higos, incluyendo una décima parte de todas las aves del mundo, casi todos los murciélagos de frutas conocidos y decenas de especies de primates. Por ello, los ecologistas opinan que si esta especie desaparece, todo lo demás colapsaría.
Los higos no solo alimentan a los animales. Para algunos, la presencia durante todo el año de higos maduros, habría ayudado a sostener a nuestros primeros antepasados.
Incluso, dicen que los higos de alta energía, estarían relacionados con el desarrollo de cerebros más grandes en nuestros predecesores.
s. (Foto August Muench CC 2.0) |
También hay una teoría que sugiere que nuestras manos evolucionaron como herramientas para evaluar cuáles higos son suaves, y por lo tanto dulces y ricos en energía.
Domesticadas
Los agricultores incluso entrenaron monos para trepar árboles y cosecharlos.
Creencias
Su atractivo quizás se deba a otro atributo crucial. Aparte de ser dulce y sabrosos, también contienen fibra, vitaminas y minerales. Un ejemplo famoso del poder sanador de los higos aparece reseñado en la Biblia. Ezequías, rey de Judá, estaba al borde de la muerte con una plaga de furúnculos, pero logró recuperarse después que sus sirvientes aplicaron a su piel una suerte de pasta hecha con higos picados. Los medicamentos desarrollados durante milenios en todo el trópico han utilizado no solo el fruto, sino su corteza, hojas, raíces y el látex que desprende.
Ocultando ruinas
Por ejemplo, las grandes ciudades de la civilización del Valle del Indo se multiplicaron entre 3300 y 1500 a.c., luego desaparecieron de la historia hasta 1827, cuando un desertor de la Compañía de las Indias Orientales, llamado Charles Masson, se topó con ellas.
En ese momento, gigantescos árboles estranguladores dominaban el paisaje, y las ruinas sobresalían de misteriosos montículos.
El colapso de esta civilización se debió a una prolongada sequía, y lo mismo ocurrió con las pirámides mayas de Tikal, en Guatemala.
En Krakatoa, la vida quedó erradicada de la isla en 1883, luego de la erupción del volcán. Los higos fueron excelentes vehículos para estimular la formación de las áreas boscosas nuevamente.
Basándose en esto, los científicos están replicando este efecto a lo largo del trópico, plantando higueras para acelerar la regeneración de la selva tropical en áreas donde se han perdido árboles debido a la tala.
Contra el cambio climático
En Etiopía, los higuerones están ayudando a los agricultores a adaptarse a la sequía, proporcionando sombra vital a los cultivos y forraje para las cabras.
Estos dos enfoques también pueden aplicarse en otros lugares donde se experimentan condiciones extremas.
La larga historia de 80 millones de años de las higueras, es un recordatorio de que nosotros somos los que llegamos los últimos a poblar la Tierra.
Sin duda, nuestro futuro estará más seguro si incluimos estos árboles en nuestros planes.
Lee la historia original en inglés en BBC Earth
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