domingo, 5 de abril de 2015

JOSÉ SELGAS (Lorca-Murcia, 1822-1882) 
El sauce y el ciprés

Cuando a las puertas de la noche umbría 
dejando el prado y la floresta amena
la tarde, melancólica y serena,
su misterioso manto recogía, 


un macilento sauce se mecía
por dar alivio a su constante pena
y, en voz suave y de suspiros llena,
al son del viento murmurar se oía:


"¡Triste nací!... ¡Mas en el mundo moran 

seres felices que el penoso duelo
y el llanto oculto y la tristeza ignoran!
"

Dijo, y sus ramas esparció en el suelo. 
"¡Dichosos ¡ay! los que en la tierra lloran!"
le contestó un ciprés, mirando al cielo. 
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