LOS ÁRBOLES VIEJOS SON CLAVES EN EL EQUILIBRIO ECOLÓGICO DEL PLANETA
De"redaccion@ambientum.com"
El paradigma que se asumía desde siempre en el mundo de los
silvicultores, según el cual los árboles paran de crecer en masa una vez
alcanzan ciertos tamaños y pierden su vigor a medida que envejecen, ha
tenido un giro de 180 grados.
En la actualidad se sugiere analizar
este fenómeno desde otras perspectivas, porque su dinámica no es igual a
la de los humanos, quienes paulatinamente dejan de crecer y reducen su
metabolismo.
Después de analizar 673.000 individuos de 403
especies de parcelas forestales en climas tropicales y templados del
mundo, se halló que el 97 % de los más antiguos seguían creciendo en
masa, lo que les permite capturar grandes cantidades de CO2 y eliminarlo
de la atmósfera.
Según Álvaro Duque, coautor de la investigación,
profesor de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín y experto
en bosques, ello contradice la idea de que el crecimiento en masa de
los árboles grandes se detiene una vez estos alcanzan cierto tamaño.
Según
la publicación Nature News de enero de 2014, se estima que un árbol de
100 centímetros (cm) puede crecer anualmente 52 veces más que uno de 10
cm. Los resultados del estudio muestran, por ejemplo, que en una parcela
de bosque maduro en el oeste de Estados Unidos, los árboles de más de
100 cm de diámetro comprenden solo el 6 % de especies, pero representan
el 33 % del crecimiento.
El estudio fue liderado
por Nathan Stephenson, ecólogo del Servicio Geológico de Estados Unidos,
a quien se unieron 37 investigadores de diversos países –entre ellos el
profesor Duque-, para analizar la información de la dinámica de la
biomasa en los bosques del mundo. El equipo calculó las tasas de
crecimiento en relación con características funcionales y evolutivas.
En
una parcela de 100 × 100 metros se midieron e identificaron todos los
árboles. Mediante el uso de ecuaciones alométricas (herramientas
utilizadas para medir volumen y biomasa de los árboles) se convirtió a
masa el diámetro de su tamaño, teniendo en cuenta la densidad específica
de la madera. A partir de ahí, se cuantificó para cada individuo su
crecimiento, correspondiente al período establecido para el análisis.
Los
resultados revelan que las especies que alcanzan grandes tamaños van a
ser en gran medida representativas de este fenómeno. Para Duque, hay
familias en nuestros bosques que alcanzan dimensiones muy grandes, como
Leguminosae, Bombacaceae y Lecythidaceae, entre otras. En las tierras
altas, los robles (Fagaceae) juegan un papel preponderante.
Lo
anterior se reafirma con los resultados que ayudan a resolver algunas de
estas contradicciones. Maurizio Mencuccini, ecólogo forestal de la
Universidad de Edimburgo (Reino Unido), afirma que los más jóvenes
pueden crecer más rápido en una escala relativa, lo que significa que
requieren de menos tiempo para, por ejemplo, doblar su tamaño. Sin
embargo, en cantidades netas, los más viejos siguen aumentando su
crecimiento.
Para el análisis de Colombia, se incluyeron datos de
zonas de tierras bajas y de los Andes, pero según Duque había una
limitación con respecto al número de árboles, por lo que se consideraron
muy pocos. Sin embargo, puntualizó que la representatividad de los
bosques tropicales y no tropicales estudiados hace que los resultados
sean concluyentes para todos los bosques de nuestro país.
La
importancia de capturar CO2 radica en que es uno de los principales
gases de efecto invernadero que se está acumulando en la atmósfera, lo
cual tiene consecuencias directas sobre el calentamiento global.
Teniendo en cuenta el incremento aproximado en la temperatura en los
últimos 30 años, de entre 1 y 2 °C por encima de los niveles históricos,
si no existieran los bosques, este rango se hubiera duplicado.
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