27 octubre 2015

Alquézar
TEJO DE LOS SANTOS
Desde Alquézar, Huesca

Nos dirigimos a Alquézar una de las antiguas fronteras entre moros y cristianos y ahora uno de los reinos del nuevo turismo, el barranquismo. El pueblo está muy bien cuidado y concurrido en ciertos periodos del año. Pero queremos visitar a su vecino más longevo y olvidado, el Tejo de los Santos.
San Pelegrín
Tomamos el coche y nos dirigimos por detrás del depósito de agua, al lado del aparcamiento superior, para tomar el camino que va al Mesón, hacia la sierra de Sevil. El recorrido
Mesón
nos lleva a través de San Pelegrín y, como el camino se va deteriorando dejamos el coche en el cruce que nos llevaría a la ermita de la Virgen de la Viña. Desde allí, sin dejar el camino principal, hasta que lleguemos al mesón son unos tres km.

Castillo de los Santos
En el mesón tenemos carteles que nos indicarán la dirección y la topografía de la senda, así como alguna historieta. Desde el Mesón son 2,5 km en una vereda orientada al sur con una luz y paisajes extraordinarios.

Al llegar al final de la senda, en el farallón que da a la subida al castillo encontraremos una señal que nos indicará una senda nueva para nuestro regreso -Mesón 40 min-. Si seguimos esta señal encontraremos la que nos indique la inminente visión del tejo, situado en la cara norte y pegado al roquedo. Descendemos por una pequeña cascajera y lo tendremos a la vista. Antes habremos podido contemplar una espléndida y descomunal hiedra.

Tejo de los Santos
Roquedo del castillo
A este tejo se e calculan unos 700 años, tiene una altura de 13 m y la circunferencia de su tronco -a 1,30m- es de 3,55m. Nos cuenta Bernal que este tejo tenía un compañero pero que lo cortaron en la década de los 50 para que su tronco sirviera de tajador de una carnicería. Pero os dejo el enlace de Bernal que os contará bellas historias del lugar.
     La ruta no necesita apoyo de GPS porque está muy marcada, salvo que las circustancias climáticas sean muy adversas, pero no tiene desvíos. 

Datos del Tejo:
Edad: +/-700 años
Altura: 13 m.
Circunferencia a 1,3m: 3,55m


Umbría del Castillo. Centrada en la foto está la imponente hiedra y, abajo a la derecha, el Tejo
Ruta en Wikiloc

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23 octubre 2015

Raúl Rejón
La justicia paraliza una mina en un bosque protegido de Navarra que iba a talar miles de hayas, 

15/10/2015
El Gobierno de Barcina y la empresa MAGNA se aliaron para abrir una cantera en el hayedo Zilbeti a costa de miles de árboles, hábitat de especies en peligro de extinción. Los jueces evidencian que el Ejecutivo ignoró sus propios informes técnicos que habían concluido que la mina "pone en peligro la integridad del lugar". La sentencia explica que, antes de evaluar el proyecto, ambas partes habían suscrito un compromiso para que "la cantera de Antzeri sea viable".
Vista del hayedo de Zilbeti /  Ramón.Elosegui- SEO/BirdLife.
Vista del hayedo de Zilbeti / Ramón.Elosegui- SEO/BirdLife.
El empeño a toda costa del Gobierno de Navarra dirigido por UPN hasta las últimas elecciones para que la empresa MAGNA abriera una mina en un hayedo protegido se ha visto frenado por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia navarro (TSJN). Los magistrados han declarado nulas las decisiones del Ejecutivo que dieron el visto bueno a la mina. Básicamente, los responsables simplemente ignoraron sus propios informes que desaconsejaban el proyecto por su daños medioambientales.
La empresa Magnesitas de Navarra quería aprovechar un yacimiento situado en el monte Alduide. En medio de un bosque de hayas llamado Zilbeti. Es una Zona de Especial Conservación (ZEC). Entre otras particularidades, allí habita un cuarto de toda la población del pájaro carpintero más escaso: el Pico dorsiblanco, del que quedan unas 60 parejas.
Los cálculos del Gobierno foral eran que se afectarían 21 hectáreas y se talarían unas 15.000 hayas. La Sociedad Española de Ornitología –una de las demandantes– elevó esa cifra a más de 54.000, "muchas de ellas centenarias". ¿Cómo podía salir adelante un proyecto minero de estas características?
Lo cierto es que, a la luz ya de la sentencia del TSJN, la decisión de autorizar la cantera estaba tomada antes de iniciar los procesos de análisis y no importaron los resultados de los informes técnicos. El Gobierno de Navarra había suscrito un convenio con la empresa y los ayuntamientos de la zona por el que adquirían "el compromiso de todas la partes porque la cantera de Antzeri sea viable". Los ambientalistas recusaron a los miembros del Ejecutivo porque eran juez y parte a la hora de revisar el expediente de impacto ambiental. No se les hizo caso.
A la hora de evaluar cuánto daño podía hacer abrir el monte en busca de minerales, lo primero que se pide al promotor (en este caso MAGNA) es que haga un estudio. Por lo que se vé en el documento remitido, no hacía falta mucho esfuerzo. Ni siquiera se molestaron en presentar alternativas a la cantera primeramente diseñada.
MAGNA tenía la obligación de incluir en su Estudio de Impacto Ambiental diferentes opciones y justificar la que eligen. A partir de ahí, el Gobierno elabora una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para que arranque, o no, el proyecto. Magnesitas de Navarra no presentó alternativas. Se limitó a decir que la única opción viable era la de abrir la mina en el monte. Los jueces afean esa conducta y le explican a la empresa que ella misma posee otros yacimientos. ¿Por qué no los ha sopesado? Le preguntan.

Visto bueno a toda costa

La mina tenía que salir adelante como fuera. Con ese estudio en la mano, el Director del Servicio de Calidad Ambiental escribió en su informe de noviembre de 2010 –del que dependía el posterior visto bueno– que la explotación "no afectará de forma significativa la integridad de la Zona de Especial Protección (ZEC)". Se prescindía del análisis de los técnicos que habían evaluado el plan de manera totalmente contraria. Solo un día después, el superior de éste encargado, el Director General de Medio Ambiente, ya firmó la resolución que formulaba la declaración positiva para abrir la mina. Estaba todo dispuesto.
Lo que ocurrió es que los directores del Gobierno ignoraron, deliberadamente, los informes elaborados por los técnicos de Conservación de la Biodiversidad. Hubo hasta tres documentos diferentes pero basta con leer la conclusión de uno que sentenciaba que la explotación "pone en peligro la integridad del lugar". Allí se decía que de "los diez elementos clave" que componen la ZEC, "ocho resultan afectados por la cantera". De los 16 objetivos que justificaron la declaración del bosque como zona protegida, "la realización de la cantera implicaría el no cumplimiento de diez de ellos".
El Ejecutivo conocía esos informes. Y debía saber que contradecían palmariamente la resolución que había autorizado la mina ya que los jueces dejan escrito que "resulta sorprendente" lo que ha costado que el Gobierno navarro remitiese esos informes a la causa, habiéndose redactado algunos por ellos mismos.
Para colofón, el documento de Impacto redactado por el Gobierno foral se olvidó de incluir las actividades para la fabricación de la magnesita y las "actividades extractivas para la obtención de la materia prima necesaria para la fabricación de óxido de magnesio". Eso se salta, directamente, por parte de los responsables medioambientales de la región la directiva "comunitaria sobre repercusiones de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente", que entonces regía estos proyectos.
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19 octubre 2015

STEFANO MANCUSO
La timidez de los árboles

En  “Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal” 

"Otro ejemplo de comunicación “gestual” lo encontramos en la lamada “timidez de las copas”, según la ha definido el botánico francés Francis Hallé (1938). Este fenómeno, por el cual ciertos árboles tienden a evitar que las copas se toquen aunque crezcan muy cerca las unas de las otras, no atañe a todas las especies. Al contrario, por regla general los árboles no son tímidos en absoluto y entrelazan sus copas con total libertad. Sin embargo, los ejemplares de determinadas familias, como las fagáceas, las pináceas o las mirtáceas -por citar algunas de las más comunes-, son más bien reservados y no son amigos de entrelazar sus copas. Haced la prueba: entrad en un pinar y mirad hacia arriba. ¿Nunca os habéis fijado? Aunque crezcan unos junto a otros, los pinos se las arreglan para que sus copas no se toquen nunca, dejando un pequeño espacio libre entre sus hojas y las del vecino con el fin de evitar un contacto tal vez indeseado. Aunque no está claro por qué ni cómo ocurre, es evidente que este fenómeno implica un sistema de señales mediante el cual las copas se comunican sus respectivas presencias y pactan un reparto del territorio (en este caso, de aire y luz) para no molestarse."

Para conocer más...
Francis Hallé, Plaidoyer pour l'arbre, Arlés, Actes Sud, 2005
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René Villanueva Maldonado

La timidez de la copa de los árboles es un raro fenómeno en el cual cada árbol define un límite en el crecimiento de su copa, lo cual permite una armonía en el dosel forestal que hace que las especies coexistan fuera de competencia. La pregunta es ¿de qué modo los árboles son conscientes de los límites de crecimiento entre una copa y otra?. Una posible respuesta tiene que ver con la capacidad de intercambio de señales químicas o COVs (Compuestos orgánicos volátiles) la cual les provee a los árboles un sistema de comunicación social en el cual ellos se alertan de la presencia de plagas, enfermedades, estrés ambiental o el simple hecho de delimitar el espacio de crecimiento que pertenece a cada individuo, dejando así la competencia como una alternativa que parece pasar por alto parte de nuestra cosmovisión evolucionista que nos hace pensar que en la naturaleza todo es una lucha por la supervivencia del más fuerte.
 Información:
 https://www.facebook.com/arboriculturaISA/posts/1652818228264263
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16 octubre 2015

STEFANO MANCUSO (Italia)
Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal

Sinopsis

Las plantas podrían perfectamente vivir sin nosotros, en cambio nosotros sin ellas nos extinguiríamos en un breve período de tiempo. Es más, en el planeta Tierra existe tan sólo un 0,3% de vida animal frente a un 99,7% de vida vegetal. Y sin embargo expresiones como «vegetar» o «ser un vegetal» indican en casi todas las lenguas unas condiciones de vida reducidas a la mínima expresión.
      Cuando pensamos en las plantas, nos sentimos tentados a atribuirles dos características: inmovilidad e insensibilidad. Pero investigaciones científicas llevadas a cabo durante los últimos cincuenta años han demostrado que las plantas son sensibles (es decir que están dotadas no sólo de los cinco sentidos que posee la especie humana sino de hasta quince sentidos más), se comunican e intercambian información (entre ellas y con los animales), duermen, memorizan, cuidan de sus hijos, tienen su propia personalidad, toman decisiones e incluso son capaces de manipular a otras especies. ¿Cómo negar pues que también son inteligentes? Su capacidad para resolver los problemas que se les presentan ha sido probada por los estudios más recientes.
      Este libro se adentra en el fascinante mundo de las plantas desde el rigor científico y al mismo tiempo usando un lenguaje accesible a cualquier lector. Y pone al descubierto lo mucho que les debemos y, más aún, lo mucho que aún nos pueden enseñar.


 Stefano Mancuso en 'La contra' de La Vanguardia
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13 octubre 2015

JUAN JOSÉ COMPARÁN RIZO
En "Lengua Española I"
La comunicación de las plantas
Kudu
La posibilidad de que los vegetales, carentes de un sistema nervioso como el de los animales, se comuniquen entre sí ha desatado innumerables polémicas y enfrentamientos entre botánicos. Sin embargo, los biólogos norteamericanos, Ian Balwin y Jack Schultz, ofrecieron en 1983 la primera prueba fehaciente de comunicación a distancia entre las plantas. Balwin y Schultz descubrieron un increíble lenguaje químico entre los arces, árboles típicos de las regiones templadas. Ante la presencia de animales ramoneadores, que pacían los brotes tiernos de las ramas, los árboles dañados informaban a los árboles sanos del inminente peligro.
     La respuesta de los arces sanos era instantánea; éstos empezaban a producir taninos, sustancia de sabor desagradable que almacenan las hojas y que son altamente tóxicas para los herbívoros.
     Pero, ¿cómo se establece la comunicación entre éstos? El zoólogo Wounter van Hoven de la Universidad de Pretoria, en Sudáfrica, observó un fenómeno similar en otro tipo de árboles, las acacias.
     Hace algunos años, los responsables de parques nacionales y propietarios de ranchos con animales salvajes detectaron que centenares de kudus, una especie de antílope, fallecían en condiciones misteriosas durante la estación seca. Van Hoven descubrió que el responsable de la muerte de estos animales eran las acacias, que también almacenan taninos.
     Normalmente la cantidad de esta sustancia acumulada en las hojas no daña a los animales. Sin embargo, cuando las condiciones ambientales se vuelven adversas, la producción de taninos aumenta espectacularmente, lo que convierte a la hoja en un verdadero veneno para el hígado de los kudus.
     Según Van Hoven, cuando una acacia es ramoneada por un kudu, las hojas emiten vapores de etileno. Este alcohol parece ser la chispa que enciende la mecha; cuando los árboles sanos la “huelen” en el ambiente, saben que un herbívoro no anda muy lejos e inmediatamente fabrican el tanino mortal.
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Preguntas que hicieron unos escolares después de que leyéramos el texto anterior:

     ¿Qué son los taninos? Para responder nos vamos a la Wikipedia:
"En las plantas cumplen funciones de defensa ante el herbiolismo. Los taninos en general son toxinas (sustancias venenosas) que reducen significativamente el crecimiento y la supervivencia de muchos herbívoros cuando se adicionan a su dieta. Además, tienen potencial de producir rechazo al alimento ("antifedants" o "feeding repellents") en una gran diversidad de animales. Los mamíferos como la vaca, el ciervo y el simio característicamente evitan a las plantas o partes de las plantas con alto contenido de taninos. Las frutas no maduras, por ejemplo, con frecuencia tienen altos contenidos de taninos, que pueden estar concentrados en las capas celulares más externas de la fruta.

     ¿En qué año se descubrió? En 1984, más tarde del hallazgo de Ian Balwin y Jack Schultz. Es probable que Van Hoven los conociera, concretamente en el Parque Kruger, Sudáfrica. Este parque en la actualidad es el mayor de África pero antes estaba surcado por vallas y cercas.

     ¿Este fenómeno había ocurrido anteriormente? Sí, en las granjas sudafricanas se había producido pero se creía que los animales eran envenenados por el hombre. En el siglo XX África se parceló, se levantaron vallas, las granjas proliferaron y el tránsito de animales terminó.
En Wikipedia: “En 1991, Robbie Robinson fue nombrado como Gerente General (CEO) del Directorio de Parques Nacionales de Sudáfrica. Robinson inició la transición del parque a la nueva Sudáfrica. Uno de sus muchos logros fue retirar las rejas que separaban el borde oeste del parque de numerosos pequeños cotos de caza privados, permitiendo que los animales deambularan libremente entre los cotos de caza privados y el Parque Nacional Kruger.”
Con la formación del Gran Parque Transfonterizo de Limpopo -Sudáfrica y Mozambique-, actualmente grandes e insostenibles hordas de animales del Parque Nacional Kruger pueden ser reubicadas en los parajes vírgenes cercanos.”

      ¿Y las jirafas y otros animales también murieron? Van Hoven se dio cuenta de que la jirafa desarrollaba una estrategia diferente, vagaba libremente, comiendo, aproximadamente, en uno de cada diez árboles, evitando aquellos árboles que estaban en la trayectoria del viento y que pudieran estar "avisados", además de que el número de jirafas es incomparablemente menor al de antílopes.

     ¿Existen otros productos que emiten las plantas para comunicarse? Se han hallado mas de 30.000 sustancias que las plantas emiten para distintas funciones como llamar a polinizadores, a veces muy específicos, llaman a depredadores para que les defiendan, o emiten señales de competencia -evitan que otras plantas se establezcan cerca de ellos-, etc.

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