jueves, 25 de abril de 2024

Bosques submarinos

OCÉANA: BOSQUES SUBMARINOS

Los quelpos son grandes algas pardas que generan un hábitat muy similar a un bosque terrestre. En Europa su lugar lo ocupan otros bosques de laminarias que pueden encontrarse tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo. Las especies más habituales en estos ecosistemas son Saccorhiza y Laminaria.
     Pese a su gran importancia biológica, los bosques de quelpos no han sido recogidos por la legislación europea como hábitat prioritario para su protección. Oceana trabajará para que tanto en Europa como internacionalmente sean considerados como ecosistemas protegidos.
     El mayor quelpo que existe en el mundo es el quelpo gigante (Macrocystis pyrifera) que puede llegar a alcanzar los 30 metros de altura y tiene una distribución bipolar: por las costas pacíficas de América entre Alaska y Baja California (México), en las costas sur de Chile y Argentina en aguas de Nueva Zelanda y Australia y en Suráfrica. Puede llegar a encontrarse en profundidades de hasta 60 metros cuando las condiciones del mar permiten la entrada de la luz. Prefiere aguas templadas aunque también puede darse en otras bastante cercanas a los polos, siempre y cuando la temperatura de éstas no baje de los 5ºC, lo que destruiría a los gametófitos (planta sexual de los quelpos).

Entre 12 y 14 meses de “embarazo”

     Los quelpos empiezan su vida como esporas que pueden dar lugar a gametofitos hembras o machos. Los gametófitos hembra de los quelpos producen “huevos” que deben ser fertilizados por el esperma de los machos. Con este fin, los gametofitos hembras se valen de feromonas para atraer a los machos y fecundar los huevos que, posteriormente, se desarrollarán como esporófitos; plantas de las que saldrán trillones de esporas de las que sólo un mínimo porcentaje llegará a crear una planta. Y de cada 100.000 nuevas plantas jóvenes, apenas una llegará a ser adulta.
     Como si de un embarazo se tratara, el ciclo de vida del quelpo necesita entre 12 y 14 meses para completarse. La mayoría se desarrolla y muere en sólo 6-9 meses, en un proceso continuo de fecundación, crecimiento (a un asombroso ritmo de hasta 50-60 centímetros por día) y muerte.
     Junto al quelpo gigante pueden encontrarse otros grandes “arboles marinos” o tipos de quelpos, como:
el quelpo “boa de plumas” (Egregia menziesii)
el quelpo de cintas (Egregia laevigata)
el quelpo cuerno de ciervo (Pelagophycus porra)
o la palmera marina (Eisenia arborea), entre otros.

Los erizos marinos, su principal enemigo

     Como si fueran bosques terrestres, las laminarias o quelpos funcionan a modo de grandes árboles permitiendo que cientos de animales y vegetales vivan entre sus “copas”, “ramas” y su sistema de “raíces”. 
     Gran diversidad de especies encuentran su hábitat ideal en estos ecosistemas, como el pez Garibaldi (Hypsypops rubicundus), las castañetas (Chromis punctipinnis), la cabrilla sargacera (Paralabrax clathratus), el pez del quelpo (Alloclinus holderi), o la señorita (Oxyjulis californica), etc. También otras muchas especies, como crustáceos y gusanos poliquetos.
     Tampoco es extraño divisar entre los tallos de estos “árboles” especies como el tiburón azul (Prionace glauca) o algún cetáceo como el delfín de flancos blancos del Pacifico (Lagenorhynchus obliquidens).
     Los principales enemigos de los quelpos son los erizos marinos que se alimentan de sus brotes y hojas, pudiendo acabar con grandes extensiones de estos bosques submarinos. Pero afortunadamente las estrellas de mar y los peces vieja comen erizos, controlando su población y evitando que puedan destruir el ecosistema de quelpos. También las nutrias marinas (Enhydra lutris) se alimentan de erizos marinos y de abalones (Haliotis spp.), fáciles de encontrar en este intrincado bosque.
     La sobreexplotación de especies consumidoras de erizos puede llevar al colapso de los bosques de quelpos, al disparar la sobrepoblación de equinodermos como el erizo rojo (Strongylocentrotus franciscanus) o el erizo púrpura (Strongylocentrotus purpuratus).

Laminarias, los quelpos en Europa

     En Europa su lugar lo ocupan otros bosques de laminarias (algas laminariales) que pueden encontrarse tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo. Las especies más habituales en estos ecosistemas son Saccorhiza y Laminaria.
     Aunque los quelpos europeos no alcanzan las extraordinarias dimensiones de sus familiares del Pacífico, existen algunas especies que llegan a alturas considerables:
     Este es el caso del quelpo enredadera (Laminaria hyperborea) del Atlántico Norte, que puede sobrepasar los cinco metros de altura, o el alga kombu (Laminaria ochroleuca), de más de cuatro metros en algunas zonas del Mediterráneo, como el Mar de Alborán y aguas del Estrecho de Mesina, en Sicilia.
     En este mar también existe una especie endémica, Laminaria rodriguezi, que llega a fijarse a sustratos duros que se encuentran hasta a 150 metros de profundidad. Se ubica en España (Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana), Italia (en especial en el Tirreno), Francia (principalmente alrededor de Córcega), entre Croacia y Montenegro, y el Norte de África.
     En la zona atlántica, las especies más comunes son los quelpos alados (Alaria esculenta), los quelpos de azúcar (Laminaria saccharina), los quelpos rugosos (Laminaria digitata) u otros como los furbelows (Saccorhiza polyschides), o la ya mencionada enredadera (Laminaria hyperborea), que pueden encontrarse desde Noruega y Galicia hasta el Estrecho de Gibraltar, y algunas, como Saccorhyza polyschides llega hasta el Mediterráneo, pero están ausentes en el Mar del Norte y el Báltico.
     Una importante zona de laminarias y con bosques muy buenos es en la Isla de Helgoland, en el German Bight, en el Mar del Norte. Hay Laminaria digitata y L. Hyperborea.
     Muchas de estas especies de laminarias son frecuentes en las costas del Cantábrico (la zona más oriental para Saccorhiza polyschides y Laminaria ochroleuca se encuentra en Elantxobe) y Galicia (en dónde también puede encontrarse Laminaria sacchoriza y L. hyperborea).

Usos industriales de los quelpos

Además de su alto valor ecológico, muchas especies de quelpos tienen una gran importancia en industrias tan dispares como la de alimentación, farmacéutica, pinturas, construcción o cosméticos.
     Aparte del consumo directo de la planta o su utilización como fertilizante, los quelpos producen una sustancia (polisacárido) conocida como alginato que es ampliamente utilizada como emulsionante en:
productos alimenticios (helados, salsas, cervezas, yogures…)
de higiene (pasta de dientes, champú, jabón…)
medicinales (píldoras)
industriales (tintes, pinturas, soldaduras…)

Quelpos invasores

     La acuicultura de algas o las aguas de lastre de los buques mercantes han introducido algunas variedades de quelpos en ecosistemas ajenos, provocando graves problemas que podrían poner en peligro a las especies autóctonas, e incluso afectar a las poblaciones de moluscos.
     Así el alga wakame o quelpo japonés (Undaria pinnatifida) originaria del Pacífico Noroeste está considerada como una de las especies más peligrosas por su amplia distribución fuera de su ecosistema, ocupando actualmente amplias zonas del Pacífico Este y Sur, Atlántico Norte y Sur, incluyendo el Mediterráneo, o el Báltico.
1 – Pese a que su color puede ser verde, los quelpos están incluidos dentro de las algas pardas ya que se trata de algas que contienen clorofila a y c y poseen, aparte del pigmentos verde, otros que le facilitan la utilización más eficaz de la luz del sol en aguas profundas para realizar la fotosíntesis. Este pigmento, conocido como fucoxantina, les da en ocasiones un aspecto pardo o dorado ya que permite reflejar la luz amarilla.
2 – Las algas no tienen raíces, tallo ni hojas tal como los conocemos en los árboles y otras plantas. En su lugar utilizan un sistema de fijación al sustrato conocido como hapterios.o rizoides, que sirven para sujetar al talo, el cual puede dividirse en algunas especies en estipe o pie y fronda u hojas.

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