miércoles, 4 de agosto de 2021

Magnolias acodadas I, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
Magnolias acodadas (I)

Antes de hablar de las magnolias acodadas, quiero hablar primero del significado que, en ocasiones, damos los humanos a los árboles, un tanto alejada de su verdadera naturaleza. Es el caso de las magnolias en Italia. En los albores del movimiento que llevaría a la unión del país y su independencia algunos consideraron a la magnolia como símbolo de resistencia frente a los invasores (principalmente la casa de Habsburgo), porque en ella se condensaba la bandera de la nueva Italia: verdes sus hojas, blancas sus flores y rojos sus frutos. En este contexto, plantar magnolias era un símbolo de resistencia, plenamente legal y a ojos vista de los enemigos. 
     En la ciudad de Gorizia, Italia, casi en la frontera con Eslovenia (tan cerca de la frontera que después de la Segunda Guerra Mundial, en la parte de la antigua Yugoslavia, y a tan sólo dos kilómetros se fundó Nueva Gorica -Gorizia en eslavo-). 
     En los jardines públicos de Gorizia, en la década de 1850-60, se plantó una magnolia, cuyo desarrollo permitió que, con el tiempo, un jardinero acodase* doce ramas a la misma distancia. Posiblemente la idea era permitir que enraizasen, rodeando al tronco principal, para luego cortar las uniones. Una vez enraizadas, las ramas dieron lugar a nuevos árboles que permanecían unidos al progenitor. La historia oficial dice que fue un olvido, pero este olvido se convirtió en permanente. En la actualidad, rodeadas por una verja para evitar daños, continúan creciendo unidas aquellas 1+12 magnolias, posiblemente en una formación única en el mundo, que ahora son un atractivo más del lugar. 
 
Fotos de Internet
* Acodo o amorgonamiento es un método artificial de propagación vegetal, que consiste en hacer posible la aparición de raíces, por medio del calor, de la humedad, de la tierra preparada y de incisiones o ligaduras en las ramas acodadas, formando nuevos individuos


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