jueves, 27 de agosto de 2020

Excursión a las Islas Canarias

ADOLPHE COQUET
Una excursión a las Islas Canarias, 
de Javier Lima

“Muy cerca de allí he admirado, en casa del Marqués de la Candia, otro fenómeno vegetal. Es un castaño enorme, cuyas ramas pesadas rompen y se separan del tronco carcomido que no las puede soportar ya. Es el árbol que reproduzco aquí, según el croquis que le hice en La Orotava. En estos jardines todavía existe la palmera de 30 metros de altura que los primeros conquistadores nos señalaron. La araucaria, importada en la isla, extiende sus ramos majestuosos. Allí se encuentran mil arbustos de diversas especies que se desarrollan muy bien. La hierba se salpica de flores y se escalona en anchas graderías donde los arroyos de la montaña vienen a multiplicar sus cascadas. Esta Naturaleza vigorosa forma un contraste sorprendente con las calles desiertas y silenciosas y las viviendas cerradas de La Orotava. Este aspecto triste, en medio del más imponente espectáculo de la Naturaleza, parece una antítesis inexplicable. Aquí no existe ningún comercio: el terreno es suficiente para alimentar a los habitantes. El campesino habita en cabañas, cultiva la tierra, vive con poco y permanece miserable. El suelo no le pertenece; está repartido entre las familias antiguas, cuya inmensa mayoría hace remontar su origen a la época de la conquista”.

Texto e imagen: Adolphe Coquet. “Una excursión a las Islas Canarias”. Traducción de José A. Delgado, pp. 32-33-34.

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