Dr. DANIEL RIVAS TORRES, (ISA Arborist MX 0001-A)
Los árboles de la ciudad no requieren ser podados
Los árboles han evolucionado durante 500 millones de años y el 99,9% de ese tiempo no tuvieron que compartirlo con los humanos. Los seres humanos somos intrusos, advenedizos que tan solo en los últimos 30.000 años empezamos a elaborar hachas de pieda y metal para modificar el paisaje. La agricultura no tiene más de 10.000 años, ni modo que ahora salgamos con el argumento que los árboles requieren la poda para subsistir.
La corta de la copa de los árboles es una actividad agroforestal que viene desde hace miles de años cuando el hombre se hizo sedentario y se fundaron las primeras aldeas, pueblos y ciudades. En las regiones templadas del planeta se trataba principalmente, y aún hoy se sigue haciendo, de proveerse de leña para combustible y de forraje para el ganado durante el invierno.
Sin embargo, en la ciudad vemos que en la actualidad se continúa realizando de una forma sistemática, tal vez inconsciente e irreflexivamente, la práctica de cortar las ramas de los árboles (le llaman Programa de Poda). Es así como vemos hordas de trabajadores que año con año se dedican a cortar indiscriminadamente todos los árboles. Es probable que uno de los rubros principales en el presupuesto de los municipios sea para esta actividad.
Por ignorancia, mucha gente cree que así como se recorta el pasto, se barre o se pinta la fachada, es “necesario” podar los árboles. Pareciera que en la mentalidad de la gente existe la idea de que los árboles deben ser cortados periódicamente por la sola razón de que crecen. No hay más explicación: como los árboles crecen es necesario hacer la poda. Entonces exageran, los hacen desmochar quedando los pobres mutilados e indefensos. Además, les encalan el tronco para dar la imagen de buen cuidado de sus árboles (?¡).
Pero…LOS ÁRBOLES NO NECESITAN QUE SE LES PODE. La corta del árbol (así sea con la técnica de la poda) es una agresión que no debe realizarse. El principio fundamental de la Arboricultura es no hacer daño al árbol; los troncos, ramas y hojas secas albergan y alimentan a plantas, mamíferos, aves, reptiles, mariposas, insectos, hongos y microorganimos benéficos que mantienen al árbol seguro y saludable, le previenen de la invasión de plagas o enfermedades. La poda es un perjuicio que reciben los árboles que va a afectar su salud. Requerimos árboles saludables, bellos y seguros para que nos aporten todos sus beneficios ambientales, sociales, estéticos y económicos. Ni siquiera para el muérdago deben cortarse o podarse las ramas del árbol, se recomienda una práctica llamada “Control Físico del Muérdago”.
Los árboles no deben ser podados, en la ciudad se requieren con la mayor cantidad de ramas y hojas. La sombra, con todos sus beneficios asociados, es la principal razón para que no se corten los árboles. El planeta se está recalentando con una gran cantidad de consecuencias desastrosas para la vida y bienestar en las ciudades; 2015 se está imponiendo como el más caliente a nivel mundial en 137 años de estadísticas meteorológicas. La copa de los árboles y el dosel de los bosques son capas de insolación que nos protegen de la acción perjudicial de la radiación solar. En días de intenso calor en París el gobierno ha decretado que el transporte público sea gratuito con el fin de que la gente no use los vehículos ante los índices tan altos de contaminación que la ciudad padece. En Caborca (Sonora) las temperaturas en esta primavera verano han llegado a 45°C bajo la sombra; en Guadalajara llegan a 36°; en la Ciudad de México ya rebasan los 30°C. Dicen… “bajo la sombra”, pero no bajo la sombra de los árboles, porque ahí esas temperaturas extremas pueden reducirse hasta en 10°C.
Los gobiernos malgastan millones de pesos de nuestros impuestos para realizar por su cuenta o contratar los servicios de empresas que se dedican a quitarnos a los ciudadanos el beneficio que nos aporta la copa de los árboles. En la industria verde les llamamos “castores” a todos estos trabajadores (y a quienes les dan órdenes) que por ignorancia y por la necesidad de ganarse unos pesos se dedican a destruir nuestros árboles infringiendo un daño irremediable a toda la sociedad.
La Arboricultura no es una ciencia forestal; en la clasificación de las ciencias verdes la Arboricultura es una rama de la Horticultura Ambiental; al árbol se le debe tratar individualmente, no como parte de una masa o bosque.
En realidad no se requieren “ciclos de poda”, lo que se necesita son “ciclos de inspección de los árboles”. Para que un árbol sea intervenido debe primero hacerse por parte de un arborista certificado un diagnóstico del problema que se está presentando y luego sea prescrito el tratamiento a realizar (probablemente la poda). Pero para nada se trata de que sin razón, no más por costumbre, se corten todos los árboles en nuestra colonia, pueblo o ciudad. Las autoridades nos están perjudicando con esta manera de ver la situación.
En la Asociación Mexicana de Arboricultura estamos dispuestos a colaborar con quien desee tratar este tema y la mejor manera de realizar el cuidado de los árboles urbanos.
Para empezar, este documento está abierto al debate con el intercambio de opiniones. Pero por favor, no corten más injustificadamente los árboles.
Los árboles de la ciudad no requieren ser podados
Los árboles han evolucionado durante 500 millones de años y el 99,9% de ese tiempo no tuvieron que compartirlo con los humanos. Los seres humanos somos intrusos, advenedizos que tan solo en los últimos 30.000 años empezamos a elaborar hachas de pieda y metal para modificar el paisaje. La agricultura no tiene más de 10.000 años, ni modo que ahora salgamos con el argumento que los árboles requieren la poda para subsistir.
La corta de la copa de los árboles es una actividad agroforestal que viene desde hace miles de años cuando el hombre se hizo sedentario y se fundaron las primeras aldeas, pueblos y ciudades. En las regiones templadas del planeta se trataba principalmente, y aún hoy se sigue haciendo, de proveerse de leña para combustible y de forraje para el ganado durante el invierno.
Sin embargo, en la ciudad vemos que en la actualidad se continúa realizando de una forma sistemática, tal vez inconsciente e irreflexivamente, la práctica de cortar las ramas de los árboles (le llaman Programa de Poda). Es así como vemos hordas de trabajadores que año con año se dedican a cortar indiscriminadamente todos los árboles. Es probable que uno de los rubros principales en el presupuesto de los municipios sea para esta actividad.
Por ignorancia, mucha gente cree que así como se recorta el pasto, se barre o se pinta la fachada, es “necesario” podar los árboles. Pareciera que en la mentalidad de la gente existe la idea de que los árboles deben ser cortados periódicamente por la sola razón de que crecen. No hay más explicación: como los árboles crecen es necesario hacer la poda. Entonces exageran, los hacen desmochar quedando los pobres mutilados e indefensos. Además, les encalan el tronco para dar la imagen de buen cuidado de sus árboles (?¡).
Pero…LOS ÁRBOLES NO NECESITAN QUE SE LES PODE. La corta del árbol (así sea con la técnica de la poda) es una agresión que no debe realizarse. El principio fundamental de la Arboricultura es no hacer daño al árbol; los troncos, ramas y hojas secas albergan y alimentan a plantas, mamíferos, aves, reptiles, mariposas, insectos, hongos y microorganimos benéficos que mantienen al árbol seguro y saludable, le previenen de la invasión de plagas o enfermedades. La poda es un perjuicio que reciben los árboles que va a afectar su salud. Requerimos árboles saludables, bellos y seguros para que nos aporten todos sus beneficios ambientales, sociales, estéticos y económicos. Ni siquiera para el muérdago deben cortarse o podarse las ramas del árbol, se recomienda una práctica llamada “Control Físico del Muérdago”.
Los árboles no deben ser podados, en la ciudad se requieren con la mayor cantidad de ramas y hojas. La sombra, con todos sus beneficios asociados, es la principal razón para que no se corten los árboles. El planeta se está recalentando con una gran cantidad de consecuencias desastrosas para la vida y bienestar en las ciudades; 2015 se está imponiendo como el más caliente a nivel mundial en 137 años de estadísticas meteorológicas. La copa de los árboles y el dosel de los bosques son capas de insolación que nos protegen de la acción perjudicial de la radiación solar. En días de intenso calor en París el gobierno ha decretado que el transporte público sea gratuito con el fin de que la gente no use los vehículos ante los índices tan altos de contaminación que la ciudad padece. En Caborca (Sonora) las temperaturas en esta primavera verano han llegado a 45°C bajo la sombra; en Guadalajara llegan a 36°; en la Ciudad de México ya rebasan los 30°C. Dicen… “bajo la sombra”, pero no bajo la sombra de los árboles, porque ahí esas temperaturas extremas pueden reducirse hasta en 10°C.
Los gobiernos malgastan millones de pesos de nuestros impuestos para realizar por su cuenta o contratar los servicios de empresas que se dedican a quitarnos a los ciudadanos el beneficio que nos aporta la copa de los árboles. En la industria verde les llamamos “castores” a todos estos trabajadores (y a quienes les dan órdenes) que por ignorancia y por la necesidad de ganarse unos pesos se dedican a destruir nuestros árboles infringiendo un daño irremediable a toda la sociedad.
La Arboricultura no es una ciencia forestal; en la clasificación de las ciencias verdes la Arboricultura es una rama de la Horticultura Ambiental; al árbol se le debe tratar individualmente, no como parte de una masa o bosque.
En realidad no se requieren “ciclos de poda”, lo que se necesita son “ciclos de inspección de los árboles”. Para que un árbol sea intervenido debe primero hacerse por parte de un arborista certificado un diagnóstico del problema que se está presentando y luego sea prescrito el tratamiento a realizar (probablemente la poda). Pero para nada se trata de que sin razón, no más por costumbre, se corten todos los árboles en nuestra colonia, pueblo o ciudad. Las autoridades nos están perjudicando con esta manera de ver la situación.
En la Asociación Mexicana de Arboricultura estamos dispuestos a colaborar con quien desee tratar este tema y la mejor manera de realizar el cuidado de los árboles urbanos.
Para empezar, este documento está abierto al debate con el intercambio de opiniones. Pero por favor, no corten más injustificadamente los árboles.
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