JOSÉ ROSAS MORENO (México, 1838-1883)
El árbol milagroso
En un jardín había
un árbol milagroso,
que por virtud de un mágico famoso
la desgracia y la dicha producía.
Y este árbol de espléndida hermosura,
era, según la fama,
el fruto de una rama la ventura,
y la desgracia el fruto de otra rama.
Pero ignoraban siempre allí las gentes
cuál rama al bien o al mal daba tributo,
pues siempre estaba el fruto
en ramas diferentes.
"Al dichoso jardín voy decidido,
-dijo una vez don Diego-;
corro hacia el árbol, llego,
y me como ese fruto apetecido".
Corrió, en efecto, y al llegar ansioso
y lleno de alegría,
observó que el árbol milagroso
un solo fruto había.
"¿Por qué vacilo?, exclama;
otros hombres el mal han alcanzado
y para mi han dejado
el fruto en esa rama".
Y sin ver que del árbol desprendido
el fruto bueno entre sus pies yacía,
se dirigió atrevido
al fruto que veía.
"Pues me la da la suerte, buen provecho".
dijo con gran ternura,
y pisó varias veces la ventura,
y comió la desgracia satisfecho.
En este mundo de miseria y charla,
al mal le damos de la dicha el nombre,
y casi siempre el hombre
pasa junto a la dicha si mirarla.
El árbol milagroso
En un jardín había
un árbol milagroso,
que por virtud de un mágico famoso
la desgracia y la dicha producía.
Y este árbol de espléndida hermosura,
era, según la fama,
el fruto de una rama la ventura,
y la desgracia el fruto de otra rama.
Pero ignoraban siempre allí las gentes
cuál rama al bien o al mal daba tributo,
pues siempre estaba el fruto
en ramas diferentes.
"Al dichoso jardín voy decidido,
-dijo una vez don Diego-;
corro hacia el árbol, llego,
y me como ese fruto apetecido".
Corrió, en efecto, y al llegar ansioso
y lleno de alegría,
observó que el árbol milagroso
un solo fruto había.
"¿Por qué vacilo?, exclama;
otros hombres el mal han alcanzado
y para mi han dejado
el fruto en esa rama".
Y sin ver que del árbol desprendido
el fruto bueno entre sus pies yacía,
se dirigió atrevido
al fruto que veía.
"Pues me la da la suerte, buen provecho".
dijo con gran ternura,
y pisó varias veces la ventura,
y comió la desgracia satisfecho.
En este mundo de miseria y charla,
al mal le damos de la dicha el nombre,
y casi siempre el hombre
pasa junto a la dicha si mirarla.
-----
No hay comentarios:
Publicar un comentario