SILVIA CALOCA CASADO
Los anillos de crecimiento de los árboles son indicadores climáticos
...Los árboles esconden sus secretos, y como las personas, su sabiduría se acentúa con la edad. Especies milenarias como la Sequoia sempervirens que tienen hasta 2.200 años de antigüedad, no sólo son grandes gigantes dignos de admiración por su belleza y magnanimidad, sino que constituyen un registro importante de climas pasados que quedan reflejados en sus anillos de crecimiento. Éstos registran cada año fluctuaciones en condiciones medioambientales como si fueran las hojas de un diario.
Los anillos de crecimiento de los árboles son indicadores climáticos
...Los árboles esconden sus secretos, y como las personas, su sabiduría se acentúa con la edad. Especies milenarias como la Sequoia sempervirens que tienen hasta 2.200 años de antigüedad, no sólo son grandes gigantes dignos de admiración por su belleza y magnanimidad, sino que constituyen un registro importante de climas pasados que quedan reflejados en sus anillos de crecimiento. Éstos registran cada año fluctuaciones en condiciones medioambientales como si fueran las hojas de un diario.
Los anillos de crecimiento proporcionan un registro
anual que reflejan las condiciones climáticas durante el crecimiento
del árbol. De esta manera un anillo ancho se identifica con
ambientes cálidos y lo contrario significa que o bien hubo la
estación de crecimiento duró muy poco o bien se redujo el aporte de
agua.
La ciencia que se ocupa del estudio de los anillos de
los árboles, se llama dendrocronología. Así mismo, la
dendroclimatología, como su nombre indica, aplica la dendrología al
estudio del clima incluyendo el estudio de patrones de los anillos,
la datación y de otras características como densidad, anchura y
composición isotópica. Estas propiedades reflejan las condiciones
ambientales cuando el anillo se formó. Cualquier acontecimiento
geológico o climático afectará al crecimiento de los anillos y
quedará registrado en ellos, y esto nos permitiría asignar una
fecha a dicho evento. Los registros dedocronológicos se realizan
generalmente en zonas donde el crecimiento esta asociado al clima,
en latitudes medias o altas donde las estaciones están bien
diferenciadas en cuanto a temperatura y precipitación.
Actualmente existen registros de anillos de hasta
10,000 años atrás en Norte América y Oeste de Europa. En general
existen registros en todos los continentes menos en la Antártica.
Si observamos una sección transversal de una confiera
de cerca podemos apreciar la médula (pith) ó corazón de la sección
y la corteza en la parte externa (bark). La parte interna del anillo
se forma en la estación de crecimiento y se llama madera temprana
("Early wood") y la externa madera tardía ("late
wood") (ver figura 2). La estación de crecimiento varía de
unos lugares a otros, por ejemplo la madera temprana se forma a
principios del verano en Canadá y en algunas especies del
Mediterráneo, en otoño. En regiones que no están marcadas por
diferencias estacionales marcadas, el desarrollo de estos anillos es
relativamente pobre.
Figura 2 |
Figura 1 y 2. Diagramas que muestran la estructura
interna de los anillos de una conífera Joven. (Fuente: NOAA,
Satellite and information services).
Como se realiza la toma de muestras y datación?
La anchura de los anillos depende principalmente de la
humedad disponible y de la temperatura. La situación se complica
cuando hay otros árboles cercanos y se desata una competición por
el espaciado de las raíces, luz y nutrientes. Es por esto que los
árboles que crecen en los márgenes son los que mejor registran
cambos climáticos. Especies diferentes de árboles responden de
forma diferente a las condiciones medioambientales y de esta manera,
los factores involucrados pueden aislarse e identificarse fácilmente.
Normalmente para este tipo de estudios se seleccionan árboles que
crecen en áreas que están sometidas a un cierto estrés
medioambiental, ya que, si el clima no afecta al crecimiento, no
podemos extraer ninguna señal de que haya ocurrido un cambio en el
mismo.
Al recoger las muestras normalmente nos concentramos en
estas zonas sensibles a los cambios, aunque debemos tener en cuenta
otros factores, también involucrados, como la pendiente, el mayor o
menor grado de exposición, la topografía, orientación, insolación,
riesgo de inundación, etc.
Las muestras han de estar lo más intactas posible, o
sea que no posean restos de incendios, enfermedades, de actividad
humana (cortes), etc. El número de muestras dependerá de la normativa,
dependiendo del caso, (aconsejable 10-20 árboles por especie). El
muestreo ha de ser lo más representativo posible. Acto seguido las
muestras se llevan al laboratorio donde se realiza lo que se llama
datación-cruzada.
Datación-cruzada (Cross-dating)
Sabiendo que los mismos factores medioambientales
afectan a una región dada, esto sugiere que los patrones
característicos de anchura de anillos serán comunes en unos y otros
proporcionando así pistas que nos permiten detectar los cambios
climatológicos producidos en la zona. Relacionando y analizando las
variaciones en las características de estos anillos especialmente
los de zonas sometidas a condiciones extremas, podemos correlacionar
varios grupos de anillos y así identificar el año en el que el
anillo se formó. Siguiendo estos patrones de comparación se pueden
relacionar regiones enteras y establecer una cronología. Estas
edades se pueden a su vez comparar con otras escalas cronológicas
conocidas y determinar así exactamente su edad.
Figura 3: El diagrama que muestra el método de
datación cruzada (fuente: NOAA, Satellite and information services).
Si intentamos calibrar las edades medidas en anillos
individuales con su edad real (contando anillos) y comparándolas
con métodos de datación de 14C, veremos que no coinciden ya que el
contenido de 14C en la atmósfera varía con el tiempo.
Después de realizar la datación cruzada se pueden
medir otras propiedades como la densidad de los anillos, contenido en
isótopos (oxígeno y carbono), entre otras. Este último análisis
nos permite extraer información acerca de cambios en la composición
de la atmósfera y patrones de precipitación.
Una consecuencia directa de esta técnica es el poder
interpretar o reconstruir temperaturas del pasado midiendo ciertas
propiedades de estos anillos. La temperatura del aire se puede
asociar con el crecimiento de los anillos en lugares en los que el
crecimiento de los árboles está limitado bien latitudinalmente o
por altitud (Kullman 1998, Kroner 1999).
Medidas de estos parámetros en amillos de árboles que
crecen en regiones donde la temperatura afecta su crecimiento, los
estudios muestran que en el siglo XX se produjo un calentamiento
anormal no replicable durante los últimos 1.500 años. Se cree que
actualmente el crecimiento de anillos no está condicionado únicamente por la
temperatura sino, también, por el aumento de dióxido
de carbono en la atmósfera (Gregory C. Wiles, 1996).
Referencias
Gregory C. Wiles a, Parker E. Calkin b, Gordon C.
Jacoby a, Tree-ring analysis and Quaternary geology: Principles and
recent applications, Geomorphology 16 (1996)
259-272.
Lamb,H.H,.Climate. History, and the modern world
1995
http://web.utk.edu/~grissino/ by
Henri D. Grissino-Mayer, 1994-2008
Surface temperature Reconstruction for the last
2,000 years, National Research council, 2006..
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