JUAN RAMÓN JIMÉNEZ (Huelva, 1881-1958)
El alma necesita los baños de frescura
El alma necesita los baños de frescura
como esas flores mustias el agua venturosa
y aquí en Silos se empapa de una savia tan pura
que eleva sus ensueños feliz y vigorosa.
En este claustro majo, misterioso y cautivo,
en su huerto cercado por tunas tan bravías,
en sus calmas solemnes de santas abadías
para el dolor se encuentra un dulce lenitivo.
El ciprés me ha guardado como eterno vigía,
el silencio y el rezo arrullaron mi frente
y el ambiente pregona una dulce alegría.
He vivido unas horas entre Dios y la calma,
he sentido el secreto de la vida silente
y he prendido unas flores de oración en mi alma.
17-7-1927
El alma necesita los baños de frescura
El alma necesita los baños de frescura
como esas flores mustias el agua venturosa
y aquí en Silos se empapa de una savia tan pura
que eleva sus ensueños feliz y vigorosa.
En este claustro majo, misterioso y cautivo,
en su huerto cercado por tunas tan bravías,
en sus calmas solemnes de santas abadías
para el dolor se encuentra un dulce lenitivo.
El ciprés me ha guardado como eterno vigía,
el silencio y el rezo arrullaron mi frente
y el ambiente pregona una dulce alegría.
He vivido unas horas entre Dios y la calma,
he sentido el secreto de la vida silente
y he prendido unas flores de oración en mi alma.
17-7-1927
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