22 febrero 2024

Zhang, Daqian 張大千, (1899-1983)
Eremita en el bosque

Hacia 1945,   Pintura (H. 217.4 x l. 82.8 cm)
Papier, Encre, Couleurs - Pigments
大千居士爰; 張爰之印; 大千; 大千豪髮; 大風堂
Don manuel : Guo, Youshou 郭有守, Docteur, M.C. 8710

Inscription et signature : 少有道氣,終興俗違。亂山喬木,碧苔芳暉。乙西七月初三日聞佞寇來降寫此快極。大千居士爰。
Sceaux du peintre : 1. 張爰之印 (白文)  2. 大千 (朱文)  3. 大千豪髪 (白文)  4. 大風堂 (朱文)
Traducción :

"En mi juventud, tuve el espíritu del Tao 
Finalmente, me retiré del mundo. 
En el caos de las montañas, [entre] los árboles altos, 
Del musgo verde, de perfumes y de la luz." 
 
El tercer día del séptimo mes del año Yiyou [1945], al escuchar que la rendición japonesa estaba cerca, mi alegría estaba en su apogeo. El ermitaño de Daqian, Yuan. 
Los versos que acompañan a esta pintura evocan una relación personal y directa con la naturaleza. Sin embargo, están tomados del poeta y crítico Sikong Tu 司空圖 (837-908) que vivió durante el período Tang. Asimismo, la composición de este paisaje es el resultado de una compleja reinterpretación de diferentes obras antiguas. La figura del solitario perdido entre los árboles y contemplando una cascada se deriva de un cuadro de Chen Hongshou del Museo de Cleveland. Sin embargo, el estilo pictórico de la obra de Chen Hongshou difiere radicalmente del de Zhang Daqian. En lugar de las parcelas angulares de las montañas del maestro Ming, Zhang Daqian utilizó un conjunto de ondas y puntos derivados de los modelos Song. En cuanto a la inspiración para los altos pinos con perfiles torturados, ausente en la obra de Chen Hongshu, es sin duda Wang Shen 王 詵 (c. 1048 - c. 1103) de la canción.

Lo hemos leído aquí: https://www.cernuschi.paris.fr/fr/collections/collections-chinoises/chine-moderne-et-contemporaine/ermite-dans-la-foret
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19 febrero 2024

Pino/sabina

LA SABINA-PINERA DE FORMICHE ALTO, TERUEL

A la salida del segundo estrecho de la Hoz, en "el Prado del Buey", y en la ribera izquierda del río Mijares, se encuentra la sabina pinera de Formiche Alto, un dúo curioso formado por una sabina en cuyo tronco nació y crece un esbelto pino.
     Para llegar a este prado yo elegí salir en coche desde Formiche Alto hacia Castellar, pasamos junto a la entrada del camping "Casa de Fausto" y continuamos hasta el k4. Allí seguiremos por un camino a la izda. Una pista que va subiendo hasta el alto de una gran campa de la que salen tres caminos. Dejamos el coche y continuamos por el de la izda. en ligera subida. Una amplia panorámica podemos contemplar de esos montes. Al llegar a la parte superior seguimos por el camino hasta una señal que indica que continuemos por el barranco a nuestra derecha. Desembocaremos en el río Mijares por el que andamos aguas arriba hasta la zona de Los Estrechos, unos 200m. La Sabina Pinera queda a nuestra derecha.
Abremos recorrido dos km desde la campa. El grado de unión es tal que parecen un solo árbol, en un paraje abrupto y lleno de encanto... Creo que el acceso no es difícil aunque hay que contar con el caudal del río. Seguramente contactando con Casa Fausto nos proporcionen información.
     La explicación que hemos leído es que se debió a que un piñón cayó en el alto del tronco de la sabina, en el receptáculo que suelen formar sus ramas principales, que germinó y desarrollo sus raíces por el corazón del tronco de la misma, muchas veces hueco, hasta llegar a la tierra. La sabina ha perdido su rama central, espacio que ha aprovechado el pino.

La sabina tiene una edad estimada de 230 años y el pino alrededor de 60.


La leyenda de la Sabina Pinera contada en la página de Casa Fausto

"Erase un pino en lo alto del estrecho que se enamoró de la sabina que había en la ribera del río. El pino intentó que sus raíces crecieran mucho para poder llegar a acariciarla, pero la distancia y las impenetrables rocas del escarpado monte se lo impidieron.
     Sin desanimarse, el pino comenzó a desarrollar largas ramas para que el viento al rozarlas creara melodías para seducir a su amada.
     Al cabo de los años lo consiguió y la sabina al escucharlas también se enamoró del pino.  Una vez al día el sol proyectaba la sombra

 del pino sobre la sabina, y parecía que se se acariciaban.
     Pero no podían tener descendencia común, algo que ambos deseaban, así que la sabina con sus ramas centrales formó un receptáculo para intentar que quedara atrapado en las mismas algún piñón del pino.
     Al cabo de los años su deseo se cumplió al caer un pequeño y alado piñón, que germinó y la sabina cuidó y sigue cuidando maternalmente.
     El pino creció y, sobresaliendo entre las hojas de la sabina, logró ver al pino padre, el cual murió un crudo invierno al ser derribado por el peso de la nieve posada en las largas ramas que un día desarrolló para enamorar a la sabina."

Lo hemos leído aquí

  https://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=151444840 

 
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16 febrero 2024

 (Vídeo) El cedro de ocho troncos de Hōnai, un árbol gigante y tricentenario, Japón

Este impresionante cedro, hoy protegido, se encuentra en la ciudad de Yurihonjō, en el sur de la prefectura de Akita. (No he podido ubicarlo en el mapa)

 

     Los bosques naturales de cedro de la prefectura de Akita están entre los más bellos de Japón, junto con los de ciprés de Kiso y los de hiba de Aomori. La parte norte de la prefectura es la principal fuente de madera natural de cedro, obsequiada a Toyotomi Hideyoshi cuando construyó el castillo de Fushimi y popular en todo el país como un excelente material para la construcción. Por su tronco recto y sus densos anillos, el cedro ha sido apreciado por ofrecer madera de alta calidad desde el periodo Edo (1603-1868).
     En un bosque nacional de la ciudad de Yurihonjō, al sur de la prefectura, se alza un gigantesco cedro que sobresale por encima de los árboles circundantes. Conocido como “Hōnai no happon sugi” (el cedro de ocho troncos de Hōnai) por el antiguo nombre de la zona, es un símbolo del reino de los cedros de Akita. Fue designado monumento natural por el Gobierno de la prefectura en 1984. También es uno de “Los 100 gigantes del bosque” elegidos en el año 2000 por la Agencia de Silvicultura, que gestiona y explota los bosques nacionales.
     Se dice que su tronco se ramificaba antes en ocho partes, de ahí el nombre de “El cedro de ocho troncos”. Sin embargo, siete de ellos, incluido uno que se secó, ahora se separan a una altura de 3 metros sobre el suelo. No hay rastro de la existencia del octavo tronco, y algunos creen que originalmente eran siete, pero se le dio el nombre del ocho, porque se dice que este número atrae la prosperidad y la buena fortuna. El árbol mide 40 metros de altura y tiene una circunferencia de tronco de 11,5 metros. Entre los bosques nacionales, es el segundo cedro más grande después del “cedro de Jōmon” de Yakushima. El follaje sobre el tronco erguido forma una copa espectacular y se calcula que el árbol tiene más de 300 años.
     Los residentes locales lo han conservado cuidadosamente considerándolo como un árbol sagrado donde mora una deidad. En su base encontramos un pequeño santuario de piedra que sigue en pie desde que se construyó en el periodo Edo. La Agencia de Silvicultura ha designado media hectárea de los alrededores como bosque de comunidad vegetal de protección. Por regla general, no se lleva a cabo ningún tipo de mantenimiento o desarrollo artificial y la zona se conserva en su estado natural.
     Su selección como uno de “Los 100 gigantes del bosque” ha elevado su reputación y aumentado el número de turistas y excursionistas que lo visitan. A 10 minutos a pie hay un aparcamiento y un sendero que conduce a este monumento natural. Se han instalado varias señales de tráfico en las carreteras cercanas, con la leyenda “Camino de un árbol gigante antiguo y de la antigua carretera”, que hacen que la zona sea más accesible en coche.

Vídeo: Akita Cable Television (CNA)
Texto: Nippon.com
Número 150 del mapa

 

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13 febrero 2024

FRANZ SCHUBERT (Austria, 1797-1828)
Der lindenbaum. (El tilo)

Dietrich Fischer-Dieskau: barítono,      Gerald Moore: piano     Texto: Wilhelm Muller. 

Esta quinta canción es la más popular del ciclo Viaje de invierno. El caminante pasa junto a un tilo que hay a las puertas de la ciudad, donde otras veces soñó y grabó palabras de amor en su corteza. El tilo, en la literatura romántica, frecuentemente simboliza el hogar y la seguridad. Ahora sus ramas lo llaman, invitándole a descansar entre ellas, lo que se toma como una insinuación de suicidio. Pasa de largo, sin dirigir la mirada atrás, en medio del viento helador, pero muchas horas después, y lejos del lugar, aún recuerda a las ramas: aquí encontrarás descanso

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09 febrero 2024

Las higueras de Monserrat en Mallorca

NATALIA MARTÍNEZ, en "El Español"
El sabio de los higos que cultiva más de 1.400 variedades de todo el mundo en Mallorca

Desde su finca Son Mut Nou, en Llucmajor, Montserrat Pons i Boscana custodia un campo experimental de cultivo de la higuera a fin de contribuir al estudio y al conocimiento científico del árbol y su fruto

Documentos narran que los primeros higos se cultivaron 11.400 años antes de Cristo, en Irán (Mesopotamia). Hoy, 13.423 años más tarde, Montserrat Pons i Boscana (Llucmajor, 1953), cultiva más de 1.486 variedades procedentes de todo el mundo en su finca Son Mut Nou de Mallorca, con el afán de preservarlos.
     Más de 160 son de Mallorca un “paraíso donde todas las variedades del mundo viven mejor que en cualquiera de los otros países de los que proceden”. Las higueras “son mis hijas, mi patrimonio, el de nuestros antepasados”.
      Entre todas ellas, este mesías de los higos, conserva un injerto de La Higuera, la aldea boliviana donde Che Guevara fue fusilado, y su favorita es la variedad de La Reina, aunque elabora productos diferentes, casi con todas ellas: vino, café, chutney... y así hasta 21. Muchos de ellos intervienen en las propuestas de cocineros como Macarena de Castro o Andreu Genestra, quienes trabajan mano a mano con este farmacéutico de oficio y recolector de higos por pasión.

De Llucmajor al mundo

     De Irán, de Turquía, de Etiopía, de China, de Ucrania, de Portugal...Son 130 hectáreas por donde se reparten 3.200 higueras y 1486 las variedades que ha ido reuniendo Montserrat a lo largo de estos 28 años, aunque lleva más de 30 enganchado a la materia, "estudié farmacia, y mi asignatura siempre fue la botánica" cuenta el mallorquín.
     Son las 12:00 h de un caluroso sábado de agosto, las chicharras cantan tan alto que casi cuesta escuchar la voz de Monserrat, que, siguiendo el protocolo habitual, nos recibe como un visitante más para mostrar su finca y la labor que lleva a cabo en ella. "De Baleares tenemos 242 distintas, incluso de Cabrera" señala apuntando a unas higueras mientras conduce uno de los boogies que utiliza para moverse por la finca, a la derecha hay otras tantas higueras de 64 colecciones de todo el mundo.
     "Nuestro proyecto es el de recuperación de variedades en riesgo de extinción de todo el mundo. El corazón de todo esto es la recuperación, conservación y reproducción de todas las variedades de las islas Baleares, es lo prioritario. Pero también tenemos de países donde las condiciones no son las adecuadas y las mantenemos en plantel o en el campo" apunta Montserrat.
     "Los sumerios, hace 11.400 años antes de Cristo fueron los que dieron pie a la recolección y a la expansión de la higuera, los primeros que introdujeron el cultivo del higo dentro del mundo, en la antigua Mesopotamia". De todas las que se esparcieron desde entonces por el mundo, muchas que no estaban escritas, "en mi libro tengo precisamente variedades de las islas Baleares, descritas, recuperadas, nuevas y descubiertas. Hay muy poca información, algún reducto del año 1901, pero todo es información oral" cuenta Pons i Boscana, que ha impartido numerosas conferencias y publicado hasta ocho obras alrededor del universo de la higuera, incluida Los higos en las islas Baleares. Campo de experimentación de Son Mut (Llucmajor-Mallorca).
     Este último es el testamento de una enciclopedia viviente, fruto de su devoción por ellas. "Cuando hablo de higueras, hablo con el corazón. Es otra manera de entenderlas, no son higueras, son mis hijas, mi patrimonio, mi segunda familia, las he dado vida, las he criado. Es algo que no se puede dejar perder, un banco de germoplasma único en el mundo" manifiesta Montserrat, que cuenta con varios invernaderos con réplicas que le ayudan a su reproducción y a la conservación.
Una variedad ucraniana dentro de uno de los invernaderos
     Por las condiciones de su edafología y climáticas, sostiene que las higueras viven mejor en Mallorca que en sus países de origen. "Tengo higueras de China que son de segunda porque viven en terrenos volcánicos que aquí se convierten en higueras de primera. Todas las que he traído siempre han crecido de manera uniforme", comenta mientras muestra una higuera de seis meses del Lago de Garda.
     También conserva higueras célebres, como una que pertenecía a "Miguel Hernández, o a Antonio Machado. Higueras emblemáticas de todo el mundo. Tengo la higuera y una hija de la higuera donde cayó fusilado Che Guevara, un pequeño pueblecito de Bolivia llamado La Higuera. Aparte tengo una rúbrica del alcalde certificando que es la higuera donde murió por arma de fuego".
     Iraní blanco, iraní negro, de Siria, Líbano... todos sus higos son muy dulces". Si le preguntas a Monserrat por el mejor, "el mejor es el que más gusta". Pero si tuviera que decantarse por alguno, barre para casa, se queda con la variedad balear de La Reina, una higuera que tiene dos cosechas, comienza a dar brevas a finales de mayo, pero habrá que esperar a finales de verano para probar sus higos. "Muy precoces, precoces, de agosto, tardía y de invierno, cada estadio de maduración tiene su propia variedad selecta. Dependiendo de este estadio, será el dulzor del higo".
El higo, una joya que se debe mimar
Sus cuidados, aparte de mimo, pasan por una buena hidratación, "incorporamos un litro y medio de agua por maceta". Y agua es precisamente lo que no parece abundar, estamos en la zona más árida de la isla de Mallorca, pero en su día "esto era mar, era Sa Marina de Puig de Ros. El problema es que el cambio climático nos está dando una paliza, y las que vienen".
     Se trata de una experiencia y un oficio con el que "visualizar, observar, probar" y ahora arranca la mejor temporada para hacerlo, cuando muchos de los higos comienzan a madurar. Aunque dependiendo de la especie, cada uno tiene su ciclo. El de Pelo de buey que paramos a probar ya está listo. "Perdón por la palabra, pero esto es un orgasmo", "se come todo".
Uno de los cientos de higos que recoge Monserrat cuando acude a la finca
     Aunque los higos descansen, allí se trabaja todo el año, lo hace con la ayuda de Inmaculada, "una chica de Cádiz que tiene una lengua de fuego. Mi mano derecha, izquierda, y todo". Pero más allá de sus muros de piedraseca, poco respaldo encuentran. "Tenemos un concierto con la Consejería de Educación. Con las escuelas públicas de Baleares hacemos cursos de poda, de plantación, visitas guiadas... De mayo a septiembre se prioriza la recolección de higos, que nos sirve para mantenimiento del campo, porque no tenemos ninguna ayuda".
     Y mimar esas joyas requieren ayuda, mucha más de todo lo que consigue Montserrat con todas sus idas y venidas: "Conozco a los profesores de universidad de las diferentes convenciones del mundo. Desde California, a Francia... gente que encuentra financiación, que siendo una entidad pública es más fácil, a mí me cuesta sangre sudor lagrimas y dinero. Las ayudas no llegan". Colabora con la consejería para la divulgación, "en los conceptos de logística y comunicación me ayudan pero nada más allá. He hecho los proyectos sin financiación porque me la denegaron por deficiencia administrativa. Mi mayor respaldo son los chefs con los que trabajo"

Codorniz a la melaza de higo
Bocado de alta cocina

     Siguiendo el Camí de Sa Torre, a poco menos de 10 minutos de este paraíso de los higos se encuentra el hotel Zoëtry Mallorca, desde abril cuenta con un nuevo inquilino, el cocinero Andreu Genestra, quien ha trasladado su restaurante homónimo y sus estrellas Michelin (contaba con una estrella Michelin y una estrella verde Michelin en su anterior ubicación en Predi Son Jaumell Hotel Rural, en Capdepera) hasta esta nueva localización. Andreu visita con cierta frecuencia a Monserrat para recoger higos y algún que otro producto que luego lleva a su cocina. Con ellos elabora esta melaza de higos, que también forman parte del relleno del dumpling que son la estrella de un plato donde la codorniz es
 tan solo el acompañamiento.
     La cocinera Maca de Castro del estrella Michelin en Port D'Alcudia, con permiso del resto, es la favorita de Monserrat. Trabajar juntos les ha facilitado construir una relación bonita y estrecha, de productor a chef, que les ha llevado hasta el escenario de Alimentaria 2022 con su ponencia 'Cómeme el higo', donde reflexionaron sobre la transversalidad de la higuera para entender la historia del Mediterráneo. "La elasticidad de un producto, el higo, tan presente en nuestra dieta, pero tan poco protagonista".
     Ambos son clientes regulares de Monserrat, pero también ha hecho algún envío a la península a otros grandes restaurantes. "Enviamos café a Carme Ruscalleda y al Celler de Can Roca, pero ellos en lugar de usarlo para café elaboraron dulces con ello".

La despensa de Son Mut Nou

     Con los diferentes higos que recogen -los visitantes también tienen a su disposición cestas donde depositar los higos que cojan durante su recogido, y se cobran a 5 euros el kilo- Montserrat y la gente que trabaja en la finca elaboran hasta 21 tipos de productos diferentes. Desde cava, vino, cerveza, aguardiente café hasta mostaza, mermelada, chutney, higos secos o pan de higo, entre otras creaciones artesanales, todo a base de higo.         Tanto en higo seco como en confitura usamos variedades de las islas Baleares Peratjal y bordisal blanca, para el café usamos otras también de Baleares". El vino lo elaboran con un arrope de higo, "a veces sale más o menos azucarado dependiendo de la variedad. Con un queso o helado de vainilla va genial" apunta Monserrat y le sigue Inmaculada, "cuidado con tener un hombre al lado, que es afrodisíaco", bromeando detrás del mostrador.
Algunos de los productos que elaboran con los diferentes higos
     Aunque esto es solo "un complemento al proyecto", todos ellos se pueden adquirir en la pequeña tienda desde la que despachan a los visitantes, al igual que las diferentes obras que firma Pons i Boscana. Algunos otros acaban en las cocinas de conocidos chefs, como ocurre con el café que tanto gusta.

Un legado de millones de higos

     A sus 71 años, Monserrat parece tener carrete para rato, aunque lamenta que no haya tanta gente como le gustaría para recogerlo. Los visitantes, en su mayoría, son extranjeros, "a los mallorquines todavía les cuesta venir", y, aunque aún se ve con energía para llevarlo, le preocupa en qué manos quede su legado. "Tengo un hijo farmacéutico, un hijo ingeniero informático y una hija fisioterapeuta. En logística me ayudan, pero el trabajo de campo no lo aprecian. Mi ilusión es que todas estas higueras pasen al país de origen. Busco asociaciones o gente que entienda mi proyecto y el día de mañana siga cuidando las variedades más en riesgo de extinción".     
     De momento le dedica todo el tiempo que puede a esta que es su pasión. Los días que no trabaja en la farmacia de Llucmajor, acude al cuidado del campo y a atender las visitas (martes, jueves y sábados). El domingo "se lo dedico a mi mujer Hortensia", una bonita historia que acaba con nombre de flor.

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