26 febrero 2009

GUERAU DE LIOST (1878-1933)
La noguera de la Plana de Sastre


Dotze quarteres de collita dóna
i no perd l'equilibri son brancatge.
La soca, dura com un tors salvatge,
no té senyal de tralla ni de fona.

Congria, la seva ombra, un rodona
d'ufals migrat i de migrat plantatge.
A ocells de tota mena dóna estatge,
que li trenaven musical corona.

Ses arrels s'entaforen pels terrossos,
i, paren una xarxa a les palpentes,
i qui sap les vessanes que pasturen!

I les branques, eixugues de llurs cossos,
en la soca estrebant, s'allarguen lentes,
i fins a flor de terra no s'aturen.
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25 febrero 2009

HART CRANE - Royal palm

HART CRANE (EE.UU. 1899-1932)
Royal palm 

Green rustlings, more-than-regal charities
Drift coolly from that tower of whispered light.
Amid the noontide’s blazed aspertities
I watched the sun’s most gracious anchorite

Climb up as by communings, year on year
Uneaten of the earth or aught earth holds,
And the gray trunk, that’s elephantine, rear
Its frondings sighing in ethereal folds.

Forever fruitless, and beyond that yield
Of sweat the jungle presses with hot love
And tendril till our deathward breath is sealed
It grazes the horizons, launched above

Mortality-ascending emerald-bright,
A fountain at salute, a crown in view
Unshackled, casual of its azured height,
As though it soared suchwise through heaven too.

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24 febrero 2009

LUCIEN BECKER - Présence du soleil

LUCIEN BECKER (Francia, 1911-1984)
Présence du soleil 

...Avant d'entrer dans les bois,
La pluie frappe aux feuilles
Qui sont pour elle le seuil
D'une solitude sans poids.
.
Elle a parcouru tout l'espace
Pour venir sans hâte couler
Dans d'obscurs sentiers
Où rien ne doit marquer son passage.
.
Il suffit pourtant d'un rayon de soleil
Pour qu'éclate sa présence,
Pour qu'un instant la forêt pense
Aux vitres dont elle l'émerveille.
.
Un couchant doit surgir
De cet incendie d'eau
Où la terre s'éclaire de ce qu'elle a de plus beau
Parce qu'elle aime les forêts à en mourir.
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20 febrero 2009

RUBÉN DARÍO - Los olivos

RUBÉN DARÍO (Nicaragua, 1867-1916)
Los olivos

A Juan Sureda

Los olivos que tu Pilar pintó, son ciertos.
Son paganos, cristalinos y modernos olivos,
que guardan los secretos deseos de los muertos
con gestos, voluntades y ademanes de vivos.

Se han juntado a la tierra, porque es carne de tierra
su carne; y tienen brazos y tienen vientre y boca
que lucha por decir el enigma que encierra
su ademán vegetal o su querer de roca.

En los Getsemaníes que en la Isla de Oro
fingen, en torturada pasividad eterna,
se ve una muchedumbre que haya escuchado un coro
o que acaba de hallar l’agua de una cisterna.

Ni Gustavo Doré miró estas maravillas;
ni se puede pintar como Aurora Dupín
con comodidad, con prosa y con rencillas,
lo que bien comprendía el divino Chopin…

Los olivos que están aquí, son los olivos
que desde las pristinas estaciones están
y que vieron danzar los Faunos y los chivos
que seguían el movimiento que dio Pan.

Los olivos están aquí, los ejercicios
vieron de los que daban la muerte con las piedras,
y miraron pasar los cortejos fenicios
como nupcias romanas coronadas de hiedras.

Mas sobre toda aquesta usual arqueología,
vosotros, cuyo tronco y cuyas ramas son
hechos de la sonora y divina armonía
que puso en vuestro torno Publio Ovidio Nasón.

No hay religión o las hay todas por vosotros.
Las Américas rojas y las Asias distantes
llevan sus dioses en los tropeles de potros
o las rituales caminatas de elefantes.

Que buscando lo angosto de la eterna Esperanza,
nos ofrece el naciente de una inmediata aurora,
con lo que todo quiere y lo que nada alcanza,
que es la fe y la esperanza y lo que nada implora.

(Valldemosa, Mallorca, octubre 1913)
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19 febrero 2009

DIONISIO RIDRUEJO - A un pino

DIONISIO RIDRUEJO (Soria, 1912-1975)
A un pino

Pino esbelto y tranquilo,
soledad de la tarde,
tan concreto en la libre
desolación del aire,
tan alto cuando todo
se confunde y abate
y huye el sol a tu copa
tibio y agonizante.
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Cómo me fortalece
la paz de tu combate,
ascensión sin fatiga,
raíz honda y constante.
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Tu majestad envuelve
el cielo sin celaje
y en tu recio sosiego
la tierra se complace.
.
Mis ojos educados
en tu sediento mástil
ascienden y divisan
la soledad más ágil,
mientras sueña el silencio
sin astros y sin aves
como el solo decoro
de tu verde ramaje.
.
Pino esbelto y tranquilo,
tu soledad te guarde,
y consagre la mía
desunida y errante,
segada de su tierra,
extraña de su aire,
cuando aún es oro virgen
la cumbre de la tarde
y tú clamas e invocas
el tiempo de mi carne
y otro vuelo sin tiempo
que se sueña y se hace.
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