30 mayo 2008

Árboles venerables de ASTURIAS

A S T U R I A S
(P=perímetro a 1,3m, h=altura, D=diámetro, m=altitud, edad)

Abamia, Tejo,
Taxus baccata

Arenas de Cabrales, camping, Castaños, BOSQUE
Castanea sativa

Bermiego, Quirós, de la Iglesia, Tejo, P6,9m h10m,
N 43º 12' 4" - W 5º 59' 3" Taxus baccata

Cefontes (Gijón), junto arroyo Peña de Francia, Univer., Roble, P5,2m h16m
Quercus robur

Colunga, Cueto de Espina, Castaño, P4,5 y 3,7m h10m 30m 900años
N 43º 29' 8" - W 5º 15' 41" Castanea sativa

Gijón-Tueya, iglesia San Julián, "de Lavandera", Carbayón, P7,1m h21m 170m 300años
N 43º 28'14" - W 5º 38' 46" Quercus robur

Lago (Allande), Capilla Santa María, Tejo, P4,6m h19m
Taxus baccata

Luarca (Municipio de Vladés), Secuoya gigante, jardín de Villa Argentina, Pantada en 1880,
Sequoiadendron giganteum

Pito El, El Eucaliptón P9,2m h61m
N 43º 32' 23" - W 6º 7' 57" Eucalyptus globulus

Salas, Iglesia San Martín, Tejo, P6,4m h15m 800años 700m
N 43º 24' 43" - W 6º 15' 17" Taxus baccata

Santa Coloma (Allande), junto a la iglesia, Tejo, P5,6m h15m, plantado en el 1600,
Taxus baccata

Santibáñez de la Fuente (Aller), iglesia, Tejo, P3,5m h12m 700años 1440m
N 43º 7' 25" - W 5º 33' 36" Taxus baccata

Tineo, "de Valentín", Ctra Pola de Allande, Carbayón, P10,4m h17m 550m 800años
N 43º 32' 39" - W 6º 31' 14" Quercus robur

Vidiago, Llanes, Casona el Palacio, "de Zorrilla", Tilona, P6,4m h22,5m alt70m 300años
N 43º 23' 52" - W 4º 40' 2" Tilia platyphillos
 
  
CONCEJO DE CASTRILLÓN

Arnao (Castrillón), Arce, P1m h12m altitud15m
N 43º 34' 35” - W 5º 58' 39” Acer pseudoplatanus

Bárzanas (Castrillón), Roble, P3,2m h25m altitud85m
N 43º 32' 13” - W 5º 57' 41” Quercus robur

Lago (Castrillón), Roble, P2m h18m altitud105m
N 43º 34' 3” - W 6º 00' 27” Quercus robur

Moire (Castrillón), Castaño, P4m h14m altitud122m
N 43º 31' 15” - W 5º 59' 17”  Castanea sativa

Moire (Castrillón), Castaño, P4m h17m altitud 211m
N 43º 30' 30” - W 6º 0' 17”  Castanea sativa

Naveces (Castrillón), Tilo, P1,5m h16m altitud41m
N 43º 34' 3” - W 6º 00' 27”   Tilia platyphillos

Peñarrey (Castrillón), Roble, P2,7m h18m 102m
N 43º 32' 47” - W 5º 58' 13”  Quercus robur

Piedrasblancas (Castrillón), dunas del Espartal, Madroño, P17cm h4m altitud3m
N 43º 35' 9” - W 5º 56' 19”  Arbustus unedo

Piedrasblancas (Castrillón), dunas del Espartal, Madroño, P20cm h3,1m altitud2m
N 43º 35' 13” - W 5º 56' 23” Arbustus unedo

Piedrasblancas (Castrillón), Laurel, P1,8m h16m altitud37m
N 43º 33' 51” - W 5º 38' 18” Laurus nobilis

Piedrasblancas (Castrillón), Olmo, P2,3m h20m altitud34m
N 43º 33' 48” - W 5º 58' 20”  Ulmus minor
 
Plata La (Castrillón), Roble, P2,4m h26m altitud48m
N 43º 33' 22” - W 5º 57' 22”  Quercus robur
 
Romadoiro (Castrillón), Roble, P2,2m h23m altitud186m
N 43º 31' 6” - W 5º 58' 27” Quercus robur

Romadoiro (Castrillón), Madroño, P85cm h9,5m altitud179m
N 43º 31' 10” - W 5º 58' 29”   Arbustus unedo

Romadorio (Castrillón), Castaño, P2,4m h17m altitud184m
N 43º 31' 5” - W 5º 58' 14”   Castanea sativa

Romadorio (Castrillón), Laurel, P1m h13m altitud163m
N 43º 31' 13” - W 5º 58' 20,5” Laurus nobilis

Pulide (Castrillón), Arce, P(5troncos)1,2m h15m altitud351m
N 40º 30' 12” - W 6º 0' 47” Acer pseudoplatanus

Río Raíces (Castrillón), Madroño, P92cm h10,3m altitud7m
N 40º 34' 44” - W 5º 56' 23” Arbustus unedo

San Martín de Laspra (Castrillón), Acebuche, P1,2m h8,8m altitud68m
N 43º 34' 12” - W 5º 58' 1” Olea europaea sylvestris

San Martín de Laspra (Castrillón), Laurel, P1,3m h13,3m altitud69m
N 43º 34' 12” - W 5º 58' 00” Laurus nobilis

San Román de Naveces (Catrillón), iglesia, Roble, P3,6m h16m altitud51m
N 43º 34' 5” - W 6º 00' 28” Quercus robur

Teboyas (Castrillón), Acebo, P1m h10m altitud83m
N 43º 32' 12” - W 5º 57' 38” Ilex aquifolium
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Bermiego, Quirós, capilla San Antonio, Roble, P6,8m h12m 750m
N 43º 12' 1" - W 5º 58' 42" Quercus robur   MUERTO 2014
 
Eiros-Tineo, Haya, P4,5m h27,5m 655m 350años
N 43º 15' 23" - W 6º 32' 47" Fagus sylvatica   MUERTO


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Más información:
https://texu.wordpress.com/2008/01/07/censo-de-tejos-asturianos-2007/
https://texu.wordpress.com/category/censo-tejos-asturianos/page/12/
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FEDERICO GARCÍA LORCA (Granada,1898-1936)
Árboles

¡Árboles!
Habéis sido flechas caídas del azul?
¿Qué terribles guerreros os lanzaron?
¿Han sido estrellas?
Vuestra música viene
del alma de los pájaros
de los ojos de Dios,
de la pasión perfecta.
¡Árboles!
¿Conocerán vuestras raíces toscas
mi corazón en Tierra?
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29 mayo 2008

GERARDO DIEGO (Santander, 1896-1987)
La sombra del nogal
 
 
Homenaje a Vicente Aleixandre

La sombra del nogal es peligrosa
tupido en el octubre como bóveda
como cúpula inmóvil,
nos cobija e invita,
a su caricia fresca
y van cayendo frutos uno a uno
torturados cerebros nueces nueces.

Por las noches
sombra de luna muerta da el nogal
y van suicidándose una a una
sus hojas quejumbrosas
y pies desconocidos invisibles
las huellas las quebrantan las sepultan
librándose así
del torbellino cólico
que azota a lo mortal abandonado
sobre la haz funesta de la tierra
impenetrable

Pero ¿quién pasa quién posa?
¿De quién los pies piadosos redentores?

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VIDEO - El hombre que plantaba árboles, 4ª parte

ROSALÍA DE CASTRO - Los robles

ROSALÍA DE CASTRO (A Coruña, 1837-1885)
Los robles

                        I

Allá en tiempos que fueron, y el alma
han llenado de santos recuerdos,
de mi tierra en los campos hermosos,
la riqueza del pobre era el fuego,
que al brillar de la choza en el fondo,
calentaba los rígidos miembros
por el frío y el hambre ateridos
del niño y del viejo.

De la hoguera sentados en torno,
en sus brazos la madre arrullaba
al infante robusto;
daba vuelta, afanosa la anciana
en sus dedos nudosos, al huso,
y al alegre fulgor de la llama,
ya la joven la harina cernía
o ya desgranaba
con su mano callosa y pequeña,
del maíz las mazorcas doradas.

Y al amor del hogar calentándose
en invierno, la pobre familia
campesina, olvidaba la dura
condición de su suerte enemiga;
y el anciano y el niño, contentos
en su lecho de paja dormían,
como duerme el polluelo en su nido
cuando el ala materna le abriga.

                        II

Bajo el hacha implacable, ¡cuán presto
en la tierra cayeron
encinas y robles!;
y a los rayos del alba risueña,
¡qué calva aparece
la cima del monte!

Los que ayer fueron bosques y selvas
de agreste espesura,
donde envueltas en dulce misterio
al rayar el día
flotaban las brumas,
y brotaba la fuente serena
entre flores y musgos oculta,
hoy son áridas lomas que ostentan
deformes y negras
sus hondas cisuras.

Ya no entornan en ellas los pájaros
sus canciones de amor, ni se juntan
cuando mayo alborea en la fronda
que quedó de sus montes desnuda.
Sólo el viento al pasar trae el eco
del cuervo que grazna,
del lobo que aúlla.

                       III

Una mancha sombría y extensa
borda a trechos del monte la falda,
semejante a legión aguerrida
que acampase en la abrupta montaña
lanzando alaridos
de sorda amenaza.

Son pinares que al suelo, desnudo
de amigo ropaje, le prestan
con el suyo el adorno salvaje
que resiste del tiempo a la afrenta
y corona de eterna verdura
las ásperas breñas.

Árbol duro y altivo, que gustas
de escuchar el rumor del océano
y gemir con la brisa marina
de la playa en el blanco desierto,
¡yo te amo!, y mi vista reposa
con placer en los tibios reflejos
que tu copa gallarda iluminan
cuando audaz se destaca en el cielo,
despidiendo la luz que agoniza,
saludando la estrella de véspero.
Pero tú, sacra encina del celta,
y tú, roble de ramas añosas,
sois bellos con vuestro follaje
que si mayo las cumbres festona
salpicadas de fresco rocío
donde quiebra sus rayos la aurora,
y convierte los sotos profundos
en mansión de gloria.

Más tarde, en otoño
cuando caen marchitas tus hojas,
¡oh roble!, y con ellas
generoso los musgos alfombras
¡qué hermoso está el campo;
la selva, qué hermosa!

Al recuerdo de aquellos rumores
que el morir el día
se levantan del bosque en la hondura
cuando pasa gimiendo la brisa
y remueve con húmedo soplo
tus hojas marchitas
mientras corre engrosando el arroyo
en su cauce de frescas orillas,
estremécese el alma pensando
dónde duermen las glorias queridas
de este pueblo sufrido, que espera
silencioso en su lecho de espinas
que suene su hora
y llegue aquel día
en que venga con mano segura,
del mal que le oprime,
la fuerza homicida.

                     IV

Torna, roble, árbol patrio, a dar sombra
cariñosa a la escueta montaña
donde un tiempo la gaita guerrera
alentó de los nuestros las almas
y compás hizo al eco monótono
del canto materno,
del viento y del agua,
que en las noches de invierno al infante
en su cuna de mimbre arrullaban.
Que tan bello apareces, ¡oh roble!
de este suelo en las cumbres gallardas
y el las suaves graciosas pendientes
donde umbrosas se extienden tus ramas,
como en rostro de pálida virgen
cabellera ondulante y dorada,
que en lluvia de rizos
acaricia la frente de nácar.

¡Torna presto a poblar nuestros bosques,
y que tornen contigo las hadas
que algún tiempo a tu sombra tejieron
el héroe gallego
las frescas guirnaldas!
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