10 junio 2025

La amenaza de la "Xylella fastidiosa"

BETH MOON, (EE.UU.)
Titans

Prensa de oliva

Apulian-Trullo

Ugento III

UgentoII

Ugento I

Tricasse II

Tricasse I
Tripuzzi

Struda II

Struda I

Specchia

Scorrano

Nardo II

Nardo I

Lecca II
Felline

Casarano II

Casarano I

Alliste II

Alliste I

En 2015 visité muchos olivares antiguos en Italia. La provincia de Lecce es conocida por tener los árboles más longevos. Los olivares, accesibles por senderos de piedra o caminos de herradura, transmiten una sensación de pasado. Aquí, el paisaje habla en un lenguaje de orígenes: los restos de un muro de piedra desmoronado sugieren ausencia, mientras que el paisaje más allá se puede ver a través de los agujeros de un tronco ahuecado, creando una presencia dramática.
     Viajé a muchos pueblos de Apulia, desde Alliste hasta Struda, Scorrano, Tricasse, Ugento, Nardo y otros. Es fácil identificar los árboles más antiguos; algunos tienen troncos vacíos, tan grandes como cuevas, que muestran protuberancias y ondulaciones que los árboles antiguos acumulan con el tiempo. De formas expresivas, los árboles se extienden en formas salvajes y extrañamente retorcidas.
     Me encogí de hombros al oír hablar de una infección bacteriana. Era difícil creer que estos árboles fuertes y resistentes pudieran estar afectados. Muchos han vivido más de mil años, y aún dan fruto a pesar de su edad.
     Pero sin que los agricultores lo supieran, las manchas de los prados se multiplicaban rápidamente. Estos insectos transportan una multitud de diminutas partículas, un ejército invisible identificado como Xylella fastidiosa, que infecta cada árbol del que se alimentan. Para finales de año, se informó que más de un millón de olivos en la península de Salento estaban infectados.
     Muchos olivares estaban devastados. Algunos árboles parecían quemados, con hojas marrones y ramas muertas. En un intento por contener la propagación del virus al norte de Europa, el gobierno ordenó a los agricultores talar sus árboles patrimoniales, lo que resultó en una catástrofe económica y desolación.
     Estaba sentada en mi escritorio revisando todas las fotos de los árboles cuando escuché la noticia.

Apilo las hojas de miniaturas en un cajón y lo cierro.

     El olivo es el árbol de un pintor. Entiendo por qué Van Gogh consideraba sagrados los olivos. Creía que simbolizaban el ciclo de la vida y que las personas podían conectar con lo divino al comunicarse con la naturaleza. Fascinado por los colores siempre cambiantes, Van Gogh pintó dieciocho lienzos de olivos. Pero no estaba solo. Matisse, Monet, Degas, Sargent y Dalí también sentían pasión por este árbol.
      A menudo encuentro inspiración en pinturas del pasado. Durante siglos, los artistas han adoptado el uso de la luz para plasmar simbolismo en sus lienzos. Se dice que el halo se originó con el dios del sol, Apolo. Héroes, reyes, dioses y personas con gran poder solían ser representados con una luz brillante, resplandeciente y radiante. Este uso de la luz también se usaba como atributo para figuras religiosas y santos, y en ocasiones se otorgaba a ángeles.
     El cambio climático altera el equilibrio de la naturaleza de muchas maneras. Llega tan silencioso como un ladrón, con consecuencias devastadoras y la pérdida de especies y patrimonio cultural.

La pérdida de estos árboles en el mundo desgarra el alma.

     Algunas noches, cuando no puedo dormir, abro el cajón, saco las hojas de contacto y las extiendo sobre la mesa. Los recuerdos de Apulia inundan mi mente. Una tarde, un orgulloso granjero me recibió en su huerto con una tetera y un mantel. Nos sentamos en el césped, a la sombra de uno de sus árboles más antiguos. La luz moteada se filtraba a través de las hojas plateadas, brillantes como diamantes, y pensé: así debe ser el cielo.
     Siete años después, saco las fotos de los olivos. En un intento de controlar lo incontrolable, elijo una de las imágenes y hago una impresión de prueba en papel japonés finísimo. Es un gesto sencillo, un intento de recuperar mi autonomía. El papel es muy frágil. Pinto adhesivo en el reverso y aplico láminas de pan de plata.
     Observo la impresión. Al caer la luz sobre el árbol, un resplandor plateado celestial se revela entre los reflejos.

¿Un héroe, un dios o un rey? No puedo decidirme.

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07 junio 2025

EL PINO GALAPÁN
Santiago de la Espada, Jaén

Datos:
Nombre científico : Pinus nigra
Localidad : Santiago de la Espada (Jaén)
Paraje : Campos de Hernán Perea-Monte. Utilidad Pública «Loma de la Paja»
Perímetro: 5.40m
Altura: 40m
Diámetro de la copa: 18.25m
Edad calculado : 400 años
Figura de protección : (Lo desconozco)
Motivo de singularidad : Dimensiones
Propiedad : Pública
Latitud : 38º 00′ 38» N
Longitud : 02º 39′ 51» O
Altitud : 1500 m
 
     Leemos en la guía de turismo que debemos degustar el cocido segureño, típico en la zona, así como las migas y la olla frita, entre otros platos...  En estas zonas de Jaén se elaboran artesanalmente alfombras y esteras bordadas a mano. También son importantes los trabajos en cerámica y alfarería, así como los objetos de mimbre y esparto...

Acceso
     A éste pino se accede desde las proximidades de la aldea de Don Domingo, a la que se llega desde Santiago de la Espada tras unos 13 Km, tomando primero la carretera 321 durante aproximadamente un kilómetro y medio, la localidad de La Matea, carretera por la que debemos seguir. Antes de llegar a la aldea de Don Domingo, se debe tomar una pista que aparece a la derecha junto a la casa forestal. Por aquí debemos seguir recto (obviando el desvío que indica hacia Pontones) y llegaremos a la rambla de los Cuartos, aproximadamente transcurridos 800 m, que debemos atravesar cruzando el puente en dirección a la Rambla Seca. Más adelante comienza una fuerte subida que nos lleva hasta la tinada de Prado Flores, en aproximadamente 600 m, desde donde debemos descender a la izquierda del arroyo de Juan Fría, y donde un poco más adelante divisaremos ya el pino, hacia el que sale un camino que nos lleva hasta su base.
     No se sabe el motivo que hizo que el árbol no fuera talado pues se tiene constancia de que en la edad media uno de los pilares en que se basaba la economía de la comarca era la extracción de madera, especialmente de pino laricio por su excelente calidad. 
     Existen referencias del trasiego de madera por el Guadalquivir que procedía de la zona de Segura, de hecho, el tráfico excesivo obligó a su regulación por los Reyes Católicos y más tarde, en 1580, por las Ordenanzas de la Comunidad y Villa de Segura. 
     A pesar del tamaño que despliega, el Pino de Galapán no es muy viejo. Cercano a él en las cumbres más altas existen pinos retorcidos y pequeños, con edades cercanas a los 1000 años.

Su nombre
     Algunos dicen que el nombre de Galapán le viene «por ser tan espigado y buen mozo». Otros aseguran que el motivo es que, un ladrón que se llamaba Galapán escondía sus tesoros robados en una cueva cercana al árbol.
     Significado de galapán: de intenciones torcidas y dudoso proceder [ByM (= gapán = gañín).] en Asturias.
     Dichos: "A la cama, galapán, qu’el durmir aforra pan". [Md (LC).]


Información:
https://www.jaenparaisointerior.es/es/w/pino-galapan?filterCategoryIds=376124&operationType=AND
https://www.xn--arbolybosquedelao-uxb.es/pino-galapan-santiago-la-espada/
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pino-galapan-desde-la-aldea-de-don-domingo-sierra-de-segura-58926139
https://www.youtube.com/watch?v=8vZy1J7G1h4
https://arbolesnacionales.wordpress.com/2009/04/15/andalucia-pino-de-el-galapan-jaen/?fbclid=IwAR1yIbUxbVOn1r3jTbiu9Ibp9wbj87Dt-zYtz5pOZhfrUNiYJaJubYRDDCA
https://www.cope.es/emisoras/andalucia/jaen-provincia/jaen/noticias/pino-galapan-senor-sierra-segura-cumple-mas-siglos-20210203_1119019
http://arbolesmonumentalestudmiria.blogspot.com/2015/02/el-pino-galapan-puede-morir-de-exito.html 
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 Foto:  Ángel Martínez
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04 junio 2025

El sueño dorado, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
El roble del sueño dorado

Esta historia comienza en 1797 con la fundación de la Misión San Fernando Rey de España en el actual condado de Los Ángeles, en el estado de California, en EEUU. Esta era la misión número 17, de las 21 que llegaron a fundarse allí, y en las que pronto se percataron de que la llegada de suministros era francamente difícil, por lo que deberían ser autosuficientes.
     Cuando los administradores consideraron que necesitarían más tierras para la agricultura y la ganadería, miraron hacia el norte, hacia el Valle de Santa Clarita para establecer allí el rancho de la misión. Después de la independencia de México, 1821, este territorio quedó bajo administración mejicana, las misiones fueron secularizadas y el gobierno mexicano se apropió de las tierras.
     En 1834, se designó al teniente Antonio del Valle para hacer un inventario de la propiedad de la Misión San Fernando (casi 20.000 Ha), y que luego su amigo, el gobernador Alvarado, el 22 de enero de 1839, se lo cedió. Del Valle murió en 1841 y, según reza la leyenda, el 9 de marzo de 1842, Francisco López Arbello (o Arballo), tío de la segunda esposa de Antonio Del Valle, descansó bajo un roble en el cañón de Placerita, en el valle de Santa Clarita, y tuvo un sueño: estaba rodeado de oro y era muy rico. Cuando se despertó, sacó unas cuantas cebollas silvestres del suelo y encontró algunas pepitas de oro en las raíces. Tampoco fue que un granjero encontrara oro por pura suerte, López había estudiado mineralogía en la Universidad de México y había estado buscando activamente oro, porque se decía que ya se había encontrado en esa zona unos treinta años antes.  
     No sabemos si era o no verdad, pero el hallazgo de oro por parte de López fue el primer incidente documentado en ese área. Esto provocó una cierta fiebre del oro, a una escala muy inferior que la del 1848, pero cerca de 2.000 personas, en su mayoría del estado mexicano de Sonora, llegaron al Valle de Santa Clarita para extraer oro. Se extrajo poco oro -unos 57 kg- pero fue el primer sitio en encontrarse. A raíz de la guerra entre EEUU y México, California pasó a ser de los EE.UU -1848-. En esa época se destruyó la mina para que no la encontrasen los norteños y aunque el “Tratado de Guadalupe Hidalgo” aprobó los títulos legítimos de propiedad de los propietarios de la tierra cedida, la mina ya no volvió a abrirse y parte de la historia se perdió. El terreno fue cambiando de propietarios. En 1936 se encontró petróleo y sirvió de plató para la industria del cine de Hollywood.  
     Durante años la historia, real o no, del roble de sueño dorado (del que no he conseguido conocer la especie de entre las 7 ó 8 propias de la zona) quedó medio olvidada hasta que en la década de 1930 varias asociaciones locales se unieron para reivindicar su carácter de sitio histórico.  
     Francisca López de Bilderrain, familiar de Francisco, junto a otras personas se aventuró en el Cañón de Placerita, donde señaló el árbol que se dice que fue el sitio del descubrimiento y que ella conocía por transmisión oral de quien había estado presente allí ochenta años atrás. Desde entonces el sitio ha ganado renombre (y numerosas placas), hasta el punto de que en los últimos años se ha tenido que proteger el roble para evitar la compactación del terreno alrededor del árbol. 

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01 junio 2025

DYLAN THOMAS (Gales, 1914-1953)
Being but men

Being but men, we walked into the trees
Afraid, letting our syllables be soft
For fear of waking the rooks,
For fear of coming
Noiselessly into a world of wings and cries.
If we were children we might climb,
Catch the rooks sleeping, and break no twig,
And, after the soft ascent,
Thrust out our heads above the branches
To wonder at the unfailing stars.
Out of confusion, as the way is,
And the wonder, that man knows,
Out of the chaos would come bliss.
That, then, is loveliness, we said,
Children in wonder watching the stars,
Is the aim and the end.
Being but men, we walked into the trees.

* * * 
 
Siendo tan solo hombres

Siendo tan solo hombres, entramos en los árboles
temerosos, dejando a nuestras sílabas ser suaves
por miedo a despertar a los grajos,
por miedo a venir
silenciosos a un mundo de alas y llantos.
Si fuéramos niños podríamos escalar,
encontrar a los grajos mientras duermen y no romper una sola rama,
y, después del suave ascenso,
impulsar nuestras cabezas por encima de sus copas
para maravillarnos ante las estrellas constantes.
y el asombro, que el hombre conoce,
fuera del caos vendría a la bendición.
Eso, entonces, es la belleza, dijimos,
niños que miran las estrellas maravillados,
eso es la meta y el final.
Siendo tan solo hombres, entramos en los árboles.

Traducción: María González de León

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