"Quién hubiera dicho que estos poemas de otros iban a ser míos, después de todo hay hombres que no fui y sin embargo quise ser, si no por una vida al menos por un rato..." Mario Benedetti.
A los amantes de los árboles,... localización, poesía, cuentos/leyendas, etc.
10 marzo 2025
JACINTO MARTÍNEZ GAL Árboles introducidos en Sevilla con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929
Comencé a escribir este libro al conocer que la catedrática Amparo Graciani era nombrada Comisaria de la conmemoración del centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929. En primer lugar, procuré investigar los árboles que existían con anterioridad a este gran evento; para ello me ayudé del Diccionario Madoz, magna obra publicada por Pascual Madoz entre 1845 y 1850, donde encontré las plantaciones de árboles llevadas a cabo por el Asistente Arjona tanto en el Salón de Cristina como en el Paseo de las Delicias. También indagué en las publicaciones y crónicas de principios del siglo XX que hacían referencia al paisajista francés J. C. Nicolas Forestier, así como en las tarjetas postales de las glorietas del Parque de María Luisa y de los Pabellones que participaron en la Exposición. Hay que destacar que el señor Forestier tenía buenos contactos con expertos en jardinería de todo el mundo, sobre todo de Australia, de donde vinieron numerosos árboles como la lagunaria, la casuarina, el brachichito populneos, la araucaria australiana, etc. Aunque sus contactos con Aníbal González eran a veces dificultosos, cuando el arquitecto sevillano le solicitaba asesoramiento botánico para resaltar alguna glorieta del parque o algún pabellón de la muestra, las explicaciones de Forestier siempre lo convencían. Aunque a menudo hay ediles que practican el arboricidio, hemos descrito 18 ejemplares que han sobrevivido a la motosierra. Además, algunas especies, como la jacaranda lila, la tipuana y el brachichito populneos, han sido plantadas posteriormente con éxito en el viario de nuestra ciudad. Sin embargo, de otras especies como el ébano africano y el sapindo solo queda un ejemplar. Aunque son libros que encuaderno artesanalmente, procuraré que lleguen a los aficionados a la botánica y a la historia de nuestra ciudad.
CRISTINA G. RIVERA, MARÍA MORALES R. y RAQUEL FERIA L., en Diario de Sevilla, mayo-2024 Recorrido por el patrimonio natural más singular de la ciudad de Sevilla
La espectacular riqueza botánica de Sevilla queda resumida en unos itinerarios que pueden realizarse fácilmente a pie. El Parque de María Luisa y el Real Alcázar albergan la mayoría de estos ejemplares
La glorieta de Bécquer / M.G.
En Sevilla no sólo encontramos monumentos de piedra, hay otros,
mucho menos conocidos, que pasan desapercibidos habitualmente y que
también hunden sus raíces en el tiempo, elevándose igual de majestuosos
hacia el cielo, aportando sombras imponentes y frescor frente al
ardiente sol nuestro de los meses de primavera y, sobre todo, verano.
Sí, nos referimos a los árboles, en concreto, a los que han sido catalogados como singulares por el Ayuntamiento de Sevilla, en el primer Inventario de Árboles Singulares de la ciudad, que comprende 60 ejemplares calificados como tales.
Los criterios de catalogación
Para la elaboración del inventario de los árboles más singulares y
notables de la capital el Ayuntamiento ha tenido en cuenta factores como la edad, la envergadura o la altura de cada ejemplar,
también la rareza o excepcionalidad de la especie, sus valores
estéticos o la forma en la que han crecido. También se han considerado
especies más tradicionales en el listado, cuya presencia, actualmente,
resulta minoritaria.
En esta selección no faltan la araucaria de la Torre Norte de la
Plaza de España, el plátano de la Glorieta de Juanita Reina, las
jacarandas de la Plaza de América, el naranjo de Pedro Primero el Cruel,
probablemente el más antiguo de los naranjos sevillanos, los
gigantescos ficus del centro de Sevilla, el boj gigante del Paseo de las
Delicias o el ciprés de los pantanos del parque de María Luisa,
que forma parte central del monumento a Bécquer, en la glorieta que
lleva su nombre y con más de 200 años de historia, 33 metros de altura y
un perímetro de tronco de 5,82 metros.
También se incluyen en el listado el bello magnolio de la Catedral, el ficus de Chapina y el ejemplar conocido como El Gran Capitán,
un eucalipto rojo situado en el Paseo de Catalina de Ribera, en el
barrio de Santa Cruz, que puede ser, probablemente, con sus 55 metros,
el árbol más alto de la ciudad.
Sesenta ejemplares extraordinarios
La mayoría de estos árboles únicos se ubica en los grandes espacios verdes de la ciudad, el Parque de María Luisa y los jardines del Alcázar,
pero si se dirige a Los Remedios o se adentra en el centro buscando la
ronda histórica para alcanzar la muralla a la altura de María
Auxiliadora, siguiendo alguna de las dos rutas que proponemos a
continuación, puede encontrarse, sin dificultad, con alguno de estos
ejemplares durante su paseo.
Dos rutas para descubrir los árboles únicos: Los Remedios-Triana y Parque de María Luísa-Centro.
/ Dpto. de Infografía
Para facilitarle su localización exacta, los hemos ubicado a todos en el siguiente mapa de Google que puede descargarse en el móvil. Si pincha en cada uno de los símbolos, podrá conocer más detalles de cada especie.
Y los naranjos de Sevilla
Nuestra recomendación final es que no deje de observar los naranjos
que encuentre a su paso, presentes en Sevilla desde época musulmana, que
son el árbol más numeroso de entre las 300.000 especies estimadas que conviven con nosotros en plazas, calles y avenidas.
El naranjo amargo de Sevilla
/ Departamento de Infografía
En el inventario del arbolado del año 1970 se cuantificaban unos 5.000 naranjos,
hoy son cerca de 50.000 los ejemplares de esta especie en Sevilla,
convertidos, por su abundancia y belleza, en un símbolo más de esta
maravillosa ciudad.
Lo hemos leído aquí, donde encontraréis el inventario
Podéis ver el libro "ÁRBOLES SINGULARES DE LA CIUDAD DE SEVILLA"
Dosier: https://www.sevilla.org/servicios/medio-ambiente-parques-jardines/arboles-singulares-de-sevilla
EL OLIVO MONUMENTAL DE COLUNGO, HUESCA Mención Especial Olivo Monumental 2017 por AEMO
La olivera de Nadal -como así se le conoce a este olivo-, del municipio de Colungo (Huesca), en la comarca del Somontano, fue distinguida por AEMO con una mención especial en 2017. Este olivo se alza como un auténtico coloso con un tronco de fenomenales dimensiones, lo que da fe de su longevidad, pudiendo alcanzar los 400 o 500 años. Además se valoró especialmente el compromiso y tesón de su propietario, Don José Andreu, un agricultor de 94 años que manifestaba emocionado que este ejemplar es patrimonio de todos y por ello debe ser conservado para las generaciones futuras, tal y como él y sus antepasados lo han hecho. La asociación agradeció el interés que esta familia ha demostrado con esta olivera. Don José le colocó un pararrayos para su protección, antes de que ingresara en la Residencia de Mayores de Barbastro y dejó testimonio audiovisual de la pasión que sentía por la Olivera de Nadal, dando instrucciones para su conservación y pidiendo su protección. El olivo fue presentado al concurso por la Comarca del Somontano de Barbastro, socia de AEMO. Este majestuoso
olivo con más de ocho metros de altura y 12 metros de circunferencia en la
base es algo espectacular. El nombre se debe a la finca en la que se encuentra el olivo que
pertenece a la casa Nadal. Se sitúa junto a la carretera, próximo al
pueblo. Son muchos los recuerdos que trae este gran olivo que según decía Don José ya se encontraba allí cuando ocurrió todo aquello del diluvio universal y el arca de Noé. Muchos vecinos tienen recuerdos de su infancia cuando iban a
jugar a la olivera,encaramarse y esconderse en su fronda. La variedad de la oliva es conocida como “royera” ya que el fruto es
de color claro y colorado, no negro como suelen ser, tratándose de una
variedad única en la zona y de la que en determinadas épocas se llegaron a
recoger muchos kilos de aceituna. Don José recordaba que el año 1944 cayó una gran
nevada y fruto de ello se recogieron más de 300kg de olivas.
Esta es la sabina albar (Juniperus thurifera) que crece en el paraje del Pozo Franco (Ayuntamiento de Chirivel), en el extremo oriental de la Cordillera Bética y dentro ya del Parque Natural Sierra María-Los Vélez, en Almería.
Se trata de un ejemplar, declarado Monumento Natural de Andalucía el 1 de octubre de 2003, posiblemente milenario, que crece en un altiplano a más de 1600 msnm, en una región de duro clima continental, con grandes variaciones térmicas y períodos de sequía estivales. Esta especie constituye una reliquia de los bosques esteparios del Terciario. Se caracteriza por su lento crecimiento y sus hojas en forma de escama para evitar la pérdida de agua. Su madera es dura y de buena calidad, rica en resinas y muy apreciada en ebanistería, lo que provocó su tala masiva en el pasado.
Su altura total es de ocho metros, con un tronco de dos metros de altura y un perímetro -medido a 1,30 del suelo- de 3 metros. Su fisonomía es consecuencia de las duras condiciones meteorológicas en las que vive, especialmente de la nieve, de forma que para disminuir su exposición presenta un aspecto achaparrado y piramidal.
Antiguamente en la zona se cultivó cereal (más de subsistencia que otra cosa) y en la actualidad presenta escasos matorrales y un elevado porcentaje de roca caliza descubierta.