UN PINO VERDADERO: El “Pi Verot” o “Piverot” del bosque de La Devesa del Saler en el TM de Valencia es un pino piñonero, Pinus pinea, monumental y estimado. No es muy alto porque la cercanía del mar y sus temporales dificulta su crecimiento en altura. La pedanía de El Saler donde se encuentra le dedica incluso una calle, y se le respetó e integró al construirse el colegio de primaria, situado en la pedanía en el PN de la Albufera, que no tiene espacio no protegido donde construir equipamiento público si no es en el mismo bosque.
El nombre en valenciano de esta especie era “PI VER", aunque ahora es más común “pi pinyer” (pino de piñas). Este gran “pi ver” se tomó como nombre propio en aumentativo por su tamaño “pi verot”. Pi ver significa pino verdadero. Su nombre es parejo al de su nombre gallego y portugués “pino manso” (pino domesticado) y en cierta manera el propio castellano de pino piñonero (pino frutal, de piñones) por oposición a las especies autóctonas "pino bravo" o "piñeiro" (de piñas) en Galicia y Portugal (Pinus pinaster) y aquí en Valencia con el "pi bort" (Pinus halepensis)
El lugar originario de esta especie es confuso. Si bien hay restos de la Península de hace 50.000 años, todo los piñoneros del Mediterráneo son, sorprendentemente, genéticamente similares desde Portugal a Turquía (sólo en El Líbano son ligeramente diferentes). La razón como en otros árboles de frutos secos (p.e. almendros o castaños) es que los romanos trajeron y repartieron por todo el Mediterráneo variedades homogéneas de fruto mayor (o de más calidad y producción) provenientes de Asia Menor. Allí llevaban ya entonces al menos 4000 años de selección previa. Así que el pino piñonero es como el castaño un cultivo forestal siendo difícil saber si es originario de una zona concreta.
Roma tenía, y tiene, una relación especial con este pino. Su suelo volcánico al igual que su clima subhúmedo son ideales para esta especie. Por ese amor el árbol llena y representa la ciudad eterna y su entorno, y así debió ser ya en época imperial.
Por su parte, el Pi Verot se integró en el patio del colegio y en los juegos de los niños en el recreo desde hace casi 40 años. Como crece en arena, el pisoteo que compacta el suelo, ahoga las raíces y causa la muerte a medio plazo de árboles monumentales muy visitados, no le afecta a este pino y convive bien con el griterío de los niños.
-----






