ALEJANDRO C. MORENO Y MARRERO.
El cardón gigante de Gáldar, Gran Canaria (artículo de 2009)
No cabe duda de que el desaparecido cardón gigante de Gáldar fue uno de
los mayores ejemplares de su especie que existieron en Canarias, sin
embargo, lo cierto es que hasta ahora -por unas u otras circunstancias-
ha sido muy escasa la información historiográfica que se tenía acerca de
él. Por tal motivo, dado que recientemente he hallado diversos datos
inéditos sobre el tema, he estimado oportuno darlos a conocer mediante
estos burdos apuntes históricos.
Cardón Gigante de Gáldar, finales del s.XIX. |
El cardón gigante de Gáldar se encontraba ubicado en el denominado Barranco de la Agazaga, según el estudioso Javier Estévez, cerca del antiguo camino que unía a la ciudad de Gáldar con Agaete. Todo indica que su origen se remonta a la época prehispánica, no obstante, la primera referencia realmente fiable que he encontrado sobre el mismo nos la ofrece el fotógrafo aruquense Luís Ojeda Pérez, quien en el año 1890 logró inmortalizarlo en una de las numerosas imágenes que tomó por los pueblos de la isla de Gran Canaria. Más adelante, posiblemente algunos años después que Ojeda Pérez, el cardón sería fotografiado de nuevo por Teodor Maisch, al que también debió llamarle poderosamente la atención las dimensiones de aquel imponente ejemplar.
Pero, tristemente -y aquí van los datos inéditos que he descubierto- el cardón gigante de Gáldar no tardaría en desaparecer, ya que en el año 1904 fue cortado por sus propietarios para vender su leña. En este sentido, el “Diario de Las Palmas en su edición del viernes 30 de diciembre de 1904, expresaba textualmente: “Ha sido cortado en Gáldar, en el Barranco de la Agazaga, un enorme cardón (Euphorbia canariensis) centenario, pues se le suponía anterior a la conquista de Gáldar, que ocupaba un radio de cien metros. Los propietarios de aquellos terrenos vendieron el magnífico ejemplar para leña”.
Por otro lado, concretamente, parece ser que su leña fue vendida por la cantidad de treinta duros, información que se desprende de un texto firmado por Cecilio Suárez Lorenzo que aparecía publicado en el “Diario de Las Palmas” el miércoles 18 de noviembre de 1914, donde puede leerse lo siguiente: “(…) Otra de las plantas más notables de esta Isla es el Cardón, la Euphorbia Canariensis Lin. En Gáldar había hasta no hay mucho un ejemplar que contaba por centenares los años. Lo vendieron para leña en treinta duros. Su sabia ha llamado justamente la atención de los médicos. Como los antiguos canarios se complace en habitar lo inaccesible de los riscos. De lejos su figura remeda un órgano... y, quebrándose en sus tallos, ejecuta el viento de la noche inefables melodías (…)”.
Pero, tristemente -y aquí van los datos inéditos que he descubierto- el cardón gigante de Gáldar no tardaría en desaparecer, ya que en el año 1904 fue cortado por sus propietarios para vender su leña. En este sentido, el “Diario de Las Palmas en su edición del viernes 30 de diciembre de 1904, expresaba textualmente: “Ha sido cortado en Gáldar, en el Barranco de la Agazaga, un enorme cardón (Euphorbia canariensis) centenario, pues se le suponía anterior a la conquista de Gáldar, que ocupaba un radio de cien metros. Los propietarios de aquellos terrenos vendieron el magnífico ejemplar para leña”.
Por otro lado, concretamente, parece ser que su leña fue vendida por la cantidad de treinta duros, información que se desprende de un texto firmado por Cecilio Suárez Lorenzo que aparecía publicado en el “Diario de Las Palmas” el miércoles 18 de noviembre de 1914, donde puede leerse lo siguiente: “(…) Otra de las plantas más notables de esta Isla es el Cardón, la Euphorbia Canariensis Lin. En Gáldar había hasta no hay mucho un ejemplar que contaba por centenares los años. Lo vendieron para leña en treinta duros. Su sabia ha llamado justamente la atención de los médicos. Como los antiguos canarios se complace en habitar lo inaccesible de los riscos. De lejos su figura remeda un órgano... y, quebrándose en sus tallos, ejecuta el viento de la noche inefables melodías (…)”.
Y esto es, fiel lector, todo y cuanto sabemos acerca de aquel asombroso cardón gigante que en otros tiempos copresidió -junto al emblemático Drago del viejo Ayuntamiento- la riquísima historia natural de esta ciudad de Gáldar.
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(...) Entre los cardones singulares que han existido en las islas, por sus dimensiones o papel histórico, destaca el de Buenavista del Norte, Tenerife, que llamó la atención de Humboldt en su visita a la isla en 1799; alcanzó 148 m2 y durante la Guerra Civil sirvió de escondite a algunos vecinos. Hoy solo subsisten de él algunos fragmentos, pero ha quedado inmortalizado en el escudo municipal, aprobado en 1986 [32,67]. La tradición popular de Santiago del Teide, Tenerife, también recuerda al “Cardón de las doce”, que crece en la cima de un promontorio de Tamaimo y recibe dicho nombre que recibía porque a mediodía no proyectaba sombra alguna (...)
Lo hemos leído aquí
Pero mucho cuidado con el látex del cardón. Como nos decía Don Jaime O'Shanahan, el antídoto de la toxicidad del cardón se halla en el látex del “cornical”, Periploca laevigata (Apocynaceae), que crece protegido por el mismo cardón.
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