JORGE ERNESTO LEIVA (Colombia, 1937)
El árbol
El Gran Tsun-Tzu, Jefe de la Guerra,
movió a combate a los pusilánimes.
¡Brava fue mi cimitarra!
Un día
hizo luchar a las concubinas del Dinasta
hasta quedar estáticas.
¡Grande fue su valor!
Al ser atravesado por su grueso venablo,
se incorporó diciendo:
"Dejen que en mí eche raíces..."
Después,
un árbol nació de sus entrañas,
y el guerrero, ahora,
da sombra al caminante.
El árbol
El Gran Tsun-Tzu, Jefe de la Guerra,
movió a combate a los pusilánimes.
¡Brava fue mi cimitarra!
Un día
hizo luchar a las concubinas del Dinasta
hasta quedar estáticas.
¡Grande fue su valor!
Al ser atravesado por su grueso venablo,
se incorporó diciendo:
"Dejen que en mí eche raíces..."
Después,
un árbol nació de sus entrañas,
y el guerrero, ahora,
da sombra al caminante.
Jorge E. Pardo, Lola de Acosta y Jorge Ernesto Leiva |
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