martes, 22 de octubre de 2013

ÁNGEL MARÍA GARIBAY (México, 1892-1967)
El Aile

Yo soy el árbol que a la orilla crece
del ondulante y querelloso río;
yo, sin cesar, mi imagen le confío,
él, sin cesar, la copia y desaparece.

Cuando el sol meridiano lo adormece,
bajo a besarlo y sufro su desvío,
cuanto más a mis pies atarlo ansío,
tanto mejor fugaz se desvanece.

¡Así la vida es! Eterna lucha
del amante al amado dura estalla:
cuanto más le persigue, más se aleja.

Cuando el ardor de su pasión escucha,
del amante en el fondo apenas halla
que ama su imagen que el amor refleja.

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