08 diciembre 2025

De la quina al gin-tonic

El MUNDO DE LA QUININA

Segundo escudo del Perú de 1825

Primer escudo peruano de 1821

Cinchona officinalis


La primera versión del escudo nacional del Perú fue diseñada por el general José de San Martín y aprobada mediante decreto en Pisco el 21 de octubre de 1821. Vemos lo importante que fue el mundo de la quina cuando el 25 de febrero de 1825, Simón Bolívar y el Congreso Constituyente promulgaron una ley que definía nuevos símbolos patrios, estableciéndose un nuevo escudo nacional, similar al que se emplea actualmente, donde figura el árbol patrio de la quina (el mundo vegetal), junto a una vicuña (el mundo animal) y una cornucopia que derrama oro (el mundo mineral). 
     La corteza de quina, también llamada corteza jesuita o corteza peruana, es el nombre histórico del remedio específico para evitar todas las formas de la malaria. Se dio este nombre porque se obtuvo de la corteza de varias especies del género Cinchona, de la familia Rubiaceae, originaria de las regiones orientales de los Andes del Perú, descritas e introducidas por primera vez por sacerdotes Jesuitas haciendo trabajo misional en Perú. Otros términos que refieren a la preparación y su fuente son, "árbol Jesuita", "polvo Jesuita" y "Pulvis Patrum". Es patrimonio natural y símbolo patrio del Perú.
     Los incas conocían las propiedades medicinales de las plantas que crecían en los Andes y en la selva amazónica, entre ellas el árbol que producía la amarga corteza que utilizaban como antipirético (reduce la fiebre), analgésico (alivia el dolor), lupus (enfermedad autoinmunitaria), y para tratar trastornos como calambres musculares y artritis reumatoide. La palabra quechua kina significa corteza, pero esta corteza se conocía asimismo con el nombre de kina-kina, "corteza de cortezas", dando así origen al nombre quinina. Cuando los europeos portaron la malaria a América, los pobladores se dieron cuenta de que una de sus medicinas tradicionales, la quina o corteza del quino, ofrecía alivio a los síntomas de esta enfermedad, de ahí que la quinina se utilizara como antipalúdico, para tratar la malaria. Algunos consideran a la corteza de cheta como nombre originario de la quina, “la más importante planta medicinal de ultramar”.
     El nombre chinchona, así como el nombre científico del género Cinchona, procede de la condesa de Chinchón (esposa de un virrey en Perú, Luis Fernández de Cabrera), quien en 1632 se recuperó de una malaria gracias a esta corteza, lo cual, según la tradición, daría a conocer la quinina en Europa. Debemos apuntar que en España se erradicó la malaria tan solo en el año 1964.
     La forma de la quinina más eficaz en el tratamiento de la malaria fue encontrada por Charles Marie de La Condamine en 1737. La quinina se aisló y fue nombrada en 1820 por los investigadores franceses Pierre Joseph Pelletier y Joseph Bienaimé Caventou.
     Antes de 1820, la corteza se secaba primero, se molía en un polvo fino y después se mezclaba en un líquido (comúnmente vino) que era entonces bebido.
     Alrededor de 1870, la empresa de Jacob Schweppe lanzó la primera tónica comercial, agua carbonatada con quinina, consolidando la bebida. En la India colonial británica los soldados mezclaban ginebra, un alcohol relativamente barato, con agua tónica que contenía quinina para hacer el medicamento más apetecible. La adición de limón o lima por sus propiedades antiescorbúticas, añadió un toque cítrico que perdura hasta hoy. La comercialización de agua tónica por parte de empresas como Schweppes, consolidaron la bebida como el popular cóctel que conocemos.
     La tónica, aparte de aportar energía por su contenido en quinina, tiene ciertas propiedades: induce la secreción refleja de las glándulas salivares y gástricas, a la que sigue una vascularización de la mucosa gástrica y cierto grado de actividad de la pared muscular del estómago; de esta forma se refuerza el apetito y la digestión resulta más "rápida y completa", confiriendo a la tónica sus propiedades digestivas.
     El gin tonic se popularizó en la élite británica y se extendió por todo el mundo. Con el tiempo, la cantidad de quinina en la tónica disminuyó, transformando el gin tonic, de una medicina, a un cóctel popular, disfrutado por su sabor refrescante.
     El quino siguió siendo la única fuente útil de quinina hasta la segunda guerra mundial cuando se intensificaron los esfuerzos para lograr su síntesis. Los químicos americanos R.B. Woodward y W.E. Doergin lograron sintetizarla en 1944. Desde entonces, se han conseguido otras síntesis totales más eficaces, pero ninguna de ellas puede competir a nivel económico con las técnicas de aislamiento y purificación del alcaloide a partir de fuentes naturales, lo que ha llevado a la planta a estar en peligro de extinción. Hoy en día, la Cinchona officinalis está amenazada no sólo por la sobreexplotación histórica sino también por los métodos de extracción de corteza que a menudo matan a los árboles.

Información:
https://es.wikipedia.org/wiki/Escudo_del_Per%C3%BA
https://es.wikipedia.org/wiki/Corteza_de_quina
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_malaria
https://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%B3nica_(bebida)
https://es.wikipedia.org/wiki/Quinina#:~:text=La%20quinina%20o%20chinchona%2C%20C,por%20esta%20sustancia%20produce%20cinconismo.&text=(25%20%E2%84%83%20y%201%20atm,la%20adulteraci%C3%B3n%20de%20la%20hero%C3%ADna.

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05 diciembre 2025

Los Royal Oaks, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
The Royal Oak
 
El Royal Oak era el roble inglés en el que se escondió el futuro rey Carlos II de Inglaterra para escapar de los soldados de Oliver Cromwell tras la batalla de Worcester, en 1651, durante la guerra civil inglesa. En esta huída tubo de esconderse de sus perseguidores en el roble. Carlos II hizo un viaje a pie de algo más de 1.000 km hasta conseguir escapar del país (a donde regresaría ya como rey en 1660), y fue ayudado por los hermanos Penderels (estos recibieron una asignación anual, que aún se paga en la actualidad) y el coronel Careless. A ambos se les concedió un escudo de armas, representado por un roble y tres coronas reales, diferenciadas sólo por el color.
    Carlos le dijo a Samuel Pepys en 1680 que mientras estaba escondido en el árbol, un soldado parlamentario pasó directamente debajo de él. (Samuel Pepys fue secretario del Almirantazgo inglés y su diario es una combinación de revelación personal y relatos de testigos presenciales de los grandes eventos de su época). 
     La historia se hizo popular después de la restauración monárquica y se recuerda cada año en las tradiciones inglesas del Royal Oak Day el 29 de mayo, día que, durante muchos años, fue festivo nacional. Actualmente sigue siendo festivo en varias localidades.
     El Royal Oak original ya no existe, era un árbol trasmocho de edad desconocida, que crecía en el bosque próximo a la casa Boscobel. Al parecer fue destruido durante los siglos XVII y XVIII por turistas que cortaron ramas y trozos como recuerdo. En la actualidad otro árbol recibe ese nombre, del que se cree que es un descendiente del original de doscientos o trescientos años.
     Se le conoce como 'Hijo de Royal Oak'. En 2000, este hijo del Royal Oak resultó gravemente herido durante una violenta tormenta y perdió muchas ramas. En septiembre de 2010, se descubrió que tenía grandes y peligrosas grietas. Desde 2011 está rodeado por una valla perimetral exterior para garantizar la seguridad de los visitantes. El campo en el que se encuentra el árbol es propiedad privada, pero se permite el acceso del público a lo largo de un camino desde el jardín de la casa. Tres descendientes de tercera generación del Royal Oak se han plantado ceremonialmente cerca: uno en 1897, para celebrar el aniversario de la Reina Victoria, otro en 1951, para celebrar el tricentenario de la fuga de Carlos II y un tercero en 2001 por el príncipe Carlos de Inglaterra. Además de estos, cada año se venden numerosos plantones en la tienda de la casa Boscobel, todos ellos con certificado de ser nacidos de bellotas del “hijo del Roble Real”. 
    Este árbol tiene tal importancia en la historia británica que multitud de lugares y cosas (escuelas, estaciones, empresas, relojes, etc.) han recibido el nombre de “Royal Oak”. Por ejemplo, The Royal Oak es el tercer nombre más común entre los pubs de Gran Bretaña y han existido hasta ocho buques de guerra de la Marina Real llamados ”Royal Oak”.
 
 
 
         Pero también existe otro roble llamado “Royal Oak” o roble de Meavy, situado en el pueblo de ese nombre en el condado de Devon, del que se conoce su existencia documentada al menos desde el reinado del rey Juan (1166-1216). También la leyenda supone que en él se escondió el rey Carlos, aunque no está cerca del teatro de los sucesos de 1651 (con las leyendas uno nunca sabe cuánto hay de cierto). Se sabe que su tronco hueco sirvió como tienda de turba. El anticuario, sacerdote y folclorista Sabine Baring-Gould (1834-1924) dejó anotado que el árbol era antiguamente un árbol sagrado y que la cruz del pueblo fue colocada a su sombra para consagrarlo y poner fin a los ritos supersticiosos. Este árbol es la pieza central de la Feria anual del Roble de Meavy, que se celebra el tercer sábado de junio. Una revisión del mismo en 2019 reveló que el árbol se encuentra en una "etapa muy avanzada de declive", con el tronco decaído luchando por soportar el peso de las ramas. Parece, pues, que el roble está en sus años de crepúsculo.
(Mi agradecimiento a Chris Burridge-Barney, por sus fotos y notas del roble de Meavy)

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02 diciembre 2025

LUIGI MARÁEZ (Sevilla)
Álamo viejo

¡Oh! Álamo viejo
último vestigio de mi infancia,
solo a ti te encontrara, sólo,
solo contigo me encontrara. 
 
¡Dónde tus otros compañeros!
donde sus añejas ramas,
sus troncos centenarios
sus raíces ancladas,
donde la infancia guarda
la secreta memoria
de los pájaros sin jaula… 
 
Cual un reverdecido centinela
sobre tu grueso tronco se alza
la memoria centenaria de los años
rodeada tu sombra de edificios
mientras mustio y triste te desangras. 
 
Herido de muerte sombra blanca
te asemejas a un fantasma
que ya se desvanece
para no dejar ni mancha
sobre el suelo gris donde se pierde,
la débil silueta de éste que te habla. 
 
Aquella boca túnel del camino
aquella frescura de la bóveda sagrada
donde los niños fuéramos siempre,
felices feligreses sin campanas. 
 
¡Dónde ahora está tu templo!
el de la vieja carretera abandonada,
¡Qué hicieron con tu sombra amiga
los actos de la torpeza humana ¡
 
Nadie ha de comprender
el drama de tu sombra triste,
cuando un día el amor fuera refugio
de los besos soñadores…
Solo los amantes y los niños
fueran dignos de habitarte
¡0h! muerta carretera solitaria.
 
¡Álamo viejo! Carcomido…
Ya no crece a tus pies la hierba,
ni el viento mece la alta rama.
Cercenados tus brazos para siempre.
aún bendices sin embargo
la esperanza donde aún te reverdeces. 
 
Como el último estertor de una belleza
te prodigas regalándonos tu muerte,
en este dolor de abrazarte cual si fueras
un crucificado que en madero muere. 
 
He venido a buscarte ¡oh! amigo,
sin saber tu solitaria suerte,
morir aquí sin más memoria
que en la que en ti guardas silente
acaso perdurando más de lo debido
en un mundo que ya no te merece. 
 
Más allá del polvo y las edades
tus compañeros duermen,
se fueron con el vuelo de los pájaros
se fueron con lo que ya no vuelve.
 
También yo como tú, un día,
sin raíz me secaré deshojado.
Inútil esqueleto sin memoria
deshabitado de pájaros.
Tronco arriba tronco abajo
las hormigas te recorren en tu agreste
arrugada corteza de anciano.
 
Ten seguro amigo mío
que en los años que me resten
de seguir viviendo en lo amado
yo nunca habré de olvidarte,
pues en tu hueco sagrado
dejé mi infancia por siempre.
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29 noviembre 2025

D. SÁNCHEZ, en "La Gaceta de Salamanca", nov-25
El haya de Herguijuela de la Sierra, derribado por la fuerza del viento 

Este árbol contaba con más de 400 años de vida y 28 metros de altura 

La riqueza natural de la provincia, y más concretamente la de Herguijuela de la Sierra, ha perdido en estos días uno de sus tesoros más preciados y únicos. El Haya de esta localidad, un imponente árbol de más de 400 años de antigüedad y una altura superior a los 28 metros e incluido en el listado de árboles singulares de Castilla y León, ha caído derribado por los fuertes vientos de los últimos días.
     Según denuncian los vecinos en redes sociales, durante los últimos tiempos habían advertido del estado de esta joya natural «pidiendo que le bajaran de altura, debido a que su media copa ya no podía aguantar el fuerte viento que en diferentes épocas azota esta zona» y que además, «el avispón europeo hace unos años debilitó dos enormes ramas de este haya». Este árbol era una rareza en la provincia y en el conjunto de Castilla y León al estar en el punto más meridional de la península ibérica

     La haya contaba con tres ramas, de las cuales dos se bifurcaban a su vez y se encontraba en el margen del arroyo que fluye cercano al municipio, enclavado en el Parque Natural de las Batuecas - Sierra de Francia y había objeto de múltiples investigaciones. Durante los últimos años, el Ayuntamiento de Herguijuela y la Junta de Castilla y León llevaron a cabo una serie de actuaciones medioambientales para asegurar su conservación y evitar su deterioro. En 2014 una nevada hizo que perdiera una de sus ramas, lo que disparó todas las alarmas entre los vecinos de la localidad, que han mostrado en numerosas ocasiones su preocupación por su estado. Una perdida muy «dolorosa», tal y como señala el alcalde la localidad, Jorge Sánchez.
     Este árbol era el protagonista también de una ruta senderista muy popular y que permitía al caminantes adentrarse en el bello entorno de esta pequeña localidad serrana, ya que este haya se situada a poco más de 2 kilómetros del núcleo urbano. Era tal la singularidad de este imponente haya que Iberia incluyó su visita en la revista oficial que lanza esta compañía entre sus viajeros. 
     Por desgracia, la fuerza del viento de los últimos días de las diferentes borrascas que han cruzado la provincia salmantina hicieron mella en el tronco de este elemento natural, derribándolo y poniendo fin a su longevidad. Por su parte, los vecinos piden a la Junta de Castilla y León que tome medidas «en las otras 19 hayas próximas, que se protejan de los corzos, porque apenas tienen 60 años». La provincia charra pierde por tanto una de la joyas naturales de la Sierra de Francia.

Árboles singulares en la provincia
     Esta haya de Herguijuela formaba parte del listado de los árboles singulares de la provincia de Salamanca que confecciona la Junta de Castilla y León, con el objetivo de regular su protección y conservación por su valor monumental, histórico o científico con especial relevancia de determinados ejemplares de especies arbóreas cuyo valor monumental, histórico o científico. 

Otros árboles destacados
     Hasta la caída de este haya, un total de 14 árboles formaban el listado en la provincia charra, estando la mayoría de ellos en la zona suroeste. En Salamanca se encuentra la Sequoia de la Universidad, ubicada en el claustro de las Escuelas Mayores; en Béjar, otra sequoia preside el Jardín de El Bosque mientras que el Cedro centenario es parada obligada en la finca de La Francesa; en la Sierra de Francia quedan el Roble de la Pradera y La Alberca, el pino albercano o el Tejo del Monasterio de las Batuecas; mientras que en Miróbriga están el gran cedro del parque de La Florida o el ciprés junto a la catedral.

 

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