26 noviembre 2025

NATXO GUTIÉRREZ, en diario de Navarra, nov-25
La nao San Juan emerge de su historia con madera de Navarra

La réplica del ballenero, hundido en 1565 en Canadá, reposa en aguas de Pasajes tras la botadura de su casco, construido con 270 robles de Sakana (Navarra)
A ritmo lento y seguro, sujeta a un cable, la réplica del ballenero San Juan reposa ya sobre el agua. Una maniobra de poco más de diez minutos ha puesto fin a una década en el interior del astillero de Albaola Istas Kultur, en Pasajes (Gipuzkoa). 
     La botadura de su casco, 29 metros de eslora y 7,5 de manga del barco, supone un avance en su singladura.
     Algo más de diez minutos ha durado la maniobra pausada del casco de la embarcación, con el alma mater de su proyecto de construcción encaramado en la proa. Xabier Agote ha colocado una rama de olivo, poco antes de que unas gotas de sidra rociase la reproducción.
     Se han escuchado irrintzis y el sonido del cuerno, poco después de las cinco de la tarde y después de una jornada de discursos y repaso a la fase inicial de construcción. 
Multitud de gente no quiso perderse el histórico acto en la localidad guipuzcoana /EL DIARIO VASCO

   En presencia de las autoridades invitadas, entre las que se encontraba el presidente de la Mancomunidad de Sakana, Aitor Larraza (EH Bildu), la nao se ha deslizado por la rampa hacia el agua para ser remolcado al interior del puerto donde se continuará con su segunda fase de elaboración.
     Tiene especial significado su botadura para Navarra, en especial, para dos zonas: Sakana, de donde partieron los 270 robles seleccionados, y los abetos de la selva de Irati.
     El protocolo de esta tarde tiene además un significado histórico por rescatar el episodio del ballenero original, hundido en Red Bay. Pereció en 1565, a los dos años de su construcción, a los embates de una intensa tempestad. Sus restos descansaron en el lecho marino, entre la incógnita y la expectación que siempre despierta la búsqueda de un barco caído en desgracia. En 1978, el enigma de su localización desapareció. Con su hallazgo resurgió la historia de un pionero de la navegación.
     Solía decir Xabier Agote, presidente de Albaola, que “mirar al barco es mirar a Navarra”, por la contribución que realizó con el abastecimiento de la materia prima de una otrora pródiga construcción naval.
     La nao San Juan es emblema del Patrimonio Subacuático de la Unesco. Volverá a navegar de nuevo, aunque sea con un esqueleto renovado y diferente del que acabó en el fondo en la península canadiense de Labrador.

La réplica del ballenero San Juan reposa sobre el agua en el puerto de Pasajes, EL DIARIO VASCO

BOTADURA CON SIDRA

     Como curiosidad en la botadura de esta tarde se ha empleado sidra. Xabier Agote, protagonista del protocolo, ha anunciado en las horas previas que Albaola ha contactado ya con el Museo del Traje de Madrid para colaborar en las réplicas de la vestimenta de los 40 marineros con los que en 2027 pretende reconstruir uno de los viajes de la nao hasta Canadá, del mismo modo en que se hacían en el siglo XVI. Además, ha iniciado conversaciones con representantes de la etnia gitana: los caldereros que por aquel entonces se encargaban de hacer las enormes tinas en los que se derretía la grasa de ballena y que también quiere transportar cuando por fin acabe la construcción de la San Juan. Una labor que, según ha explicado Agote, a lo largo de todos estos años ha hecho posible recuperar una forma de trabajar que había sido "completamente olvidada". "Hemos partido de la nada para recuperar un universo extraordinario" y "devolver una memoria colectiva" que quedó atrás. 

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