09 mayo 2021

JOSÉ MANUEL CABALLERO BONAL (Jerez, 1926-2021)
Convivir con árboles


Quien convive con árboles dispone
de poderes, pacta con semidioses
invencibles,
                  nadie
podrá usurparle nunca esa heredad.

Leves y bonancibles,
abandonan los días sus guaridas
y llegan al jardín enaltecidos.
La voz de la enramada reproduce
la voz de las raíces
                              y una mano suave
desaloja la vida de asperezas.

Fin y principio,
                       nadie
podrá impedir que esta alianza
perpetúe sus sellos, determine
el veredicto de una convivencia
que engrandece a la larga el rango de los árboles.

Bajo las frondas indulgentes
se dignifica el flujo vegetal de la vida.

                                  
(“Manual de infractores”. Edit. Seix Barral)

-----

05 mayo 2021

JOSÉ CORONEL URTECHO (Nicaragua, 1906-1994) 
Un desmedrado roble sin verdor...

Un desmedrado roble sin verdor
que seco ayer a todos parecía,
hijo del páramo y de la sequía,
próxima víctima del leñador,

Que era como una niña sin amor
que en su esterilidad se consumía,
con la lluvia de anoche ¡oh, qué alegría!
ha amanecido esta mañana en flor.

Yo me he quedado un poco sorprendido
al contemplar en el roble florido
tanta ternura de la primavera,

Que roba en los jardines de la aurora,
esas flores de nácar con que enflora
los brazos muertos del que nada espera.

-----

01 mayo 2021

Una casa en el árbol, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
Una casa en el árbol

     Gmina Gierałtowice es un distrito administrativo (lo que para nosotros un ayuntamiento) situado en condado de Gliwice, (Voivodato de Silesia, en el sur de Polonia). Tiene una superficie de 39 kilómetros cuadrados y en 2019 su población era de 12.096 personas. Allí, cerca del castillo restaurado de Chudów, crece este ejemplar de álamo negro canadiense, el más grueso de Polonia. 
     Tiene 7,23 m de circunferencia y 2,3 de diámetro, pero estaba podrido y vacio en su interior así que lo limpiaron y sanearon para instalar un refugio en su interior. De un lado colocaron una ventana y del otro la puerta, adaptada al hueco y todo un prodigio de diseño. En el interior hay tres mesas pequeñas, dos bancos y dos sillas. Naturalmente el álamo tiene nombre, se llama “Tekla” y hay un cartel exterior que dice: “el álamo canadiense (Populus canadensis) es un híbrido resultante del cruce del álamo negro eurasiático nativo con el álamo americano, y los primeros híbridos de este tipo fueron criados en Francia a principios del siglo 18. Por lo tanto, en la categoría de edad, no pueden competir con los árboles descritos anteriormente. Pero el tamaño es impresionante. 
     Según la medición de mayo de 2013, el álamo Chudowa es el álamo canadiense monoico más grueso de Polonia y tiene 724 cm de circunferencia y 230 cm de diámetro. En la categoría de grosor de todos los árboles polacos, "Tekla" ocupa el puesto 36, y en la categoría de altura (31.50 m) ocupa el puesto 92 en Polonia”. (Fotografías procedentes de Internet)
-----

27 abril 2021

Los piñoneros, la memoria del bosque

EUGENIO MONESMA (Huesca, 1952)
Los piñoneros, recogida artesanal 
 
En el centro de Castilla se extiende la llamada Tierra de Pinares. Allí uno de los productos que se obtiene es el piñón. Para coger las piñas, los hombres suben a los altos pinos colgándose de unas largas varas, lo que les ha dado el sobrenombre de "ardillas humanas". En el año 1997 pudimos compartir con los piñoneros de Pedrajas de San Esteban (Valladolid) el difícil trabajo de extraer los piñones.

                                                   -----

23 abril 2021

El drago de Pino Santo, Santa Brígida, Gran Canaria

YURI MILLARES
El drago de Pino Santo se recupera de la lapilla 

El drago de Barranco Alonso (popularmente conocido también como drago de Pino Santo) es el quinto más antiguo de la isla y el de mayor porte con cerca de 15 metros de alto y 15 metros de copa, por lo que “es un monumento natural en sí mismo”, señala el Cabildo al informar, el 18 de marzo de 2021, que había culminado “el minucioso tratamiento con el que se ha logrado controlar la plaga de lapilla que puso en riesgo la supervivencia” de este símbolo vegetal del municipio de Santa Brígida y de la propia Gran Canaria.


     “Por su porte y su singular ubicación se trata, sin duda, de uno de los dragos más bellos de cuantos crecen en el archipiélago”, escribe Rafael Almeida Pérez en el Atlas Rural de Gran Canaria. Por su emplazamiento, en un risco de unos 15 m de altura en el margen derecho del cauce del barranco de Alonso, formado por lavas recientes de fondo de barranco, “no ha podido ser plantado”, asegura este geógrafo y colaborador del Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo (codescubridor, por cierto, de la especie endémica “drago de Gran Canaria”, Dracaena tamaranae).
     “Su potente tronco brota literalmente de las rocasunos 3,5 m por debajo del borde superior del cantil,
sobrepasándolo casi otro tanto antes de ramificarse y conformar una gran copa fungiforme muy regular”, describe, atribuyéndole una edad que, en la actualidad, se acerca a los 240 años tras la comparación in situ con una fotografía de 1925, observar las ramificaciones que presenta y calcular los períodos florales que había desarrollado.
     Tras confirmarse en junio de 2020 la presencia de la lapilla del drago, “un insecto endémico cuyas larvas succionan la savia del árbol”, que “ya había provocado que una cuarta parte de su copa presentara hojas amarillentas, debilitadas y de menor tamaño, a lo que se sumaban algunas ramas resecas y deshojadas”, la Consejería de Medio Ambiente encargó a una empresa especializada llevar a cabo las acciones necesarias para el control de la amenaza.
      La disminución de hojas en buen estado, habían observado, “conllevó una merma en la capacidad fotosintética y el peligro de que el drago se debilitara todavía más y quedara a merced de otros insectos oportunistas, como el taladro de la platanera, lo que habría comprometido aún más su futuro”.
     Se aplicaron “acciones consensuadas en una mesa técnica y ha supuesto, además, un ejemplo de colaboración entre las entidades públicas y la sociedad, pues la actuación ha contado en todo momento con la cooperación de la propiedad de los terrenos”, destacan en la Consejería. El drago de Barranco Alonso (o Pino Santo) está incluido en un inventario de los 85 árboles para el Catálogo de Árboles y Arboledas Singulares de Gran Canaria que el Cabildo presentó a finales de 2019, con la mirada puesta “en proteger y cuidar estos ejemplares, así como corregir situaciones concretas que actualmente perjudican la salud de estos monumentos naturales o bien acciones preventivas para aislar los mismos de posibles incendios”, según el proyecto “Cuadrilla Phoenix. Conservación y mantenimiento preventivo de palmerales y árboles singulares de la isla de Gran Canaria”, puesto en marcha casi coincidiendo con la acción puntual centrada en este drago ubicado en Santa Brígida.


     Otros 40 de los 85 árboles seleccionados en ese catálogo “necesitan mejoras”, según el asesoramiento técnico contratado por el Cabildo de Gran Canaria para la gestión de los mismos. Entre ellos, destacan los más antiguos: “el acebuche de Llano Parra y la sabina de Tirma con 400 años, seguido por el pino de Casandra, con 380 años, y el castaño gordo de Las Lagunetas y el cedro de Osorio, con 300 años”.
     La mayor parte de estos 85 ejemplares “se encuentran en propiedades privadas, por lo que la colaboración resulta indispensable para proteger este patrimonio natural que también forma parte de la memoria insular y de su paisaje emocional”, señala la institución insular.

-----