24 agosto 2024

EL CIPRÉS DE LA SULTANA
¿Testigo de una traición?
Fotos: Alfonso Alegre Heitzmann

Según la leyenda que recogió el novelista renacentista Ginés Pérez de Hita en 1525 un ciprés plantado en el patio del Generalife, fue testigo mudo de los amores furtivos de Morayma, esposa del rey Boabdil, y un apuesto caballero de la tribu de los Abencerrajes. Los encuentros de los amantes a su sombra, en noches de luna llena, fueron delatados al último rey moro de Granada. La ira de Boabdil fue tal que en represalia mandó degollar a varios caballeros de la noble tribu musulmana. La leyenda identifica aún hoy las manchas de óxido de hierro existentes en el fondo de la fuente de la Sala de los Abencerrajes de la Alhambra con la sangre derramada en la venganza.
     Fue posiblemente la divulgación de los viajeros románticos que visitaron Granada en el siglo XVIII la que generalizó este fantástico relato. Aunque si el bautizado como Ciprés de la Sultana pudiera hablar quizá contara historias aún más fabulosas.

     Los botánicos José Tito y Manuel Casares creen que este ejemplar de Cupressus sempervirens fue, hasta que murió no hace muchos años, el ciprés más antiguo de Granada.
     Aparece ya bastante crecido en un grabado fechado en el año 1500, integrado en una hilera de árboles de la misma especie que dio nombre al lugar del Generalife donde se encontraban: Patio de los cipreses.
     Para los botánicos no hay duda de que, por su enorme tamaño, fue plantado en época árabe y que pudo vivir más de 600 años. Muríó en los años 80 del pasado siglo. La leyenda atribuye su muerte a un rayo. Sin embargo, Tito y Contreras opinan que, en realidad, murió de viejo.
     Los turistas que visitan la Alhambra sólo pueden contemplar hoy su tronco seco, apenas una ruina de su antiguo esplendor, junto a una inscripción que recuerda su leyenda. El ciprés forma parte de uno de las estancias con más encanto de la residencia de verano de los monarcas de la dinastía nazarí. Junto a otros árboles -ya desaparecidos- flanqueaba un patio con un estanque cercado por setos de arrayán y en medio de él islotes con frondosa vegetación y otro estanquillo central con una fuente de piedra.
     Alfonso Alegre Heitzmann nos dice en su blog: "Vale la pena señalar la singular belleza de este patio cuya extraña forma debe interpretarse como fruto de una armoniosa evolución. Hacia 1920, el paisajista francés J.C.N. Forestier, se entretuvo en buscar su geometría y averiguar cuál era la base matemática que generaba tanta perfección formal. Al parecer experimentó con su trazado en algunos de los jardines que hizo, añadiendo y variando elementos y proporciones. No es de extrañar, pues, que este pequeño patio sea uno de los más bellos e insólitos de la historia de la jardinería".



Información: 

https://www.waymarking.com/waymarks/wm1776X_Ciprs_del_Patio_de_La_Acequia_del_Generalife_Alhambra_Granada
https://www.alhambra-patronato.es/el-patio-del-cipres-de-la-sultana

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21 agosto 2024

Takahashi en Okayama, el cronista de Japón (072 - 013)

TAKAHASHI HIROSHI (JAPÓN, 1960)

El ichō del templo de Bodaiji (prefectura de Okayama)

Especie: Ichō (Ginkgo biloba, familia Ginkgoaceae, género Ginkgo)
Dirección: Kōen 1532, Nagi-chō, Katsuta-gun, Okayama-ken 708-1307.
Perímetro del tronco: 11,9 m.       Altura: 30 m.          Edad: 900 (atribuida)
Designado monumento natural nacional.
Tamaño ★★★★    Vigor ★★★★★     Porte ★★★★
Calidad del ramaje ★★★★     Majestuosidad ★★★★★

     Me gustaría presentarles ahora el austero aspecto que muestra el ichō (Ginkgo biloba) más grande de la región de Chūgoku, que fue presentado ya en el artículo La estación más verde.
     A media ladera del monte Nagi, a una altitud de 600 metros, se encuentra el templo budista de Bodaiji. Acercándonos al edificio principal procedentes del aparcamiento, atraerá inmediatamente nuestra vista, al fondo del recinto, a mano derecha, un gran ichō que se alza imponente, como figura principal sobre un fondo de cedros japoneses (sugi).
     El templo de Bodaiji es el lugar donde se preparó entre los nueve y los 13 años el sabio budista Hōnen (1133-1212), fundador de la secta de la Tierra Pura (Jōdoshū). Se dice que el ichō se desarrolló a partir de un bastón o rama que Hōnen clavó en el suelo en un gesto de determinación en su empeño por coronar con el éxito su formación educativa.
     Durante algún tiempo, el templo quedó abandonado y su recinto ofrecía una ruinosa imagen, pero ahora luce tan bello que parece otro, pues es objeto de un cuidadoso mantenimiento y además de parking tiene también servicios. Alrededor del árbol se han instalado corredores de madera elevados sobre estacas para evitar dañar las raíces, una muestra del celo con que está siendo preservado. Muestra el gigante, como es típico en los ichō de sexo masculino, unas magníficas raíces aéreas, raíces que se extienden a partir del tronco y de las ramas. Las que cuelgan de una gran rama horizontal a modo de innumerables estalactitas son realmente inigualables. Da la sensación de que cada una de esas raíces fuera extendiéndose por propia voluntad.
     Estas raíces aéreas se denominan normalmente chichi u oppai (tetas) pero aquí, en el municipio de Nagi, reciben el nombre de rengi, forma dialectal de la palabra japonesa surikogi (mano de mortero), y su parecido con este objeto es innegable. Esta comarca es de copiosas nevadas y, según se dice, en la era Tenmei (1781-1789) una gran rama que se extendía hacia el norte cedió al peso de la nieve hasta quedar en contacto con el suelo, de donde surgió un nuevo tronco. Una buena muestra de la asombrosa vitalidad que tiene el ichō.
     Presenta este ejemplar el poderoso porte que caracteriza a su especie, con mayor anchura de tronco a una cierta altura que en la base. Durante el estío su follaje es tan lujuriante que no permite obtener una imagen de conjunto, mientras que en invierno se muestra literalmente cubierto de unas ramillas finas como agujas que crecen profusamente por todo su tronco. Como debió de perder su tronco principal original, cabe pensar que con este desarrollo de nuevas ramillas trata de sostener el nivel de fotosíntesis. Con esa corpulencia que tiene, parece un ser robusto e inamovible, pero lo cierto es que está luchando con todas sus fuerzas para no debilitarse.
     Los momentos más recomendables para visitarlo son el otoño, cuando sus hojas se tiñen de amarillo, y el invierno, cuando está asegurado el espectáculo de esa fuerza casi terrorífica de sus raíces aéreas, que quedan totalmente al descubierto una vez perdido el follaje.
     Entre mediados y finales de noviembre el tono amarillo de su manto otoñal alcanza su mayor esplendor, realzado desde 2012 por la iluminación nocturna. La fantástica visión de este gigante iluminado en medio de la oscuridad se convertirá, sin ninguna duda, en una experiencia inolvidable.

Nº 072
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18 agosto 2024

FEDERICO GARCÍA LORCA (1898- 18 de agosto de 1936)
Canción oriental (Libro de Poemas, 1921)


1920

Es la granada olorosa
un cielo cristalizado.
(Cada grano es una estrella,
cada velo es un ocaso.)
Cielo seco y comprimido
por la garra de los años.

La granada es como un seno
viejo y apergaminado,
cuyo pezón se hizo estrella
para iluminar el campo.

Es colmena diminuta
con panal ensangrentado,
pues con bocas de mujeres
sus abejas la formaron.
Por eso al estallar, ríe
con púrpuras de mil labios...

La granada es corazón
que late sobre el sembrado,
un corazón desdeñoso
donde no pican los pájaros,
un corazón que por fuera
es duro como el humano,
pero da al que lo traspasa
olor y sangre de mayo.

La granada es el tesoro
del viejo gnomo del prado,
el que habló con niña Rosa
en el bosque solitario,
aquel de la blanca barba
y del traje colorado.
Es el tesoro que aún guardan
las verdes hojas del árbol.
Arca de piedras preciosas
en entraña de oro vago.

La espiga es el pan. Es Cristo
en vida y muerte cuajado.

El olivo es la firmeza
de la fuerza y el trabajo.

La manzana es lo carnal,
fruta esfinge del pecado,
gota de siglos que guarda
de Satanás el contacto.

La naranja es la tristeza
del azahar profanado,
pues se torna fuego y oro
lo que antes fue puro y blanco.

Las vides son la lujuria
que se cuaja en el verano,
de las que la iglesia saca,
con bendición, licor santo.

Las castañas son la paz
del hogar. Cosas de antaño.
Crepitar de leños viejos,
peregrinos descarriados.

La bellota es la serena
poesía de lo rancio,
y el membrillo de oro débil
la limpieza de lo sano.

Mas la granada es la sangre,
sangre del cielo sagrado,
sangre de la tierra herida
por la aguja del regato.
Sangre del viento que viene
del rudo monte arañado.
Sangre de la mar tranquila,
sangre del dormido lago.

La granada es la prehistoria
de la sangre que llevamos,
la idea de sangre, encerrada
en glóbulo duro y agrio,
que tiene una vaga forma
de corazón y de cráneo.

¡Oh granada abierta!, que eres
una llama sobre el árbol,
hermana en carne de Venus,
risa del huerto oreado.
Te cercan las mariposas
creyéndote sol parado,
y por miedo de quemarse
huyen de ti los gusanos.

¡Quién fuera como tú, fruta,
todo pasión sobre el campo!

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15 agosto 2024

EL CHAPARRO DE LA VEGA, CORIPE, SEVILLA


El Chaparro de la Vega es un ejemplar de encina de grandes dimensiones que se localiza en el paraje de La Vega, a unos 3 km de Coripe. Este ejemplar que puede estar en torno a los 300 o 400 años, mide 13 m de altura y el radio de su copa es de unos 23 m. Estas excepcionales características determinaron que fuese declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía en 23 de nov. de 2001. El límite del espacio protegido viene dado por el perímetro de la circunferencia cuyo centro se corresponde con la proyección de la copa del chaparro, más o menos un radio de 25 m en torno al tronco.
     El árbol está rodeado de un característico paisaje serrano con relieve suavemente alomado y zonas adehesadas, propio de la Sierra Sur de Sevilla, en el que destaca además la existencia de algunas moles calizas de paredes escarpadas, como el peñón de Zaframagón. En el espacio a la sombra del chaparro de la Vega se llevan a cabo actividades educativas y de ocio, siendo un lugar muy popular entre los vecinos del municipio, que celebran en él la romería de la Virgen de Fátima a mediados del mes de mayo.
     Sus sobresalientes dimensiones hacen de este ejemplar una clara referencia para los lugareños que lo han hecho testigo de su vida cotidiana. 
 

Información:
https://www.caminosvivos.com/recurso-detalle/3448/chaparro-de-la-vega
https://www.arbolybosquedelaño.es/chaparro-de-la-vega-coripe-sevilla/
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