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13 junio 2025

Los jardineros que no aman a los árboles

De "LosÁrbolesMágicos"
Los peligros de tapar los alcorques de árboles urbanos con caucho.

Los árboles urbanos son un componente vital de nuestras ciudades, proporcionando sombra, purificando el aire y mejorando el paisaje urbano. Sin embargo, en muchos entornos urbanos, es común encontrar que los alcorques, el espacio que rodea la base de los árboles, están cubiertos con materiales artificiales, como caucho poroso. Aunque esta práctica puede parecer una solución conveniente, tiene efectos negativos significativos para la salud y el crecimiento de los árboles, así como para el bienestar de las personas y el medio ambiente en general.

La importancia de los alcorques para los árboles urbanos

Los alcorques juegan un papel crucial en el bienestar de los árboles urbanos. Estas áreas alrededor de las bases de los árboles permiten el acceso al oxígeno, agua y nutrientes esenciales para el sistema de raíces. Además, proporcionan espacio para que el agua de lluvia penetre en el suelo, lo que es especialmente importante en entornos urbanos, donde el pavimento y las superficies impermeables evitan que el agua se infiltre naturalmente.

Los alcorques también permiten que las raíces respiren y se expandan libremente, lo que favorece el crecimiento saludable del árbol. Cuando se cubren con materiales como caucho poroso, se crea una barrera artificial que restringe el acceso del aire y el agua al sistema de raíces del árbol, afectando negativamente su crecimiento y desarrollo.

Problemas asociados con el caucho poroso en alcorques

Aunque el caucho poroso se comercializa como una solución permeable que permite el paso del agua y el aire, no es una opción adecuada para cubrir los alcorques de árboles urbanos. Estos son algunos de los problemas asociados con su uso:

1. Compactación del suelo: Con el tiempo, el peso de las personas y vehículos que transitan sobre el caucho poroso puede compactar el suelo debajo, reduciendo aún más la capacidad del suelo para retener agua y permitir que las raíces respiren.

2. Acumulación de calor: El caucho poroso puede retener y reflejar el calor, lo que aumenta la temperatura del suelo y del área circundante. Esto crea un microclima hostil para el árbol y dificulta su supervivencia, especialmente en períodos de altas temperaturas.

3. Escorrentía del agua: Aunque el caucho poroso es permeable, la superficie impermeable que generalmente lo sostiene, como el asfalto, impide que el agua de lluvia se infiltre adecuadamente en el suelo. Esto conduce a una mayor escorrentía y menos recarga de las reservas subterráneas de agua.

4. Limitación del crecimiento de las raíces: El caucho poroso puede restringir el crecimiento y la expansión natural de las raíces del árbol, lo que resulta en un sistema de raíces débil y poco desarrollado. Esto hace que los árboles sean más susceptibles a la caída en condiciones de viento fuerte o tormentas.

5. Contaminación del suelo: Al descomponerse con el tiempo, el caucho puede liberar compuestos tóxicos y contaminantes en el suelo, afectando negativamente la calidad del suelo y, por ende, la salud del árbol y la vida microbiana.

 

Alternativas más saludables

En lugar de cubrir los alcorques con caucho poroso u otros materiales artificiales, es fundamental buscar alternativas más amigables con los árboles y el medio ambiente:

1. Mantillo orgánico: Utilizar mantillo orgánico, como corteza de árbol o compost, proporciona una capa protectora alrededor del árbol que ayuda a conservar la humedad del suelo, evita la compactación y favorece el desarrollo de la vida microbiana beneficiosa.

2. Pavimentos permeables: En zonas donde sea necesario un pavimento, optar por materiales permeables que permitan la infiltración del agua en el suelo, como adoquines permeables o materiales porosos específicamente diseñados para áreas arboladas.

3. Mejora del diseño urbano: Planificar adecuadamente los espacios urbanos para incluir áreas verdes bien diseñadas con alcorques adecuados. Esto permitirá el crecimiento saludable de los árboles y mejorará la calidad de vida de los ciudadanos.

4. Educación y concienciación: Sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de mantener alcorques libres de materiales artificiales y la relevancia de proteger y cuidar los árboles urbanos.

Conclusión

Tapar los alcorques de árboles urbanos con caucho poroso puede parecer una solución conveniente, pero tiene consecuencias perjudiciales para los árboles y el medio ambiente. La preservación y el bienestar de los árboles urbanos son fundamentales para garantizar la sostenibilidad y la calidad de vida en las ciudades. Optar por alternativas más saludables, como el uso de mantillo orgánico y pavimentos permeables, es esencial para proteger nuestros árboles y contribuir a la creación de ciudades más verdes y sostenibles.

29 mayo 2025

Un expléndido trabajo en busca de la conexión entre nuestros nombres y la naturaleza. Id al original en el enlace...

MIGUEL ALONSO, en su blog NATURALEZA, de 2018
Nombres inspirados en el bosque
 

La tarea de hoy es encontrar nombres de persona relacionados con los bosques. Nombres bonitos, quizás para futuros bebes, que conecten a las personas que los llevan con una parte tan importante para la vida como son los árboles y los ecosistemas que conforman.
nombres inspirados en el bosque

      Hay un montón de nombres de persona relacionados con la naturaleza en general, pero concretamente relacionados con los bosques y los árboles hay también muchos nombres. Saber quién se llama por alguno de estos nombres puede ser consultado en el instituto nacional de estadística en este enlace: Nombres INE.
     Las personas, como seres humanos que somos, partimos de una base en la que todos éramos arborícolas: animales que vivíamos en los árboles y en sintonía con la naturaleza. Tener un nombre relacionado con los árboles nos devuelve el mutualismo con nuestros orígenes.
    La lista de nombres es extensa, por lo que los voy a clasificar en varias ramas, como si se tratara de un gran árbol de los nombres. O más bien, un extenso bosque de la diversidad, en donde cabría, como en una gran reserva forestal de montaña, diversas zonas. Una sería relativa a la propia esencia del significado, unido en cierto modo con el carácter mitológico que da buena cuenta de muchas de las palabras que usamos hoy en día.  Y por otra parte, una alusión a todas aquellas referencias directas de quien se llama como aquellos a quien desde bien antiguo se veneraba. Esos entes que con sus raíces creaban lazos de unión fundiendo en un mismo ecotopo a animales, plantas y hongos. Todos dependientes directamente o indirectamente de los gigantes de las plantas.
 

Nombres relativos al conjunto de los bosques y las selvas

Nombres que significan o aluden al árbol: Árbol / Ilán / Aoki

      Si Árbol fuera un nombre de persona establecido como común no nos resultaría tan exótico, ya que existen muchos nombres con referencia directa, como: Estrella, Luna, Nieves o Paloma; por ejemplo. Pero existen nombres como Ilán y Aoki que significan árbol. Ilán es hebreo y Aoki es un nombre japones que significa árbol verde. Del hebreo también tenemos Teva, que significa naturaleza. En euskera Zuhaitz significa árbol, y Sukil significa "el tronco de navidad". Sukil es un nombre poco común que guarda en esencia antiguas costumbres paganas del culto al sol a través de la madera de los árboles.
      Del árbol salen las ramas y en Euskera hay dos nombres que tienen que ver con las ramas y las ramitas: Abar para chico y Abarne para chica. Se asemejan a Ramos en castellano. Estos dos nombres están sacados del diccionario de la real academia de la lengua vasca euskaltzaindia. Una colección de nombres basados en el "Deun-ixendegi Euzkotarra", santoral publicado por Sabino Arana y Koldo Elizalde.
      Del inglés sale Timber, aludiendo a la madera, de donde se asocia Timberly, semejante a Kimberly.

Nombres que significan o aluden al bosque: Bosque / Aaron / Oihan....

      De por sí solo, Bosque sería un nombre muy bonito para llamar a nuestros retoños, incluso podría ser un nombre sin género. De bosque derivan muchos nombres en diversas lenguas. Bosco, se puede usar como nombre, pero viene de un apellido italiano que tiene referencia al bosque, y es popular por San Juan Bosco. Aaron significa bosque en hebreo, Shajara (شجرة) es bosque en árabe, Nahele es el nombre hawaiano para bosque. Del euskera hay nombre tanto masculino como femenino para referirse al basoa (bosque): Oihan y Oihane. Como se puede leer en el euskaltzaindia, que es la palabra en euskera que designa al bosque. Oihan también puede ser tomado como selva. De nombres griegos nos podemos encontrar con Xylon y Xylona, que significan provenientes del bosque. Y existe el nombre Forrest, popular por la película Forrest Gump.
      Incluyo en la lista de nombres relacionados con el bosque el nombre de dos parques naturales de Galicia: Aloia y Eume. Aloia fue el primer parque natural de Galicia y ahora empieza a ser un nombre utilizado para niña; las Fragas do Eume es uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa, y también es el nombre de un río. Eume como nombre es corto y muy poco común. En euskera hay un nombre similar a Aloia que es Alaia, que significa alegría. Tampoco hemos de olvidarnos de otro bosque espectacular de la península ibérica: la selva de Irati, uno de los mejor conservados bosques de hayedos y abetos de Europa. Irati existe como nombre, y ya de por sí, tiene relación con los helechos. Y hay otros dos hayedos con nombres interesantes en Asturias, el de Pome y el de Hermo.

Nombres con referencia mitológica 

     Silvano, en la mitología romana es el dios protector de los bosques. En principio era un dios etrusco llamado Selvans. Sus nombres se asocian fácilmente con los bosques densos y llenos de vida, la selva. Selva es un bonito nombre también para niña, con mucha fuerza, que tiene el derivado Silvia. Silvia significa que es natural de los bosques. De Silvano se deriva Silvana, Silvio, Silverio, Silván, Silva, Silas... Algunos tienen también su variante en euskera, Silvia puede ser Silbia ó Silbe, Silván es Silbán y Silvana es Silbane. Para Silvia hay también una variante griega que es Xylia.
    De la mitología romana también tenemos el nombre Diana, diosa romana de los bosques, que tiene similitud con la diosa Artemis griega. De tener dos hijas y querer darle un bello significado, si la mayor se llamara Diana y la menor Silvia, significaría que la hermana mayor siempre estaría protegiendo a su hermana pequeña. Otro nombre relacionado con los árboles es Hespérides, de la mitología griega, que proviene de las ninfas de los árboles frutales, también conocidas como mélides, de donde podría derivar el nombre Melinda.
     Si el dios latino de los bosques es Silvano, Sucellos es su homólogo en la mitología celta. Sucellos es dios no solo de los bosques, sino de la agricultura, la medicina celta y las bebidas alcohólicas.
     En la mitología eslava también tienen dioses relacionados con la naturaleza y los bosques. Leshy es el espíritu del bosque, que protege la naturaleza. Es equivalente al Basajaun y Barsandere del País Vasco. Leshy viene a significar el anciano del bosque. También está Boruta, que significa pino. Boruta viene de Borevit que era también un dios de los bosques y la caza. Los dioses eslavos también se asocian con Fauno y con Pan por su carácter burlón. 
     La mitología nórdica, a pesar parecer tan bélica, también tiene dioses protectores de la naturaleza y los bosques, como Jord (Jörð), diosa madre de la Naturaleza, que vive en un santuario del bosque desde donde protege a la vida vegetal en general. Jord equivale a Nerthus en la mitología germana. Y recibe también nombres como Hlodin (Hlôdyn), HerthaFjorgen (Fjörgyn) y Eartha. De este último viene la palabra inglesa Earth (La Tierra). De Hlodin tiene relación el nombre griego Elodie, que también tiene referencia a la fertilidad. y de Fjorgen podría ser Fiorella o Fiorgina. Fiorella viene del italiano pequeña flor y Fiorgina no se si existe realmente como nombre en castellano. De Nerthus también se deriva Nerta, como diosa de la naturaleza.
      Y no hay que olvidarse de los kodamas (木霊) japoneses, que son espíritus del bosque que protegen a todos sus habitantes. Son espíritus pacíficos y tranquilos, pero que se disgustan si alguien no tiene respeto por el medio ambiente.

Nombres relacionados directamente con los árboles

      Nombres relacionados con los árboles pueden existir tantos como los tipos de árboles diferentes que pueblan La Tierra, y se estima que hay más de 60.000 especies diferentes de árboles. Árboles que pueden también tener tantos nombres como culturas los conozcan. La lista aún se está haciendo en Global tree search o buscador de árboles. Por ello voy a enumerar algunos ejemplos de nombres y su relación. De conocer algún nombre más que no salga estaría muy agradecido si lo dejaras en los comentarios.

Con el abedul
     Abedul como nombre es muy raro, pero podría ser un bonito nombre, ya que el abedul es un árbol medio mágico que antiguamente era considerado como el árbol de la sabiduría. Se conoce en latín como "betula pendula" y aún no usándose en castellano por el nombre común, si tiene más acepciones que son utilizadas. En euskera el nombre Urko deriva de urki, abedul. Según el instituto nacional de estadística, en España existen 2794 personas con este nombre. En Asturias se conoce como Abidur o Bidur. En Galicia como Bidueiro, Bido Bídalo. Del catalán tendríamos Bedoll, Bedot, Bedut. Todas, menos en euskera tienen relación con la palabra Betu, de origen celta, de donde se originó la palabra latina betulla. Así sucede también con la palabra inglesa Birch, que guarda relación. Del escocés antiguo tenemos BirkBerk es abedul en neerlandés, Birke en frisio y en alemán. Todas variantes de Betu.
Los abedules son árboles de climas fríos, y según vamos subiendo por el mapa encontramos que la verdadera magia de los abedules está en el norte de Europa, donde hay bosques y bosques de diferentes tipos de Betulas. Abedul en finés se dice Koivu, y en sueco encontramos un nombre muy conocido musicalmente, Björk, que en noruego es Bjørk. Aunque la cantante Björk es de Islandia, donde abedul también se dice Birki.

Con la acacia
      Acacia es espinoso en griego. En castellano existe Arancha, de origen euskera (Arantxa o Arantza), que tiene que ver con los espinos, también está la variante Aránzazu. Los espinos son las plantas que tienen espinas, el nombre se refiere a cualquier lugar con plantas espinosas, como los bosques secos. Ya que como espino nos podemos referir al Crataegus monogyna, conocido como Majuelo, espino común, espino albar... la acacia farnesiana o espinillo blanco, o los espinos negros, de la especie rhamnus... Un nombre ideal para poner si nos encantan este tipo de ecosistemas. De chico también tendríamos Acacio. Acacio, que resulta ser un nombre más popular según el INE que Acacia.

Con los alisos
      Los alisos están emparentados con los abedules. Ambos árboles pertenecen a la familia de las betuláceas. Aliso es un árbol que se utiliza para hacer guitarras. Dentro del género hay un Alnus. Haltz en euskera.

Con la amelia
      El árbol de Amelia (Melia azedarach), se conoce también como cinamomo, Melia o árbol santo. Aunque nada tiene que ver este árbol con el cardamomo.

Con el avellano
      Avelino o Avelina tienen relación con el avellano (Corylus avellana), el origen de Avelino está en el norte de la península ibérica y significa que procede de las avellanas. Y es un nombre que se puede convertir en otros dos: Abel y Lino. Es un nombre en desuso, ya que se suele usar comúnmente Abel tal cual, pero Avelino tiene santoral el 10 de Noviembre. Abel tiene un origen completamente distinto del de Avelino y nada relacionado con los árboles. También existen las variantes en euskera de Avelino y Avelina como Abelin y Abeliñe, ó Hurritz, que es avellano en euskera.
      Más nombres de nombres de árboles que empiezan por A podrían ser: Acebo (Gorosti en euskera), AilantoÁlamo, (Makal en euskera), AlerceAlmez, AraliaArce (Artigar en euskera), ArecaArgán, Aromo, Azuceno...

Con el castaño
      Las castañas eran antiguamente un alimento fundamental en regiones como Galicia, y por ello los castaños (Castanea sativa) eran muy apreciados. Castaño ó Castanea son nombres con fuerza. En euskera se conoce como Gaztainondo. De castaño se derivan BrunoBrunaBrunella, aunque tienen que ver más con el color castaño. Del hindú, más vinculado también al color castaño que al árbol, existe el nombre Arún. Del propio árbol del castaño se pueden usar los nombes griegos originales como Kastana y Kastanon.

Con el ciprés
      Ciprés, nombre asociado con Chipre. En euskera Nekosta. En México hay uno de los árboles más antiguos del mundo. Se llama el árbol del Tule, que significa el árbol de la iluminación. Tule es por ello, otro nombre corto pero con mucho significado. Se basa en las leyendas zapotecas, poco conocidas, pero muy interesantes. La leyenda zapoteca para el árbol de Tule indica que fue plantado hace más de 1000 años por Pechocha, un sacerdote del dios del viento.

Con el drago
      El drago (Dracaena Draco) es un árbol muy llamativo de las islas canarias, símbolo natural de la isla de Tenerife, aunque también se encuentra en más islas y en Marruecos. Es un árbol considerado mágico, ya que su savia, al contacto con el oxígeno del aire se oxida y se vuelve roja. Y esta denominada sangre de Drago era utilizada por los antiguos aborígenes guanches como medicina.
      El drago está asociado con el dragón, en su nombre latino lo indica: Dracaena draco, que significa Dracaena Dragón. Por ello los nombres que tienen relación con este árbol también lo pueden tener con los dragones, como la constelación de Draco. Y entonces nos acordamos del nombre Draco, que nos recuerda a Harry Potter y su personaje Draco Malfoy, o al conde Draco de barrio Sesamo (en España), ya que en Latinoamérica se le conoce como conde Contar. Aunque también se podría utilizar como nombre Drago, o Dracón, aunque Dracón está asociado a las leyes draconianas, ya que fue el primer codificador de leyes de Atenas.

Con el fresno
      El fresno (Fraxinus) es el árbol de la buena suerte, que según creencias antiguas atraía fortuna y alejaba las desgracias. Fresno puede ser un nombre original, ya que apenas se escucha, y seguro que atrae buen karma. Fresno también es el nombre de una ciudad de Estados Unidos.
Como los demás nombres, Fresno tiene más acepciones: En euskera se dice LizarOrnella viene de Orno, tiene origen en el fraxinus ornus, o fresno de flor, es más frecuente su uso en Italia. En catalán se dice Freixe.
     En noruego freso es Ash, como el protagonista de pokemon. También como el nombre de uno de los primeros humanos según la mitología nórdica. En sueco es Aska. E incluso en esperanto, como Cendre. Pero los nombres más populares relacionados con el fresno vienen del inglés: Asthon y Ashley.

Con el laurel
      Nombres que tienen que ver con el laurel (Laurus nobilis) hay muchos. Desde propiamente Laurel, muy utilizado en el mundo anglosajón, hasta Lauro, Llauro, LaureanoLaura, Lorenzo, Lawrence, Loreto y Dafne. Y otros nombres tienen también relación, como Aurelio y Apolo. Ya que el laurel también se conoce como el árbol de Apolo. En el mundo romano era normal coronar a los triunfadores con una corona de laurel, por ello, el nombre va asociado a triunfo. Y aludiendo a la corona de laurel existe el nombre hebreo Kelila, que ha revertido en Kayla. Y existe un nombre similar en lengua mapuche: Lahual, que también tiene relación con un árbol, aunque no con el laurel curiosamente, sino con el Alerce, del genero Larix.

Con el olivo
      Del olivo (Olea europaea) salen varios nombres, como Olivio, Olivia, Óliver, Olivier, Oliveiro. El olivo es el árbol símbolo de la paz, la bandera de naciones unidas lleva una rama de olivo. Si en Roma los triunfadores llevaban coronas de laurel, los novios a punto de casarse llevaban coronas de olivo, está así consagrado a la diosa Minerva.

Con el olmo
      El olmo (Ulmus) es un árbol noble, que simboliza alcanzar nuevas metas, por ello está asociado con Hermes, que según la mitología griega es el dios mensajero. Olmo, así mismo, es el árbol del encuentro, árbol perdurable, el árbol de la palabra, que como dijo Machado: Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. Olmo es un bonito nombre que empieza a ser más utilizado, se dice Zumar en euskera. Hay un nombre parecido: Elma, que podría ser Olma, pero viene del griego amable. Y también existe Elmo, como el personaje de barrio sésamo. De la mitología nórdica tenemos un nombre que viene de Almar (Olmo): Embla, supuestamente uno de los dos primeros humanos, junto con Ask (Fresno). Son una representación nórdica de Adán y Eva. Embla sería Eva, nacida a partir de un tronco de Olmo. En inglés se dice Elm.

Con el pistacho
      Llamar a nuestro hijo Pistacho, como el árbol "Pistacia vera" puede resultar muy llamativo, es parecido a Nacho. El Pistacho también es conocido por el nombre de Alfónsigo, una variante de Alfóncigo. Según la RAE: Árbol que pertenece a familia de las anacardiáceas, de unos tres metros de altura, hojas compuestas de color verde oscuro, flores en forma de bulbo cerrado y fruto drupáceo, con una pequeña almendra de color verdoso comestible de tipo oleaginosa dulce, llamado pistacho. El nombre Alfónsigo, aunque se parece a Alfonso, no tiene mucha relación. Y por último el alusivo latino de la planta: Vera, un nombre que es sinónimo de verdadero. Como que es el pistacho de verdad.

Con el roble
      Roble es un árbol sinónimo de fuerza, de majestuosidad, de robusto, aunque robusto viene más bien de roble que roble de robusto, su nombre latino es quercus robur. Poner de nombre Roble a nuestro hijo es sinónimo también de justicia.
      Adair proviene del gaélico, es una especie de variante de Edgar, que tiene la derivación en la siguiente frase: "from the oak tree ford", que quiere decir: "Del del roble", tiene variantes como Dare, Ada, Addie Addy. Relacionado con las hadas un poco en consonancia con el nombre Ada, está Driade, es un nombre referido a las ninfas de los robles, proviene de la mitología griega.
      Bajo la copa de los robles se impartía justicia y se juraban antiguamente las leyes en algunas culturas de Europa, como en el caso del árbol de Guernica, un roble que hoy simboliza las libertades tradicionales de los vascos. Haritz es la palabra en euskera que designa roble. Y para coronar con el roble, un nombre que luce de antiguo: Robustiano, que significa robusto como un roble.

Sabina / Sabino
      La sabina es un árbol sagrado de los íberos, un junípero exclusivo de la península ibérica, silueta hermosa en el horizonte, que destaca en su entorno, ya que las sabinas son árboles de bosques abiertos. La corteza es peculiar como deshilachada, que no se pudre nunca. Es una madera preciosa muy dura, y que al quemarla desprende un fuerte olor. Otro dato curioso es que para que una sabina nazca es necesario que su falsa semilla haya sido comida por un animal. Es un árbol de lento crecimiento. Con la Sabina se nos pueden venir varios nombres a la cabeza, como Sabrina. Que si bien suena muy parecido, Sabrina tiene que ver con la mitología celta y la diosa de un río llamado Severn. Tienen en particular que tanto las sabinas como el río Severn están asociados con la lentitud de su curso, es decir, la calma.
      Otro nombre que está asociado con este árbol es Sabino, forma masculina de sabina. Nombre que han llevado personajes tan ilustres como Sabino Arana, a quien cité anteriormente por su santoral de nombres de la lengua vasca.
     Y es curioso todos los nombres que este árbol recibe en lengua castellana: agallaras, agallujas, agayuga, albarra, cagurrias, cedro de España, enebra, enebro de incienso, enebro de la bardera, gallaritas, gayuba, trabina.... Y de entre tantos nombres hay uno que suena muy bonito para persona, el de la sabina mora, conocida como Araar.

Con el tejo
      El tejo (Taxus baccata) es un árbol milenario, el árbol de la vida y la muerte, venerado por los antiguos celtas y que ha estado en la cultura popular como árbol sagrado hasta hace bien poco. Ha sido un árbol de remedios medicinales, de venenos, de apreciada madera, e incluso como árbol asambleario, ya que al ser un árbol mucho más longevo que cualquier humano formaba parte de las raíces colectivas de nuestras aldeas y pueblos. Aunque hoy todo ese simbolismo se ha perdido casi al completo. Por ello Tejo es un nombre emblemático, que junta naturaleza con nuestras raíces, con la vida y la muerte. Pero no solo existe Tejo como nombre en relación con este increíble árbol. Hay varios nombres fácilmente reconocibles asociados. 
     Otros posibles nombres relacionados con el tejo son: Ivo, Ivon, Ivonne derivados de Ives, del latín Ivonis. De Ives se deriva también YvesYvette, Yvonne en Francia. Ivette en alemán, que guarda relación con arquera, ya que la madera del tejo es de las mejores maderas para hacer arcos. En inglés, para decir tejo la palabra es similar: Yew. Aunque existe un nombre más conocido que guarda relación: Owen, que está relacionado en castellano con Eugenio, el bien nacido. Pero parece ser que su origen más tiene que ver con el irlandés antiguo, siendo una variante de Eogan, que significa "nacido del tejo", que guardaría relación en cierto modo con el significado de Eugenio también. También hay cierta similitud con Iván, que significa Juan.

Con el tilo
      Los tilos son los árboles longevos, conocidos como los árboles de la resurrección, de donde se saca la flor de tila. Pertenecen a la familia de las malváceas, osea que de estos árboles se podrían sacar los nombres Tilo y Malva. Tilo, Etki en euskera. Existen también los nombre: Lynae, Lynn o Linea, que significan "árbol de tila", de origen escandinavo. El famoso botánico, naturalista y zoólogo sueco Carlos Linneo, podría tener alguna relación en su apellido con este árbol. En inglés Linden también alude al tilo, de donde se puede derivar Lindsay (isla de tilos) y Lindsey (tilos cerca del agua). Y en alemán Lindberg es la montaña de tilos, que se podría españolizar como Limber, aunque Limber es un nombre proveniente de África que expresa felicidad.

Más nombres relacionados con árboles pueden ser:
     Babaco, Boldo, Bumelia, Bracho, Cabirma, Callistemo, Camelio, Carpe, Castaño, Casia, Casuarina, Catalpa, Cebil, Cedro, Ceiba, Ceibo, Cidro, Cina, Copey... Ébano, Encina (Arte en euskera), Clementina, Enebro, Glicina, Haya, Magnolia, Nogal, Teca, Pino, Tamara es Palmera en hebreo, Sauce (Willow en inglés y Sahats en euskera), Serbal (Rowan en inglés) Yukari es árbol de pera hermosa en japonés. Otros como Junípero podrían parecer muy raros, pero son nombres de santos, como San Junípero Sierra. Junipero (John Doe) es también uno de los personajes de la novela de Douglas Coupland JPod.

      Hacer un listado de nombres inspirados en el bosque no es tarea fácil. Ya que, como indiqué al principio, existen tantos tipos de árboles diferentes y les damos tantos nombres en nuestras diversas lenguas humanas, que seguro que aún habrá muchos otros nombres que no haya puesto, o incluso que existan posibles erratas en algunos, ya que también las lenguas se han ido entremezclando a lo largo de los siglos y muchos de los significados antiguos han ido variando con el tiempo. Pero si conoces algún nombre más, o tienes alguna sugerencia sobre alguno de los existente me encantaría, a mí, y a otra gente interesada en el artículo, que lo escribieras en comentarios.
 
Información:
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23 abril 2025

Agresión al árbol... ¿por amor?

LAIA ROIG, en "La Vanguardia", nov-24
¿Es el amor un peligro para los árboles? 

Las marcas hechas por los enamorados en el tronco pueden ser la fuente de diversas enfermedades

Marcas hechas por enamorados en la corteza de un árbol

El amor se expresa de muchas maneras, desde los gestos más sencillos hasta las grandes declaraciones, pero cuando se materializa en actos como marcar el tronco de un árbol, grabando un corazón o los nombres de una pareja, esta expresión se convierte en una contradicción: lo que comienza como una muestra de afecto acaba convirtiéndose en un acto de incivismo y un daño irreparable para los árboles.
“He captado estas fotografías para Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia en un parque madrileño, donde en una hilera de chopos, varios de ellos conservaban grabados outlet de años atrás, pero al mismo tiempo con temas recurrentes, como el amor”, explica Francisco José Eguibar.
      A lo largo de la historia, los enamorados han utilizado los árboles como lienzos naturales para dejar huellas de su paso, pero hoy sabemos que este acto puede tener consecuencias devastadoras para el propio árbol. Lo que antes parecía una tradición inofensiva ahora revela un costo oculto para el medio ambiente.
Haciendo una analogía, podríamos decir que la corteza es a los árboles lo que para nosotros es la piel: una capa protectora que actúa como un escudo ante virus, bacterias y enfermedades. Si nos hacemos un corte en nuestra piel, dependiendo del grado de profundidad, nos exponemos a distintas afectaciones en menor o mayor grado. Los árboles sufren exactamente lo mismo cuando grabamos nuestros nombres en su corteza.
      Según detalla la organización Leave No Trace, la herida provocada en el árbol se convierte en una puerta de entrada a infecciones, y si el daño es lo suficientemente profundo, puede afectar a los sistemas internos del árbol, como el floema y el xilema, que se encargan de transportar agua y nutrientes esenciales para su supervivencia, poniendo en riesgo su vida.
Además, los árboles están conectados por una red de hongos subterráneos que facilita el intercambio de recursos entre ellos. Esto significa que un árbol dañado no solo sufre en solitario, sino que puede generar un efecto dominó que puede amenazar a todo un ecosistema.


     Es paradójico, cuanto menos, que algo tan bonito como el amor desencadene la muerte casi segura del árbol. Las personas enamoradas, en su búsqueda de la eternidad, recurren al acto simbólico de grabar su huella en un árbol como testamento de la inmortalidad de su relación. Sin embargo, toda acción tiene su reacción, y en este caso, la reacción es un daño irreversible en el árbol. Mientras el amor busca perpetuarse, la marca que deja en el árbol se convierte, irónicamente, en una sentencia de muerte para este.
     Es cierto que no todos los cortes son mortales. Un árbol puede curar heridas menores creando una cicatriz, sin embargo, incluso los daños superficiales tienen un impacto duradero.
     Según explica Gerard Gaya, biólogo ambiental y responsable de comunicación de RitmeNatura, “si las marcas son pequeñas, el daño probablemente será menor, pero si estas marcas son grandes o se repiten con el tiempo, pueden afectar gravemente la salud del árbol”. Las heridas profundas, especialmente si se prolongan, pueden comprometer la capacidad del árbol para alimentarse y crecer.
     A pesar de que los árboles tienen mecanismos para cerrar sus heridas, estos procesos pueden ser lentos y no siempre eficaces frente a daños grandes. Esto significa que las marcas talladas en la corteza no solo dejan cicatrices visibles, sino que también pueden poner en riesgo la estabilidad y la salud del árbol durante años.

       Gerard Gaya, miembro del Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF), anima a las personas a respetar el medio ambiente: “Siempre que vayamos a la naturaleza tenemos que tratarla con mimo, dejar el entorno tal y como lo habíamos encontrado antes de llegar, esto ya no se aplica solo a cosas tan simples o visibles como tirar basura, sino por ejemplo, romper ramas de árboles o modificar el entorno haciendo estas marcas”. 
Lo hemos leído aquí
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20 abril 2025

"Sangrando en verde" nos cuenta la simbiosis entre Robles, Encinas y sus Micorrizas
Una cooperación vital para su supervivencia


Cuando sembramos una bellota, ya sea de roble o de encina, si lo hacemos en tierra vegetal comercial que carece de hongos micorrizas, la germinación se produce sin problemas y el nuevo arbolito se desarrolla bien durante el primer año gracias a las reservas nutricias de los cotiledones de la bellota, pero en cuanto éstas se acaban, deja de crecer y languidece poco a poco hasta morir de ¡inanición! Sin los nutrientes que el micelio de la micorriza absorbe del sustrato y posteriormente transfiere a las raíces de la pequeña fagácea a través de pequeñas anastomosis micelio-raíz, el joven árbol no puede alimentarse y muere literalmente de hambre.


Joven encina de tres años sembrada de bellota en una maceta con tierra vegetal comercial, pero regada con agua de manantial de montaña cargada de esporas de micorriza de las encinas que crecen alrededor de la surgencia de la fuente, cuyas raíces están profusamente micorrizadas por el micelio blanco del hongo.

Inmenso encinar de la alta montaña mallorquina prácticamente virgen, cuyas raíces crecen en un sustrato pedregoso muy pobre tanto en tierra como en nutrientes, millones de veces lavado por las fuertes lluvias que se llevan los minerales aguas abajo, y que sin embargo crece exuberante y lleno de vida gracias a la maraña de filamentos del micelio de los hongos micorrizas, que rodean sus raíces en un abrazo simbionte en el que ambos seres vivos salen ganando.
 
Nada mas nacer la bellota, su primera raíz pivotante es rodeada rápidamente por una micorriza que le aporta los minerales que tanto necesita para crecer, y el arbolito recién nacido le devuelve el favor transfiriéndole azúcares, proteínas, grasas y vitaminas sintetizadas por sus hojas con la fotosíntesis. Tu me das, yo te doy, una simbiosis positiva que durará toda la vida del árbol, a veces varios siglos. Las encinas mediterráneas son verdaderas campeonas de la supervivencia. Resisten sin problemas tanto el calor tórrido del verano como el frío intenso del invierno.
Raíz de encina rodeada por el micelio blanco del hongo micorriza. Ambos seres vivos simbiontes están unidos por microscópicas anastomosis o conexiones, idénticas a las de los axones y las dendritas de nuestras neuronas cerebrales, salvo que en lugar de transferirse neurotransmisores con órdenes precisas se transfieren nutrientes. Este micelio huele a tierra buena, sana, llena de vida, el mismo aroma delicioso de la hojarasca del sotobosque de un encinar o un robledal.
Alcornocal virgen todavía no hollado por el hombre en el municipio gaditano de Jimena de la Frontera. El sustrato bulle de vida con toneladas y toneladas de micelio micorriza rodeando las raíces, no sólo de los alcornoques sino también de todos los arbustos que visten el sotobosque, cada uno de ellos con su micorriza simbionte específica.(...)

Con el permiso del autor he reproducido una parte  de este interesante artículo, podéis leerlo completo AQUÍ
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16 marzo 2025

Su sombra... mi descanso

JULIO ALFREDO EGEA (Chirivel, 1924-2018)
V I E J A E S T A M P A


Pieter Bruegel the Elder, La cosecha
Sesteando bajo el árbol, en duermevela placentero se reproducen en mi memoria, y casi ven mis ojos cerrados, en retrospectiva visión por galerías del subconsciente, viejos grabados sobre pergamino de agostos lejanos, cuando palpitaba la vida por estos contornos, cuando el campesino que a lo largo del año había faenado la tierra en abrazo de barbecheras y siembras, se apresuraba en la recolección ante temores de la nube, recurriendo a gentes del Levante jornalero.

Condecoraban el alto valle los oros gloriosos del cereal: trigos recios de robusta espiga, con el negro mostacho de las raspas inclinado hacia la tierra por el peso de la simiente; la humilde cebada, esbeltos centenos, gloriosa plenitud del candeal, la avena reidora al mecerla el viento... Concierto de dorados en las parcelas de la cosecha, a lo largo de la estrecha faja en sembradura. En las riberas de aquel lago de oro había matas intrusas, resistiendo soles, con flores amarillas y moradas, en ofrenda a la fecundidad.

A lo largo del tajo de hombres inclinados en fatigas de siega, escondido el rostro bajo amplios sombreros de paja, zahones de áspero lienzo defendiendo las piernas, dediles de fuertes cueros almenando la mano que abrazaba la mies, previniendo el cardo traidor y el mordisco de las hoces que brillaban alzadas como interrogaciones de acero. Quizá acudió la mercenaria cuadrilla de segadores desde lejanos territorios del hambre, llamada por el cortijero para abreviar la recogida de una cosecha no siempre lograda.

De sol a sol duraba la faena bajo la iniciativa del manigero, sin pausa alguna; sólo un respiro para comer las migas que hacía la cortijera a la sombra del árbol. Rodeaba la cuadrilla la gran sartén colmada de migas de trigo con algún adorno de tajadas de cerdo. Pasaban de mano en mano las tazas del gazpacho hecho con la finísima agua serrana; el tomate, el pepino, la cebolla, eran verdaderos lujos redimiendo de la sed. Después la breve pausa del cigarro, el tabaco repartido por el cortijero con su gran petaca de cuero repujado, cultivado en los huertecillos de Molina o el Mojonar.

Bajo la plenitud de un sol terrible vuelta al tajo, formación de la gran hilera de hombres inclinados sobre la tierra, avanzando ordenados en la batalla del cereal, formando haces uniformes, atados con las matas más altas de la mies cortada o con guitas de esparto cuando la cosecha no había conseguido suficiente altura.

Transpuesto el sol, ya invisible por derrumbes lejanos, cuando su último rayo dejaba de iluminar la cumbre de la Burrica, finalizaba la tarea y empezaba la recogida de haces, amontonándolos ordenadamente en cargas para facilitar la saca, para una vez concluida la siega, acarrearlos sierra abajo con las bestias, hasta formar hacinas al borde del redondel de las eras, junto al cortijo, para después la familia campesina acabar la faena recolectora con trillas y aventados.

Con los últimos claros llegaba la cuadrilla al pie de la sabina, en donde la mujer encargada de la comida ya tenía la olla abocada en un gran lebrillo: el guiso caldoso con patatas, legumbres y tocino, y un inmenso pan moreno que se repartía en grandes rebanadas. Corría de mano en mano el porrón de cristal y un hilo de vino áspero iba pasando de boca en boca.

Quedaban los sombreros repartidos sobre la tierra, como formando un seto de grandes margaritas, y la cara quemada del segador brillaba feliz en la creciente oscuridad. A veces alguien rasgueaba una guitarra y una voz cansada iniciaba un canto alegre con dejos melancólicos, como una despedida a la dura tarea o un prólogo al descanso. Pronto el silencio, el sueño profundo sobre las mantas extendidas bajo el árbol, la total oscuridad o el tímido nacimiento de la luna, la pausa en el trabajo hasta el primer parpadeo del nuevo día. Sólo las bestias atadas con largas cuerdas en el rastrojo se mantenían despiertas en su pacer y cruzaban relinchos y rebuznos amordazando al canto del mochuelo.

En el suceder de las jornadas algo iba cambiando, en reunión de pastores se hablaba de la llegada del tractor, se oía el ruido de máquinas en las largas besanas de los llanos bajos; fue rompiéndose la vieja amistad en el trabajo de hombres y bestias, las reatas de mulas de las ferias pueblerinas fueron sustituyéndose por exposición de maquinaria agrícola, propagándose modernas eficacias. Se precipitaban aconteceres. Disueltas las cuadrillas de segadores, los hombres dispersos fueron tomando trenes de emigración hacia los Nortes ricos, hacia fatigas de nueva vida trabajadora para conseguir el pan, en alternancia de redenciones y dolorosas renuncias.

Desaparecieron las grandes bandadas de buitres leonados que volaban en círculo hasta descubrir la bestia muerta. Un día dejó de subir, barranco arriba, el cortijero con sus caballerías y las tierras altas, humildes y generosas, quedaron sumidas en el desprecio. Nunca más orló a la sabina la gloria del cereal, y la tierra se vistió de cardos, sublevada en su hurañez.

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26 febrero 2025

MOISÉS ÁVILA, en Newsweek, junio/2023
Este ‘escuadrón de cabras’ facilita el crecimiento de los árboles

Después de pasar un entrenamiento de varios meses desde su nacimiento, las cabras saben qué deben comer para eliminar la excesiva hierba en Estados Unidos.

 Al llamado de su comandante, el escuadrón deja el descanso y se introduce en el parque. No llevan motosierras ni usan herbicidas. Son cabras, listas para devorarse la excesiva hierba que dificulta el crecimiento de los árboles en Estados Unidos.
     “Goaty, goaty, goaty” (cabrita), las invoca su amo, Kyle Carr, cuya voz identifican. Mocha, Wynonna, Nelson y Beckham responden con balidos y se aproximan a él. Integran un equipo de 150 cabras que “podan” la maleza en un área de 6.5 acres (2.6 hectáreas) en el Brackenridge Park Conservancy de San Antonio, un centenario parque municipal de más de 138 hectáreas en Texas, sur de los Estados Unidos. Les tomará unas dos semanas.
     “Las plantas de las que queremos deshacernos son aquellas como el ligustrum, arbustivo, que necesita mucha agua. Y esa agua se la lleva este árbol invasivo en lugar de ir destinada a los robles más viejos, que es realmente lo que el parque protege y tiene en el área”, dice Kyle, de 36 años, y copropietario con su esposa Carolyn de Rent a Ruminant, Texas. Es una parte de una franquicia que opera en varios estados del país.
      Después de pasar un entrenamiento de varios meses desde su nacimiento, las cabras saben qué deben comer. Están acostumbradas al alimento natural y no al forraje o alfalfa. Aprenden a mantenerse con el grupo y respetar la cerca de protección —con una leve carga eléctrica— colocada alrededor del área donde trabajan, para evitar depredadores. Su eficiencia está incluso hasta en la forma en que eliminan lo que comen.
     “Las cabras tienen un tracto digestivo muy eficiente. Cada vez que ingieren semillas (mientras van comiendo hojas), la mayoría de ellas son esterilizadas a través del proceso natural de comer material vegetal. Cada vez que defecan, ese estiércol es bastante estéril” y no resiembran las semillas de la planta que están eliminando, detalla Kyle.  

LOS ANIMALES ALCANZAN LUGARES DONDE LOS HUMANOS O MÁQUINAS NO PUEDEN ACCEDER

     “Es mucho más eco-amigable tener cabras aquí que grandes máquinas o herbicidas. Estamos cerca a un río (San Antonio), y sería muy inseguro usar veneno (herbicida), porque podría deslizarse hacia el río”, explica Charlotte Mitchell, integrante del directorio del parque. Además, es mucho más divertido de ver y mucha gente, que no hubiera venido normalmente, viene para ver cómo las cabras trabajan, agrega. Vienen a ver y a mostrarle a sus hijos cómo los animales y el ecosistema van juntos, y ver cómo se puede manejar la tierra de una forma más segura.
     “Corro todos los días por aquí y traigo a pasear a mi perro. Hay mucha maleza y sería bueno ver el área un poco despejada. Me alegra ver que estos muchachos (las cabras) están haciendo el trabajo”, comenta Aaron Rodríguez, de 47 años, vecino de San Antonio.
     Kyle explica que las cabras pueden llegar a lugares en donde los humanos o maquinarias a veces no acceden con facilidad, como pendientes o zanjas de drenaje. “Son una excelente alternativa para algunas áreas problemáticas, es un problema de seguridad para empleados o maquinaria pesada, especialmente en pendientes pronunciadas (…) Las cabras están diseñadas para poder subir y bajar en esos tipos de situaciones”, detalla.
     Incluso, en la eliminación de maleza, se devoran la hiedra venenosa, librando así de incomodidades a los humanos que luego retiran los troncos o ramas que quedan en el área de trabajo.
     “Como método tiene más sentido, es armonioso y más eficiente, supongo”, dice Natasha Shirley, de 24 años, quien visita el parque para ver a las cabras facilitando el crecimiento de los árboles.
     Como todo trabajador, las cabras tienen momentos de descanso, en donde rumian la comida y beben agua. Si se enferman, son sustituidos por uno de los 600 miembros del equipo y, al llegar a los 11 años de edad (pueden vivir hasta 15 años), pasan a un plan de retiro.
      La empresa de Kyle, con 7 años en el mercado, no las mata ni las usa de almuerzo. “Trabajamos con ellos todo el tiempo y tenemos una especie de programa de jubilación para ellos. Cuando llegan a cierta edad y no pueden viajar, porque el estrés del viaje los desgasta, los llevaremos a un rancho donde tienen pasto y ayudan a criar a la próxima generación de cabras”.
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30 enero 2025

PABLO NERUDA (Chile, 1904-1973)
Sólo el hombre


Yo atravesé las hostiles
cordilleras,
entre los árboles pasé a caballo.
El humus ha dejado
en el suelo
su alfombra de mil años.

Los árboles se tocan en la altura,
en la unidad temblorosa.
Abajo, oscura es la selva.
Un vuelo corto, un grito
la atraviesan,
los pájaros del frío,
los zorros de eléctrica cola,
una gran hoja que cae,
y mi caballo pisa el blando
lecho del árbol dormido,
pero bajo la tierra
los árboles de nuevo
se entienden y sé tocan.
La selva es una sola,
un solo gran puñado de perfume,
una sola raíz bajo la tierra.

Las púas me mordían,
las duras piedras herían mi caballo,
el hielo iba buscando bajo mi ropa rota
mi corazón para cantarle y dormirlo.
Los ríos que nacían
ante mi vista bajaban veloces
y querían matarme.
De pronto un árbol ocupaba el camino
como si hubiera
echado a andar y entonces
lo hubiera derribado
la selva, y allí estaba
grande como mil hombres,
lleno de cabelleras,
pululado de insectos,
podrido por la lluvia,
pero desde la muerte
quería detenerme.
Yo salté el árbol,
lo rompí con el hacha,
acaricié sus hojas hermosas como manos,
toqué las poderosas
raíces que mucho más que yo
conocían la tierra.
Yo pasé sobre el árbol,
crucé todos los ríos,
la espuma me llevaba,
las piedras me mentían,
el aire verde que creaba
alhajas a cada minuto
atacaba mi frente,
quemaba mis pestañas.
Yo atravesé las altas cordilleras
porque conmigo un hombre,

otro hombre, un hombre
iba conmigo.
No venían los árboles,
no iba conmigo el agua
vertiginosa que quiso matarme,
ni la tierra espinosa.
Sólo el hombre,
sólo el hombre estaba conmigo.
No las manos del árbol,
hermosas como rostros, ni las graves
raíces que conocen la tierra
me ayudaron.
Sólo el hombre.
No sé cómo se llama.
Era tan pobre como yo, tenía
ojos como los míos, y con ellos
descubría el camino
para que otro hombre pasara.
Y aquí estoy.
Por eso existo.

Creo
que no nos juntaremos en la altura.
Creo
que bajo la tierra nada nos espera,
pero sobre la tierra
vamos juntos.
Nuestra unidad está sobre la tierra.

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15 enero 2025

Hyperion, el árbol más alto del mundo

ERIKA MONTEJO, en National Geographic, agosto2022
La historia de Hyperion, el árbol más alto del mundo corre peligro por el turismo irresponsable


El árbol más grande del mundo está prohibido para los visitantes. Los daños que han causado en el Parque Nacional Redwood pone en peligro su supervivencia.
     Con 600 años sobre su copa, Hyperion (
Sequoia sempervirens) se levanta a 115.824 metros del suelo en el Parque Nacional Redwood, en Estados Unidos. Sin una placa que lo distinga y sin mayores distinciones, esta secuoya se gana centímetro a centímetro, el título del árbol más grande que habita la tierra.
     Su ubicación pasó de ser un misterio, a uno de los tesoros más buscados por los amantes de los bosques, visitantes y senderistas, que atraídos por la información difundida en blogs, sitios de viaje o influencers, han puesto en riesgo la estabilidad del imponente árbol y otras reliquias de la naturaleza con cientos de años.
     Hyperion recibió su nombre inspirado en uno de los 12 titanes de la mitología griega, y su significado es "el que mira hacia arriba". Todo esto en alusión a sus ramas que crecen y lo hicieron obtener el título del árbol más alto.

Buscar a Hyperion puede llevarte a la cárcel

     Los turistas ansiosos que han llegado al Parque Nacional Redwood atraídos por el titán, han empezado a causar daños en el lugar, razón por la que buscar el árbol e irrumpir en la zona cerrada en la que se encuentra, podría ser motivo de una multa de 5,000 dólares o hasta seis meses de cárcel.
      El Servicio de Parques Nacionales (NPS, por sus siglas en inglés) advirtió a los turistas acerca de las posibles sanciones y, de forma incisiva, sobre el riesgo que representa la actividad humana para la secuoya.
     “Como visitante, debe decidir si será parte de la preservación de este paisaje único o será parte de su destrucción”, menciona el comunicado.
     Llegar hasta Hyperion requiere de un gran esfuerzo y podría resultar en una labor complicada, dado que se encuentra fuera del sendero en medio de una densa vegetación. Muchos visitantes emprenden la búsqueda, pese a que el resultado puede ser decepcionante.
     El árbol podría ser poco impresionante cuando se ve desde abajo, adelanta el NPS, pues su tallo es pequeño en comparación con otras secuoyas antiguas y desde el tallo hay otros árboles que pueden resultar más imponentes. 

El humano contra Hyperion, el árbol más grande de la Tierra 

     Los cientos de visitantes que han ido tras el árbol más grande que existe sobre la Tierra, han pisado su base en tantas ocasiones, que los helechos sobre sus raíces han empezado a escasear.
     Los daños son considerados severos, y han resultado en la degradación de la secuoya y de otras que están a su alrededor. Las nuevas reglas impuestas son un esfuerzo por frenar el turismo destructivo, pues el efecto humano está creando un impacto negativo en el sistema de raíces del árbol.
     “Había basura y la gente estaba creando aún más senderos laterales para usar el baño. Dejan papel higiénico usado y desechos humanos; no es algo bueno, no es una buena escena”, dijo Leonel Argüello, jefe de Recursos Naturales del parque a SFGATE.
     Las secuoyas son árboles que poseen raíces poco profundas con un tamaño promedio de menos de 4 metros. El agua la obtienen del suelo y de restos naturales, como las agujas de pino que atrapan la humedad del bosque.
     Los entusiastas de viajes y blogueros tendrán que mirar hacia los senderos designados para salvar a Hyperion, un titán que puede caer por la mancha humana. 

Lo hemos leído aquí

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09 enero 2025

El "gigante" de Biar

EL PLÁTANO DE BIAR, Alicante

 

1926
El plátano de Biar es un gran ejemplar de la especie Platanus orientalis, pues tiene una altura de
26,24 metros, un perímetro de 6 metros y más de 350 años de edad. Todo el entorno sucumbe bajo su hermoso porte, todo te lleva a él, a contemplarlo... Bajo sus ramas se crea esa atmósfera que te hace creer que todo está bien, que nada va a cambiar, aunque sabemos que todo cambia a cada instante.
     El 2 de octubre de 1580, el ayuntamiento acordó construir la "Encadufada" (acequia), para llevar el agua a la villa. Esta obra no llegó a ejecutarse hasta el 8 de julio de 1618, según consta en el libro del ayuntamiento, siendo la primera fuente la del abrevadero de Biar. Según se indica en el catálogo de elementos patrimoniales del Ayuntamiento de Biar, «todos los abrevaderos estaban dotados de árboles, aportando una buena sombra a las caballerías y ganados durante su abastecimiento. Por ello, se deduce que fuese plantado este árbol junto con otros, los cuales no han perdurado en el tiempo». Ahora le acompañan en el Paseo del Plátano otros plataneros mucho más jóvenes. La alcaldesa de Biar, Magdalena Martínez, dijo: “Biar cuenta en su término municipal con ejemplares de gran porte, de avanzada edad y de características singulares, pero ninguno que esté tan unido a población como el plátano. Ha visto jugar y conversar debajo de sus ramas a decenas de generaciones de biarenses, es un emblema para el municipio y un atractivo turístico”.

     La primera documentación que hace referencia al presente árbol, considerándolo como un elemento singular, data de 1824. Tiene un gran valor sentimental para la población de Biar. Hoy en día se encuentra enclavado en medio del casco urbano de la población, concretamente en el paseo del plátano (denominada así en su honor) de camino hacia el Santuario de la Virgen de Gracia. Se encuentra protegido por la ley 4/2006 del Patrimonio Arbóreo Monumental de la Comunidad Valenciana y ubicado dentro de un jardín urbano vallado.
    El año pasado fue presentado al concurso "Mejor árbol del año", quedando en segundo lugar de los nueve presentados. Es el plátano de mayor porte de la Comunitat Valenciana, comparable por su tamaño, diámetro del tronco y antigüedad, con los existentes en Aranjuez. 
 
 
 
 
 
 
Información:
http://gimenounpasseigpelsmontesdebiar.blogspot.com/2016/04/paseo-hasta-la-tosquera-por-el-camino.html
https://www.todoalicante.es/alicante-provincia/segundo-mejor-arbol-espana-biar-20230828195729-nt.html
https://www.valenciabonita.es/2022/11/10
/platano-de-biar/
https://bosquessinfronteras.com/
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03 enero 2025

Palo de Brasil, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
El árbol que le dio nombre a un país


El Palo de Brasil (Caesalpinia echinata), es un árbol de la familia de las leguminosas que puede llegar hasta de 10 a 15 metros de altura, de crecimiento lento y corteza espinosa, cuya madera no flota en el agua. Este árbol, al que también se llama “Pernambuco” por su zona de origen, fue uno de los principales atractivos para los primeros europeos, que llegaron al territorio desde principios del siglo XVI.
     Entre los siglos XV y XVI, un árbol parecido al Palo de Brasil (pero de origen asiático, muy escaso y difícil de conseguir), proveía a la industria textil europea de un tinte rojo que se usaba para la producción de textiles, en especial de terciopelo, de alto valor y muy demandado durante el Renacimiento. Cuando hacia 1500 los portugueses llegaron a Brasil y descubrieron la enorme abundancia del Pau Brasil a lo largo de sus costas, se interesaron rápidamente en su explotación, más que en formar asentamientos humanos y afincarse en un territorio al que llamaron “costa del pau brasil”, por lo que muchos historiadores afirman que fue éste árbol el que dio origen al nombre del país. 

     La palabra “brasil” se supone derivada de brasa, y se llamaba así al palo por el color rojizo tanto de su madera, como de la resina que de ella se obtiene, la cual contiene una tintura roja llamada brasilina y que oxida a brazileína. Desde que lo localizaron, los portugueses iniciaron una explotación intensiva del pau-brasil, porque el tinte obtenido de la especie americana era de mejor calidad y mayor duración que el que se obtenía de la asiática y a su vez, la madera de especial dureza y resistencia del árbol se empezó a usar para la fabricación de muebles de alto valor e incluso para arcos de violín.

Fruto
     La resina rojiza del árbol se convirtió en el “oro rojo” que dio a las telas europeas un mayor valor, naciendo un comercio muy lucrativo para la corona portuguesa, que llevó a la tala indiscriminada de árboles que enviaban por barco a Portugal en cantidades cada vez mayores. Desde el Tratado de Tordesillas entre España y Portugal, países como Francia y Holanda habían quedado fuera del reparto del Nuevo Mundo, así que llegaron como corsarios, piratas y contrabandistas. Incluso un francés llegó a instalar en Río de Janeiro una colonia, llamada “Francia Antártica”, para buscar la explotación del árbol para su país, lo que hartó a los portugueses, que a partir de entonces decidieron entonces establecerse y reconquistar la población.
     La creciente demanda y la corta masiva en tan sólo un siglo, produjo una enorme deforestación y llevó al palo de Brasil al borde de la extinción y no fue hasta el siglo XIX, bajo el gobierno del Emperador Pedro II (su hija Isabel abolió la esclavitud y convirtió las camelias en las flores de la libertad en Brasil) cuando empezó un largo proceso de recuperación. Poco a poco, los brasileños se concienciaron de lo conveniente de preservar sus especies autóctonas, y en 1978 el palo de Brasil fue designado como el árbol nacional. El 22 de noviembre de 2020, se ha localizado un enorme ejemplar, en el sur del estado de Bahía, cuya localización de momento se mantiene en secreto y al que se le calculan unos 600 años. Una joya brasileña recogida en esta foto.

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