lunes, 27 de junio de 2022

Las catalpas de Chatham Manor, Virginia, EE.UU.

WALT WHITMAN (1819-1892)
Las catalpas testigos de la Guerra Civil Americana (1861-1865)

En diciembre de 1862, Walt Whitman, después de ver el nombre de su hermano en una lista de heridos en la batalla de Fredericksburg, Virginia, salió corriendo de su casa en Brooklyn para buscarlo en los hospitales cercanos al lugar de una de las batallas más mortíferas de la Guerra Civil Americana, enfrentándose a la espantosa realidad de la guerra.
     Walt Whitman llegó a
la mansión georgiana de Chatham Manor convertida en hospital improvisado de campaña. Esta mansión había sido construida en 1771 por trabajadores y artesanos esclavizados, bajo la dirección y financiación de William Fitzhugh. 
     Ayudando como enfermero vio allí cómo brazos y piernas amputados eran arrojados por una ventana a una pila creciente bajo dos catalpas y en el cercano jardín cómo se estaba formando una hilera de tumbas.

"At the foot of a tree, immediately in front, a heap of feet, legs, arms, and human fragments, cut, bloody, black and blue, swelled and sickening–in the garden near, a row of graves."

     Su hermano, que sólo había sufrido una leve herida en la cara, no estaba allí, pero Whitman se quedó el resto del mes curando las heridas de los soldados y leyendo y escribiendo cartas para ellos. Después fue a Washington y siguió atendiendo a los heridos. Escribió sus pensamientos en trozos de papel manchados de sangre. Sus impresiones, publicadas en un libro de versos en 1865, tomaron forma en su poema tierno, compasivo e inquebrantable, “The Wound-Dresser".
     Hoy esas decrépitas catalpas son los árboles más famosos y queridos de la región. Desde que NPS (National Parks Services) adquirió Chatham en 1975, se han realizado grandes esfuerzos para mantener los árboles en posición vertical. Aún así, uno de ellos se mantiene solo gracias a una enorme abrazadera de metal encajada debajo de una de sus ramas. El otro se sostiene solo.
     En circunstancias normales el NPS, probablemente, habría derribado los árboles hace años. Pero estas catalpas de Chatham no son árboles cotidianos. Y allí siguen adelante, en silencio, como lo han hecho durante tantos años.

Dos árboles Catalpa, jóvenes y fuertes, sobrevivieron cuando Chatham fue devastada por la guerra.

Hoy, las mismas Catalpas, ahora nudosas y curtidas, siguen en pie.
Fotos e información de internet
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