jueves, 21 de abril de 2016



MARTA PEÑA HERNÁNDEZ
Higueras de Lanzarote
De la Revista "Rincones del Atlántico", nº 2



(...) En Lanzarote, los despedregamientos realizados en los campos fueron de tal magnitud que desde nuestra óptica actual no es posible siquiera imaginar un trabajo tan desmesurado llevado a cabo en un mundo sin maquinaria, a fuerza de cargar cestos de piedras al hombro o a lomos de algún animal. El traslado de grandes volúmenes de arena volcánica (lapilli) hasta las tierras de cultivo para mejorar sus cualidades agrológicas mediante su transformación en arenados supuso una intervención sobre el medio de tal magnitud que cambió la apariencia de la isla. La plantación de miles de parras y árboles frutales en el fondo de hoyos abiertos en los inmensos depósitos de arena originados por la erupción de Timanfaya y la construcción de igual número de socos de piedras para abrigarlos del viento dio lugar a una de las actuaciones humanas de mayor envergadura y belleza de cuantas se hayan efectuado nunca en el Archipiélago. La rehabilitación de multitud de terrenos de cultivo sepultados por las arenas de la erupción de 1730, mediante la retirada y acumulación a su alrededor de parte de las mismas, ha constituido, igualmente, una buena muestra del empeño de las gentes de la isla por recuperar para la agricultura aquello que la naturaleza inutilizó. La construcción de pareones en las laderas de elevada pendiente, de traveseros en los cauces de los barrancos y de gavias para aprovechar las lluvias torrenciales que estacionalmente tienen lugar en Lanzarote es una muestra del trabajo ingente desarrollado para obtener suelo de cultivo en ámbitos donde predominaban los procesos de destrucción del mismo (...)

 
INFORMACIÓN:
http://www.rinconesdelatlantico.com/num2/lanzarote2.html
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